James Rodríguez contra Pirlo

La figura de James Rodríguez ha cobrado un valor que no tenía a ojos de sus compañeros, cuando comenzó la temporada. Con el paso de los meses, el mediapunta colombiano, de 23 años, se ha ido ganando el corazón y el aprecio profesional de los futbolistas y de los técnicos del Madrid. Este reconocimiento alcanza su pico en lo más álgido del año futbolístico. Esta noche en Delle Alpi, James cargará sobre sus espaldas el peso del deber de la creación. Sin Modric ni Benzema, su condición de futbolista experto en meter el último pase adquiere una nueva dimensión. Enfrente se alzará la fortaleza de la Juventus coronada por Pirlo.

El presidente Florentino Pérez se movía por los pasillos de Valdebebas con el paso firme de un mánager deportivo, el domingo, después del entrenamiento. Los jugadores lo veían ir del gimnasio al despacho de Ancelotti con la presencia suelta de los líderes cuando están en campaña. A todos les había asombrado el aparatoso vendaje que momentos antes había lucido la rodilla derecha de Benzema durante el entrenamiento a puerta cerrada. Los medios del club difundieron oportunamente las terribles cintas compresoras. Benzema llevaba meses con molestias físicas y a varios de sus compañeros les resultó extraño su repentino ingreso en la lista de bajas hace dos semanas. Aunque no tan raro como su ausencia en el avión que trasladó a la expedición a Turín, ayer por la mañana. Benzema no parecía estar tan mal, después de todo. Bale ocupará su lugar.

más información

Ramos es el catalizador
El vestuario prefiere a James antes que a Isco
Pirlo: «Necesito volver a emocionarme»

Sin el delantero francés, el hombre más cualificado de la plantilla para generar espacios en ataques estáticos contra defensas cerradas, el Madrid pierde un recurso único. Un instrumento especialmente valioso si a la Juventus se le da por emboscarse atrás especulando con resolver la eliminatoria en el Bernabéu.

A falta de Modric y Benzema, el Madrid que ha configurado Ancelotti es una maquinaria de acusado perfil contragolpeador. Con Bale y Cristiano en punta, la tendencia se acentúa. Esta apuesta por la velocidad es eficaz contra equipos que se despliegan en ataque. Pero la Juventus no siempre toma la iniciativa. “Es uno de los pocos equipos en Europa que pueden pasar sin problemas de la defensa de tres a la defensa de cuatro”, dijo ayer Ancelotti, en referencia a la línea de centrales que saben formar Chiellini, Barzagli y Bonucci, flanqueados por dos laterales muy duros como Lichtsteiner y Evra. Esta faceta encastillada es la que más temen en el vestuario del Madrid. Sin espacios para correr, y sin un Benzema que los alimente, Bale y Cristiano tienden a ahogarse.

Ancelotti teme que la Juve se cierre con tres centrales para proteger al mediocentro

Ancelotti observa que el punto débil de la Juventus está en el eje de su estructura. Pirlo, a sus 35 años, no siempre se encuentra físicamente fresco para proteger a los centrales. Si tiene un mal día es como si el equipo jugara sin mediocentro. Para compensar esta situación, Conte primero y Allegri ahora, recurren a la defensa de tres centrales. Verdadero laberinto para el ataque del Madrid. “La dificultad para encontrar posiciones claras de remate no dependerá de un jugador”, advierte Ancelotti; “dependerá sobre todo del movimiento del equipo, del ritmo del juego con balón, y, sobre todo, de los movimientos sin balón”.

Ahí es donde James resulta especial porque ninguno de los titulares en Turín posee su inteligencia para moverse en espacios reducidos. Ancelotti ha descubierto que James da un nivel excelente como volante por derecha en el 4-4-2. El técnico considera que el colombiano es más diligente que Bale en las dos fases del juego. Defiende con más bravura y, puesto a atacar, no se limita a desmarcarse en busca del gol. James apoya, se ofrece, toca, colabora en la construcción de la jugada y sabe ser concluyente en los últimos metros. Incluso como extremo, sin ser veloz, se las ingenia para anticiparse a sus marcadores y desbordar. Sus compañeros destacan su humildad. Es la cualidad que lo distingue de otras estrellas en el equipo.

«Tendremos que movernos muy bien sin balón para encontrar espacios», dice el técnico

“Normalmente los jugadores de talento son potentes porque en su constitución predomina ese tipo de fibra muscular”, opina Ancelotti. “Pero James es talentoso y es físicamente resistente. Esta anomalía le ayuda a jugar en el centro del campo donde los esfuerzos son más prolongados”.

James Rodríguez fue decisivo en la maniobra que precedió el 1-0 de Chicharito al Atlético. Fue una de las pocas ocasiones verdaderamente claras que dispuso el Madrid en los cuartos de final. La clase de ocasión que necesitará generar esta noche en el laberinto de Pirlo.

La Juve hace temblar al Madrid

Tan cruda resultó la Juve que con menos que el Madrid logró destemplar al conjunto español, al que se le vieron más costurones de los esperados. Salvo en el tramo final del primer acto, el equipo de Ancelotti fue a remolque de un rival abnegado, de pierna fuerte e ideas muy claras y, en algunas fases, cordial con la pelota. Con su victoria, los juventinos pusieron cerco a un Madrid con tembleques en la zaga, con Ramos sin cadena en el medio campo y con Bale menos que de puntillas, por subrayar sus mayores desarreglos. Mal de entrada y desbocado al final, entremedias el empate de Cristiano fue un espejismo. No tuvo continuación y Tévez tocó la corneta para dejar al campeón con la angustia de una vuelta que no se presume con paseíllo.

más información

FOTOGALERÍA Las mejores imágenes del partido
Así te lo hemos contado
‘Ya estamos todos’, por M. JABOIS
Tévez, rey del Piamonte

Tiene menos cartel que el Madrid, pero no hay cascoteros en esta Juve, que reniega del costumbrista manual de algunos equipos italianos que bendicen el pelotazo porque no desordena. Con el imperecedero Pirlo como mascarón, el campeón del calcio arrancó con brío, con fútbol geométrico, con el balón al pie. Según dictara la jugada, a las órdenes de Pirlo, por supuesto, al que le falta depósito, pero mantiene de forma fugaz su distinguido visor, los jugadores de Allegri enchufaban en corto a Vidal o Tévez, o bien citaban con las luces largas a Morata, un coloso hasta que reventó. Las dos vías generaban quebraderos al Madrid, con Ramos y Kroos demasiado alineados para atacar y defender. A sus espaldas, los dos suramericanos del Juventus provocaban agudas interferencias entre el medio campo y la zaga española. Morata enredaba por su cuenta a Pepe y Varane. Su físico le procura el forro adecuado para el cuerpo a cuerpo.

Por momentos, la Juve lograba afeitar al Madrid y a la cuarta llegada antes de los diez minutos logró su propósito. Tévez encontró un pasillo con gran facilidad y su disparo cruzado lo acarició Casillas a su derecha, junto al poste. Morata, que es rastreador de áreas, estaba junto a la presa. No fue un tanto casual, ni mucho menos. Quizá desde el Milan de Sacchi no se conozca una escuadra italiana que haya dado 27 pases previos a una diana. Eso certificaron los estadísticos, tan valiosos con sus laboratorios. El gol, su génesis, retrató a un Madrid atribulado, tiritón con la pelota, blando en las disputas. En el espinazo del equipo, Sergio Ramos bastante tenía con encajar como postizo centrocampista. No encontraba con quién chocar y el partido demandaba gobierno. Sin un intermediario en el medio, Bale, como ariete, y Cristiano, proyectado desde la izquierda, quedaban aislados, fuera de plano.

Lejos de mantener la ruta, la Juve poco a poco cambió la escala musical. Prefirió refugiarse más en las cuerdas de Buffon y perdió metros hacia Casillas. Mala decisión, no conviene abrir el paisaje a Kroos, pese a su aparente pecho frío. El alemán anestesió a los suyos. Es lo que tiene colonizar el balón. A su compás respiró el Madrid, que comenzó a dar avisos en campo ajeno. Ya asomaba James, capital para la ofensiva madridista, clave para agitar a cualquier adversario. En la crecida visitante, fue el propio James quien provocó una indecisión de Evra, que fue al combate como un monaguillo. La acción descolocó a Chiellini, que fue al rescate sin éxito. El colombiano templó el baló al segundo palo y a Cristiano, sobre la raya de gol, le bastó con poner el flequillo que no tiene. Su puntualidad con el gol es mucho más que asombrosa, es una corazonada permanente.

Enviar vídeo

Sergio Ramos: «Hay muchas cosas que mejorar». / ATLAS

La Juve notó la sacudida del innumerable tanto del portugués. Ya no era el equipo fluido del arranque. Las teclas eran de Kroos, de James, de Cristiano… Y, por un momento de Marcelo, que alivió su dislocada actuación al frente de una estupenda jugada colectiva. Tras una danza de Isco por el costado izquierdo, el lateral brasileño citó a James con el gol. El cafetero, a un palmo de la portería, se lanzó en plancha y su cabezazo fundió el larguero. Increíble. Solo cabía esperar gol o gol.

Salvo en el último tramo del primer tiempo, el cuadro de Ancelotti fue a remolque

En alza el Madrid, el retorno al segundo acto no tuvo la misma derivada. La Juve, de entrada, se pareció más al del inicio del duelo. Otra vez con más decisión, enérgica. Llegó el momento de Tévez, que es una avispa a campo abierto, canchero como pocos, pícaro e “incordión”. El Apache reflotó a los blanquinegros. Con Ramos con cara de náufrago y Bale no se sabe dónde, el grupo de Ancelotti no daba con la tecla, desajustado en todas las líneas. La Juve, como buen italiano, hurgó en la herida. Un córner a favor concluyó en un desastre para el Madrid, que se lo ganó a pulso. Cerraban, con dice el libreto de toda la vida, los dos laterales, los dos bajitos, Carvajal y Marcelo. Al brasileño le llegó un rebote y se animó a buscar un disparo. Una imprudencia cuando se está de centinela. El rechace en la alambrada local llegó a Tévez, que pegó varios muletazos a Carvajal hasta que este, con un punto de ingenuidad, le atropelló. Bien pudo contener, sin más. El argentino no falló desde el penalti.

El gol retrató a los visitantes, tiritones con la pelota, blandos en las disputas

Reaccionó Ancelotti, que puso en vuelo a Chicharito en detrimento de Isco. Bale, en tierra de nadie, se mantuvo. Un minuto tardó Allegri en dar réplica. Barzagli por el sorprendente Sturaro, titular pese a llevar solo desde febrero en Turín y haber jugado un encuentro de Champions y ocho de Liga. Frente al 4-3-3 español, el 5-3-2 italiano. Exhausto Tévez, la Juve se encomendó al blindaje a ultranza y una aventura de Llorente, relevo del más que meritorio Morata. El Madrid contra un muro, la Juve en el descampado, a cielo abierto. El partido obligaba a contener la respiración. No sobraba fútbol, pero había fogatas ante las dos porterías. La tuvo CR nada más irrumpir Chicharito, que en un rato dejó mal al inoperante Bale, por fin relevado a poco del final por Jesé.

El Madrid, sin mucho tino, aceptó descamisarse, ir a por el empate, poner remedio antes de la vuelta a Chamartín. Llorente a punto estuvo de hacérselo pagar caro. No hubo para más y la gente de la Juve tiró serpentinas, confetis y lo que tenía a mano para festejar un resultado que deja a su equipo con un destino posible a Berlín. Al Madrid le toca remar. En Turín tuvo muchas grietas. Esta vez, los remiendos, a estas alturas de la Copa de Europa, no fueron suficientes. Plano y sin ideas solo le quedó colgar balones sin techo. No es lo que se espera del campeón. Tiempo tiene para la reflexión. Para cuadrarse de otra manera el próximo miércoles. Falta le hará, y recursos tiene.

“Estoy preocupado lo justo”

“Estoy preocupado, pero solo lo justo”, dijo Carlo Ancelotti, que entró a la sala de conferencias del estadio saludando a viejos amigos después de sufrir el 2-1. En los peores momentos, el entrenador del Madrid transmite la idea de que este torbellino de pasiones que lo envuelve es el producto de las ilusiones ruidosas que proyecta un simple juego. “Hemos jugado un buen partido”, prosiguió. “Hemos hecho lo posible para ganarlo, pero no lo hemos hecho. Y el resultado no es bueno pero no es tan malo. No olvidemos que para llegar a la final hay que pasar por el Bernabéu y allí contaremos con el respaldo de nuestro público”.

Todo el equipo ha tenido más errores de lo normal a la hora de iniciar el juego»

Considerando que su equipo no tiró contra la portería de Buffon ni una vez en la segunda parte, Ancelotti hizo y dijo cosas que se ajustaban al protocolo de los momentos de crisis. Salvo en un punto. Salvo cuando sustituyó a Gareth Bale por primera vez esta temporada. Fue extraordinario porque nunca lo cambia. Finalmente, sucedió en Turín, cuando el Madrid se despeñaba. El técnico lo cambió por Jesé en el minuto 85 y fueron miles de aficionados y expertos en todo el mundo los que se preguntaron por qué no se apresuró a tomar la decisión antes. Porque Bale, el jugador por el que se pagaron los derechos federativos más cuantiosos de la historia del fútbol, 100 millones de euros en concepto de traspaso exclusivamente, pasó desapercibido. “No lo habría sustituido si no hubiera estado muy cansado”, explicó Ancelotti. “Bale volvió este fin de semana de una lesión y si se cansaba sufría un riesgo de recaer. Lo cambié para evitarle problemas”.

En Inglaterra se formaron corrillos en los platós de televisión solo para examinar la actuación de Bale ante la Juve. La vieja estrella del United, Roy Keane, le lanzó una andanada de bombas incendiarias: “El Madrid ha jugado con un ‘pasajero’. No ha hecho más que tomar las decisiones más sencillas. Lo ficharon para arriesgar, para que encare, pero cada vez que tuvo ocasión de jugarse un mano a mano con un rival, dio media vuelta como si le faltara confianza”. El zurdo galés fue el punto más sombrío de un Madrid que podrá reivindicarse en el partido de vuelta. El técnico local, Massimiliano Allegri, alertó a su gente al respecto: “Para estar en la final debemos ir al Bernabéu y hacer una obra maestra. Si no metemos por lo menos un gol no llegaremos a Berlín”.

más información

CRÓNICA: La Juventus hace temblar al Madrid
Ya estamos todos
FOTOGALERÍA Las mejores imágenes del partido
Así te lo hemos contado

Ancelotti procuró ver el vaso medio lleno. “En algunos momentos hemos jugado muy bien”, dijo, “tocando bien, con paciencia. Generamos dos buenas oportunidades después de sufrir en los primeros 15 minutos. Tenemos que repetir lo mismo el próximo partido”. “Hemos intentado controlar el juego y tener la posesión”, prosiguió el italiano. “El 1-1 era un buen resultado. Pero cuando la Juve nos hizo el 2-1 al contragolpe se cerró más y se nos hizo difícil encontrar espacios. La Juve atraviesa un momento de gracia. Goza de un gran entusiasmo. Allegri ha conseguido aprovechar al máximo la calidad de Tévez, Pirlo y Vidal. Y en defensa han demostrado tener una organización que ha hecho que nos resulte muy difícil crear ocasiones”.

Le preguntaron a Ancelotti por el partido irregular de Ramos y el técnico no lo desmintió. “Tramos ha perdido balones pero no ha sido el único”, replicó, “Todo el equipo ha tenido más errores de lo normal a la hora de iniciar el juego. Atrás la Juve nos ha creado muchas dificultades presionándonos. Sobre todo en la segunda parte. Por lo demás, creo que Sergio ha vuelto a hacer un buen trabajo como centrocampista”.

Morata emula a Morientes

Casi le dio apuro haberse encontrado en el segundo palo con la pelota desviada por Iker Casillas tras un gran disparo de Tévez. Álvaro Morata sólo la tuvo que empujar. En el minuto 7, la Juve ya iba ganando en el Juventus Stadium. Había marcado el chico crecido en La Fábrica que hace un año levantaba la Décima en Lisboa. No lo celebró. Se mordió el labio, recibió el abrazo de sus compañeros, la sonrisa y los mimos de Pirlo y, una vez liberado del cariño, miró a la grada y se llevó el dedo a la oreja. Haciendo como que quería escuchar más a la hinchada. Una hinchada que le ovacionó cuando Massimiliano Allegri le sustituyó en el minuto 77.

Gerard Julien (GETTY)’);»> ampliar foto

Morientes celebra su gol en el Mónaco-Madrid de 2004 / Gerard Julien (GETTY)

“Ha hecho un partido extraordinario, aunque parezca fácil hacer lo que está haciendo, no lo es. Protege muy bien el balón y descarga mucho el juego de la Juve”, comentaba anoche Fernando Morientes en la Cope. El exdelantero del Madrid juraba y perjuraba que el mejor de la Juve estaba siendo Morata y no Carlos Tévez. Igual que hizo anoche Morata, el Moro también castigó al conjunto blanco en su día. Fue en los cuartos de final de 2004. En verano de 2003 se había marchado cedido al Mónaco y con el club francés llegó a disputar la final de la Champions, torneo del que fue pichichi.

Dos tantos le marcó Morientes al Madrid en esa eliminatoria (4-2 en la ida; 3-1 en la vuelta). En el Bernabéu anotó el 4-2 en el minuto 83, dos minutos después de que Ronaldo –cuya llegada a Chamartín llevó al Moro a tener que buscarse equipo- firmara el 4-1. En el partido de vuelta anotó el gol del 2-1. Y sí lo celebró. Con rabia además, gritando: “vamooos, vamooos”.

más información

El mono de Morientes
Morata enamora a la Juve
Ancelotti: “Ganará el más valiente”
Tévez y Cristiano se miden en Turín
Medio siglo de rivalidad entre Real Madrid y Juve

“Cuando firmé con la Juve lo hice con el objetivo mínimo de llegar a las semifinales. Ya estamos en semis, no tenemos que parar, sino seguir trabajando para llegar aún más lejos”, dijo anoche Álvaro Morata que en la Juve ha tenido un crecimiento espectacular. Ha ganado carácter, rapidez y desparpajo. “Llegó aquí como todos los españoles, sin estar acostumbrado al trabajo físico. Los primeros seis meses fueron de adaptación, después empezó a jugar, marcar y mostrar su talento”, comentaba Pirlo el domingo en la charla que tuvo con los medios de comunicación en Turín.

“Estará emocionado al principio, por cruzarse con sus compañeros, pero una vez que pise el campo, será otra cosa”, respondía Pirlo cuando le preguntaron si creía que el delantero español sentiría la presión. De hecho, durante el calentamiento, a Morata se le veía algo incómodo. No tuvo demasiado tiempo sin embargo, una vez empezado el partido, para emocionarse. Cuando se quiso dar cuenta, ya había batido a Casillas.

La descolocación de Ramos en el centro del campo como síntoma

Los partidos en el estadio del Juventus constituyen el revulsivo periódico de la ciudad de Turín. Peregrinos de lo sacro y de lo profano se mezclan en las inmediaciones de la Plaza del Castillo desde la mañana y son cientos los que acuden en romería a contemplar el Santo Sudario, expuesto de forma extraordinaria hasta julio en una urna en el Domo. Durante la jornada del martes los feligreses hicieron colas para ver los siete metros de manto abierto al público por primera vez. Muchos venían de Cerdeña, Malta, Bari, Palermo, y, por supuesto, España. Cumplida la visita, acudieron al partido Juventus-Madrid, objeto primordial del viaje. Ayer por la mañana el Domo presentaba un aspecto menos multitudinario. Solo algunos rezagados celebraban, o lamentaban, el 2-1 del duelo de semifinales de la Champions, según su parcialidad. La mayoría de los madridistas señalaban lo evidente: la banalidad de Bale y el penoso partido de Ramos. Lo que pocos compartían era la idea imperante en Valdebebas, donde, de vuelta en Madrid, los jugadores, los técnicos, y los empleados que acompañan al primer equipo coincidían en lo mismo: la Juventus pasa la factura de las licencias de la directiva en la construcción de la plantilla en la que prácticamente no quedan mediocampistas puros.

La directiva del Madrid sostiene que ha reunido a la mejor nómina de futbolistas en la historia del club. Pero los empleados más próximos al equipo reflexionan, como Ancelotti, que algo debió fallar en la política de altas y bajas. De lo contrario, la sola ausencia de Modric no habría forzado al técnico a poner a Ramos, su mejor central, en una posición que no es la suya.

«Tenemos demasiados parches», decía un jugador antes del partido

“Tenemos demasiados parches”, decía un jugador el martes, antes del partido. Desde que la Real les metió 4-2 en el comienzo de la Liga, siempre que vuelven a perder, hay un puñado de veteranos que evoca con desazón la venta de Xabi Alonso y Di María.

Ancelotti asegura que no le quedó más alternativa que apostar por Ramos. La apatía de Khedira, a quien el club envió señales desde agosto de que no renovará el contrato; el apocamiento de Illarra, que se comporta como si no le interesara exponerse; y la bisoñez de Lucas Silva, el refuerzo de enero, le dejaron sin pivotes defensivos. El entrenador insiste en que Kroos, que ha ocupado ese puesto con mucha clase pero sin demostrar el oficio requerido, sigue sin adquirir los automatismos defensivos. De modo que recurrió a Ramos como solución de emergencia. Y Ramos funcionó en condiciones ajustadísimas contra el Atlético y el Sevilla. El Madrid ganó los dos partidos pero solo se mostró superior cuando sus rivales se quedaron con diez, el Atlético por la expulsión de Arda y el Sevilla por la fractura del tabique nasal de Krychowiak.

más información

CRÓNICA: La Juventus hace temblar al Madrid, por J. SÁMANO
Ramos es el catalizador
La Juve hace tambalear al Madrid
Carlos Tévez, rey del Piamonte

Ramos se mostró más desorientado que nunca durante el partido de Turín. «Yo estoy para ayudar al equipo en la posición que el míster me ponga», dijo el jugador, triste después de la derrota. «Ha sido un mal partido en general y tampoco yo he estado bien. Pero esto no me asusta. Confío plenamente en mí y en el míster. Y si tengo que volver a hacerlo me sacrificaré otra vez. En el mediocampo se corre mucho más que en el puesto de central».

El primer gol de Turín descubrió los problemas del Madrid, tácticos y, sobre todo, estratégicos. El 1-0 de Morata fue la culminación de una jugada que los futbolistas del Juventus remataron después de dar 27 pases. En el fútbol moderno son raros los goles que se construyen con más de 10 pases. Pirlo, Vidal, Marchisio y Tévez consiguieron dar 27 no solo porque son muy buenos sino porque su rival no fue capaz de robarles la pelota. La presencia de Ramos, el único especialista defensivo en su mediocampo, no fue suficiente para frenar una marea que ya seinsinuó en el Sánchez Pizjuán, antes de la lesión de Krychowiak.

«En el centro del campo se corre mucho más», advirtió Ramos. «Pero volvería a sacrificarme»

Ancelotti suele señalar que Kroos, Isco y James tienen físico de mediapuntas, más aptos para esfuerzos cortos que prolongados. Lo mismo, aunque en menor medida, le ocurre a Ramos, acostumbrado a los movimientos rápidos y breves de un central. La medición de la FIFA lo corrobora: en el balance general, los jugadores del Juventus corrieron siete kilómetros más que los madridistas. Vidal, Marchisio y Sturaro pertenecen a una especie que el Madrid no tiene: la de los centrocampistas puros. Hasta Pirlo, con 35 años, corrió un kilómetro más que Kroos con 26.

La recuperación de Benzema propiciará el regreso al sistema de 4-3-3 con tres delanteros y seguramente Ancelotti devuelva a Ramos al eje de la defensa. Pero entonces el equipo se expondrá a un peligro que tanto el entrenador como la directiva han acabado reconociendo: con un centrocampista menos el equipo es menos competitivo. El peligro, en cualquier caso, es aparentemente inevitable.

Toshack saca la cara por Bale: "Juega en el último puesto en el que debería jugar"

El próximo 27 de junio regresará a Gales para recibir un homenaje al cumplirse 50 años de su debut con 16 en el Cardiff City, entonces en la First Division, equivalente a la actual Premier League. Dirige desde el pasado verano al WAC Casablanca, con el que está a tres partidos de proclamarse campeón de la liga marroquí, aunque en la última jornada se enfrentará en su campo al segundo clasificado. John Toshack, exentrenador entre otros clubes de Real Sociedad y Real Madrid, tuvo a sus órdenes a Gareth Bale cuando fue seleccionador de Gales, de ahí que sea una voz más que autorizada para comentar la discutida y delicada situación de su paisano, especialmente tras su pobre partido en Turín donde los blancos cayeron por 2-1. 

«Vi el Juventus-Real Madrid y la verdad es casi no tocó bola», dice John Toshack a El Confidencial nada más preguntarle por un futbolista al que hizo debutar con 17 años en su selección nacional. «El último puesto en el que veo a Bale es de extremo derecho. Gareth es lateral izquierdo de nacimiento y fue subiendo y subiendo… Un lateral perfecto para aquellos tiempos en los que jugábamos con un libre y dos centrales. Es rapídisimo, da buenos centros y tiene mucha calidad con la pierna izquierda. También puede jugar en un 4-4-2 por delante del lateral izquierdo. Recuerdo que en un partido que jugamos con Gales en Moscú los últimos veinte minutos le coloqué solo en punta. Empatábamos y le puse ahí para aguantar el resultado, pensando en el daño que hace con espacios y saliendo a la contra». 

«No sé lo que pasa, pero vaya donde que vaya, no creo que le pongan de extremo derecho», insiste un contrariado Toshack. «Yo le tuve cuando aún era más joven, con 17 años debutó junto a Ramsey, del Arsenal, con Gales. Tuvo mala suerte con las lesiones, pues estuvo un año entero fuera y cortó su progresión. Todos los que le conocemos sabemos que puede hacer más. Le veo un poco encorsetado. Tiene que soltarse y superar la presión. Lo mucho que pagó el Real Madrid por él le está pesando, sobre todo porque es un chico muy introvertido y no se va a quejar de nada».

El veterano entrenador galés no duda del talento de Bale: «Ahí está el balón que le puso a Cristiano con la izquierda contra el Sevilla…», destaca, de ahí que a continuación confiese que «no entiendo gastarse ese dinero para ponerle en un puesto que no es el suyo. Es mejor lateral izquierdo que Marcelo o Coentrao. Maldini era el mejor lateral izquierdo y a nadie se le ocurría colocarle en el derecho, aunque acabara jugando de central». 

«El Madrid no está sacando lo mejor de Gareth»

Toshack también habla como exentrenador del Real Madrid. «Ancelotti sabrá lo que tiene que hacer y la verdad es que no lo tiene fácil, pues si no se quejan unos se quejan otros. Todos los aficionados y los periodistas tienen sus favoritos para jugar y él tiene que decir quién lo hace y quién no. Pero lo que es evidente es que el Madrid no está sacando lo mejor de Bale. Recuerdo la jugada que hizo en la final de Copa contra el Barcelona y en la que el entrenador rival debería haberle hecho falta para pararle… De esas puede hacer cinco o seis por partido, sobre todo si como en esa jugada lo hace por su perfil bueno. Y es que, a pesar de todo, Gareth va a terminar la temporada con alrededor de 20 goles». De momento, suma 17.

De su experencia con Bale en la selección de Gales, Toshack también destaca un partido en el que «jugó de lateral izquierdo contra Brasil en el campo del Tottenham. Recuerdo que enfrente tenía a Marcelo e hizo tan buen partido que el Tottenham le fichó del Southampton. En el Real Madrid no sé si le trajeron pensando en que jugara de extremo derecho o si jugar ahí fue un accidente. A mí Benzema siempre me ha gustado y cuando el Real Madrid le fichó ya dije que era el mejor delantero centro del futuro. Si Cristiano quiere jugar por izquierda para entrar hacia adentro y tirar a puerta con la derecha y Benzema es el 9, al final resulta que el único que está jugando fuera de sitio es Bale. Gareth necesita participar en el juego, formar parte de un bloque y no esperar a que le lancen un balón en largo. Me da pena porque es capaz de aportar más».

Sobre si no cree que Cristiano Ronaldo sería un magnífico delantero centro, John Toshack ni lo duda: «Seguro que sí, pero siempre fue un 7 y ahora parece que hace más goles arrancando desde la izquierda». Es decir, que, a diferencia de Bale, al que perjudica jugar fuera de sitio, parece que el caso de Cristiano es justo lo contrario. Las paradojas de un club sin director deportivo y con un entrenador que no hará las alineaciones al dictado, aunque algunos jugadores parecen jugar por decreto.   

Dos mazazos sobre tabique roto

La Liga está tan ajustada que cualquier huesecillo roto puede inclinar la suerte del campeonato. Pudo ser un incidente irrelevante, cualquier pugna, un balón que sobrevuela por la zona más caliente en el momento menos previsto de un partido bañado en sudor. Pudo ser un duelo de jugadores, un salto, un choque como tantos otros. Algo efímero. Pero el tabique nasal de Krychowiak se partió contra el cráneo de Ramos. Corría el minuto 30 del partido en el Sánchjez Pizjuán cuando se precipitó la hemorragia. El polaco fue retirado a la banda y allí los médicos del Sevilla dudaron. Le movieron la nariz. Lo sometieron a un interrogatorio. Le pusieron tapones para frenar el goteo de sangre mientras Emery se movía al límite del paroxismo. El técnico envió a calentar a Iborra. Pero no se decidió a cambiar al herido. Esperó. Pasaron los minutos. Contra uno menos, por primera y única vez en el partido, el Madrid se mostró superior. Avanzó 10, 20, 30 metros. Se plantó en campo rival. En el minuto 35 Cristiano se anticipó al centro de Isco desde la izquierda y marcó el 0-1 de cabeza. En el 36, después de otro centro, esta vez desde la derecha, metió el 0-2. Cuando Krychowiak regresó al campo, casi diez minutos después, la Liga había recobrado la vida.

La ausencia del poderoso mediocentro sevillista provocó un vacío que sus compañeros no consiguieron llenar. Del desorden se aprovechó Cristiano, cada día más experto en la interpretación de los tiempos del área. El portugués remató a un toque las jugadas de los dos goles. Rápido, implacable, resuelto. Los celebró golpeándose el pecho de cara a la grada, reivindicándose, homenajeándose a sí mismo, y, por fin, reuniéndose en la banda con su amigo Coentrão para fundirse en un abrazo. Se acababa de colar por la vía abierta en el tabique roto de Krychowiak para volver a adelantarse a Messi en el frenético mano a mano goleador que los mantiene ocupados.

El hat-trick de Cristiano arrebató a Messi el liderato del Pichichi afianzándole con 42 goles

La calurosa tarde de Andalucía inflamó los cañones. Messi había sumado en Córdoba su gol 51 en la temporada (40 de ellos en Liga, seis de penalti), y Cristiano (50 en todas las competiciones, 39 en Liga, 11 de penalti) debía marcar si quería recuperar la cabeza de la clasificación del Pichichi.

El Madrid controló el partido con dificultad durante la primera media hora. Por más que Ramos se ocupaba de hacerle la cobertura, Kroos nunca llegaba a tiempo. A la espalda del mediocentro alemán se abría una pradera por la que circulaban a placer Reyes, Bacca y Vidal. El Madrid atravesaba por serias dificultades cuando Ramos y Krychowiak saltaron peleando por la conquista de un balón volador. El accidente tuvo mucho de circunstancial. Ramos no habría estado ahí de no ser porque Modric se ha lesionado y Ancelotti ha encontrado en el sevillano una solución inusual. El entrenador prefiere ubicar al central en un puesto antinatural para él antes que contar con Lucas Silva, el centrocampista cuyo fichaje costó unos 15 millones de euros en el último mercado invernal.

Emery prefirió esperar diez minutos con un jugador menos a meter a Iborra por el polaco

El detalle no dice nada bueno de Silva y habla mucho de lo azaroso que es el fútbol. Sin esa cadena de causalidades Ramos y Krychowiak no habrían percutido. Sin esa fricción el partido habría sido completamente distinto. Pero ya no volvió a ser el mismo partido. Ni la Liga volvió a ser la misma Liga.

Cristiano se ocupó de blandir el mazo. Dos veces, contra diez, en un par de acciones magistrales por su economía de gestos. Dos intervenciones quirúrgicas, rápidas, que arrojaron al Sevilla a los matorrales mientras Unai Emery esperaba que su mediocentro favorito dejara de sangrar. Las dos acciones recolocaron al portugués en la cabeza de los goleadores con 41 tantos —luego metió el 42 para asegurar la victoria—.

Las tribunas no dejaron de cantar, de animar, de encender a sus jugadores en desventaja. Resultó inútil. La fractura que originó el hueso roto de Krychowiak fue irreparable.

Benzema, fuera de la lista para el partido contra la Juventus

El delantero francés Karim Benzema no forma parte de la expedición madridista que viaja a Turín para jugar el martes la ida de las semifinales de Liga de Campeones, y recién recuperado de un esguince de rodilla, Carlo Ancelotti prefiere reservar a su jugador para que reaparezca ante el Valencia.

Benzema regresó como estaba previsto el domingo a la dinámica de grupo pero Ancelotti ha considerado que su regreso en Liga de Campeones sería precipitado y se queda entrenando en solitario en Madrid para mejorar su condición física antes de reaparecer. Será el del Juventus Stadium el quinto encuentro que se pierde Benzema, que cayó lesionado en el Vicente Calderón en la ida de cuartos de final de Liga de Campeones, para posteriormente perderse la vuelta ante el

más información

Ramos es el catalizador
Pirlo: “Necesitaba volver a emocionarme”
Ramos pone orden en la casa
El Madrid derrota al Sevilla en el Pizjuán

Atlético de Madrid y los partidos de Liga contra Celta, Almería y Sevilla. Ancelotti ha facilitado una lista de 20 jugadores, de la que tendrá que descartar a dos a última hora, y en la que no entra por lesión el croata Luka Modric y por decisión técnica el alemán Sami Khedira.

La expedición que aterrizará en Turín alrededor de las 12:30 (10:30h) horas la forman: Iker Casillas, Keylor Navas, Pacheco, Carvajal, Arbeloa, Varane, Pepe, Coentrao, Marcelo, Nacho, Sergio Ramos, Lucas Silva, Kroos, Illarramendi, Isco, James, Bale, Jesé, Cristiano Ronaldo y Chicharito. El último entrenamiento antes del encuentro de ida de semifinales, lo completará el Real Madrid en la tarde de hoy en el escenario del partido,el Juventus Stadium, desde las 18:30 horas (16:30h).

Juventus-Real Madrid, más allá de La Séptima

Dos colosos de Europa. Juventus y Real Madrid se enfrentarán el martes por 17ª vez. Atrás queda el gol de Mijatovic para poner fin a una sequía de 32 años, la ovación a Del Piero en el Bernabéu o aquel primer e intenso duelo en 1961 con Di Stéfano, Puskas y John Charles como protagonistas. Más de tres décadas de rivalidad entre dos equipos cuyas vitrinas suman 20 Copas de Europa.

2013-14. Fase de grupos.

Crónica del partido

El último enfrentamiento entre el Madrid y la Juventus fue la temporada pasada, en la fase de grupo. El cuadro de Ancelotti empató en Turín con goles de Cristiano y Bale para meterse la clasificación prácticamente en el bolsillo. El Madrid acabó conquistando la ansiada Décima tras superar al Atlético en la intensa final de Lisboa.

2008-09. Fase de grupos

Crónica del partido.

No tuvieron mucha historia los duelos de la fase de grupos en la temporada 2008-2009. La Juve fue muy superior tanto en Turín (2-1) como en Madrid (0-2). Lo más recordado de estos partidos fue la enorme ovación que el Bernabéu regaló a Alessandro del Piero cuando fue sustituido. El delantero juventino había anotado los dos goles del encuentro y el coliseo blanco se puso en pie para despedirlo. El 10 bianconero dijo más tarde que había sido uno de los momentos más emocionantes que había vivido en el fútbol.

2002-03. Semifinales.

Crónica del partido.

La derrota en semifinales de 2003 propició el final del conocido como Madrid de los Galácticos y sentenció a Vicente del Bosque como entrenador merengue. La victoria por 2-1 en el Bernabéu no fue suficiente y en Turín la Juventus desmontó a un Madrid que acusó en exceso las bajas de Makelele y Ronaldo Nazario, aunque este jugó tocado los últimos minutos. Trezeget, Del Piero y Nevded hicieron los goles bianconeri. Buffon paró un penalti a Figo que pudo igualar la eliminatoria y el postrero gol de Zidane no fue suficiente. La Juve alcanzó la final de Manchester y allí cayó contra el Milan de Ancelotti en los penaltis.

1997-98

La crónica del partido.

Y por fin llegó la Séptima. El Real Madrid se proclamó campeón de Europa 32 años después. Pedja Mijatovic pasó a la historia del madridismo con ese gol en el minuto 66, el único de un partido tenso e igualado. El entrenador de los blancos, Jupp Heynckes, lograba el ansiado trofeo para el club y era cesado poco después. Enfrente estaba una Juve de altura, con Zidane, Del Piero, Inzaghi, Deschamps… pero el Madrid se encomendó a su vieja guardia (Hierro, Sanchís, Redondo…) y a su tridente atacante (Raúl, Mijatovic y Morientes) para sacar el duelo adelante.

1995-96. Cuartos de final.

Crónica del partido de vuelta.

El Madrid sumó en 1996 su trigésimo año sin coronarse en Europa. En medio de una temporada convulsa el equipo blanco sucumbió ante la Juve de Del Piero, Vialli y Ravanelli. Un gol de Raúl en Madrid decantó la eliminatoria para los blancos en la ida, pero en Turín el equipo de Arsenio Iglesias sumó un nuevo tropiezo para una temporada que acabarían fuera de la los puestos europeos. Ese año, la Juve conquistó el título tras batir al Ajax en una final decidida por penaltis.

1986-87. Octavos de final.

Crónica del partido de vuelta.

El Madrid de Butragueño, Gordillo, Michel, Juanito y Buyo, entre otros, se volvía a encontrar al cuadro italiano en Europa. La ida la solventaron los blancos en casa con un gol del Butragueño, pero el empate en Turín alargó el encuentro de vuelta hasta los penaltis. Allí emergió Buyo tras un buen encuentro del conjunto de Beenhakker. Paró dos penaltis. Avanzó el Madrid, en cuartos eliminó al Estrella Roja y en semifinales fue apeado por el Bayern de Múnich, el encuentro marcado por el pisotón de Juanito a Matthäus.

1961-62. Cuartos de final.

Así fue el partido. Memorias en blanco y negro.

Séptima edición de la Copa de Europa. Año 1963. El Real Madrid, pentacampeón de Europa, se ve las caras por primera vez con la Juventus en la competición continental. El cuadro de Muñoz se citó con Vecchia Signora en cuartos de final. Un Madrid con Gento, Puskas, Di Stéfano. Una Juve con John Charles y Sívori. En la ida el equipo blanco se impuso a domicilio con gol de la Saeta Rubia. En el Bernabéu Sívori puso el 0-1 para los italianos. La eliminatoria se decidiría finalmente en París, en un encuentro de desempate, que acaba con victoria del Madrid por 3-1, con goles de Felo, Del Sol, y Tejada.

Chicharito, el optimista del gol

Este mexicano con apodo de guisante es algo más que un goleador espasmódico, que es lo que único que le han dejado ser hasta el pasado miércoles en el Real Madrid. Su optimismo, no solo ante el gol, ha resultado contagioso para los suyos. Con el vestuario en vilo por las lesiones y el Atlético y la Liga a la vista, Chicharito, desde el cuarto oscuro en el que ha vivido ocho meses en Chamartín, ha salido al rescate de todos, con rezos, sonrisas y lágrimas. Su conmovedora abnegación le ha mantenido a flote cuando se le daba por más que caducado. Llegadas las urgencias, cabía pensar que Chicharito solo era un recurso por descarte del resto, que aparecería un jugador deprimido, pasado de peso, sin las botas afiladas y con el colmillo justo para ser un parche de emergencia y regresar a Manchester para discutir con el agrio Van Gaal.

más información

Chicharito, tiempos divinos y un Don Tancredo
“¡Viva Chicharito!”
Sueña Chicharito, sueña el Madrid
“Me casé con el fútbol y le soy fiel”
‘Playoffs’, un peinado y un Karembeu
¡Éxtasis! ¡Chicharazo!
Chicharito: “No me siento un héroe”

Para deleite madridista, antes de golear, transmitió un entusiasmo juvenil, como el de un chico con botas nuevas. Todo jovialidad, aliento, euforia. De repente, la bandera blanca de Chicharito no era la de la rendición, lo que nadie hubiera podido reprocharle. Era la enseña que colorea su escudo actual, el que lleva de paso al estar cedido por el United. Nadie remató y empujó más en el derbi madrileño de la Champions, hasta que tuvo su premio. Un gol de mucho valor, pero de ejecución nada extraordinaria. El tanto del oportunista. Esa era la etiqueta de este mexicano, aunque rebajada desde que se fue difuminando en Old Trafford. Hoy, el promedio goleador de su carrera es de 0,38, por debajo del 0,47 de Benzema, por ejemplo. Un día de gloria para el héroe inesperado, para el muchacho desconsolado en el banquillo, para el alumno al que por fin se agarraba Ancelotti, colgado de su cuello salvador. El madridismo buceó para encontrar referentes de iluminados por un día. Un Morales, aquel jugador de los 90 que ganó al Atlético y se le acabó la fiesta en el Real.

Mientras Chicharito regaba portadas con clavos ardiendo, llegó la cita de Vigo. El efecto Chicharito quizá permitiera que el mexicano cazara algún rebote de gol, algún rechace o una pillería. Si ante el Atlético se vio al goleador puntual, en Balaídos irrumpió otro Chicharito, el Chicharito jugador. Si su medio natural era el área y fuera un patoso, resulta que tiró un par de paredes estupendas con James y acabó con un gol de jugada. Luego, asistió en carrera a Cristiano en una contra y puso el broche con una pinchada propia de Zidane. Su oportuno y picante desmarque lo entendió Ramos. La pelota le llegó al vuelo, con la carga de un defensa adversario. Una pérdida de tiempo ante un supuesto empujador de goles. Otro desmentido. El azteca calmó la pelota como el que acuna a un bebé, enfiló al portero Sergio y obró como el que lleva el gol en el tuétano. Dos Chicharitos: el goleador y el más desconocido, el jugador.

Lo de Vigo fue una demostración de que lo suyo puede no ser episódico si ahora que ya es innegociable y tendrá precio este verano para ser presentado con pompas, Ancelotti y el club le alistan no como un Morales, sino como un Larsson. Aquel sueco que hizo carrera en Barcelona con goles y dando buenos turnos a los titulares. Con ello, muy profesional, se ganó el apego de la hinchada, como ya sucede con Chicharito. A estos futbolistas no se les pide más de lo que dan. La gente también adora a esos titulares entre los suplentes siempre optimistas y con la puesta a punto.

Ancelotti anuncia que Odegaard estará en la convocatoria para medirse al Almería

Carlo Ancelotti confirmó algunas de sus intenciones antes de enfrentarse al Almería este miércoles en el Santiago Bernabéu. El entrenador del Real Madrid, como suele ser habitual, dejó algunas pistas del equipo que pondrá de inicio frente al conjunto andaluz, que se juega la permanencia en esta tramo final de Liga, y algunas de las novedades son importantes: Martin Odegaard, Marcos Llorente y Borja Mayoral, tres canteranos, formarán parte de la convocatoria previa -de los que se caerá uno en la lista definitiva-, además de anunciar la titularidad de Keylor Navas y posiblemente de Jesé.

El entrenador del Real Madrid abrió este martes la posibilidad a que el joven mediapunta noruego Martin Odegaard pueda debutar con el primer equipo ante el Almería, mientras que apuntó que el galés Gareth Bale podría volver para el choque ante el Sevilla y que el francés Karim Benzema deberá esperar a Turín. «Este miércoles entran en la convocatoria tres canteranos: Mayoral, Llorente y Odegaard. Puede ser que uno tenga la oportunidad de jugar«, comentó Ancelotti en rueda de prensa, preguntado por el noruego, que entrenó con la primera plantilla.

Por otro lado, anunció que ante el Almería, jugará Keylor Navas en lugar de Iker Casillas, aunque no le quiso dar importancia a que esta rotación siempre se produzca en el Santiago Bernabéu. «No sé, no hay una explicación para que siempre sea en el Bernabéu. De vez en cuando le he dado la oportunidad, pero no he pensado si era fuera o dentro. Puede jugar tanto fuera de casa como dentro», aclaró el italiano. Sobre Bale, espera que «pueda estar» en el partido que el Real Madrid tiene la próxima jornada ante el Sevilla. «Está haciendo trabajo individual y pensamos que el jueves sí puede entrenar con el grupo«.

«Lo de Karim es distinto, empezará a entrenar con el equipo el domingo«, añadió a renglón seguido del delantero francés, al que podría tener para la ida de las semifinales ante la Juventus de la semana que viene. «A Turín llegará con el bus y el avión como nosotros», bromeó. «Yo creo que estará en condiciones, creo que no en una óptima, pero necesitamos a toda la plantilla para jugar una buena semifinal», añadió ya en tono serio. Finalmente, Ancelotti también habló de Jesé Rodríguez: «Tiene mucha competencia, pero ahora está listo para jugar y va a jugar este miércoles«, sentenció.

El 'centrocampista' Sergio Ramos retrató a Illarramendi en una jugada

“Jugarán los mejores”. Fue escueto y lo dijo entre líneas, casi como siendo una obviedad. Carlo Ancelotti, antes del encuentro ante el Atlético de Madrid en la vuelta de Champions, ‘señaló’ de esta manera que en su equipo alinearía a Varane, Pepe y Sergio Ramos. Este pasado domingo, regresó a la normalidad para no situar a ningún defensa en el centro del campo, dando el testigo natural a Illarramendi. Y el partido, en esa línea medular, estuvo dominado mayormente por el Celta, que tomó el mando del partido de manera descarada en la segunda mitad con un 65% de posesión.

Al margen de un posible fallo de Illarra en el primer gol del partido, los números no dejan en buen lugar al mediocampista vasco ya que la batalla en su línea –también la de Kroos– fue ganada por el conjunto vigués. Además, la “verticalidad” que tanto le gusta a su entrenador se produjo en su mayoría por las bandas –sólo un 25% de los ataques merengues arrancaron desde el centro- y, precisamente, una de esas jugadas que se hilvanaron por el medio acabó en gol. Aunque vino de las botas de Sergio Ramos, quien condujo la pelota hasta la línea medular para adelantar un balón de gol a Chicharito, acción que Illarra no ha logrado todavía fabricar.

El de Camas, con ese pase, ya lleva una asistencia más que Illarramendi en toda la temporada, que en este aspecto mantiene el casillero intacto. Kroos (encargado de botar los saques de esquina y las faltas) suma trece y Modric cuatro. Son cifras que respaldan la decisión de Ancelotti de haber colocado antes a Ramos que a Illarra en el centro del campo frente al Atlético. Y dicha circunstancia de colocar a un ‘forastero’ en la medular se podría repetir en otro encuentro. De momento, en Balaídos, el de Motrico no dio motivos para quitar esa duda al italiano. Por cierto, el encuentro lo terminaron disputando los tres centrales… aunque en su posición.

Con Modric descartado hasta el último metro de la recta final de temporada, este miércoles frente al Almería, Asier presumiblemente contará con la única rivalidad de Lucas Silva en busca de minutos. El brasileño llegó en invierno por 15 millones de euros y sólo ha disputado 331 minutos en tres titularidades y cuatro choques partiendo desde el banquillo. Tiene difícil que asuma un papel protagonista en ‘finales’ tan importantes como las de la Juventus o la del Sánchez Pizjuán de este sábado.

“Chicharito se lo merecía, nunca ha bajado los brazos”

“Me ha tocado a mí pero este gol es de todo el equipo”, dijo Chicharito nada más terminar el partido. Cojeaba todavía. Del dolor y de la tensión. La que acumuló no sólo anoche sino durante toda la temporada. Quería hacer más y no tenía oportunidades ni hueco para hacerlo. Le llegó anoche y no defraudó. Tuvo que pedir el cambio, exhausto, nada más marcar el gol de la victoria, la que le abre las puertas de las semifinales al conjunto blanco. Se le subió el gemelo y se marchó cojeando y llevándose la mano al muslo. El estadio entero coreaba su nombre mientras él mandaba besos por aquí y por allá. Una vez en el banquillo, pierna estirada y bolsa de hielo, dejó paso a las lágrimas. Se santiguó, se abrazó a Keylor Navas y no lo soltó hasta el pitido final.

“Chicharito ha jugado bien, con ganas, tenía muchas. Ha sufrido mucho esta temporada, ha jugado poco y se merece este gol, un gol importante para nosotros, porque nunca ha bajado los brazos incluso en los momentos difíciles. Siempre se ha entrenado bien y hoy se ha llevado el premio”, dijo Carlo Ancelotti ya en la sala de prensa del Bernabéu. Fue una rueda de prensa extraña la del técnico italiano. Nunca suele enviar mensajes. Anoche lo hizo. A “un periodista que no es periodista” que, dijo, “pidió compasión para mí. Y yo no necesito compasión [se refería a un columnista de El Mundo que es crítico musical].

Chicharito ha sufrido mucho esta temporada, ha jugado poco y se merece este gol porque nunca ha bajado los brazos incluso en los momentos difíciles»

CARLO ANCELOTTI

“Para nosotros cada partido es un examen, no sólo el de hoy. Esta noche lo hemos superado, después llegarán otros, es el fútbol, siempre es así y yo no tengo ninguna reivindicación personal. Tengo el cariño del club, de los jugadores y de mucha gente”, comentó el italiano. Algo sí reivindicó. La fe que tiene el grupo, su grupo, que esta temporada todavía no había conseguido derrotar al Atlético. Lo hizo anoche, quizás la noche más complicada con las bajas de Modric, Bale, Benzema y Marcelo.

“Era un partido clave por toda la presión que teníamos y por el rival que ha vuelto a demostrar que es muy fuerte. El Atlético ha luchado cada balón. Preparamos bien el partido, lo planteamos bien, sin prisa. Nos dio confianza lo que hicimos en la ida. Queríamos esperar el momento bueno para marcar”, analizó. ¿Pensaba que el partido se iba a desarrollar así?, le preguntaron. “Yo lo quería así, quería tener un buen control del juego, buscar soluciones ofensivas sin prisas. Quería evitar problemas a la contra, y faltan inútiles y estar concentrados a balón parado. El equipo ha estado bien, controlando el partido todo el rato”, contestó.

más información

FOTOGALERÍA Las mejores imágenes del partido
Así te lo hemos contado

Motivación, dijo, había de sobra, por lo que no hizo que hacer hincapié en eso en la última charla antes de saltar al campo. “Hemos hablado únicamente de la estrategia, de cómo defender y atacar. La motivación era alta, el equipo estaba convencido, no he visto tensión en los ojos de los jugadores. Por eso la charla ha sido meramente táctica”, prosiguió.

¿Y ahora? “Con estas ganas el Madrid puede competir con cualquiera. Tenemos tiempo para recuperar a los lesionados y las cosas van a mejorar”, concluyó el técnico. El bombo decidirá el rival: Bayern, Juve o Barcelona.

El día que Sergio Ramos y Ancelotti sofocaron una pataleta del 'titular' Isco

Es uno de los jugadores predilectos del Santiago Bernabéu. Isco Alarcón sabe cómo levantar a los espectadores de sus asientos dando un ‘pase de pecho’ como pocos en el mundo. Pero su estética a la hora de torear ha de acompañarla con una efectividad entrando a matar a la altura de sus compañeros, aquello de la “verticalidad” que tanto le gusta a Carlo Ancelotti y que tan bien la ejecuta James Rodríguez, su principal competencia. En Vallecas, en la primera ocasión que el entrenador del Real Madrid tuvo para elegir entre el colombiano o el malagueño, se decantó por un recién recuperado James. A Isco no le gustó y tanto Ancelotti como Sergio Ramos mantuvieron una charla con él para evitar que las aguas se salieran de su cauce. Esta noche, al contrario que hace una semana en el Vicente Calderón, Isco será titular ante el Atlético en la vuelta de los cuartos de Champions (20:45h – C+ Liga de Campeones), y no por aquel enfado.

Siempre que James y Bale han estado en condiciones, Isco ha debido aguardar en el banquillo su oportunidad (salvo que Benzema o Cristiano hayan sido baja). Con ello, Bale ha disputado 42 partidos en lo que va de año, James 34 e Isco otros 34, con la diferencia de que el internacional español ha jugado diez encuentros más partiendo desde el banquillo, por dos del colombiano y uno del galés. Teniendo similares números –algo más de 3.000 minutos sobre el verde–, la diferencia es que James y Bale han dependido de ellos mismos pero Isco, en buena parte, ha debido ser por ausencias de terceros. La última, este sábado gracias a la baja de Benzema.

La «verticalidad» de James frente a Isco

“Vamos a ver qué hago porque doce no puedo poner”, respondió Ancelotti hace dos semanas cuando regresó James de su lesión y se le cuestionó sobre quién ocuparía la titularidad frente al Rayo, si este o Isco. Ninguno dio motivos para ir al banquillo, pero fue James el elegido. “(Contra el Granada) ha jugado con calidad e intensidad, nos ha ayudado. Es un jugador que verticaliza mucho el juego y siempre con ideas”. La verticalidad…

Quizás sin entender mucho por qué y asumiendo el ego propio de cualquier deportista, Isco se molestó con la nueva situación. Ancelotti, curtido en mil batallas con casos similares, le mandó un mensaje tranquilizador. Por si acaso y como uno de los capitanes, Sergio Ramos hizo lo propio. Isco cumplió este martes 23 años y este miércoles será titular en el Real Madrid para disputar los cuartos de final de Champions frente al Atlético de Madrid, en su plaza y ante su público. Al final se ha salido con la suya aunque ha sido su fútbol –y no su pataleta– el que lo ha situado en esta privilegiada situación.

Alineaciones probables

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Coentrao; Kroos, Illarramendi, Isco; James, Cristiano Ronaldo y ‘Chicharito’.

Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Arda, Gabi, Tiago, Koke; Griezmann y Mandzukic.

Árbitro: Félix Brych (Alemania).
Estadio: Santiago Bernabéu.
Hora: 20:45 (18.45 GMT).

Modric y Bale, bajas para el partido ante el Atlético en Champions

No había acabado el partido todavía y Carlo Ancelotti ya tenía a dos jugadores tratándose en las camillas del vestuario. Gareth Bale aguantó tres minutos ayer contra el Málaga. Modric una hora. El galés se retiró con un pinchazo en el gemelo. El croata, a falta de que lo confirmen las pruebas a las que será sometido hoy, con un esguince del ligamento lateral externo de la rodilla. Es el diagnóstico de la primera exploración que le hicieron en el vestuario. El de anoche podría haber sido uno de sus últimos partidos de la temporada, ya que si las pruebas confirman la lesión, estará da baja entre cinco y seis semanas. Ninguno de los dos estará el miércoles contra el Atlético en el duelo clave de los cuartos de Champions.

“Mi optimismo es que tenemos una gran oportunidad al jugar en casa, vamos a intentar hacer lo que podamos parea llegar a las semifinales de Champions, con o sin Bale”, contestó Ancelotti cuando le preguntaron si la afición madridista podía ser optimista sobre la presencia de los dos jugadores el próximo miércoles. Al técnico italiano se le vio preocupado anoche en la sala de prensa del Bernabéu. El Madrid cumplió el trámite contra el Málaga (3-1, sufriendo más de la cuenta), se mantiene a dos puntos del Barcelona , pero el italiano se juega la temporada el miércoles sin tres piezas claves: además de Modric y Bale no tendrá tampoco a Marcelo, sancionado.

más información

El Madrid, entre la persecución liguera y la angustia por la Champions
Cuarta visita del Madrid al Calderón sin marcar
Bale es pura intuición

Karim Benzema, con unas molestias en la rodilla, no se entrenó ayer y no entró en la convocatoria. “Benzema va a estar. Está mejorando y tenemos cuatro días más para recuperarlo bien”, aseguró Ancelotti. Tenía la cara de un náufrago en mar abierto y sin brújula el italiano. “El partido ha sido positivo salvo estos dos problemas, hemos ganado con mil dificultades, primero las lesiones, luego el fallo en el penalti. Hemos luchado y nos hemos sacrificado, es lo que me ha gustado del equipo y era lo que necesitábamos hoy”, analizó.

Modric se quedó tendido en el suelo después de un choque con Recio. Al apoyar el pie se le giró la rodilla. Sus compañeros corrieron hacia él hasta que llegaron los médicos. El croata se probó pisando fuerte el suelo mientras uno de los galenos del club pedía el cambio. “He oído un clic”, dijo. Salió del campo por su propio pie sin cojear demasiado. Y, sin embargo, la primera exploración en el vestuario, habla de esguince. Un mazazo para Ancelotti, que justo esta semana decía que la vida con Modric era mucho más fácil, y también para el jugador. El croata regresó el 10 de marzo (contra el Schalke) después de cuatro meses fuera por un arrancamiento en el tendón. El Madrid acusó mucho su baja y, justo cuando el pequeño centrocampista había hecho despegar al equipo, se frena de nuevo.

Si las pruebas confirman la lesión, Modric estará da baja entre cinco y seis semanas

Gareth Bale, por su parte, se retiró en el minuto 3 por un problema en el gemelo. Se lesionó solo. Sentado en el suelo y tocándose el gemelo izquierdo le explicaba a Cristiano Ronaldo dónde le dolía. Abandonó el campo sujetado por dos médicos, cojeando y con mala cara. Hasta le costó bajar las escaleras que llevan al túnel de vestuarios. Los fisios estuvieron tratándole durante más de una hora en la caseta con hielo y masajes.

Para averiguar si hay rotura hay que esperar 24-48 horas. Por lo que hoy el galés se someterá a una resonancia para averiguar el alcance de la lesión y los tiempos recuperación. Queda descartado para el miércoles. Bale, que había jugado 24 partidos seguidos desde noviembre, se ha perdido dos encuentros en los últimos diez días. Contra el Eibar, el pasado sábado, descansó por una sobrecarga –un par de días antes había forzado para jugar en Vallecas después de recibir un pisotón en el entrenamiento- y ayer apenas jugó tres minutos. 3.648 minutos suma el galés en lo que va de temporada en la que ha anotado 17 goles y repartidos 10 asistencias. La última lesión muscular que sufrió –aparte la sobrecarga de la semana pasada- fue en octubre. Una rotura en el piramidal le hizo perder cuatro partidos: el de Champions contra el Liverpool en Anfield, el clásico, la ida de Copa contra el Cornellá y el de Liga contra el Granada.

Las alternativas de Ancelotti para el miércoles son Isco para sustituir a Bale e Illarra, Lucas Silva o Khedira para sustituir a un insustituible Modric.

Modric y Bale, bajas para el partido ante el Atlético en la Champions

“Tras las pruebas realizadas a Luka Modric (…) por los Servicios Médicos del Real Madrid, se le ha diagnosticado un esguince de ligamento colateral medial de la rodilla derecha. Pendiente de evolución”, señala el comunicado del Real Madrid que confirma la baja del centrocampista croata para el derbi ante el Atlético en la vuelta de los cuartos de final de la Champions.

En el minuto 24 de la segunda parte del partido de este sábado ante el Málaga, Modric se quedó tendido en el suelo después de un choque con Recio. Al apoyar el pie se le giró la rodilla. Sus compañeros corrieron hacia él hasta que llegaron los médicos. El croata se probó pisando fuerte el suelo mientras uno de los galenos del club pedía el cambio. “He oído un clic”, dijo. Salió del campo por su propio pie sin cojear demasiado. Y, sin embargo, la primera exploración en el vestuario, habla de esguince. Un mazazo para Ancelotti, que justo esta semana decía que la vida con Modric era mucho más fácil, y también para el jugador. El croata regresó el 10 de marzo (contra el Schalke) después de cuatro meses fuera por un arrancamiento en el tendón. El Madrid acusó mucho su baja y, justo cuando el pequeño centrocampista había hecho despegar al equipo, se frena de nuevo. Aunque no hay plazos concretos para su recuperación se estima que estará de baja entre cuatro y seis semanas.

Gareth Bale, por su parte, se retiró en el minuto 3 por un problema en el gemelo. Se lesionó solo. Sentado en el suelo y tocándose el gemelo izquierdo le explicaba a Cristiano Ronaldo dónde le dolía. Abandonó el campo sujetado por dos médicos, cojeando y con mala cara. Hasta le costó bajar las escaleras que llevan al túnel de vestuarios. Los fisios estuvieron tratándole durante más de una hora en la caseta con hielo y masajes.

Para averiguar si hay rotura hay que esperar 24-48 horas. Por lo que hoy el galés se someterá a una resonancia para averiguar el alcance de la lesión y los tiempos recuperación. Queda descartado para el miércoles. Bale, que había jugado 24 partidos seguidos desde noviembre, se ha perdido dos encuentros en los últimos diez días. Contra el Eibar, el pasado sábado, descansó por una sobrecarga –un par de días antes había forzado para jugar en Vallecas después de recibir un pisotón en el entrenamiento- y ayer apenas jugó tres minutos. 3.648 minutos suma el galés en lo que va de temporada en la que ha anotado 17 goles y repartidos 10 asistencias. La última lesión muscular que sufrió –aparte la sobrecarga de la semana pasada- fue en octubre. Una rotura en el piramidal le hizo perder cuatro partidos: el de Champions contra el Liverpool en Anfield, el clásico, la ida de Copa contra el Cornellá y el de Liga contra el Granada.

Las alternativas de Ancelotti para el miércoles son Isco para sustituir a Bale e Illarra, Lucas Silva o Khedira para sustituir a un insustituible Modric.

El Madrid, entre la persecución en Liga y la angustia por la Champions

La Liga obliga a Carlo Ancelotti a aparcar, momentáneamente, las preocupaciones de la Champions. Pero, aunque el técnico del Madrid insista en recordar que son dos los títulos que se juega el equipo, la sensación es que la temporada dependa de cómo acabará el derbi de cuartos del próximo miércoles. De ahí que todo lo que ocurra en Valdebebas estos días: la lesión de Benzema ayer y la ausencia de Coentrão en la convocatoria, sea analizado con vistas al miércoles.

Mientras que para ganar la Liga el conjunto blanco depende de tropiezos ajenos, para disputar las semifinales de Champions depende de sus aciertos. Se divide así el Madrid entre la persecución al Barcelona —a dos puntos con 21 en juego— y la angustia de jugársela ante el Atlético. En mitad de los dilemas llega un Málaga con objetivos europeos.

Ni después de haber jugado su mejor partido en meses consiguió el Madrid golpear al Atlético. Remataron 18 veces los blancos y no festejaron ni un gol. Ancelotti aseguró el martes que eso no tendrá repercusiones en la cabeza de sus jugadores y ayer dijo que ese 0-0 no resultó amargo. “Lo que me da más felicidad es que el equipo juegue bien porque para eso entrenamos. Después está la valoración del resultado y yo tengo buen sabor de boca porque el partido fue bueno”, aseguró.

más información

Ancelotti: “¿El Barça-Valencia? Iré al cine otra vez…”
Chicharito también suma
“El 0-0 es el mejor de los peores resultados”
Luis Enrique: “Que se llene el Camp Nou, que tiemble el campo”

Respecto a ese partido, el técnico recupera a Pepe —no estaba al cien por cien— y podría dar descanso a Modric y Carvajal (apercibidos igual que Ramos y Coentrão). Pierde, sin embargo, a Karim Benzema. El delantero francés apareció ayer por el césped de Valdebebas con un vendaje en la rodilla derecha y abandonó la sesión de trabajo al resentirse de unas molestias en esa zona.

“No estará disponible ante el Málaga, pero lo vamos a recuperar para el miércoles. La baja de Karim no va a cambiar el dibujo. Pondré el mejor once posible para intentar ganar este partido. El Málaga es un rival peligroso”, analizó Ancelotti, que no se fía un pelo de un equipo que ya ganó al Barça en el Camp Nou. “Juegan con intensidad y dinamismo. Nos preocupa que hayan ganado en Barcelona. Tenemos que poner toda la energía que tenemos”.

Rotaciones, por lo tanto, las justas. Nada nuevo en la hoja de ruta de Ancelotti. “El de mañana [por hoy] es un partido y el del miércoles otro. El del Málaga no es un partido para dar minutos a Coentrão sino para ganar y seguir con la racha”, contestó el técnico cuando le preguntaron si hoy alinearía al lateral portugués para que coja ritmo de cara al partido de Champions. Con la ausencia de Marcelo por sanción, Coentrão es, a priori, la opción más natural que tiene Ancelotti para la vuelta de cuartos ante el Atlético. Pero el caso es que el lateral portugués se ha quedado fuera de la convocatoria y Marcelo será titular esta noche. ¿El miércoles? Ya se verá.

Coentrão, relevo natural de Marcelo para el miércoles, se queda fuera de la convocatoria

Tres son las opciones [cuatro con Bale, pero esa queda prácticamente descartada] que tiene para el carril izquierdo. Arbeloa y Nacho, los comodines de la defensa, y Coentrão. Nacho siempre que ha jugado ha cumplido: suma 924 minutos. No tiene, sin embargo, la experiencia de Arbeloa (1.669 minutos) para partidos decisivos. Por su parte, Coentrão apenas ha jugado 774 minutos esta temporada y no es titular desde el partido ante el Schalke (10 de marzo).

En una entrevista en Es Radio Ancelotti dijo que, si está bien, jugará el miércoles ya que hizo “una semifinal fantástica con el Bayern el año pasado”. El estado de forma del portugués es una incógnita. Lo ha sido toda la temporada. Los distintos problemas que ha ido sufriendo le han impedido jugar con el Madrid pero no con su selección. “Es muy intenso en los partidos, pero debe mantener esa intensidad en los entrenamientos, no siempre lo hace y eso repercute en su estado físico. Debe hacerlo para no tener riesgo de lesiones”, le criticó el técnico en Es Radio. En el Allianz Arena en las semifinales de Champions ante el Bayern sustituyó a Marcelo (entonces lesionado) con siete partidos de rodaje en las piernas. Venía, además, de jugar todas las eliminatorias desde la vuelta de octavos. Ahora no juega desde el 10 de marzo.

Modric y Bale, adiós al derbi

No había acabado el partido todavía y Carlo Ancelotti ya tenía a dos jugadores tratándose en las camillas del vestuario. Gareth Bale aguantó tres minutos ayer contra el Málaga. Modric una hora. El galés se retiró con un pinchazo en el gemelo. El croata, a falta de que lo confirmen las pruebas a las que será sometido hoy, con un esguince del ligamento lateral externo de la rodilla. Es el diagnóstico de la primera exploración que le hicieron en el vestuario. El de anoche podría haber sido uno de sus últimos partidos de la temporada, ya que si las pruebas confirman la lesión, estará da baja entre cinco y seis semanas. Ninguno de los dos estará el miércoles contra el Atlético en el duelo clave de los cuartos de Champions.

“Mi optimismo es que tenemos una gran oportunidad al jugar en casa, vamos a intentar hacer lo que podamos parea llegar a las semifinales de Champions, con o sin Bale”, contestó Ancelotti cuando le preguntaron si la afición madridista podía ser optimista sobre la presencia de los dos jugadores el próximo miércoles. Al técnico italiano se le vio preocupado anoche en la sala de prensa del Bernabéu. El Madrid cumplió el trámite contra el Málaga (3-1, sufriendo más de la cuenta), se mantiene a dos puntos del Barcelona , pero el italiano se juega la temporada el miércoles sin tres piezas claves: además de Modric y Bale no tendrá tampoco a Marcelo, sancionado.

Karim Benzema, con unas molestias en la rodilla, no se entrenó ayer y no entró en la convocatoria. “Benzema va a estar. Está mejorando y tenemos cuatro días más para recuperarlo bien”, aseguró Ancelotti. Tenía la cara de un náufrago en mar abierto y sin brújula el italiano. “El partido ha sido positivo salvo estos dos problemas, hemos ganado con mil dificultades, primero las lesiones, luego el fallo en el penalti. Hemos luchado y nos hemos sacrificado, es lo que me ha gustado del equipo y era lo que necesitábamos hoy”, analizó.

Modric se quedó tendido en el suelo después de un choque con Recio. Al apoyar el pie se le giró la rodilla. Sus compañeros corrieron hacia él hasta que llegaron los médicos. El croata se probó pisando fuerte el suelo mientras uno de los galenos del club pedía el cambio. “He oído un clic”, dijo. Salió del campo por su propio pie sin cojear demasiado. Y, sin embargo, la primera exploración en el vestuario, habla de esguince. Un mazazo para Ancelotti, que justo esta semana decía que la vida con Modric era mucho más fácil, y también para el jugador. El croata regresó el 10 de marzo (contra el Schalke) después de cuatro meses fuera por un arrancamiento en el tendón. El Madrid acusó mucho su baja y, justo cuando el pequeño centrocampista había hecho despegar al equipo, se frena de nuevo.

Si las pruebas confirman la lesión, Modric estará da baja entre cinco y seis semanas

Gareth Bale, por su parte, se retiró en el minuto 3 por un problema en el gemelo. Se lesionó solo. Sentado en el suelo y tocándose el gemelo izquierdo le explicaba a Cristiano Ronaldo dónde le dolía. Abandonó el campo sujetado por dos médicos, cojeando y con mala cara. Hasta le costó bajar las escaleras que llevan al túnel de vestuarios. Los fisios estuvieron tratándole durante más de una hora en la caseta con hielo y masajes.

Para averiguar si hay rotura hay que esperar 24-48 horas. Por lo que hoy el galés se someterá a una resonancia para averiguar el alcance de la lesión y los tiempos recuperación. Queda descartado para el miércoles. Bale, que había jugado 24 partidos seguidos desde noviembre, se ha perdido dos encuentros en los últimos diez días. Contra el Eibar, el pasado sábado, descansó por una sobrecarga –un par de días antes había forzado para jugar en Vallecas después de recibir un pisotón en el entrenamiento- y ayer apenas jugó tres minutos. 3.648 minutos suma el galés en lo que va de temporada en la que ha anotado 17 goles y repartidos 10 asistencias. La última lesión muscular que sufrió –aparte la sobrecarga de la semana pasada- fue en octubre. Una rotura en el piramidal le hizo perder cuatro partidos: el de Champions contra el Liverpool en Anfield, el clásico, la ida de Copa contra el Cornellá y el de Liga contra el Granada.

Las alternativas de Ancelotti para el miércoles son Isco para sustituir a Bale e Illarra, Lucas Silva o Khedira para sustituir a un insustituible Modric.

El Madrid gana, pero pierde a Bale y Modric

El Madrid se apoyó en el bastón de James para cruzar un río caudaloso. Alcanzó la otra orilla con la misión cumplida. Derrotó al Málaga y ganó los tres puntos indispensables para continuar en la batalla del campeonato. Pero en la corriente se dejó una buena carga de energía y dos bajas sensibles. Bale, con una probable rotura fibrilar, y Modric, que se marchó agarrado a su rodilla derecha, amenazan con trastornar los planes de Ancelotti para disputar la vuelta de los cuartos de la Champions contra el Atlético, el próximo miércoles.

Gareth Bale se lesionó escuchando el himno. Poco más o menos. Comenzó el partido y al minuto siguiente ya cojeaba. Pasados dos minutos el galés se sentó en la hierba y le dijo a Cristiano que se había roto. Señaló su gemelo izquierdo. El Bernabéu asistió a la escena en silencio. Cuando los médicos pidieron el cambio la noticia hacía temblar los cimientos de la estrategia deportivo-institucional. No hay futbolista que haya preocupado más a Florentino Pérez en su larga trayectoria presidencial que este magnífico atleta. Lo que parece su inminente baja para la Champions siembra la inquietud en la directiva. En el banquillo la impresión es diferente. Allí, mascando chicle a discreción, Ancelotti no mostró el más mínimo indicio de contrariedad. La opinión predominante en el vestuario es que con Isco de titular en lugar de Bale el equipo será más competitivo frente al Atlético.

Chicharito entró por Bale y se situó junto a Cristiano en la punta del ataque. Por detrás, una línea de cuarto con James e Isco en las bandas, y Kroos emparejado a Modric en el mediocentro. Con esa formación de centrocampistas el Madrid jugó sus mejores partidos de la temporada. Solo faltaron Benzema y Carvajal, que descansaron, para completar el circuito más perfecto que puede ofrecer este plantel cuando se trata de controlar los partidos mediante la posesión del balón.

Ancelotti cambió al galés con indiferencia y se quedó pálido con la lesión del croata

El Málaga es un equipo joven pero no se dejó intimidar. Compitió con seriedad, replegándose con nueve futbolistas por detrás del balón y desplegándose como un acordeón en los ataques. Lo dirigió bien Recio, amplió el campo con Boka y Rosales, y maniobró con creatividad gracias al constante dinamismo de Samuel, Castillejo y Juanmi. Los tres canteranos se intercambiaron roles con soltura y generosidad. En una de sus acciones dejaron solo a Darder, que tuvo el 0-1 en un mano a mano con Casillas pero mandó el tiro por encima del larguero.

El Madrid nunca brilló como equipo pero se apoyó en tres o cuatro figuras que lo hicieron marchar con firmeza. Liberado por el repliegue del rival, Kroos hizo un soberbio ejercicio de dirección de personal. Su mejor socio fue James, ágil para jugar a un toque, veloz para encontrar la jugada, socio de todos entre líneas, y peligrosísimo en los tiros desde media distancia. Entre los dos enchufaron a Cristiano y al Málaga no le quedó más remedio que ajustar clavijas. El gol llegó tras una falta de Rosales sobre Cristiano. Ramos le ganó la espalda a Torres antes de rematar en el segundo palo el lanzamiento que el propio Cristiano envió con tensión desde la izquierda.

Ancelotti observó la lesión de Bale con aire distraído, pero cuando Modric llamó a los médicos se puso blanco. No había transcurrido un cuarto de hora del segundo tiempo cuando el croata chocó con Recio y se llevó las manos al interior de su rodilla derecha. El técnico ordenó el cambio inmediatamente y mandó a calentar a Illarra. Cualquier prevención es poca para proteger al jugador más influyente en el juego del equipo.

James metió el gol del partido y fue el mejor socio de Kroos en la construcción

La ausencia de Modric le restó consistencia al mediocampo. Fue como si al Madrid le quitaran presencia de ánimo, aire, y lucidez. El conformismo recorrió la cancha. El Málaga se había crecido y escarbaba cerca del área de Casillas cuando un contragolpe bien conducido por Isco y Cristiano acabó con James derribado en el área de Kameni. Lo ejecutó Cristiano y lo mandó al palo. El desánimo duró un par de minutos. Otra vez James se asoció a Isco y a Cristiano en la frontal del área. Le devolvieron dos paredes y a la segunda cruzó el zurdazo. Fue el gol de la tarde. Definitivamente, el colombiano se había hecho cargo de la situación.

Seguro de su ventaja, el Madrid no corrigió los defectos que venía mostrando. La respuesta del Málaga fue repentina. Una subida de Rosales y un cabezazo de Juanmi removieron el partido. Pepe no vio venir al astuto delantero. Pero se redimió junto a Ramos en la tenaz resistencia de los minutos finales y en la jugada del tercer tanto madridista. El central portugués peleó la pelota y la sirvió a Chichartito. El mexicano asistió a Cristiano. El goleador culminó la contra para sumar su gol 50 de la temporada. Suficiente para terminar sonriendo una tarde que pudo ser más tormentosa de lo que fue.