Rafa Nadal ya está en las semifinales del Mutua Madrid Open. El número cuatro consiguió eliminar a Grigor Dimitrov (6-3 y 6-4) para seguir avanzando rondas en un torneo en el que está jugando a un nivel realmente alto. El español está demostrando en Madrid haber recuperado su versión más aguerrida, en la que no da una bola por pérdida, recuperando una agresividad perdida este año. Ante el búlgaro, sufrió varias roturas su su servicio -que seguía inmaculado en el torneo-, pero supo sobreponerse una vez más, demostrando que sus piernas y su cabeza ya empiezan a funcionar de nuevo.

Nadal aseguraba nada más eliminar a Simone Bolelli este jueves que el partido ante Dimitrov iba a servir «para ponerme en mi sitio«. El español se refería a que un hombre como el búlgaro, con su saque potente, un duro drive y un revés a una mano realmente peligroso, es capaz de eliminar a cualquier jugador si no está al cien por cien. Por ello, el español se obligaba a sí mismo a sacar su mejor versión si quería entrar en las semifinales de Madrid y vaya si lo consiguió. Sólido, contundente y, sobre todo, muy fuerte de piernas y mentalmente, consiguió acabar con Dimitrov.

Desde que comenzara en Madrid, Nadal ha demostrado una importante mejoría. Y no sólo por haber aumentado poco a poco su agresividad, sino sobre todo porque los conceptos básicos de su tenis empiezan a funcionar: de nuevo, vuelve a ser capaz de llegar a bolas imposibles, además de demostrar que su fortaleza mental está de vuelta. Ante Dimitrov, el español tuvo que hacer gala de su capacidad para no salirse del partido, a pesar de que el búlgaro hizo todo lo posible -siempre dentro de los límites deportivos- por conseguirlo. Pero Nadal estuvo mucho más fuerte.

Iba a ser el español el primero en mandar en el partido. Era el tercer juego del primer set, cuando sacaba un gran tenis desde el fondo de la pista, con golpes muy variados, para desarmar a Dimitrov y conseguir el primer ‘break (2-1). Pero el búlgaro no se iba a rendir, e iba a romperle el servicio a Nadal justo un juego después, tratando de decir ‘aquí estoy yo’. Pero Rafa, en Madrid, está siendo mucho Rafa, y de nuevo iba a hacerse con el saque de su rival, para volver a situarse por delante en el marcador. Confirmar su saque, más una nueva rotura, le hacía llevarse el primer ser (6-3).

Dimitrov volvía a pista más fuerte que antes

Pero en la segunda manga iba a reaccionar Dimitrov. Consciente de que no había sido capaz de sacar todo su potencial en la pista, decidió que había llegado el momento de dar un paso al frente. Así, en el tercer juego, iba a conseguir un nuevo ‘break’ para dominar el choque: para el búlgaro, era fundamental defenderse, no perdiendo su saque de nuevo a las primeras de cambio y, tras conseguirlo, parecía que tenía el segundo set encaminado. Pero con lo que no contó es con la reacción de Nadal, un jugador que ha vuelto a demostrar en Madrid que quiere agarrarse a la pista.

Hasta llegar a la Caja Mágica, el gran problema de Nadal era que no demostraba capacidad para continuar en el partido cuando se le ponía en contra -salvo contadas ocasiones, como el partido ante Tim Smyczek en Australia-. Pero eso ha cambiado: en sus dos primeros partidos, ha dado muestras de su frescura de piernas y su capacidad mental para seguir luchando por muy difícil que esté el encuentro. Y ante Dimitrov no podía ser de otra manera: con 1 a 3 en contra, logró robar un nuevo saque a su rival para volver a igualar a el partido. La versión aguerrida del español estaba de vuelta.

Dimitrov trató de seguir pegando fuerte, pero al otro lado estaba un gran Nadal. El español quizá no mostró su versión más pegadora, pero sí la inconformista, la que nunca se rinde y, sobre todo, la más sólida para jugar con inteligencia. En los puntos finales, el español se dedicó a convertirse en un muro, sin arriesgar, devolviendo las bolas y dejando que fuera su rival el que arriesgara. Y esta estrategia provocó que fuera Dimitrov quien regalara demasiados puntos, para conseguir llevarse la segunda manga por 6 a 4 y, así, meterse en las semfinales de Madrid.

El español, poco a poco, está demostrando estar a un altísimo nivel. En Madrid, sobre todo, ha recuperado su confianza y se empieza a ver una gran versión de Nadal. Aunque en sus primeros días aseguraba que no estaba listo para competir por el título, el español está a sólo dos partidos de revalidar la victoria final en la Caja Mágica. Nadal volvió a ofrecer grandes sensaciones en la pista, demostrando que esta versión si se asemeja a aquella que tantos éxitos ha dado al tenis español. Su próximo rival saldrá del John Isner-Tomas Berdych. ¿y, por qué no soñar con el título?

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