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Un titánico LeBron James ejecutó a los Golden State Warriors con un ‘triple-doble’ (39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias en 50 minutos) y llevó a los Cleveland Cavaliers a la victoria por 93-95 en la prórroga del segundo partido de las Finales de la NBA (1-1). Para James, que acabó como máximo anotador, reboteador y asistente del duelo, fue su quinto ‘triple-doble’ en un partido de las Finales de la NBA, aunque tan decisivo como él fue Matthew Dellavedova, fantástico en su defensa sobre Stephen Curry, a quien dejó con un récord histórico de fallos desde el triple (2/15). La peor marca hasta ahora estaba en posesión de John Starks, con 11 fallos en las Finales de 1994. Curry acabó con una serie de 5/23 en el lanzamiento, mientras que Klay Thompson firmó 34 puntos.
La ausencia de Kyrie Irving, que parecía inclinar la serie del lado de los Warriors, tuvo un efecto secundario inesperado: provocó que los de la bahía de San Francisco saltaran a la pista sin la agresividad del primer partido, más liberados en todos los sentidos, incluso de la tensión competitiva requerida para unas Finales. Un error que maquillaron Thompson, anotando 9 de los primeros 11 puntos de su equipo hasta que dos tempranas faltas le obligaron a sentarse, y el banquillo local, cuyo esfuerzo permitía a los de Steve Kerr sobrevivir a la terrible noche de Curry, castigado desde el inicio por Dellavedova.
La estrella californiana, tras una canasta de lujo a la ‘remanguillé’ (adornada) y un pase de espaldas para un triple de Barbosa, prácticamente no volvió a aparecer hasta el final del segundo cuarto, cuando ayudó junto a Thompson a dar la vuelta a un 33-40 a favor de los Cavaliers. En ese intervalo, los de David Blatt, dejándose la piel en la cancha, habían conquistado la pintura (desde ahí llegaron 18 de sus primeros 22 puntos) con un James tan dominante y completo como de costumbre, esta vez apoyado por un sólido Timofey Mogzov y, de forma inesperada, por James Jones como amenaza exterior.
Sin embargo, reapareció a tiempo Thompson para desplegar todo su arsenal y acercar a los Warriors al descanso (45-47) a pesar de que el equipo, muy exigido por la defensa de su rival, no era ni de lejos el reloj suizo de otras ocasiones. Así lo demostraban el 1/9 en triples que firmaba Curry a mediados del tercer periodo, el 4/22 desde larga distancia de todo el equipo y la manifiesta superioridad en el rebote de Cleveland, que logró una renta de seis puntos (49-55) con James en el banquillo y Mozgov imponiendo su fortaleza bajo tableros.
Un monumental LeBron James iguala las Finales el día que Curry se hizo humano
No era el día para los locales en ataque, ya que por primera vez en toda la temporada se quedaron por debajo de 60 puntos tras tres cuartos (59). Sin esa fluidez ofensiva -excepto por parte de Thompson- y con Curry nefasto, los Warriors veían aún más lejos la línea de meta y un triple de James puso el 72-83, la máxima ventaja del duelo. Sin embargo, con casta y tesón, los californianos se apuntaron un parcial de 15-4 en los últimos 3:14 minutos y forzaron la prórroga. Curry igualó la contienda con una penetración y James, en el último instante, erró la entrada a canasta que pudo dar la victoria a los suyos.
En la prórroga, los visitantes dieron primero (87-92), pero Dreymond Green anotó sus dos primeros tiros de campo y Curry, con su habitual picardía, arrancó una falta de pillo a JR Smith y no le tembló el pulso desde la personal (93-92). Era la primera ventaja para los locales desde el 33-32 en el segundo cuarto. A continuación, Green puso un soberano tapón a James, Dellavedova recuperó la ventaja con dos tiros libres (93-94) y, con 10,1 segundos, Curry ni tocó el aro en su lanzamiento. En los últimos instantes, James anotó un tiro libre y los Warriors perdieron el balón sin disponer de opción para un último intento.
Ficha técnica:
93 – Golden State Warriors (20+25+14+28+6): Curry (19), Thompson (34), Barnes (11), Green (10), Bogut (2) -cinco inicial-, Iguodala (7), Livingston (3), Speights (-), Barbosa (5) y Ezeli (2),
95 – Cleveland Cavaliers (20+27+15+25+8): Dellavedova (9), Shumpert (7), James (39), Thompson (2), Mozgov (17) -cinco inicial-, Smith (13), Jones (8) y Miller (-).
Árbitros: Zarba, Foster y Brothers. Eliminaron a Smith por personales.
Incidencias: Segundo partido de la Final de la NBA, disputado en el Oracle Arena, de Oakland (San Francisco), ante 19.596 espectadores. Lleno.
Los Golden State Warriors, a pesar de los 44 puntos de LeBron James, prevalecieron en el primer choque de las Finales de la NBA gracias al desplome absoluto que sufrieron los Cleveland Cavaliers en la prórroga (108-100), donde únicamente fueron capaces de anotar dos puntos.
De poco sirvió que James registrara su récord de anotación en unas Finales, ya que el alero llegó agotado al tiempo extra por la intensa defensa de hombres como Andre Iguodala, Harrison Barnes o Draymond Green. La peor noticia para los de David Blatt, sin embargo, fue ver cómo Kyrie Irving se agravó su lesión en la rodilla izquierda en la recta final y tuvo que abandonar el partido con una visible cojera.
Stephen Curry lideró a los locales con 26 tantos y 8 asistencias, en tanto que Klay Thompson añadió 21 tantos y 6 rebotes. James, que sumó 8 rebotes y 6 asistencias, recibió la ayuda de Irving, autor de 23 tantos, 7 rebotes y 6 asistencias, y Timofey Mozgov, con 16 puntos y 7 rebotes. Al final, la profundidad del banquillo californiano resultó decisiva (34 puntos por 9 de su rival, todos obra de JR Smith).
Irving, que lleva lesionado varias semanas, realizó un gran partido, pero volvió a resentirse al final (Reuters)
Ningún jugador de los Warriors llegaba con experiencia en unas Finales y eso, de inicio, pasó factura a los de Steve Kerr. Curry y Thompson se mostraron erráticos en el tiro mientras Mozgov y Tristan Thompson engullían a Green y Andrew Bogut en los tableros, consiguiendo una ventaja importante en el rebote. Los Cavaliers aprovecharon el flojo arranque de su rival para colocarse 15-29 poco antes del término del primer cuarto.
Ni la circulación de balón ni el ritmo eran los habituales en los Warriors, atenazados por los nervios y hundidos en porcentajes de tiro nefastos que fueron enmendando gracias a la aportación desde el banquillo de Iguodala y Marreese Speights (27-31). De hecho, el banquillo local llevaba más tiros anotados que los titulares en los primeros 22 minutos, lo que provocó el despertar de Curry con dos triples seguidos -el primero de ellos desde la esquina izquierda, su preferida- para recuperar la ventaja (41-36), aunque un triple de Smith sobre la bocina dejó un 48-51 al descanso.
Curry anotó 26 puntos en su primer partido en unas Finales (Reuters)
LeBron James, que hasta entonces había campado a sus anchas con 19 puntos, mantuvo su altísimo nivel y se apoyó en la segunda mitad en un prodigioso Irving, perfecto asistiendo a un contundente Mozgov en la pintura. A pesar del ímpetu de los Cavs, un robo de balón y posterior mate en transición de Iguodala niveló la balanza a falta del último cuarto (73-73), pero la defensa de los Warriors, muy centrada en las ayudas sobre James para impedir que reparta juego, no terminaba de obtener su recompensa.
Los de la bahía de San Francisco se pusieron manos a la obra con triples de todos los colores, incluido uno de Iguodala tras perder la zapatilla. Y Curry, que tardaba en apuntarse a la fiesta, lo hizo con su primera canasta al final del tercer cuarto. Con 96-96 y poco más de un minuto por jugar, fue la estrella local quien dio primero con una suspensión frontal; después, Mozgov, con hielo en las venas, no falló desde la personal (98-98), e Irving taponó una penetración clara de Curry, que se confió demasiado.
En la jugada final, James e Iman Shumpert erraron sendos lanzamientos que pudieron dar la victoria a los suyos. En la prórroga, los Cavaliers sólo pudieron anotar en los últimos segundos -fallaron sus ocho primeros tiros- y sirvieron en bandeja el triunfo a los locales.