Tarde dramática. Futbolistas pendientes de realizar su trabajo, pero con las orejas bien abiertas para estar informados de las noticias que llegaban desde otros estadios. Tensión de principio a fin. Así vivieron varios equipos la lucha por evitar el descenso a Segunda división. Al final, la tragedia se vivió en Eibar (35 puntos) y Almería (32), mientras el Deportivo (35), que llegó a perder 2-0 en el Camp Nou, conseguía en cuestión de minutos dos goles que le daban la vida. Por su parte, el Granada (35) vivió de lo que pasaba en otros estadios, pues su enfrentamiento con el Atlético de Madrid no tuvo mucha historia. Sin ocasiones de gol, ambos alcanzaron sus objetivos, pues el equipo de Simeone amarró el tercer puesto, mientras que el cuarto fue para el Valencia tras su triunfo en Almería. El Sevilla (ganó 2-3 en Málaga) soñó con ese puesto casi hasta el final. La primera consecuencia, la dimisión de Garitano como entrenador del Eibar.
Las hostilidades no tardaron en manifestarse. Ni siquiera se habían cumplido los primeros cinco minutos cuando en dos estadios el marcador se puso en movimiento. Messi aprovechaba una desconexión de la zaga deportivista para abrir el marcador. Segundos después, Arruabarrena ponía por delante al Eibar. En ese momento, el equipo armero y el Granada estaban en Segunda división. Pero este escenario varió en el minuto 9, cuando Thomas adelantaba en el marcador al Almería en el estadio Juegos del Mediterráneo. Un tanto que cargaba un poco más de emoción a la Primera; Granada, junto a Dépor, pasaba a la zona de descenso mientras el equipo almeriense salía del pozo. El Atlético de Madrid amarraba aún con más fuerza la tercera plaza gracias al inesperado pinchazo del Valencia en Almería. El equipo de Sandoval, que había entrado con fuerza al partido, necesitaba un gol para salvarse. Raúl Navas hacía el segundo para el Eibar ante un Córdoba ya en Segunda para dejar claro a sus rivales que en Ipurua el partido estaba liquidado.
En este trepidante comienzo de la jornada, la lucha por el séptimo puesto se movía en un par de minutos cuando la Real marcaba dos goles -Vela y Castro- en Vallecas ante un Rayo que todavía luchaba por el sueño europeo. Poco antes de la primera media hora, Aduriz anotaba un penalti ante el Villarreal para dejar amarrada la Europa League en San Mamés; vía Liga certificada y también, llegado el caso, a través de la Copa del Rey en caso de ganar la final al Barcelona. Mientras, el Sevilla tenía a tiro de gol la cuarta plaza para entrar en la ‘zona Champions’, pero en La Rosaleda no se producían muchos movimientos.
Un nuevo gol varió el panorama. Otamendi establecía la igualada en Almería, de modo que el equipo de Sergi Barjuán volvía a la zona descenso, sacando la cabeza un Granada que empataba en Los Cármenes ante el equipo del Cholo. Marcaba Iraola para empezar a sentenciar el partido en San Mamés, pero la emoción mandaba en otros lares. El equipo de Nuno necesitaba un nuevo gol, pues el Sevilla amenazaba ante un Málaga que jugaba contra 10 jugadores por la expulsión de Weligton. Un tanto de la escuadra de Emery valía en ese momento la Champions League.
La fiesta era absoluta en Eibar viendo lo que sucedía lejos de Ipurua, y más cuando Capa marcaba el tercero en el minuto 34 para sentenciar por completo el partido. En San Mamés, en un encuentro ya intrascendente, sucedía lo mismo cuando Etxebarria firmaba el 3-0. En Balaídos, Celta y Espanyol repartían goles -primero Sergio García y luego Hugo Mallo- en una cita sin historia debido al incontestable triunfo del Athletic. El Deportivo sufría en el Camp Nou; incapaz de generar peligro en el área de la portería esta vez defendida por Masip.
Y antes del descanso, la jornada dio otro vuelco merced al segundo del Almería. Soriano volvía a adelantar al equipo rojiblanco, mandando en ese momento a Segunda al Granada y atando la salvación. La alegría de un Valencia obligado a ganar había durado lo justo. Mientras, la afición de Los Cármenes se quedaba de nuevo en silencio en un partido sin oportunidades de gol y plano en todo momento. En Vallecas aparecía Bueno para acortar distancias, pero el interés no estaba en el estadio rayista. Y antes del descanso, para mantener la emoción intacta, marcaba Feghouli para el Valencia, colocando de nuevo al Almería en Segunda junto al Deportivo y de paso metiendo oxígeno en vena al Granada.
Imagen del Granada-Atletico de Madrid (EFE)
Arrancaba el segundo tiempo con el intrascendente gol de Stuani que adelantaba al Espanyol en Balaídos. El que sí valía, y mucho, fue el marcó Reyes en La Rosaleda para colocar al Sevilla en la Champions y sacar de paso al Valencia de la ansiada cuarta posición. Un par de minutos después, Éver Banega anotaba el segundo para meter máxima presión al equipo de Nuno Espirito Santo, que seguía empatando en Almería ante un rival que también necesitaba un gol, en este caso para salvar la categoría.
Gustavo Cabral empataba en Balaídos para el Celta el partido y en la otra punta del mapa su eterno rival, empezaba a hincar la rodilla. Leo Messi firmaba el segundo para empezar a sentenciar a un decepcionante Deportivo sin respuesta. Triste imagen la que daba el equipo de Víctor Sánchez en el Camp Nou. Aduriz, mientras, seguía a lo suyo y colocaba el 4-0 en el marcador de San Mamés. El Sevilla, en el mismo plan, firmaba el tercero en La Rosaleda, sellado por Aleix Vidal. Y el Valencia sabía de sobra lo que pasaba en el sur de España…
Morcillo daba alegría a la hinchada vallecana al empatar el partido, al mismo tiempo que San Mamés despedía a lo grande a Iraola tras 12 temporadas. Emocionantes escenas las vividas en La Catedral, un lugar especial en este tipo de cuestiones. El partido que subía en emoción era el Almería-Valencia, con dos equipos obligados a marcar para alcanzar sus respectivos objetivos. Y en esto apareció Lucas Pérez en plan estelar en el Camp Nou con un tremendo golazo que dejaba la salvación del Deportivo a un solo gol. Javi Guerra acortaba distancias para el Málaga, pero el Sevilla seguía teniendo mucho botín ganado anteriormente.
Neymar en acción durante el Deportivo-Barcelona (EFE)
Y así se entró en los últimos quince minutos. Agirretxe y Elustondo adelantaban a la Real en Vallecas, pero eso ya apenas interesaba. Sí lo que pasaba en Almería, Granada y Camp Nou. El Deportivo, revitalizado, metía una marcha más y encontraba premio cuando Salomao establecía la igualada. El drama se instalaba en Ipurua, pues el Eibar caía a zona de descenso. En ese instante Nolito marcaba el que podía ser su último gol como jugador del Celta para establecer el 3-2 definitivo ante el Espanyol.
La tensión crecía sin parar y en el minuto 80 comenzaron a quedar algunas cosas claras. Paco Alcácer establecía el 2-3 para hundir totalmente al Almería y para colocar a su equipo en el cuarto y deseado puesto, quitándole la Champions al Sevilla. Pero un gol en Granada (0-0) o el Camp Nou (2-2) podía variar la situación a favor del Eibar que en ese instante estaba descendido, aunque empatado a 35 puntos con Deportivo y Granada. Pero en esa recta final, tanto en Barcelona como en Los Cármenes no hubo partido. Los cuatro equipos se dedicaron a perder el tiempo sin más para desesperación de un Eibar que tras una primera vuelta espectacular, acabó muriendo en la orilla. Igual que el Almería… El postrero gol de Javi Guerra para el Málaga fue el último que cerró una Liga que acabó en las vitrinas del Camp Nou.
Con una lucha por el título que puede quedar resuelta si el Barcelona se impone en el Vicente Calderón -el convulso Real Madrid se quedaría sin opciones-, el drama del descenso se instalará en diferentes estadios, mientras en otros se luchará por atar un lugar en las próximas ediciones de Champions League y Europa League. Con el Córdoba ya de vuelta a Segunda división, en esta penúltima jornada la tensión por un trágico descenso amenaza a varios clubes, aunque para que se consume alguno de manera matemática se deben dar varios resultados.
El Eibar (31 puntos), que ha caído en picado en esta segunda parte de la temporada, visita a un Getafe (36) que necesita un punto para sellar la salvación, y que tiene muy en cuenta que acaba la temporada en el Bernabéu. El equipo vasco perdería la categoría en el caso de perder y que Almería (32) -visita al Sevilla- y el Deportivo (31) -recibe al Levante- ganen sus respectivos partidos. El Granada, también con 31 puntos, bajaría si cae en Anoeta y Almería y Eibar ganan. El descenso del Dépor necesita de una carambola mayor, pues estaría en Segunda si pierde, ganan Granada y Almería y Eibar empata, siendo imposible que se produzca un triple empate. Y es que el equipo nazarí tiene perdido el goal average con el Eibar, éste con el Deportivo y éstos pierden en el mano a mano con el Granada. Todo un lío.
Todo apunta a que será en la última jornada cuando se defina todo de manera matemática, aunque esta penúltima ya puede dejar algunas cosas claras. En la última cita liguera, el Eibar recibe al descendido Córdoba, el Deportivo visita al Barcelona, el Almería recibe al Valencia, el Granada tendrá como visitante al Atlético de Madrid y el Levante recibe al Elche, además del citado Real Madrid-Getafe. Muchas combinaciones se pueden dar en este final de temporada. Incluso, se podría dar la circunstancia de que hasta se produjera un cuádruple empate entre Eibar, Deportivo, Granada y Almería, en cuyo caso perdería éste último la categoría.
Imagen del Athletic-Barcelona de la presente temporada (EFE)
Si por abajo la lucha por evitar el descenso a Segunda división va a ser tremenda, en la parte alta de la tabla, mano a mano Barcelona/Real Madrid por el título de Liga aparte, también habrá dura batalla. El Atlético de Madrid tiene el cuarto puesto asegurado, pero necesita ganar uno de los dos partidos para amarrar el tercer puesto y no tener que jugar una eliminatoria previa antes de disputar la fase de grupos de la Champions League. Recibe al Barcelona y acaba en Granada ante un rival que se está jugando evitar el descenso. Similar escenario tiene el Valencia (a 4 puntos de los rojiblancos), que recibe al Celta -tiene opciones de acabar séptimo y podría disputar la Europa League- y acaba en Almería, en la misma situación que el Granada. En la lucha por la Champions queda más alejado el Sevilla, a tres puntos del Valencia, que recibe al Almería y termina la Liga en Málaga.
Esa lucha por el séptimo puesto puede quedar sin premio por un cambio en la normativa que hizo oficial la UEFA el pasado verano. En un comunicado desveló que ‘si un campeón de Copa ha logrado una plaza para la Champions League, el club mejor clasificado en su Liga que no haya asegurado el pase para la Europa League se clasificará para la competición -es decir el séptimo-, en lugar del subcampeón de Copa como hasta ahora’. Por tanto, Málaga (50 puntos), el propio Athletic (49), Espanyol (49), Celta (47) y Rayo Vallecano (46) pelean por esa plaza que puede tener premio. El equipo vasco, en cualquier caso, depende de sí mismo para jugar en Europa la temporada para ello, algo que lograría si se proclama campeón de Copa, con lo que el que quedara en séptima posición se quedaría sin regalo europeo.
El Granada CF destituyó este viernes al técnico Abel Resino como entrenador del primer equipo por los malos resultados en las últimas jornadas y con la intención de ofrecer un revulsivo a un conjunto que está cerca del descenso a Segunda División. «Los resultados obtenidos por el equipo en las últimas jornadas han obligado a adoptar esta dura decisión«, explicó el Granada CF en un comunicado para justificar el despido de Resino.
Horas después de hacer oficial la destitución de Abel Resino, el club andaluz anunciaba su sustituto. Quique Pina, presidente de la institución, apuesta para estas cuatro jornadas que quedan por disputar por José Ramón Sandoval. Con 25 puntos y a 6 de la salvación -marcada por Eibar y Almería, ambos con 31-, el Granada ha de visitar a Getafe y Real Sociedad, recibiendo en Los Cármenes a Córdoba y Atlético de Madrid.
El técnico toledano dirigió al Granada en esta su segunda etapa al frente del club en quince encuentros, en los que ha cosechado ocho derrotas, la última este jueves contra el Espanyol por 1-2, cinco empates y dos victorias, por lo que el cuadro andaluz es ahora penúltimo en la clasificación a cuatro puntos de distancia de la zona de salvación.
«Sabedores de la dificultad y el poco tiempo que resta de competición, en el club se sigue creyendo en la opción de la permanencia y por ello en las próximas horas se hará público el nombre del entrenador que dirigirá el equipo hasta final de temporada», añade el comunicado del Granada.
Resino, al que el Granada agradece «su trabajo y profesionalidad» y desea «toda la suerte del mundo en sus proyectos deportivos más inmediatos«, es el segundo entrenador destituido esta campaña en el club andaluz tras el despido del sevillano Joaquín Caparrós, que fue el preparador que empezó la Liga, al inicio de la segunda vuelta liguera.
A la carrera, el Almería alcanzó una victoria que le da vida ante un Eibar que ha perdido prestaciones y oxigeno, sin apenas crédito. Dos puntos le separan del descenso que ocupa ahora el Dépor. La velocidad de Zongo y Thievy, la gestualidad de Wellington Silva que se inventó un penalti, concedieron al conjunto de Sergi Barjuan una victoria que reafirman sus posibilidades de salvación, igualado a 31 puntos con el Eibar que, al menos, salvó el golaverage particular entre ambos equipos (5-2 a favor del conjunto armero en Ipurúa). El fútbol no entiende de romanticismos. Con escaso potencial el Eibar se instaló en la gloria en la primera vuelta. La realidad se acaba imponiendo.
Ha agotado ya las rentas el Eibar obtenidas en una primera parte de campeonato perfecta, cosechando 27 puntos que presagiaban una primera participación plácida en la máxima categoría de fútbol español. Cuatro puntos de 42 disputados en la segunda vuelta, explican que a cinco jornadas para la conclusión de la Liga, el Eibar se encuentre de lleno metido en el fango, con más dudas que certezas, tocado en el ánimo viendo como los equipos que se encuentran inmersos en la lucha por evitar el descenso, como el Almería, reaccionan mientras el grupo de Garitano permanece estancado.
Concluyó Thievy con un duro disparo de zurda un contragolpe perfecto a la salida de un córner del Eibar. Se adelantaba en el marcador el Almería con el gol del franco-congoleño apenas cumplidos los ocho minutos de juego, cuando los equipos aún no tenían definidas las propuestas, con claras intenciones ambos de conquistar una victoria fundamental para la salvación, vital para el grupo de Sergi Barjuan con menos margen de error.
Reaccionó el Eibar a la adversidad dando un paso al frente, adelantando las líneas, presionando el inicio del juego almeriense, conquistando el esférico, obligando al conjunto andaluz a ordenarse en defensa. Atacaba el Eibar y contestaba en un principio el Almería con velocidad, la que imprimen Zongo, Thievy y Espinosa. En una nueva contra conducida por Zongo, Thievy pudo doblar la ventaja al filo del descanso. Con Irureta vencido, Lillo interpuso la cabeza para desviar el balón rematado de manera mordida por el exjugador del Espanyol. Para entonces, el juego lo capitalizaba por completo el conjunto armero cercando la portería de Rubén que intervino felizmente a disparo de Arruabarrena, la única ocasión clara del Eibar en el primer acto.
Thievy de nuevo en el inicio del segundo periodo, estrelló el esférico en el larguero tras una gran internada de Zongo por el costado derecho superando a Dídac Vila y asistiendo al franco-congoleño que ajustó en demasía el tiro. La velocidad del Almería desbordaba al Eibar, ortodoxo en el despliegue, sin picante llegado al área de Rubén, apenas exigido. Equilibrado el choque en la medular, Garitano optó por el juego directo con la presencia de Piovaccari y Lekic. Contestó Sergi Barjuan con la introducción de Wellington Silva por Hemed. Al minuto, tras un par de bicicletas, con habilidad y cierto teatro, el extremo de Rio de Janeiro se fabricó un penalti tras un leve toque de de Dídac que picó el anzuelo. La pena máxima la transformó con suspense el capitán Verza. Para respiro del Almería. El Eibar se ahoga.
El entrenador del Eibar, Gaizka Garitano, abandonó la rueda de prensa posterior al partido que su equipo perdió esta tarde ante el estadio de los Juegos del Mediterráneo ante el Almería (2-0) después de que los periodistas locales se quejaran porque las dos primeras preguntas y sus correspondientes respuestas fueran en euskera.
La comparecencia de Garitano comenzó con una pregunta en euskera, respondida por el técnico del conjunto donostiarra también esa lengua, lo que provocó las quejas de algunos de los medios de comunicación almerienses presentes en la rueda de prensa. Ante una segunda cuestión en euskera, continuaron las quejas por parte de los periodistas locales y Garitano optó por levantarse y abandonar la sala de prensa.
El Eibar ha enviado una carta al Almería agradeciendo el «comportamiento extraordinario» que tuvo el jefe de prensa almeriense el domingo en la rueda de prensa posterior al partido Almería-Eibar, de la Liga BBVA, en el que el entrenador azulgrana, Gaizka Garitano, fue criticado por algunos periodistas por responder en euskera a preguntas en ese mismo idioma.
El responsable de comunicación del club andaluz, Juan José Moreno, tuvo que parar la rueda de prensa del domingo cuando Gaizka Garitano hablaba en euskera debido a las quejas de dos periodistas locales.
Moreno pidió respeto a las personas que estaban haciendo gestos de desaprobación al técnico del equipo guipuzcoano cuando hablaba en su lengua materna, a quienes explicó que primero el preparador del Eibar iba a responder a las preguntas en euskera y luego en castellano.
El jefe de prensa almeriense explicó a los presentes que cuando ha jugado el Barcelona en el Estadio Juegos del Mediterráneo, el entrenador barcelonista primero se expresaba en catalán y luego en castellano.
A continuación, Juan José Moreno, dio paso de nuevo a Gaizka Garitano, quien fue preguntado en euskera por un enviado especial de la televisión autonómica vasca (Euskal Telebista).
Garitano comenzó otra vez su explicación en euskera, hasta que, enfadado por el comportamiento de algunos periodistas, les preguntó en castellano:
«¿Pasa algo?». «Sí, claro que pasa algo, que no nos enteramos», respondió un periodista.
El responsable de prensa del Almería volvió a recordar a los presentes que «el Almería lleva seis años en Primera, y cuando ha venido el Barcelona se han hecho primero las preguntas en catalán y luego en castellano. No sé por qué vienen esos gestos». Ante esta situación, Gaizka Garitano se levantó y abandonó la sala de prensa almeriense.
El presidente del Eibar, Alex Aranzabal, ha indicado que «estamos sorprendidos de lo que sucedió el domingo tras el partido». «Tengo aquí una carta que vamos a dirigir al presidente del Almería,
Alfonso García Gabarrón, agradeciendo el comportamiento extraordinario que tuvo el jefe de prensa almeriense», ha anunciado Alex Aranzabal. Habitualmente el entrenador del Eibar, en todos los campos, hace primero sus declaraciones en euskera en las ruedas de prensa, y luego en castellano.
«Garitano, como suelo hacer yo, responde en euskera a las preguntas en euskera, en castellano cuando son en castellano, y si nos interrogan en inglés también intentamos responder en ese idioma», ha explicado el máximo mandatario eibarrés.
Gaizka Garitano, que tiene 39 años, estudió la carrera de periodismo en la Universidad del País Vasco. No ejerce como periodista, porque siempre se ha dedicado al fútbol, primero como futbolista profesional y ahora como entrenador.
Mestalla asistió a la paradoja de ver golear a su equipo al Granada en una exhibición del central local Otamendi. El defensa argentino, un coloso, impidió que el conjunto andaluz rematara entre los tres palos de Diego Alves. A partir de ahí, el Valencia fue imponiendo su ataque de vértigo de una manera implacable: primero Javi Fuego al cabecear un córner, después Parejo de penalti y, ya en el tramo final, la pareja Rodrigo de Paul-Negredo, entrados de refresco, acabaron de descerrajar al Granada, que ya suma siete encuentros sin ganar. El equipo de Nuno, casi infalible en su estadio, mantiene la cuarta posición en la tabla.
Barragán ha experimentado una evolución exponencial de la mano de Nuno, que apostó por él sin ninguna duda desde principio de temporada. El lateral derecho, de 27 años, venía de un par de cursos irrelevantes en Mestalla, con más pena que gloria, ocupando un puesto casi de relleno, como si le viniera grande el equipo. La confianza, sin embargo,le ha permitido encontrar su lugar. Defiende con firmeza como la jornada anterior en el Camp Nou. Y ataca con determinación y clase, como en ese caño largo de este lunes a Mainz que acabó en penalti. Ha aprendido todos los automatismos con Feghouli y se siente ya un futbolista de verdad.
Parejo transformó esta vez en penalti. Fuerte y enroscado a la izquierda de la meta de Roberto, muy parecido al lanzamiento frustrado por Bravo en el Camp Nou, pero con algo más de potencia. El décimo gol del capitán valencianista, muy cómodo en la dirección del juego a partir del primer tanto, el de Javi Fuego, de cabeza a la salida de un córner. No es que Fuego sea un gran cabeceador. Es que el poder intimidatorio de los centrales valencianistas en los córners relaja el marcaje sobre los demás.
El Granada no había disparado a gol en toda la primera parte. Los centrales locales, Otamendi y Mustafi, son palabras mayores.
El Valencia se dejó ir en la segunda parte, pensando en las próximas citas (Rayo Vallecano, Eibar y Real Madrid) hasta que entraron dos meritorios de lujo (Rodrigo de Paul y Negredo) y agitaron el árbol. El volante argentino sirvió dos veces regalos a su amigo vallecano. Tras el primero Negredo, corriendo hacia atrás y de espaldas a la portería rival, dibujó un sublime pase a la llegada de Feghouli, que marcó de un zurdazo formidable. Y en el segundo, un centro con la diestra desde el pico izquierdo del área, entró Negredo con furia para cabecearlo, ganándole la espalda al lateral Gil Martins. Dos destellos de Negredo y la felicitación inmediata desde el banquillo de Alcácer, en esa rivalidad tan feroz y noble entre los dos delanteros.
El calendario es el mejor aliado, a priori, de un FC Barcelona que a falta de cinco jornadas tiene el título de Liga al alcance de la mano. Este martes visita el Camp Nou (20:00 horas) un Getafe que aún tiene que remar para sellar la salvación, un rival teóricamente asequible para el equipo de Luis Enrique. Visita a Córdoba, Real Sociedad en el Camp Nou, cita en el Vicente Calderón y Deportivo en Barcelona en la última jornada. Su gran enemigo ha de afrontar, tras recibir este miércoles al Almería, una complicada salida al Sánchez Pizjuán, para enfrentarse a continuación al Valencia en el Bernabéu; Espanyol, como visitante, y Getafe, en casa, aguardan en el horizonte. Con este panorama, el Atlético-Barcelona apunta a partido definitivo… o no. Dependerá de la situación del equipo de Simeone en la tabla.
Se apunta al Vicente Calderón como epicentro del desenlace de la Liga. Es el rival más complicado que le queda por delante al equipo de Luis Enrique, pero antes de que llegue esa cita, los resultados dictarán su importancia capital o todo lo contrario. Puede suceder que el Real Madrid se imponga a Sevilla y Valencia para meter máxima presión al Barcelona, pero si lo consigue el escenario para los intereses del equipo de Simeone puede estar ya despejado. Luchando por la tercera plaza con los citados rivales del equipo de Ancelotti, si ambos caen en sendos partidos dejarían a los rojiblancos con el objetivo cumplido si no fallan antes de esa penúltima jornada. El Barça, entonces, se mediría a un rival sin la necesidad de ganar y que, además, tendría en su mano la posibilidad de quitar la Liga a su gran enemigo.
Con este panorama, y teniendo como primer mandamiento de obligado cumplimiento ganar a Sevilla y Valencia, consecutivamente, es el Atlético de Madrid el equipo del que depende el Real Madrid claramente. La escuadra de Simeone ha de afrontar, antes de recibir la visita del Barcelona, tres correosos partidos. Este miércoles rinde visita al siempre complicado Villarreal -se impuso en el Calderón en la primera vuelta-, que no se puede despistar en su lucha por conseguir plaza europea. Días después recibe la visita del Athletic, que todavía pelea por el mismo objetivo; y a renglón seguido visita a un Levante que huye del descenso y que la temporada pasada se impuso en el Nou Estadi al Atleti en la antepenúltima jornada de Liga. Si sale airoso de estos compromisos, el partido ante el Barça será un puro trámite. Si la tercera plaza -incluso la cuarta- está en juego, será una auténtica final para el equipo del Manzanares.
En esta lucha por ganar la Liga se mezclan un puñado de contendientes, cada uno con sus respectivas batallas. Apuntando al Vicente Calderón como lugar caliente para el desenlace final, Sevilla y Valencia tendrán su incidencia en función de sus resultados. Al margen sus enfrentamientos con el Real Madrid, ambos tienen un calendario que, con sus complicaciones, pueden sacar adelante para estar presionando -si es que falla- al Atlético de Madrid hasta el final. Los de Nuno deben recibir a Celta y Eibar, viajando a Vallecas y Almería. Mientras, el equipo entrenado por Unai Emery debe desplazarse a Eibar, Vigo y Málaga, enfrentándose al Almería en el Sánchez Pizjuán.
Presionado por el Real Madrid, no da la impresión de que Luis Enrique vaya revolucionar en exceso su once para recibir al Getafe. Messi sigue siendo intocable porque el argentino no entiende de descansos, mientras Neymar parece haber adquirido un rol similar tras enganchar una serie de enfados por salir del terreno de juego antes de tiempo. Aún así, Pedro podría entrar en acción por el brasileño. No se olvida en Barcelona, por otra parte, que el Getafe arrancó un punto del Camp Nou (2-2) la pasada temporada, que acabó siendo definitivo para que la Liga volara a las vitrinas del Vicente Calderón. Rakitic y Xavi tienen opciones de recuperar galones de titular, mientras Adriano ocupará el lugar del sancionado Jordi Alba y Bartra podría tener su oportunidad, después de que Luis Enrique haya dejado fuera de la convocatoria a Gerard Piqué.
La derrota sufrida en casa ante el Levante en la última jornada, obligan al Getafe a no descuidarse en esta recta final de temporada. Con un colchón de 7 puntos con el Deportivo, equipo que marca la zona de descenso, los de Pablo Franco no se pueden despistar. El equipo del sur de Madrid se presenta en el Camp Nou con los justos, pues a los lesionados de larga duración -Yoda, Lafita, Valera y Álvaro Vázquez-, hay que añadir a Diego Castro y Pablo Sarabia, ambos con problemas físicos. Ello provocará que Emiliano Buendía o Álex Felip, ambos canteranos, encuentre un sitio en el once. Por el contrario, el técnico recupera para armar la zaga a Alexis y Velázquez, dos jugadores básicos para el Getafe.
Alineaciones probables:
Barcelona: Bravo; Alves, Bartra, Mathieu, Adriano; Xavi, Busquets, Rakitic; Messi, Suárez y Pedro.
Getafe: Guaita; Vigaray, Alexis, Velázquez, Escudero; Juan Rodríguez, Lacen; Pedro León, Emi o Alex Felip, Hinestroza; y Babá.
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz).
Estadio: Camp Nou.
Hora: 20.00.
Quiere ser europeo el Celta, que se ha puesto a cuatro puntos de la séptima plaza que puede valer el pasaporte a la Europa League y que ahora mismo detenta el Málaga, visitante en Balaídos dentro de dos jornadas, apenas tres dias después de que el Real Madrid, el próximo domingo, pase por Vigo. Venció en Ipurúa y condena al Eibar a un sufrimiento que se tamiza por el error ajeno, por ese paso de tortuga en la cola que le permite mirar hacia el futuro con una cierta esperanza pese a haber sumado apenas cuatro puntos en lo que va de segunda vuelta.
El partido bebió del error, que abundó. Buscó el Eibar el del Celta y encontró el Celta el del Eibar para llevarse los puntos con un penalti transformado por Nolito, que hace ya unas semanas que vuelve a estar fino. El equipo de Berizzo empezó mandón, amparado en su superioridad técnica, con ese frenesí que es marca de la casa, un ritmo alto en el que se siente cómodo. Pero al cuarto de hora ya sufría, se supo vulnerable por más que tuviera la pelota y gozase de un aparente dominio porque el Eibar empezó a sacar frutos de su idea, la de aguardar replegado el fallo para salir a la contra. Llegaron pifias en entregas o en salidas desde atrás y el Eibar, agazapado como estaba, se alzó como un tigre hambriento, plagado de inicio con mediapuntas en una alineación diseñada para la respuesta con Saúl Berjón, Capa y Javi Lara a la carrera y Arruabarrena para desgastar a los centrales y los mediocentros, para aplicar fortaleza y tesón justo donde el Celta peca por manso.
Perdió dictado el Celta en cuanto sintió el aliento del rival, también porque el partido se trabó. Que la pelota no rodase perjudicaba a los celestes y arengaba al Eibar, que además siempre sabe como trabajar en las acciones a balón parado. Llevó el partido el equipo vasco hacia aquello que convenía a sus condiciones, pero penó por una equivocación de Didac Vilà en el lateral zurdo que culminó en penalti a Santi Mina. Velasco se fue a los once metros tal y como lo había hecho minutos antes tras un piscinazo de Larrivey del que le tuvo que alertar un atento árbiro asistente. Ésta vez pocas dudas cabían. Tampoco las tuvo Nolito para transformar ni para sacarse poco después un chut desde medio campo que pudo golpear definitivamente al Eibar justo antes del descanso, tiempo que aprovechó Gaizka Garitano para cambiar de plan. Entraron Manu del Moral y Piovaccari, subió líneas el Eibar, aparcó la velocidad y se subió al tren de la fuerza y la segunda jugada.
El gol lo había hecho mudar todo, ante la mayor concreción del rival, el Celta se blindó con paciencia. Gracias a ella encontraron incluso a los laterales, siempre dispuestos a incorporarse y apoyar a sus delanteros. Con la entrada de Lekic como tercer cambio se hizo aún más largo el Eibar, presuroso por entrar en el área rival. Era una opción, pero no fue la que mejor le funcionó durante un partido del que no dejó de entrar y salir. Sacrificó Garitano a Dani García con casi media hora por delante, obvió la medular en la construcción del juego y se diluyó, apurado en la persecución de la pelota cuando más le pesaban las piernas. Fue entonces cuando más cómodo se encontró el Celta, muy cerca de la sentencia, pero no tuvo ni puntería ni habilidad para poner la rúbrica y se avino a recibir un golpe aislado que emborronara su partido. Casi se lo propina Didac Vilà para redimirse de su error en el gol con un lanzamiento que se estrelló en el larguero, el canto del cisne armero.