Se acabó el chollo del móvil barato

Los precios de los servicios de telecomunicaciones en España llevan siete años consecutivos bajando. Hacer llamadas y conectarse a Internet, sea a través del teléfono fijo o del móvil, es más barato cada año. Los ingresos de las compañías han caído en paralelo con esas rebajas. Pero ese periodo de gracia para los consumidores está a punto de finalizar y todo apunta a que en este año la factura del teléfono volverá a subir o, en el mejor de los casos, no registrará los descensos de años anteriores.

Las compañías argumentan que no pueden seguir aguantando esa dinámica de precios a la baja. Máxime cuando tienen que realizar un esfuerzo inversor para tender las nuevas redes que permiten la conexión ultrarrápida por Internet: necesaria para la demanda masiva de tráfico, tanto en banda ancha fija (fibra óptica) como en móvil (4G).

Las operadoras llevan tiempo avisando al Gobierno y a los reguladores de que su situación es insostenible. En 2014, su facturación cayó un 5,9% respecto el año anterior, hasta los 30.067 millones de euros, según los datos del último informe trimestral de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC). En realidad, el descenso superó el 6% porque la CNMC incluye en estos datos al sector audiovisual, que mejoró su facturación.

más información

Telefónica sube 5 euros a los clientes de Movistar Fusión a partir de mayo
Vodafone sube sus tarifas entre 1 y 9 euros a cambio de más servicios
Tres operadores concentran el 90% de la telefonía y banda ancha

Las operadoras pierden ingresos desde 2008. Según los datos de la CNMC, en esos seis años, su facturación se ha desplomado un 32% mientras tenían que afrontar la dura competencia, fuertes inversiones y nuevos impuestos como la tasa de dominio radioeléctrico o la contribución a la financiación de RTVE tras la eliminación de la publicidad, según fuentes de las operadoras.

Las compañías han decidido poner fin a esa sangría de ingresos. Movistar y Vodafone han abierto el fuego. Telefónica ha remitido a sus clientes de la oferta convergente Movistar Fusión que a partir del próximo 5 de mayo les aplicará una subida con carácter general de 5 euros al mes. Esta misma semana, su máximo rival anunciaba nuevos precios para sus planes de tarifas móviles (Mini, Smart y Red) a partir del 20 de abril que suponen un alza de entre uno y nueve euros.

Ambas compañías asocian esas subidas a la mejora de los paquetes que ofrecen, en particular con la mayor velocidad de la conexión a Internet o del aumento de los datos que se pueden descargar desde el móvil. En el caso de Movistar promete triplicar la velocidad de sus clientes de fibra y migrar automáticamente a sus abonados de ADSL a fibra óptica en cuanto la nueva red esté disponible. De esta forma, los actuales clientes de fibra de Telefónica que ahora disponen de 100 megabits por segundo (Mbps) pasarán a disfrutar de una velocidad de bajada de 300 Mbps. Y los usuarios que tengan 10 megas en fibra triplicarán la velocidad de bajada, hasta 30 megas.

Por su parte, Vodafone aumenta los datos móviles entre el 12,5% y el 100%, dependiendo del plan contratado y con tarifas que suben proporcionalmente. Así, la tarifa MiniS pasa de 10,5 a 11,5 euros al mes y eleva los datos de 800 a 900 megas, mientras que la RedXL sube de 50 a 59 euros y pasa de seis a ocho gigas o la RedM duplicará datos, hasta los cinco Gb y se encarece un euro hasta los 33 euros al mes.

Orange, aún no ha movido ficha, tampoco tiene mucho margen de maniobra para bajar precios si se tiene en cuenta que debe digerir la compra de Jazztel por 3.400 millones. El proceso de consolidación del sector, con la citada operación pendiente de la aprobación de Bruselas, y la ya concluida fusión de Vodafone y Ono han ayudado a ese freno en el descenso de tarifas, según apuntan los analistas. No en vano, en 2015 desaparecerán los dos operadores que más clientes de telefonía móvil han arrebatado a los tres grandes.

Movistar, Vodafone y Orange necesitan fidelizar a sus usuarios mediante los paquetes convergentes de servicios (fijo, móvil, Internet y televisión), en los que pretenden concentrar sus ofertas y no se pueden permitir bajadas temerarias para los que contraten solo el móvil o el fijo. En ese movimiento subyace la necesidad de compensar la caída de los ingresos tradicionales de la telefonía móvil por voz con el aumento de la facturación por banda ancha. Los clientes están dispuestos a pagar más para atender a la demanda de datos imparable de servicios como el vídeo, el streaming o las llamadas por Internet (voz sobre IP) que se espera que se disparen por la irrupción de las compañías de mensajería instantánea como WhatsApp.

Los ingresos por móvil se han desplomado por el descenso de las tarifas, ininterrumpido desde el tercer trimestre de 2006. En 2014, los precios de la telefonía móvil cayeron otro 17%. Esta caída se suma a la que sufrieron los precios en 2013, del 26%, la mayor disminución récord, superando al desplome de 18% en 2012 y el 9,6% de 2011, según la CNMC.

Esa caída de precios se tradujo en una disminución interanual de los ingresos de las operadoras por comunicaciones móviles del 17%, mientras que los únicos capítulos que aportaban al balance han sido los derivados de la banda ancha fija (+4,2%) y la banda ancha móvil (+8,3%), según datos del cuarto trimestre de 2014.

Los operadores tienen claro que solo el cliente integral aumenta sus ingresos y ahí concentran sus esfuerzos. Según los datos del informe de gastos de los hogares elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del primer semestre de 2014, en el apartado de servicios de telecomunicaciones únicamente se registró una subida en el gasto medio de los usuarios en los paquetes cuádruples (telefonía fija y móvil y banda ancha fija y móvil) durante los 12 meses anteriores. Estos subieron un 3,4% hasta los 42,3 euros, debido a migraciones hacia paquetes con más prestaciones o basados en fibra óptica.

@BrenpCom
#Web #Ecuador