Células madre para reparar lesiones cerebrales

Un grupo de científicos de la Universidad Libre de Bruselas ha logrado reparar por primera vez una lesión del córtex cerebral mediante el implante de neuronas generadas a partir de células madre. Uno de los responsables de la investigación, publicada en la revista Neuron, es la española Sandra Acosta Verdugo (Barcelona, 1981). “En el experimento, desarrollado en ratones, las neuronas trasplantadas se han integrado en el 100% de los casos, con lo que se ha logrado la curación de lesiones del córtex cerebral”, explica Acosta. Este trabajo abre la puerta, a largo plazo, a terapias que podrían aplicarse en humanos para tratar lesiones cerebrales producidas por ictus, hematomas cerebrales o traumatismos.

La científica española explica que los investigadores han seguido el estado de los ratones durante más de doce meses y, en todos los casos, «seguían en perfecto estado, y ninguno de los que alcanzaron esta edad desarrolló un proceso tumoral”, una de las consecuencias negativas inherentes a las terapias celulares.

El córtex es una parte del cerebro que sólo poseen los mamíferos, por eso resulta tan interesante para los biólogos de desarrollo como Acosta Verdugo. La investigadora de Barcelona es bióloga de formación y ha centrado su trayectoria en el estudio del desarrollo del sistema nervioso y las enfermedades asociadas al desarrollo del cerebro, como autismo o cáncer infantil.

“Muchas lesiones neurológicas están relacionadas con daños en el córtex cerebral, como los ictus, la epilepsia, hematomas cerebrales o ciertos procesos neurodegenerativos”, explica.

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“A pesar de su plasticidad, el córtex cerebral adulto tiene una capacidad para autorrepararse muy pobre”, señala el artículo de Neuron. Esto supone una barrera clave ante la posibilidad de tratar dicho tipo de lesiones mediante terapias celulares basadas en el autotrasplante de neuronas extraídas del propio paciente.

“No tendría sentido quitarle neuronas a un paciente y luego tratarlas para implantarlas de nuevo porque las neuronas que se extraigan el córtex se habrán perdido para siempre, el córtex del paciente no puede regenerarlas por sí mismo”, indica Acosta.

Esta es una de las dificultades de trabajar con neuronas, unas células muy diferentes al resto. Esta limitación dirigió la mirada de este grupo de científicos de la Universidad Libre de Bruselas hacia el uso de células madre inducidas (conocidas en inglés como iPSC) como la única alternativa que podía sortear este problema.

El hallazgo de las células inducidas en 2006 ha sido un paso de gigante que ha abierto enormes puertas a las posibilidades de las terapias celulares. Fue el japonés Yamanaka quien las descubrió ese año y sólo seis años después, en 2012, fue galardonado por ello con el Premio Nobel de Medicina. La primera investigación en humanos con estas células llegó un año después, en agosto de 2013.

“Esto abre las puertas a estudios en los que neuronas derivadas de las células de la piel del propio paciente se trasplanten en el córtex dañado»

El punto fuerte de las células iPSC es que se obtienen a partir de células madre adultas, generalmente de la piel, del propio paciente. Lo que halló Yamanaka fue un modo para que dichas células madre adultas se autotransformaran en células madre pluripotentes (el equivalente a las células madre embrionarias), que tienen la característica de que pueden convertirse en una célula de cualquier organismo del cuerpo. En esta investigación, en neuronas.

“De este modo, tanto las células de la piel como las neuronas generadas conservan el mismo ADN, de modo que se evita cualquier posibilidad de rechazo del trasplante en el paciente”, explica Acosta. Y eso es lo que ha sucedido en este experimento con ratones.

El cerebro adulto, todo un reto

Otro reto que tenía que superar este experimento era, como señala el artículo de Neuron, el hecho de que “trabajos anteriores similares habían obtenido resultados muy limitados, lo que sugería que el cerebro adulto apenas permitía el crecimiento axonal de las neuronas del córtex”, es decir, la conexión entre neuronas.

Aquí ha estado, precisamente, otro de los importantes hallazgos de este trabajo. “Se ha descubierto en esta investigación que hay que afinar mucho en cuanto a qué células poner y en qué sitio del córtex; hay que generar las neuronas adecuadas e implantarlas en la zona adecuada en cada caso porque si no, las neuronas trasplantadas no logran conectarse y funcionar”, argumenta la científica.

Este hallazgo es, al mismo tiempo, una dificultad añadida puesto que “hay muchos tipos de neuronas y no se sabe cómo conseguir cada tipo. Además, y, este es otro descubrimiento que se ha realizado en este trabajo, en estas terapias habrá que tener en cuenta que en el cerebro no sólo hay neuronas, hay además otros dos tipos de células que comparten el mismo origen que las neuronas, y son básicas para para el correcto funcionamiento cerebral. Por lo tanto”, explica Acosta Verdugo, “no sólo hay que trasplantar neuronas sino también esas otras células”.

Otro de los riesgos que han afrontado los científicos ha sido la posibilidad de que surgieran tumores en el cuerpo receptor. Sin embargo, esto, que es inherente al empleo de terapias con células madre, se ha revelado como un riesgo mucho más reducido cuando se trata del córtex cerebral.

“Del total de ratones con los que hemos trabajado, sólo un 10% ha desarrollado teratomas”, indica Acosta Verdugo. “Se trata de un porcentaje muy reducido [si se compara con estudios similares en otros órganos del cuerpo] y esto se debe seguramente al hecho de que como los tejidos cerebrales y las neuronas no se replican son menos propensas a desarrollar estos tumores”, aclara.

Cuando terminé en Bruselas busqué contratos en España y en Europa pero la situación ahora es muy difícil»

Los teratomas, además, si bien pueden alcanzar un gran tamaño y crecer muy rápido, son tumores que no suelen metastatizar y la tasa de supervivencia es muy elevada.

“Sin duda, es una limitación pero se podría hacer un screening para eliminar las células madre que se cuelan en el trasplante y que son las que acaban generando el teratoma. Este trabajo no tenía ese objetivo y por eso no lo hemos hecho, pero sería algo factible de hacer, no sería demasiado complicado”, sugiere la investigadora.

Desde Memphis

Aunque en el artículo de Neuron que acaba de publicarse Sandra Acosta Verdugo aparece como investigadora de la Universidad Libre de Bruselas, la científica española trabaja desde el año pasado en el Hospital Saint Jude de Memphis, el mayor hospital del mundo en investigación de cáncer infantil.

En Memphis, la bióloga española investiga ahora “las primeras etapas del desarrollo del cerebro y del ojo, que son órganos que derivan del mismo origen, un tejido neural precursor”. El desarrollo del sistema nervioso es la pasión científica de Acosta. Y sobre eso versó su tesis doctoral, que presentó en el Hospital de Sant Joan de Déu, tras haberse licenciado en Biología por la Universidad de Barcelona. “Versó sobre cáncer infantil y encontramos unas células precursoras en tumores neuroblásticos [un tipo de tumor infantil]”, dice.

A pesar de estar al otro lado del charco, espera poder volver a España en el futuro. “Cuando terminé en Bruselas busqué contratos en España y en Europa pero la situación ahora es muy difícil y no hay muchas opciones”, se lamenta. “Sí que hay becas y oportunidades parecidas, pero no contratos para realizar una investigación propia”.

Documento

‘Area-Specific Reestablishment of Damaged Circuits in the Adult Cerebral Cortex by Cortical Neurons Derived from Mouse Embryonic Stem Cells’

Se acabó el chollo del móvil barato

Los precios de los servicios de telecomunicaciones en España llevan siete años consecutivos bajando. Hacer llamadas y conectarse a Internet, sea a través del teléfono fijo o del móvil, es más barato cada año. Los ingresos de las compañías han caído en paralelo con esas rebajas. Pero ese periodo de gracia para los consumidores está a punto de finalizar y todo apunta a que en este año la factura del teléfono volverá a subir o, en el mejor de los casos, no registrará los descensos de años anteriores.

Las compañías argumentan que no pueden seguir aguantando esa dinámica de precios a la baja. Máxime cuando tienen que realizar un esfuerzo inversor para tender las nuevas redes que permiten la conexión ultrarrápida por Internet: necesaria para la demanda masiva de tráfico, tanto en banda ancha fija (fibra óptica) como en móvil (4G).

Las operadoras llevan tiempo avisando al Gobierno y a los reguladores de que su situación es insostenible. En 2014, su facturación cayó un 5,9% respecto el año anterior, hasta los 30.067 millones de euros, según los datos del último informe trimestral de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC). En realidad, el descenso superó el 6% porque la CNMC incluye en estos datos al sector audiovisual, que mejoró su facturación.

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Telefónica sube 5 euros a los clientes de Movistar Fusión a partir de mayo
Vodafone sube sus tarifas entre 1 y 9 euros a cambio de más servicios
Tres operadores concentran el 90% de la telefonía y banda ancha

Las operadoras pierden ingresos desde 2008. Según los datos de la CNMC, en esos seis años, su facturación se ha desplomado un 32% mientras tenían que afrontar la dura competencia, fuertes inversiones y nuevos impuestos como la tasa de dominio radioeléctrico o la contribución a la financiación de RTVE tras la eliminación de la publicidad, según fuentes de las operadoras.

Las compañías han decidido poner fin a esa sangría de ingresos. Movistar y Vodafone han abierto el fuego. Telefónica ha remitido a sus clientes de la oferta convergente Movistar Fusión que a partir del próximo 5 de mayo les aplicará una subida con carácter general de 5 euros al mes. Esta misma semana, su máximo rival anunciaba nuevos precios para sus planes de tarifas móviles (Mini, Smart y Red) a partir del 20 de abril que suponen un alza de entre uno y nueve euros.

Ambas compañías asocian esas subidas a la mejora de los paquetes que ofrecen, en particular con la mayor velocidad de la conexión a Internet o del aumento de los datos que se pueden descargar desde el móvil. En el caso de Movistar promete triplicar la velocidad de sus clientes de fibra y migrar automáticamente a sus abonados de ADSL a fibra óptica en cuanto la nueva red esté disponible. De esta forma, los actuales clientes de fibra de Telefónica que ahora disponen de 100 megabits por segundo (Mbps) pasarán a disfrutar de una velocidad de bajada de 300 Mbps. Y los usuarios que tengan 10 megas en fibra triplicarán la velocidad de bajada, hasta 30 megas.

Por su parte, Vodafone aumenta los datos móviles entre el 12,5% y el 100%, dependiendo del plan contratado y con tarifas que suben proporcionalmente. Así, la tarifa MiniS pasa de 10,5 a 11,5 euros al mes y eleva los datos de 800 a 900 megas, mientras que la RedXL sube de 50 a 59 euros y pasa de seis a ocho gigas o la RedM duplicará datos, hasta los cinco Gb y se encarece un euro hasta los 33 euros al mes.

Orange, aún no ha movido ficha, tampoco tiene mucho margen de maniobra para bajar precios si se tiene en cuenta que debe digerir la compra de Jazztel por 3.400 millones. El proceso de consolidación del sector, con la citada operación pendiente de la aprobación de Bruselas, y la ya concluida fusión de Vodafone y Ono han ayudado a ese freno en el descenso de tarifas, según apuntan los analistas. No en vano, en 2015 desaparecerán los dos operadores que más clientes de telefonía móvil han arrebatado a los tres grandes.

Movistar, Vodafone y Orange necesitan fidelizar a sus usuarios mediante los paquetes convergentes de servicios (fijo, móvil, Internet y televisión), en los que pretenden concentrar sus ofertas y no se pueden permitir bajadas temerarias para los que contraten solo el móvil o el fijo. En ese movimiento subyace la necesidad de compensar la caída de los ingresos tradicionales de la telefonía móvil por voz con el aumento de la facturación por banda ancha. Los clientes están dispuestos a pagar más para atender a la demanda de datos imparable de servicios como el vídeo, el streaming o las llamadas por Internet (voz sobre IP) que se espera que se disparen por la irrupción de las compañías de mensajería instantánea como WhatsApp.

Los ingresos por móvil se han desplomado por el descenso de las tarifas, ininterrumpido desde el tercer trimestre de 2006. En 2014, los precios de la telefonía móvil cayeron otro 17%. Esta caída se suma a la que sufrieron los precios en 2013, del 26%, la mayor disminución récord, superando al desplome de 18% en 2012 y el 9,6% de 2011, según la CNMC.

Esa caída de precios se tradujo en una disminución interanual de los ingresos de las operadoras por comunicaciones móviles del 17%, mientras que los únicos capítulos que aportaban al balance han sido los derivados de la banda ancha fija (+4,2%) y la banda ancha móvil (+8,3%), según datos del cuarto trimestre de 2014.

Los operadores tienen claro que solo el cliente integral aumenta sus ingresos y ahí concentran sus esfuerzos. Según los datos del informe de gastos de los hogares elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del primer semestre de 2014, en el apartado de servicios de telecomunicaciones únicamente se registró una subida en el gasto medio de los usuarios en los paquetes cuádruples (telefonía fija y móvil y banda ancha fija y móvil) durante los 12 meses anteriores. Estos subieron un 3,4% hasta los 42,3 euros, debido a migraciones hacia paquetes con más prestaciones o basados en fibra óptica.

La normativa de la CNMC dejará sin fibra a dos millones de hogares

Telefónica España ha decidido recortar, de forma cautelar, un 35% el despliegue de su nueva red de fibra óptica en este año y reducir en dos millones el número de hogares a los que llegará esta infraestructura de banda ancha ultrarrápida en 2015. La operadora ha tomado esta decisión en respuesta a la normativa que está impulsando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que le obliga a compartir su infraestructura de red con otras operadoras en todo el territorio nacional salvo en nueve municipios.

Así consta en un documento interno de la compañía al que ha tenido acceso EL PAÍS, en el que se señala que, como medida cautelar, y hasta que no se aclare la legislación, Telefónica reducirá el ritmo de despliegue en aproximadamente un 35% de lo previsto. En la práctica, Telefónica ya ha dado instrucciones para frenar su ritmo de despliegue. Así, en vez de lograr cubrir con fibra otros 5,5 millones de hogares en 2015, como estaba previsto antes de la decisión de la CNMC, el objetivo ahora es llegar a unos 3,6 millones, a un ritmo de unos 300.000 hogares mensuales.

La compañía que preside Luis Miguel Gilpérez desplegó en 2014 fibra óptica en cinco millones de unidades inmobiliarias, duplicando la cobertura que había en diciembre de 2013 hasta los diez millones de hogares, la mayor red con diferencia que hay en España. Pero la propuesta de la CNMC, pone en peligro la rentabilidad de sus inversiones, al permitir el acceso a sus rivales a su red sin necesidad de invertir en una propia, como ocurre con el ADSL, por lo que Telefónica no podrá alcanzar su objetivo de llegar a 15 millones de hogares, si no se modifica sustancialmente la norma tras la fase de alegaciones.

Por eso, el informe interno plantea una ralentización del despliegue en algunas capitales de provincia y municipios donde Telefónica ya había comenzado a desplegar fibra y que no se podrán completar este año (ver viñeta). Se trata, entre otras, de capitales de provincia como Madrid, Barcelona, Granada, Guadalajara, San Sebastián, Málaga, Pamplona, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Soria, Tarragona, Toledo, Valladolid, Zaragoza, Ceuta, Albacete y Almería. También afectará a otros grandes municipios, en particular, del cinturón metropolitano de Madrid y Barcelona.

Más de un centenar de municipios se verán afectados por el parón 

Aunque el impacto más fuerte se producirá en otras localidades de menor tamaño, en donde ni siquiera se podrá comenzar el despliegue, en muchos casos aunque ya estuviera previsto. El documento que maneja la compañía enumera hasta cien localidades que se quedarán sin fibra óptica en 2015, pese a que el despliegue estaba previsto (ver viñeta).

La propuesta que la CNMC hizo público el pasado mes de diciembre obliga a Telefónica a dar acceso a su red de fibra a todos los competidores que lo soliciten a un precio mayorista regulado y solo liberaliza completamente el mercado en nueve municipios (Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia, Alcalá de Henares, Badalona, Coslada y Móstoles), que, en conjunto, suponen el 16% de la población española.

En la operadora no se entiende este marco regulatorio cuando la evolución del mercado desde la última vez que la CNMC hizo análisis ha sido claramente hacia una competencia efectiva, con nuevos despliegues de fibra y, por tanto, una competencia real en infraestructuras, con una estructura de mercado muy repartida entre los grandes grupos consolidados, y ningún cuello de botella que pudiera estar afectando al correcto desarrollo del mercado.

La operadora entiende que si sale adelante la propuesta de la CNMC, ahora en fase de alegaciones, se situaría a España en el nivel más alto de intervencionismo regulatorio entre los países europeos que cuentan con este tipo de redes. En su apoyo, varios analistas entienden que no deben considerarse igual normativamente aquellos países que han apoyado sus despliegues de fibra en la ya existente red de cobre, heredada antes de la competencia (FTTC), que a aquellos que han partido de cero en la construcción de una red nueva y, por tanto, replicable por cualquiera (FTTH), como España.

Pero Telefónica no es la única preocupada. La asociación andaluza de empresas instaladoras (Faitel Andalucía) calcula que se pueden ver afectados hasta 17.000 empleos si se frena el despliegue de fibra. Por su parte, UGT ha remitido una serie de propuestas a la CNMC, para promover una nueva regulación desde Bruselas “que supervise y condicione este tipo de desarrollos reglamentarios nacionales, que hacen peligrar todo un sector en su equivocada apuesta por una falsa competencia”.