Nigel Roebuck: "Ver a Fernando Alonso al fondo de la parrilla es un chiste"

Nigel Roebuck es uno de los más veteranos y respetados periodistas británicos en la Fórmula 1. Desde 1971 ha vivido todo con una visión en la que la faceta humana ha sido protagonista de sus crónicas, columnas y reportajes. Su columna semanal en la revista británica Autosport fue referencia durante décadas. Mezcla de pasión, rigor y ecuanimidad a partes iguales, El Confidencial mantuvo una larga y apasionante charla con Roebuck en Montmeló, tan interesante de leer como de escuchar en primera persona. Aviso para caminantes: es larga pero, eso sí, sin el menor desperdicio.

Pregunta: Prácticamente lo ha visto todo en Fórmula 1 desde los años setenta. ¿Cómo se siente en esta Fórmula 1 actual? ¿Y en relación al pasado?

Respuesta: No sé cómo empezar. (Lo piensa mucho). La cuestión es que sigue tratándose de un ejercicio en el que alguien llega antes a la meta que los demás. Esto nunca cambiará, pero en cualquier otro aspecto, la Fórmula 1 ha cambiado enormemente. Supongo que lo primero a decir es lo muy segura que es ahora en relación a cómo era. En mi primer año en la Fórmula 1, en 1971, fui a dos funerales, el de Pedro Rodríguez y el de Jo Siffert. No era algo inusual, era algo normal.

Y creo que, sin duda, en aquellos tiempos había una camaradería entre los pilotos que no se da ahora. Sé que Vettel y Raikkonen son buenos amigos, pero es algo inusual. Entonces, camaradería era la palabra adecuada. Todo era mucho más informal, no había relaciones públicas,  comunicados, ruedas de prensa, ni televisiones. Obviamente, entonces también hacían faltas declaraciones, pero como no había comunicados, tenías que ir a buscar al piloto y conseguir las tuyas. Y cada reportaje de la carrera era diferente al de otros periodistas porque tenía mis propias declaraciones de Mario Andretti, por poner un ejemplo. Solías leer a otra gente más que ahora porque aprendías.

Debido a lo anterior, los pilotos eran mucho menos exclusivos. Tomaban vuelos comerciales y viajabas con cuatro o cinco pilotos en el avión. Esto ayudaba a la amistad. Y si algo ocurría en una carrera y dos pilotos se enfadaban, frecuentemente lo discutían en el avión de vuelta a casa y lo arreglaban. 

Como tenías que hablar con ellos después de la carrera, los periodistas se llevaban mejor con los pilotos. Ha habido auténtica amistad entre pilotos y periodistas. Cuando empecé me hice muy amigo de Chris Amon, hace 44 años, y todavía somos amigos hoy. Hace poco tiempo hablaba con Mario Andretti y me decía lo mismo. En aquellos días todos éramos parte del circo. Ahora, no creo que sea el caso. Es una pena, pero no sólo ocurre en la Fórmula 1. También en otros deportes, donde las estrellas reciben cantidades ridículas de dinero. Mira Lewis Hamilton, con su avión está un día en el boxeo, al otro en Nueva York, luego Italia y después viene aquí (Montmeló).

P: Hablaba de acudir a funerales y la semana pasada se conmemoraba el fallecimiento de Gilles Villeneuve, un piloto del que era amigo personal. Como periodista, ¿cómo se sentía acudiendo a funerales de pilotos a los que uno estaba íntimamente unido?

R: Fue muy duro, como si perdieras a cualquier amigo, fue horrible. Prácticamente, éramos de la misma edad y no esperas perder un amigo a los treinta y pocos, pero lo difícil de creer es que ocurría, siempre había sido así y lo asumías. Phil Hill me decía una vez que nunca les pasaba por la cabeza que las carreras fueran algún día seguras; era peligroso, lo aceptábamos y si querías, lo hacías.

Un periodista que murió el pasado año, Eoin Young, que empezó antes que nosotros, me dijo una cosa: “Te harás muy amigo de un piloto y se matará. Después de eso nunca te sentirás igual. Das un paso atrás”. Con él fue Bruce McLaren y conmigo fue Gilles Villeneuve. No he vuelto a estar cerca de otro piloto desde entonces. Aún estoy cerca de Prost o de pilotos retirados como Andretti. Pero Eoin tenía razón. Todavía amo este deporte y he visto muchos pilotos morir. Gilles fue el más cercano, y luego ya no fue igual.

P: En su caso, Nigel Roebuck como periodista siempre ha estado más interesado en la parte humana del deporte. Hoy es mucho más difícil vivir la Fórmula 1 así.

R: Es cierto. Sentía que entonces era más una lucha entre pilotos, grandes pilotos, y con un coche normal todavía era posible ganar carreras. Hoy no. Mira el pasado año: si no tenías un Mercedes estabas perdiendo el tiempo. Si recuerdas en 1955 a Fangio y Mercedes, era lo mismo, estaban en otra dimensión, o McLaren en 1988. Siempre ha ocurrido, pero algo que odio en la Fórmula 1 moderna es que hoy va mucho de ahorrar, de cuidar algo: combustible, neumáticos… Para mí, un gran premio debería ser una carrera a fondo todo el tiempo.

P: Hace poco tiempo, Roberto Merhi nos contaba que tenía ganas de llegar a la Fórmula 1 y cuando lo hace, es para darse cuenta de que no puede tirar en las carreras.

R: Esto es algo que realmente no me gusta porque hasta hace unos años cualquier fabricante que hiciera neumáticos tenía como objetivo hacer los mejores y más duraderos posibles. Y ahora… ¿Sabes? Realmente no lo entiendo. No culpo a Pirelli, pero me sorprende que intenten vendernos neumáticos a ti y a mí para nuestros coches con esta filosofía. Ahora se construyen deliberadamente neumáticos ‘pobres’ en beneficio del ‘show’. Está bien, pero también está el deporte y la gente.

P: Curiosamente, un piloto como Villeneuve, con su estilo, no hubiera tenido sitio en esta Fórmula 1.

R: Lo hubiera odiado, lo hubiera odiado… Porque la actual no era su idea de la competición. La idea de haber pilotado cuidando el neumático, gasolina… ¡Jesús! 

P: ¿Hacia dónde cree que va la Fórmula 1?

R: Yo era muy optimista cuando estaba la FOTA y los equipos de Fórmula 1 estaban unidos. Luego Ecclestone rompió el grupo ‘comprando’ a Red Bull y Ferrari. Pensaba que si estaban unidos tendrían futuro, pero ahora tenemos este Strategic Group que solo tiene a algunos equipos. Y estos tienen demasiado poder, los que están dentro dan la impresión de que importarles nada Sauber, Lotus, Force India o Toro Rosso.

Hay dos cosas equivocadas en la Fórmula 1 de hoy. CVC (accionista mayoritario) es posiblemente lo peor que le ha pasado a la Fórmula 1. Se llevan una enorme cantidad de dinero y no ponen nada. Esto, lo primero. Y lo segundo: los equipos más importantes no están interesados en ayudar a los demás. Este negocio se ha convertido en algo muy egoísta, sólo le preocupan ellos mismos y si terminamos con sólo cinco equipos… Ahora se resume todo en avaricia a corto plazo.

P: De la Fórmula 1 actual, ¿qué personalidades le resultan atractivas?

R: Por ejemplo, era muy amigo de Mark Webber, era una especie de piloto de otra época. Y también estaba cerca de Martin Whitmarsh (ex de McLaren).  Cuando Stefano Domenicali dirigía Ferrari fue una buena época porque quitaron parte de la amargura que había en la Fórmula 1. Ambos se llevaban bien el uno con el otro, eran buenos tipos, había un ambiente más saludable y era muy agradable estar con ellos. Quizás era inevitable que Whitmarsh se fuera, lo sentí mucho, porque Ron Dennis quizás iba a querer volver en un momento u otro.

P: ¿Qué piensa de Fernando Alonso, por ejemplo?

R: Para empezar, es el mejor piloto de los últimos diez años. Sin la menor duda. Punto. En los dos últimos años de Schumacher, antes de retirarse la primera vez, pensé que Fernando recogería la antorcha de Michael. Y creo que algunas de sus actuaciones con Ferrari fueron algo fuera de este mundo. El hecho de que pilotara un coche vulgar y que dos veces estuviera a punto de ser campeón… Todavía puedo recordar aquella carrera de Abu Dhabi en 2010 cuando Ferrari se equivocó al llamarle tan pronto a boxes, pendientes de Webber. Y aquella carrera fue la última sin DRS. La siguiente carrera ya existía. Si en aquella carrera Fernando hubiera tenido DRS, tendría su tercer título.

P: En 2007, Alonso y McLaren se dieron duro mutuamente. A pesar de todo, siendo un equipo británico, algunos miembros de la prensa británica, usted entre ellos, no dudaban en seguir reconociendo sus méritos como piloto.

R: A mí es que Fernando me gusta y siempre me ha gustado. Sé lo exigente y duro que puede ser, pero no era diferente a Senna, que era igual. Creo que cuando eres el mejor quieres que todo el mundo alrededor tuyo sean los mejores y te den el mejor coche. Después de cinco años pilotando así, sabiendo que probablemente sería tercero, él nunca, nunca bajó la guardia. Hace poco hablaba con Rob Smedley (ingeniero de Massa en Ferrari y director de operaciones en Williams ahora) sobre Fernando y pensaba igual. Decía: “es el mejor, en mi opinión podría ser el mejor de todos los tiempos, es así de bueno”. Y comentaba que lo mejor de Fernando es que nunca, nunca, nunca tenía un día malo. En una carrera, virtualmente, cuando un piloto va tercero o cuarto se va a dormir y levanta el pie. Pero Fernando, cada vuelta es bang, bang, bang.

P: La ambición de ganar como algo genético.

R: Absolutamente. Hay que ganar y esto es cierto para la mayor parte de los grandes pilotos en la historia. Tienen que ganar, no se trata de jugar o participar.

P: Usted conoce muy bien McLaren, ¿qué piensa de la nueva historia con Honda y Ron Dennis de nuevo al frente?

R: Como dije antes, me hubiera gustado que Martin Whitmarsh hubiera estado al frente del equipo todavía. Creo que Ron y Fernando son bastante prudentes… No tengo la impresión de que pasen demasiado tiempo hablando el uno al otro. Eric Bouiller debe estar bastante tiempo entre medias, pero ambos son conscientes de que se dicen “no queremos repetir lo de 2007 otra vez”.

Creo que hasta cierto punto todo dependerá de la paciencia de Fernando. Él sigue diciendo que “sabía que iba a ser difícil cuando vine aquí” o “llevará tiempo”… Todo es cierto, pero con cinco años por detrás de frustraciones con Ferrari: ¿cuánto tiempo será capaz de asumirlo? Ver a Fernando Alonso en el fondo de la parrilla es un chiste. Y entiendo por qué llegó al punto de frustración y se dijo: “Me tengo que ir a otra parte”. A la vez debe ser tan duro para él ver lo que podía ser su coche… ¡Jesús! Mira Kimi el pasado año y mira lo que hace esta temporada.

Y lo que siempre he admirado de Fernando: a un piloto le ves de verdad cuando tiene un mal coche. Martin Whitmarsh decía: “Siempre buscas a ese piloto que logra puntos con un coche con el que no debería lograrlos. En este sentido, no hay nadie como Fernando”. Cuando era un niño, uno de mis grandes héroes era Stirling Moss y era igual. En un coche de mitad de parrilla, ganaba carreras.

P: ¿Y qué piensa de Carlos Sainz? (La entrevista tuvo lugar antes del Gran Premio de España)

R: Estoy impresionado con él. Le acabo de decir a Maurice Hamilton (otro veterano y reconocido periodista británico) que todo el mundo habla de Verstappen pero, en realidad, el que está siendo más rápido es Sainz.

P: Mr Roebuck, un placer.

R: Igualmente, muchas gracias.

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