Paco de Miguel es tan meticuloso como su ‘jefe’. Trabaja apoyado en datos, necesidades y el balón, realizando una preparación física para los equipos con los que trabaja que se adapta a las circunstancias. Rafa Benítez le contrató cuando dejó el Valencia de Quique Flores y desde entonces no le ha soltado. De Miguel, innegociable para el actual entrenador del Real Madrid, será uno de los nexos de unión que tenga el cuerpo técnico y plantilla con la revolución médica que la directiva blanca está realizando en Valdebebas. El tiempo dirá, si al contrario de lo que ocurrió con Carlo Ancelotti, alguien ajeno a los deseos del entrenador y sus hombres se entromete en la preparación de los jugadores.

Con el Doctor Olmo –alias ‘Dr Estiramientos’ dentro del club– como principal responsable de los servicios médicos del Real Madrid, se han producido varios movimientos en los últimos días: salidas del fisioterapeuta Muro, el doctor Morate y el recuperador Lozano, cuyo sustituto es un portugués que estaba en el tercer escalón de su país, el Varzim Sport Club. Un gran salto para Vítor Pimenta. Además de repescar a Ximo Mas como responsable de fisioterapia y fisiología (abandonó Chamartín hace algo más de un año por motivos personales).

Más entrenamientos cuando el cuerpo pedía descanso

Estos cambios en el esquema tratan de prevenir (o en su caso curar) cualquier contratiempo relacionado con la salud y el aspecto físico, un apartado del que terminó preocupado este año la directiva del Real Madrid, y que incluso llegó a ser motivo de discusión en el club cuando desde los despachos sugirieron al cuerpo técnico liderado por Ancelotti alguna sesión de entrenamiento más de la prevista con el argumento de que el rendimiento en los partidos no era el óptimo. Efectivamente, los análisis realizados apuntaban que había un desgaste excesivo en alguno de los jugadores y lo que su cuerpo pedía era descanso, no más carga de trabajo.

El preparador físico de Benítez, De Miguel, también manejará números y estadísticas para conocer de primera mano cuándo los músculos de un jugador piden un receso. Un descanso a tiempo podría evitar la plaga de lesiones musculares que esta temporada han asolado al Madrid, con dos decenas de ellas, gran parte este invierno, cuando el equipo vivió su peor momento.

Atendiendo a la relevancia que ha tenido este curso la parcela médica, el club ha intervenido de lleno para tratar de tapar el agujero. A lo largo de la 2015-16 se verá si las medidas tomadas han sido eficaces teniendo en cuenta que el Doctor Olmo no es el predilecto de un puñado de futbolistas del vestuario blanco. Quizás, como en otros aspectos, el tiempo cure las heridas…

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