Insinuar que Fabio Aru no está "limpio" de dopaje puede llegar a salir muy caro
Nunca dejará de sorprender que a los lunes de las grandes vueltas los llamen jornadas de descanso. No es en realidad un nombre apropiado para esos días en los que no hay etapas, porque los corredores hacen de todo menos descansar. Por supuesto, ya que no se van a pasar el día yendo de una ciudad a otra, los periodistas aprovechan para acercarse a los corredores y sacarles así las primeras conclusiones de la semana inicial. Eso cuando no están recibiendo masajes o entrenando, metiéndose aunque sin competir varias decenas de kilómetros en las piernas para no dejarles relajarse demasiado para lo que se aproxima. Y en este Giro de Italia, este lunes hubo una noticia bastante preocupante que relaciona, otra vez, dopaje, ciclista y la justicia.
El protagonista no es un cualquiera, sino el principal adversario de Alberto Contador en lo que llevamos de corsa rosa. Fabio Aru, a través de su representante y su abogado, ha decidido querellarse contra Gregory Robert Henderson, ciclista neozelandés de 38 años que actualmente milita en el Lotto Soudal. ¿Y por qué se judicializan entre ciclistas? Por lo que más puede doler a un profesional de este deporte: que le acusen de haberse dopado durante su carrera.
«Qué pena ver a Fabio Aru ‘enfermo’. Amigo, seguro que pronto vuelves sano, o mejor dicho, ¡limpio #pasaportebiologico! O no vuelvas”. Ese fue el agresivo tweet que escribió Greg Henderson después de conocer que el líder de Astana en este Giro no iba a poder participar a última hora en el Giro del Trentino por unos problemas estomacales. Es bastante evidente y ofensivo. Lo que viene a decir es que el virus que alegó Aru y Astana no era más que una cortina de humo para evitar participar y, por consiguiente, someterse a análisis que pudieran detectar alguna sustancia. Así, Aru podía llegar limpio al Giro de Italia. Repito, es lo que dice Henderson.
Aru, junto al trofeo de ganador del Giro de Italia (EFE).
Analicemos ahora la versión oficial. A un día del inicio de la Vuelta al Trentino, Astana comunicó que Fabio Aru no iba a poder disputarlo debido a unos fuertes dolores de estómago, disentería y vómitos. Visto que esos problemas los había arrastrado los dos días anteriores, el equipo prefirió no arriesgarlo y esperar que se recuperase de cara al Giro, donde iba a ser la gran baza del equipo kazajo contra Contador. No tenía sentido que corriese una ronda menor y pudiera empeorar y perderse la primera grande de la temporada. Se curó y ahí está, segundo detrás del pinteño.
Greg Henderson está un poco pasado de rosca. A sus 38 años, ya ha dado todo lo que podía dar en el mundo del ciclismo, siendo seguro su momento álgido el mundial de scratch ganado en 2004. En carretera, quizás sean un par de etapas en 2010 y 2011 en la París-Niza y otra en 2010 en la Vuelta a España, su mejor resultado en una gran vuelta. Ahora, lejos de los grandes circuitos internacionales, Henderson ha vuelto a ser noticia por algo que después pidió perdón en reiteradas ocasiones, además de borrar el tweet original donde insinuaba aquello de Aru.
Puede que sólo lo hiciera con ganas de molestar, o quizás tenga algo guardado dentro de sí contra el joven corredor italiano, pero lo que ha conseguido es crear la duda. ¿Y si tiene razón y la ausencia de Aru en el Trentino se debe a que se estaba limpiando? Astana no se ha caracterizado precisamente por su lucha contra el dopaje y tiene bastantes precedentes en su historial. A partir de ahora, de forma voluntaria o no, Henderson ha hecho que la sombra del dopaje persiga eternamente a Fabio Aru.
@BrenpCom
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