Ferrari, el globo rojo que se deshincha ante la media sonrisa de otros
“Fue una cuestión de las dos partes, creo que fue un buen cambio, elegimos ir a McLaren, que será pronto un equipo competitivo”, declaraba Flavio Briatore tras el Gran Premio de Mónaco, “si (Alonso) estuviera en Ferrari todavía sería segundo como lo era antes. Creo que Vettel estaba a siete décimas de Lewis Hamilton y el pasado año Fernando era quinto, siete décimas más lento también. Entre Ferrari y Mercedes la distancia es la misma”.
¿Dónde está realmente la Scuderia? ¿Ha dado un salto cualitativo esta temporada o sigue, como Briatore alega, en la misma posición que 2014? Al margen de la curiosidad de que el italiano utilice el plural mayestático para incluirse en la decisión ¿avala la situación de Ferrari la decisión de Fernando Alonso?
Evidentemente la última pregunta no tiene respuesta por el momento. El pronóstico sobre Honda y McLaren es todavía un futurible. Pero una de las premisas del piloto español para el salto a McLaren parece confirmarse en las últimas carreras.
Montmeló: ¿Falla el coche o solo la puesta a punto?
En el Gran Premio de España y de Mónaco, el globo rojo que tanto se hinchó al principio se desinfla en su persecución a Mercedes, bien puntualmente ¡por la naturaleza de los dos últimos trazados, bien por la propia evolución de los panzer alemanes, o porque el monoplaza italiano podría haber pegado un tiro al aire con su última evolución. En carrera, Raikkonen y Vettel tuvieron que comparar con la versión anterior y la nueva del SF15-T para contrastar la información tras el desconcierto de los entrenamientos.
“Creo que el coche funciona en todas partes, en zonas de alta velocidad y también en zonas sinuosas”, explicaba Vettel, “es cierto que en Barcelona, en el último sector (lento y sinuoso), no éramos tan competitivos, pero aún así dimos un paso adelante, no rendimos bien, más que el hecho de que haya algo malo con el coche”. Es decir, la culpa al empedrado, no al coche.
“Si ves el tercer sector (en Montmeló), es de tracción”, reconocía Mauricio Arrivabene para el fiasco de la carrera española, “no somos ciegos, perdíamos medio segundo y, si no somos capaces de solucionar el problema, puede ser peor no solo en Mónaco -porque tiene una puesta a punto especial- sino también en Canadá, no quiero ir a Montreal con el mismo problema de tracción, de lo contrario, será una pesadilla. La comparación interna nos dice que la solución es buena, pero la realidad nos dice que no lo suficiente”. Seguro que a Alonso le suenan las campanas…
Después de la torta de Barcelona, llega la de Mónaco
Y, efectivamente, en Mónaco llegó otra panzada sobre el asfalto. El SF15-T sufre para generar temperatura de neumático en general, debilidad que se acentuó en los clasificatorios por las variaciones de la ambiental. Vettel a siete décimas. “En carrera fue un poco mejor”, explicaba Arrivabene, “pero no es la solución, si piensas que todo va bien, te equivocas» en relación al engañoso segundo puesto, «Barcelona todavía está presente en nuestra memoria y seguimos buscando soluciones”. Es decir, el Ferrari eufórico de comienzos de temporada se mueve ahora entre el desconcierto.
Y Arrivabene recuerda ahora palabras solo escuchadas antes en la presentación del monoplaza en febrero. “Esta máquina tiene límites de chasis, apoyo aerodinámico y tracción del antiguo monoplaza, no podemos cambiar todo en tres meses”, reconocía el propio Arrivabene. ¿Entonces, hasta donde llegaba la progresión de Ferrari?
Mejoría frente a 2014, pero no para tirar cohetes
Un comparativo de las diferencias en entrenamientos entre la pasada temporada y esta, confirma que Ferrari sigue lejos para luchar por el título. En Australia 2014, Hamilton sacó 1.5 a Alonso. Este año, 1.4. En Malasia fueron 7 décimas en 2014, aunque solo 0.074 milésimas esta temporada. De hecho, Vettel ganó la carrera, aunque en singulares circunstancias de calor. En China, Alonso perdió 1.7 segundos, este año Vettel quedó a 0.9 de Hamilton. En Baréin, Raikkonen perdió el pasado año 1.1 frente a la pole. Este año, Vettel estaba a casi medio segundo. En España, 8 décimas el sábado y 45 segundos el domingo. En Mónaco, las diferencias fueron prácticamente idénticas al pasado año.
Que Ferrari ha progresado es indudable, fundamentalmente atribuido a sus mejoras con el propulsor. Que sigue muy lejos de Mercedes, también. En las últimas dos carreras, exactamente como en 2014. Sin olvidar que el monoplaza italiano también se ha visto favorecido por el paso de rosca de Red Bull y Williams en 2015. A poco que la pista se igualó, como en Mónaco, los dos monoplazas azules terminaban por delante de Raikkonen.
«Esto no es para mí…»
Llega ahora ese temido Gran Premio de Canadá, otra piedra de toque para Maranello. Parece que se introducirá una versión más potente de motor ¿Qué Ferrari veremos en la próximas carreras? ¿El de la euforia inicial o el del desconcierto actual? En todo caso, Alonso puede descansar tranquilo por ahora. Constatando las diferencias respecto a Mercedes difícilmente es candidato a ganar al título a día de hoy.
Le preguntaban a Alonso en la página oficial de la Fórmula 1 por las cualidades básicas que le pide a un jefe de equipo. “Me gustan aquellos que mantienen las expectativas realistas en lo que se refiere al desarrollo y los recursos que tiene el equipo, ya que nunca ayuda si te motivan demasiado y luego te decepcionan. Hay algunos jefes de equipo que a veces utilizan estos trucos y esto no es para mí”. ¿Por reciente experiencia personal, quizás?
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