“Ecuador tiene un gran potencial futbolístico, pero no se vende bien”

Nació en Pereira, Colombia, pero tiene nacionalidad estadounidense. Sus padres migraron hacia ese país y cuando estuvieron instalados enviaron a traer a sus cuatro hijos.

Eddie Marle salió a los 9 años de su nación cafetalera. Pasó parte de la escuela, el colegio y la Universidad en la Gran Manzana.

Viajó a Milán, Italia, y su vida cambió para siempre. Se vinculó al AC Milan y ese fue el inicio de su carrera profesional en el fútbol mundial.

Él conversó con este diario sobre cómo mira el balompié ecuatoriano, así como de los campamentos juveniles organizados con su propia empresa Academia Italiana de Fútbol. También sobre el programa especial para niños autistas que lanzará en mayo de este año.

¿Usted cree que el fútbol ecuatoriano tiene potencial?

Sí, tiene un gran potencial, pero su imagen no se proyecta hacia el exterior ni se trabaja con las organizaciones a nivel mundial para favorecer a los jugadores y cotizarlos bien. Mi experiencia, después de trabajar con algunos equipos de Ecuador, es que se trabaja de manera muy artesanal. No hay buenas redes ni están articuladas ni alianzas ni estrategias para promover a los futbolistas “tricolores” en el extranjero.

¿Cómo vio el triunfo de Ecuador en la sub-20?

En estos momentos Ecuador está como Colombia hace ya dos décadas. Mi país tenía jugadores talentosos, pero no se comercializaban de la manera adecuada y no estaban bien cotizados. Eso ocurre por la falta de inversión interna, los manejos no siempre adecuados ni a favor del fútbol y los bajos perfiles que manejan los equipos en las series A y B. Los futbolistas y los empresarios deben trabajar de la mano, unidos, a nivel internacional para abrir los mercados. Hoy no figuran los ecuatorianos porque no son visibilizados en el exterior.

¿Cree que hay algún jugador de la sub-20 con un gran futuro?

Conozco al ecuatoriano Sergio Quintero, de esta selección, y de Imbabura. Tuve contacto con su equipo y creo que es uno de los jugadores con mayor proyección en Ecuador, en este momento.

¿Cuál es su opinión de los equipos ecuatorianos?

En Ecuador las escuadras logran tener un nivel bueno, con presupuestos moderados. Hay equipos que en la serie B manejan presupuestos de

$ 1 millón, que no es una cantidad tan grande. También existen algunas escuadras que cuentan con una buena cantera en dos o tres zonas de Ecuador. Por ejemplo, he visto un buen potencial de Imbabura.

¿Qué le dejó su experiencia en el AC Milan?

Trabajé con el AC Milan durante 11 años, en la capital económica italiana, y fui su director en las Américas. Eso me abrió las puertas hacia el fútbol a nivel mundial. Tengo más de 16 años de experiencia en estos procesos internacionales.

¿Qué logros obtuvo en elequipo rossoneri?

Bajo mi guía, el exequipo del primer ministro italiano Silvio Berlusconi llegó a ser la primera escuadra con difusión total de todos sus programas juveniles y de su marca en todos los países del continente americano.

Usted también trabajó con otros grandes equipos italianos.

Así es, el éxito con el AC Milan me llevó a ser buscado por otros equipos para difundir sus marcas y crear programas para jóvenes futbolistas. La Juventus, de Turín, y el Inter de Milan. Además trabajé para Alessandro Del Piero, jugador insigne de la Vecchia Signora. Todas estas experiencias me llevaron a ser coordinador general de mundiales: sub-20 de Colombia; sub- 17 en Chile; sub-17 en Emiratos Árabes; Mundial de Clubes en Japón por dos ocasiones.

Actualmente, usted tiene su propio programa para niños y adolescentes. ¿Qué espera de él?

Mi empresa se llama Academia Italiana de Fútbol. Hacemos campamentos de fútbol para niños y adolescentes, que cuestan

$ 450 por cada uno. El programa opera en 20 países de América Sur y del Norte, del Caribe, y en Europa. Tiene la base central en Estados Unidos (Miami) y sedes en Italia (Milán) y Colombia (Bogotá). Manejamos objetivos concretos y reales sobre beneficios y oportunidades para los participantes. Les ofrecemos becas deportivas para que estudien en universidades o se inserten en equipos de fútbol profesionales. Tenemos relaciones con más de 40 escuadras en el mundo.

¿Tienen posibilidad de jugar en equipos internacionales?

Sí, pero todo empieza desde un campamento. Allí los chicos son observados y seleccionados. Ellos deben quedarse dos años en el programa y participar en las competencias. Tenemos el Circuito Internacional de Torneos, que se llama Copa Americana. Esta se celebra una vez al año en Italia, Estados Unidos y Colombia, en estos dos últimos países se cambia de ciudad. Si logran pasar van a un segundo nivel, donde les ofrecemos otros programas a mediano y largo plazo.

¿Cuáles son las características para seleccionar a los jugadores junior?

No solo deben ser buenos jugadores, sino tener un buen rendimiento académico. Les damos el internado profesional, que nos permite llevar a Milán a jugadores mayores de 16 años. Este programa tiene una duración de dos semanas a cinco meses. Su propósito es foguear a los jugadores con escuadras profesionales y prepararlos al nivel de la exigencia del fútbol italiano y europeo.

¿Qué condiciones debe tener un buen futbolista?

Los jugadores exitosos tienen un nivel de presencia fuera de lo común y necesitan mucha paciencia. Entienden el manejo del tiempo, son fuertes y tranquilos para enfrentar las adversidades del fútbol. La principal cualidad es la humildad, eso hace que el jugador sea apreciado y valorado por los equipos y los fanáticos. Un futbolista que maneje bien su imagen resulta más atractivo para una escuadra.

¿La vida personal influye en la cancha?

Los futbolistas necesitan estabilidad emocional. Eso es lo más importante y hace que una carrera sea larga y con un buen desempeño en el campo. Un jugador requiere tranquilidad fuera de la cancha, manejar bien sus relaciones personales y familiares. Esas son las habilidades personales del jugador y se relacionan con su capacidad para adaptarse, evolucionar y funcionar. Un futbolista que está en escándalos o tiene problemas legales o con los fanáticos y los medios, no tiene una carrera productiva ni larga.

Usted estuvo muy cerca de los astros del balompié internacional, ¿qué recuerda de ellos?

Me marcó el holandés Clarence Seedorf, por su sencillez, humildad. También Paolo Maldini, el capitán del Milan, quien es considerado uno de los “dioses” del fútbol. Él me impresionó por su integridad personal y humildad. Maldini sabía quién era y dónde estaba, pero siempre demostró gran respeto por todos.

¿Cómo lograr que una escuadra local brille en el exterior?

Hay que enfocarse en sus canteras y en sus procesos juveniles. Tienen que lograr explotar las cualidades de esos jugadores, llevarlos hasta el primer equipo y dejarlos debutar allí. Esos equipos traen un sentido particular de lealtad de las familias de esos jugadores y de ellos mismos. Esta es una dinámica importante en el fútbol, que es de pasiones y de corazón. Cuando hay lealtad y pasión, los jugadores brillan en el campo y logran cosas inesperadas. Un ejemplo, es el equipo Cobreloa de Chile, otros han tenido situaciones adversas, pero con el compañerismo, la fe y el amor por su comunidad llegan a tener grandes logros. Esto permite que un equipo chico llegue a instancias internacionales. El secreto es mantener y retener a los jugadores. Pero vemos que las escuadras hacen ese salto, venden a sus jugadores y bajan de nivel.

La Academia lanzará un programa para niños autistas. ¿Por qué?

Hay nacimientos de niños autistas a nivel mundial por factores ambientales. En EE.UU. un niño de cada 59 nace con esa condición; en Colombia la cifra es similar. Esto es parte de nuestra sociedad, pero no estamos preparados. Por ello, desarrollamos nuestra propia metodología a través del fútbol para ayudar a los padres de estos niños que no están preparados para apoyar a sus hijos. Los niños autistas son una bendición. (I)