¿Cómo se puede promover el reciclaje en familia?
Desde todo punto de vista el planeta sufre un fuerte impacto ambiental debido, en parte, a la falta de una cultura de reciclaje en la sociedad. Una de las medidas que podrían contrarrestar la afectación a la calidad del aire, el agua y el ecosistema en general es la concientización de los integrantes de la familia respecto de su consumo y la correcta disposición de los desechos sólidos.
Xavier Salgado, director de la organización Medio Ambiente Sustentable, recomienda que debe haber un líder dentro de la familia «que puede ser el niño, el adulto mayor, el papá, la mamá, pero un líder que provoque al resto la intención de participar hacia una conciencia ecológica». En tal sentido, se puede reutilizar el plástico, el papel o incluso el vidrio.
Es necesario tener en cuenta que el procedimiento para reciclar plástico es aplastar las botellas, ponerlas en un saco y, al final, llevarlas a un centro de abastecimiento, el cual nos puede dar réditos económicos por ello.
Así también, no se debe hacer reciclaje de un material tóxico, porque provoca contaminación. «No podemos tener almacenadas botellas o cartón bastante tiempo en nuestra casa porque nos afectarían los roedores, las cucarachas o los insectos», menciona Salgado al tiempo de puntualizar que precisamente por ello, «cada semana se debe evacuar o poder distribuir al abastecimiento de reciclaje lo que hemos almacenado».
Además, el analista ambiental apunta que existe un grave problema si en la familia se bota la basura a diferentes horas o días, donde no pasa el carro recolector, porque se cometen hacinamientos inmensos o islas de desechos sólidos en las esquinas de los parques, casas, escuelas o iglesias.
Con esta acción, Salgado señala que «eliminaríamos la contaminación de los conductos de agua lluvia, de nuestros hogares, de nuestro barrio, de la proliferación de moscas, de los roedores, de las mascotas que no tienen dueño y desmoronan la basura«.
Respecto a la clasificación de los desechos, hay que entender que estos se pueden dividir en orgánicos, los que se relacionan con la comida, e inorgánicos, aquellos que se pueden llevar al reciclador para vender.
El especialista plantea que es fundamental que exista un otorgamiento de responsabilidades para un sustento económico que puede servir para pagar estudios o comprar algo determinado como, por ejemplo, una prenda de vestir.
Salgado sostiene que la idea es que cada miembro aporte para la construcción de un desarrollo sostenible desde las casas, y luego compartir con esa actividad al barrio. Con ello, «no solo que involucramos a nuestra familia, sino a las familias del sector», expresa. (I)