Bélgica vs. Francia, entre la leyenda y la historia (en juego)

Solo un partido separa a Francia del reencuentro con la historia y a los belgas de convertirse en un equipo de leyenda. La apuesta es más que considerable para dos selecciones que han sobrevivido al devenir de Rusia y que han llegado hasta la frontera de la final. No es algo nuevo para ninguno de los dos. Pero sí formidable para ambos.

Francia está a un paso de situarse en la tercera final de un Mundial. Una la ganó, en 1998, como anfitrión. La otra la perdió, en Alemania 2006 frente a la selección de Italia.

Bélgica disputará una semifinal de un campeonato del mundo por segunda vez. No tuvo éxito en la anterior, en México 1986, cuando fue superada por Argentina.

Terminó en cuarto lugar el conjunto entonces dirigido por Guy Thys y con jugadores reputados como Jean-Marie Pfaff, Eric Gerets, Enzo Scifo, Jan Ceulemans o los hermanos Franky y Leo Van der Elst. Perdió la consolación, precisamente, contra Francia.

Han pasado 32 años para que Bélgica se reencuentre con una situación similar y aborde el asalto a un lugar desconocido. Una final por un título mundial.

Afronta como una ocasión única la selección belga la disposición en la que se encuentra. En manos de una de las mejores generaciones de su historia, en plena madurez, asume con convicción el reto. Mucho ha tenido que ver en ello el DT, el español Roberto Martínez, capaz de armonizar el talento y plagar de confianza a un magnífico grupo lastrado por las últimas decepciones.

Bélgica transitó por la primera fase con autoridad. Como el conjunto más goleador del torneo, liderado en este aspecto por Romelu Lukaku. Ataviado por un sistema de juego ofensivo, pasó por encima de Panamá, Túnez y también de Inglaterra. Tres partidos y tres victorias.

Los “Diablos Rojos” sobrevivieron también al momento más delicado. A los octavos de final contra Japón, al que remontaron dos goles con un triunfo agónico en los pies de de Nacir Chadli en la última jugada del partido. Y se ganaron el pase a “semis” tras dejar apeado a Brasil en lo que fue una dosis de autoestima.

Thomas Meunier es la única baja con la que cuenta Roberto Martínez para el duelo con Francia. El lateral del PSG debe cumplir un partido de suspensión.

El resto está en condiciones. Incluidos Chadli, que puede ocupar el lugar de Meunier y el atacante de la Real Sociedad Adnan Januzai, repuesto del golpe en la rodilla izquierda que sufrió en el entrenamiento previo al choque contra Japón.

Martínez será fiel a su filosofía. A pesar de la enjundia del rival, no renunciará a la posesión del balón (ambos equipos tienen un promedio de 53% de tenencia). El DT español pretende aprovechar el buen momento de Eden Hazard y la recuperación de Kevin De Bruyne, habilitado como mediocentro en el juego con Brasil en cuartos.

Yannick Ferreira Carrasco y Dries Mertens fueron los sacrificados en el último partido. El primero regresará al 11 beneficiado por el espacio que deja la baja de Meunier.

Optimismo galo

La selección francesa afronta con optimismo su partido de semifinales contra Bélgica. Los “Blues” han sido el equipo más sólido del campeonato y los triunfos contra dos selecciones de gran caché como Argentina y Uruguay en los cruces los solidifican aún más en su candidatura.

La Francia que dirige Didier Deschamps ha sabido, tras una fase de grupos irregular en el juego, aunque intachable en los resultados (victorias ante Australia y Perú, empate contra Dinamarca), adecuar sus condiciones a lo que cada partido requería en función del rival.

Contra Argentina aprovechó la lentitud de la defensa de la Albiceleste para lanzar a jugadores como Mbappé, que provocó el penalti del primer tanto galo y destrozó por velocidad a la escuadra sudamericana cuando los argentinos empataron el duelo de la mano de Ángel Di María.

Frente a Uruguay adoptaron una faceta distinta. Ante la exuberancia física de los charrúas, encontraron su oportunidad en el balón parado con el gol de Raphael Varane y se aliaron con la fortuna del mal despeje de Fernando Muslera al disparo de Antoine Griezmann.

El próximo desafío de una Francia cuyos jugadores piensan que pueden ser “campeones del mundo” –Lucas Hernández– como hace 20 años lo fue la generación de su técnico Didier Deschamps, es una Bélgica que también ha sabido adaptar su discurso a los diferentes rivales, bien armada en defensa y en ataque, con un buen estratega, Roberto Martínez y un “infiltrado”: Thierry Henry.

El ariete Olivier Giroud espera convencer hoy (13:00) en San Petersburgo al que fuera gran ícono del fútbol francés en los años 2000 (Henry) que se equivocó de bando al aceptar la oferta de Martínez para ayudarlo en el Mundial, en el cuerpo técnico de los “Diablos Rojos”.

Tras haber cumplido su partido de sanción por acumulación de amonestaciones, Francia recupera a Blaise Matuidi, que probablemente retornará a su puesto en la alineación en la izquierda del ataque, en la línea de mediapuntas que completan Griezmann y Mbappé.

La única duda de Francia es el lateral suplente Benjamin Mendy, con problemas musculares. (I)