Alonso ya no lucha como el salmón contra la corriente: "Soy feliz, puedo esperar"

Fernando Alonso llegaba a España por primera vez desde el accidente de febrero (“Llevaba dos meses sin venir, y hoy, en cuanto aterricé, sólo ya respirar, te sientes en casa”). Y lo hacía con un ojo ligeramente hinchado por un orzuelo, gafas de sol hasta en la rueda de prensa (“Llevo tres o cuatro días, estoy en la parte final del proceso”). En un momento de su carrera donde los resultados, si llegaran, son un regalo, no el objetivo. El piloto español volvió a repetirlo de nuevo: “Si vuelvo o no a luchar por un campeonato, el tiempo nos lo dirá, pero soy una persona feliz, así que no tengo problema en esperar”.

Alonso parece otro piloto. Para ser más exactos, vive con enfoque personal y profesional. Mantiene la tensión competitiva, pero en otro contexto. No tiene que luchar contra la corriente, como el salmón que era en los tiempos de Ferrari. Ahora fluye con la corriente del nuevo proyecto de McLaren y Honda, inmerso en la perspectiva de un arco temporal más amplio para volver a ganar. Con menos tensión inmediata. Y se nota en su lenguaje corporal. “Estoy de buen humor, el equipo me apoya de una manera que quizás no tuve en los últimos años, me siento contento, feliz de un formar parte de un gran proyecto…Estoy viviendo momentos interesantes en mi vida ahora”, explicaba ayer.

Alonso espera luchar por la Q3 y los puntos en Montmeló (Reuters)

«Creo que sorprenderemos a la gente en algunas carreras»

Con la excepción de su época de Minardi, quizás sea esta la edición del Gran Premio de España de menores expectativas  para el piloto español. Por ello, Alonso insistía una y otra vez en que, para este fin de semana, los resultados eran secundarios. “Esta va a ser para nosotros la primera oportunidad por rendimiento de intentar estar en el Q3 y puntos, pero para nosotros es la segunda prioridad”, explicaba el piloto español. Porque la expectativas se engarzan en la foto global de evolución de su nuevo proyecto. “Lo primero que queremos para este fin de semana es aprender sobre el coche y seguir creciendo. Los pasos adelante que dimos en Baréin y China significaron un buen progreso, y la principal prioridad es mantener esta progresión. Hemos traído muchas novedades aquí y la prioridad mañana (por hoy) es probarlas y que nos den rendimiento extra. Los resultados dependen de la fortuna y los demás…”.

Ayer, de nuevo Alonso dejaba entrever las expectativas optimistas que Ron Dennis o Eric Bouiller han intentado transmitir estas últimas semanas (“Es la quinta carrera sólo, queda mucho, creo que sorprenderemos a la gente en algunas carreras”), pero sin olvidar el momento actual de desarrollo. “A mitad de año vamos a empezar a tener una idea clara de lo competitivos que seremos este año y los que vienen. Hay un plan de mejoras superagresivo para los próximos dos o tres meses… Agosto, septiembre, entonces tendremos una mejor conocimiento del potencial del coche, ahora vamos paso a paso y en septiembre veremos dónde estamos”.

Pensando en los aficionados, Alonso reconocía: “Es difícil explicarlo a la gente en España, porque tienen grandes expectativas en mí y en mi equipo y, aunque no logramos grandes resultados cada carrera, parece que se resetea después de cada Gran Premio y se espera que ganemos. Es duro porque al final del día dentro del equipo sabemos las limitaciones que tenemos y lo que esperamos. Intentaré compensarlo con un pilotaje agresivo”.

Alonso compartió rueda de prensa con Sainz y Merhi (Efe)

«Parece que no aceptan que alguien les haya dicho que no…»

En su retorno a Montmeló reconoció que el accidente no representaba ningún problema: “No he pensado nada en todo este tiempo, ha pasado y no tengo nada dentro que me haga estar preocupado o cosas raras. Además, tengo ganas de agradecer al equipo médico que me ayudó tanto”. Después del gran premio invitará a cenar quienes le atendieron en febrero para mostrarles su agradecimiento. “En la semana del hospital tuve uno de los mejores equipos que podías imaginar».

Curiosamente, la nueva decoración del equipo británico creó muchas expectativas. Pero Alonso se enteró primero por la prensa, sin demasiado crédito a lo que consideraba sólo rumores. “Los nuevos colores fueron una sorpresa incluso para mí, porque había oído algunos rumores durante las últimas semanas, y pensé que no eran ciertos. Y hace dos días en la fábrica pregunté: «¿Qué pasa con estos rumores?» «Son ciertos, ¿quieres ver el coche?». Es una nueva motivación para todos en el equipo, para que todo el mundo entienda qué hacemos en este proyecto, qué esperamos unos de otros, y con estos colores agachar la cabeza y trabajar juntos”.

Respecto a las declaraciones de Luca Cordero di Montezemolo esta pasada semana, y la “crisis” del equipo británico, Alonso dejaba sólo un velado mensaje: “No creo que McLaren esté en crisis. He leído algunos comentarios, tristemente; parece que ellos no aceptan que haya alguien que les haya dicho que no, pero es su problema.  Lo que yo hacía con ellos estos años es lo que hacen ellos ahora”. Cuando se ve y se escucha a Fernando Alonso, se comprueba que está en otra película. En la Fórmula 1, y en su vida.

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