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El asombroso Xiaomi Mi 11 Ultra no se ha quedado solo en la apasionante carrera de Xiaomi por dar ese paso al frente en la gama alta en este 2021.

El Xiaomi 11T Pro es el nuevo smartphone de gama alta de la compañía china, el más ambicioso de la nueva familia que pierde el apellido Mi para asentarse ya como un terminal Xiaomi del que evolucionarán a partir de ahora sus mejores smartphones. Y como es cada vez más habitual, no podemos hablar de un terminal más en el catálogo de Xiaomi por varias (y potentes) razones. Lo hemos probado para comprobarlo.

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Ficha técnica del Xiaomi 11T Pro

Un diseño «made in Xiaomi»

La muy delgada línea que delimita un smartphone de gama alta del modelo franquicia de cada marca puede que empiece a quedar definido por el diseño más diferenciado. Al menos es lo que ocurre con la amplia familia 11 de Xiaomi.

Tras los Mi 11 y Mi 11 Ultra, éste último presumiendo de un diseño focalizado completamente en su módulo de cámara, el diseño del nuevo Xiaomi 11T Pro queda más cercano al de sus hermanos pequeños de la familia RedMi que a los modelos de referencia del fabricante.

No es para nada una mala noticia. Solo cuestión de algo de personalidad y diferenciación. El Xiaomi 11T Pro se presenta con un gran cuerpo y la característica curvatura de la parte trasera, fabricada en cristal. El marco tiene una fabricación en aluminio del mismo tono que la trasera.

En este nuevo Xiaomi, esa trasera tiene acabado brillante con la consiguiente facilidad para atrapar las huellas, aunque con la misma facilidad se eliminan. El modelo en gris que hemos podido probar resulta especialmente atractivo visualmente por el tono de metal cepillado.

En el diseño del frontal, además de una reducción de marcos solo de notable, es apreciable la falta de continuidad de las diferentes capas desde el marco hasta la pantalla, la cual viene protegida con Gorilla Glass Victus.

El Xiaomi 11T Pro es un terminal que podemos considerar grande, con las limitaciones de manejo habituales de un terminal con pantalla de más de 6.5 pulgadas, pero en mano me ha gustado mucho. Nos transmite sensación de ligereza (el peso oficial es de 204 gramos) y es muy agradable por su grosor de 8.8 mm matizado por el acabado curvado y no excesiva anchura.

El tacto del cristal de la parte trasera es correcto y no me ha resultado nada deslizante, por lo que, en conjunto, ofrece un agarre muy seguro.

Lector de huellas en el botón lateral y altavoces estéreo

Los elementos físicos que forman parte del diseño del Xiaomi 11T Pro son los esperados. En la parte inferior está el lugar del puerto USB-C, uno de los altavoces estéreo y la ranura para la nanoSIM (SIM Dual).

Si seguimos por los laterales, solo hay que fijarse en el derecho, que es donde queda colocado el botón de encendido y los controles de volumen. En ambos casos el tacto y recorrido es correcto.

Nos quedamos ahora en el botón de encendido, ligeramente curvado y de tacto muy suave para que no nos de pereza tocarlo. Al fin y al cabo es donde encontramos el lector de huellas. La situación es muy ligeramente por encima del punto medio del lateral, lo que en mi caso significa que no es tan directo el colocar el dedo para identificarnos en él.

La lectura de nuestra huella es fiable y rápida (basta colocar el dedo encima, sin pulsar aunque podemos configurarlo para que solo se active al pulsarlo), pero siempre es recomendable tener también activado el reconocimiento de rostros para asegurar la identificación más rápida posible.

Ya en la parte superior del teléfono se sitúa el puerto de infrarrojos y el segundo altavoz estéreo, el cual tiene una relevancia especial en el sonido global del equipo, que viene además certificado por Harman/Kardon.

Por último hay que mencionar que la trasera sobresalga supone un hándicap para usar la pantalla cuando el terminal está apoyado sobre la mesa, pues con el toque de los dedos se produce un evidente balanceo del dispositivo.

Pantalla Dolby Vision AMOLED a 120 Hz

Situándonos ya en una horquilla de precios que parten de los 650 euros, la pantalla ya no puede ser una cualquiera.

En este Xiaomi 11T Pro hablamos de un panel AMOLED de 6.67 pulgadas con cobertura de color P3 y Dolby Vision. Es también HDR10+ y presenta una tasa de refresco de 120 Hz y muestreo táctil de hasta 480 Hz.

Aunque Jose no lo tenga tan claro, la pantalla del Xiaomi 11T Pro es muy «disfrutona»

La pantalla, con relación de aspecto 20:9 y resolución de 2400×1080 píxeles, ofrece una experiencia visual de mucho nivel, especialmente en el contraste y el alto brillo, que alcanza los 800 nits con un pico máximo de 1000 nits.

Con esos valores de contaste y brillo, la visualización es excelente en interiores y perfectamente usable en exteriores incluso con luz directa muy intensa. La respuesta del sensor automático de brillo nos ha parecido rápida y bastante fiable.

Con unos marcos bastante regulares y reducidos, la pantalla ocupa todo el frontal aunque la cámara secundaria tiene una presencia considerable que reduce algo la experiencia global cuando estamos visualizando vídeos, que pasa por ser una de las experiencias más satisfactorias con este Xiaomi 11T Pro gracias al soporte HDR10+ y Dolby Vision si estamos consumiendo contenido compatible.

Pero gracias a la tasa de refresco de 120 Hz adaptativa, que podemos forzar nosotros a 60 Hz desde las opciones de control d la pantalla, la pantalla del Xiaomi 11T Pro colabora de manera importante en la experiencia diaria con el teléfono especialmente en lo que tiene que ver con la agilidad de la interfaz y el juego.

También admite el Xiaomi 11T Pro personalizar la visualización de la pantalla cambiando entre varios modos de color. Tenemos disponibles hasta cuatro opciones de partida, incluida una que ajusta la visualización a la luz ambiente. Un segundo escalón de personalización ya nos permite definir más concretamente el espacio de color asociado (P3, sRGB u original) así como el ajuste fino de valores de color, saturación, contraste y gamma.

Por último hay que mencionar los modos especiales de visualización, donde encontramos desde el modo de lectura al modo antiparpadeo o el motor de imágenes IA que ciertamente no tiene mucha relevancia.

Si eres de los que quiere disponer de información en pantalla incluso cuando ésta se encuentre apagada, no falta en este 11T Pro de Xiaomi el modo de pantalla siempre encendida, que podemos personalizar mucho en casi todos los apartados que te puedas imaginar.

Sonido Dolby Atmos con buenos altavoces estéreo

Regresamos al apartado de sonido, del que ya adelantamos alguna idea, porque es uno de los aspectos a destacar de este terminal.

Como hemos indicado en el apartado de diseño, en el Xiaomi 11T Pro contamos con dos altavoces estéreo que ofrecen un sonido contundente, bien equilibrado y con soporte para Dolby Atmos que le da un extra de presencia principalmente a los graves. Lo que no hay es puerto de auriculares.

Dolby Atmos puede ser desactivado en las opciones de audio del sistema (algo que no recomendamos) así como personalizar la experiencia tanto cuando usamos los altavoces integrados como cuando recurrimos a dispositivos bluetooth, entre ellos auriculares.

Entre las opciones de configuración Dolby Atmos encontramos perfiles de audio preestablecidos así como ecualizadores gráficos asociados a diferentes estilos musicales o uno que podemos definir nosotros de manera completa según las necesidades o preferencias.

Un interior liderado por el Snapdragon 888

Xiaomi va a lo seguro con el interior de su nuevo 11T Pro. Su fama y valor durante años como excelente ensamblador de los mejores componentes hardware del mercado es algo que mantiene con el tiempo incluso desde gamas muy bajas.

El Snapdragon 888 es el rey de la fiesta, a la que se une una cantidad de RAM fija de 8 GB para el mercado español así como una memoria interna de 128 y 256 GB (UFS 3.1).

Con ese punto de partida y la citada tasa de refresco de 120 HZ, la fluidez del Xiaomi 11T Pro es total en el día a día, ya sea navegando con muchas pestañas como jugando o simplemente disfrutando de su interfaz. A nivel de bechmarks, las cifras no han acabado de acompañar e incluso en alguna pasada con ciertos benchmarks gráficos, la prueba se paraba por excesivo calentamiento del dispositivo.

El terminal se calienta sin causar exceso de preocupación cuando jugamos con él. También cuando nos animamos a grabar vídeo en alta resolución, habiendo causado algún que otro cierre forzado (y avisado por el sistema operativo).

Carga rápida … de verdad

Casi todo lo asociado a la batería del Xiaomi 11T Pro resulta sobre el papel espectacular. De entrada estamos ante una batería de 5000 mAh, toda una declaración de intenciones.

Sin embargo no hemos notado que ese extra respecto a los 4500 mAh más habituales marque diferencias. En pruebas con la frecuencia de refresco fijada a 120 Hz (es adaptativa al estilo Android) hemos promediado unas 18 horas de autonomía total, subiendo por encima de 25 horas cuando hemos reducido y forzado la tasa de refresco a los 60 Hz.

En todo caso, como siempre nos pasa, la experiencia con los 120 Hz en el día a día merecen la pena habida cuenta de que el día de uso de manera intensiva lo tenemos asegurado. Y máxime con la prometida carga extremadamente rápida del Xiaomi 11T Pro.

Como el movimiento se demuestra andando, Xiaomi incluye de serie con el Mi 11T Pro un cargador listo para sacarle partido a esta funcionalidad. En concreto hablamos de un cargador USB-C de 120 W y cable 6A listo para aprovecharlo.

Y vaya si lo hace. Toda la publicidad que Xiaomi hace de esta carga ultrarápida la hemos podido comprobar fehacientemente. Para pasar del 8 al 100% el Xiaomi 11T Pro solo requirió el paso de 17 minutos exactamente. Y sin un calor excesivo. Pero si realmente tenemos prisa, con 5 minutos nos llevamos prácticamente la mitad de la batería cargada.

MIUI muy visual y personalizable

Hasta que en unos meses podamos ver el nuevo MIUI, este Xiaomi 11T Pro debe conformarse con la versión 12.5 de la capa de Xiaomi sobre Android 11.

Con esta capa encontramos la habitual retahíla de aplicaciones y servicios propios de Xiaomi, así como interminables opciones de personalización del terminal, no solo en el apartado de la apariencia sino especialmente en las opciones y funcionamiento del terminal. Piensa en algo que quieras ajustar a tus gusos y probablemente exista esa opción, eso sí, igual no está tan accesible o dónde lo esperabas.

La capa 12.5 de MIUI ya está lo suficientemente madura, de hecho ya tiene sucesora que llegará en los próximos meses, como para ofrecernos una experiencia completa y satisfactoria. Y más en un terminal de gama alta como este Xiaomi 11T Pro, donde no hemos experimentado lag alguno y solo debemos citar el cierre de la aplicación de cámara cuando abusábamos del vídeo y el terminal se acababa calentando en exceso.

Triple cámara con sensor de 108 MP que va a lo seguro

El Xiaomi 11T Pro repite estrategia del modelo base de la familia, el Mi 11, en el apartado de cámara. Tenemos tres cámara principales, con el sensor de 108 MP a la cabeza. La diferencia la marca el gran angular, que en este modelo es de 8 MP frente a los 13 MP del modelo 11 a secas. Completa el trío de cámara un sensor telemacro de 5 MP.

Esta combinación es ciertamente conservadora y buscadora de la seguridad de algo que, para la mayoría de usuarios, funciona. Más cámara de consumo generalista (y acertada) que un paso al frente en fotografía móvil. Para eso deja a otros terminales de su familia como el Mi 11 Ultra.

En la app de cámara no hay sorpresas tampoco, siendo de nuevo un buen trabajo por parte de Xiaomi. Los modos se pasean por la interfaz principal al ritmo de nuestro dedo pero podemos decidir qué modos salen en la pantalla principal así como la manera de acceder a ellos, si estirando desde el obturador o deslizando desde la derecha.

Puede parece una tontería pero tener estas opciones y dejar en manos del usuario cómo quiere usar su teléfono es muy de agradecer. En mi caso lo prefiero estirando desde abajo porque accedo de una manera más directa a modos que no suelo usar mucho. Los que no faltan son el Pro (con captura en RAW disponible y modo de disparo de 108 MP a solo clic de distancia) así como el de retrato.

Aunque no está anclado como modo de disparo, el superMacro es uno de los atractivos de este Xiaomi 11T Pro por su buen funcionamiento. Si te gusta la macrofotografía, es de las cámaras con las que más fácil nos ha resultado obtener instantáneas desde muy cerca.

Siguiendo con la interfaz, disponemos de los iconos para acceder de manera directa a la cámara gran angular así como un zoom 2X que, ojo, no es óptico sino digital, y que no nos ha acabado de convencer.

Es justo de día, ya sea a plena luz o con el tiempo nublado, cuando la cámara principal del Xiaomi 11T Pro ofrece su mejor cara.

En todo caso es recomendable mantener activado en modo automático el HDR, aunque alguna que otra sorpresa por exceso y artificialidad nos hemos llevado en nuestras pruebas con contraluces intensos.

Es especialmente interesante el nivel de detalle que consigue resolver el sensor principal así como el poco ruido cuando hay luz suficiente. Y no basta con que sea de día, pues en jornadas muy nubladas hemos detectado exceso de ruido con mucha facilidad.

El modo de disparo de 108 MP, que mejor que como modo me hubiera gustado ver como una opción más junto al HDR en la pantalla principal de disparo, no ralentiza nada la toma pero su utilidad se limita a poder recortar la imagen y sus muchas posibilidades de reeencuadre.

La cámara principal se complementa con un obligado para mi: el gran angular. Da mucho juego y en general ha mejorado bastante en la gama alta, aunque en este Xiaomi 11T Pro todavía tiene margen de mejora cuando las situaciones no son las ideales. Con luz y escenarios globales me parece suficiente para este terminal.

Al reducirse la luz y llegar la noche, las dos cámaras principales del Xiaomi 11T Pro empiezan a evidenciar falta de recursos. Es cierto que la principal mantiene el tipo bastante bien si no nos importa que el ruido sea evidente pero manteniendo la naturalidad de la escena.

Si optamos por el modo Noche, la escena gama exposición aunque, según la situación, puede perder algo de acierto en el color y el balance de blancos. Casi mejor dejar activado el modo nocturno que se ofrece de manera automática cuando la cámara cree que lo necesita y que alarga la exposición pero no tanto como en el modo Noche puro.

El modo retrato cumple sin más. Es correcto y más bien justo en todos los apartados importantes pero tampoco decepciona. La separación de elementos con el fondo es ajustada y el desenfoque, interesante.

En modo vídeo, pese a la publicidad que Xiaomi le otorga a la cámara de este nuevo terminal, los resultados me parecen algo más discretos, especialmente cuando la luz escasea y el ruido hace acto de presencia y es evidente que el enfoque automático no se acaba de aclarar.

Es cierto que el Xiaomi 11T Pro presume de poder grabar vídeo a 8K y 30 fps, pero es actualmente una función más publicitaria que efectiva.

Lo ideal seria grabar en 4K a 30 o 60 fps, con modo HDR que admite e incluso la función HDR10+ activa para sacarle el máximo partido en dispositivos compatibles, como por cierto es el propio terminal.

En cuanto a la estabilización, la que viene de serie ofrece un resultado bueno, una de las grandes sorpresas del modo vídeo cuando hay suficiente luz.

Xiaomi 11T Pro, la opinión y nota de Xataka

No ha querido Xiaomi apurar este 2021 para completar una de sus familias más interesantes de toda su historia. Poco a poco, y ya sin apellido de por medio, la gama alta del fabricante asiático va ganando solvencia incluso en apartados hasta ahora vetados a ellos.

El Xiaomi 11T Pro lo apuesta todo a una combinación que nos ha convencido: una pantalla Dolby Vision y una carga rápida como no habíamos visto. El resto de elementos acompañan de manera acertada al 11T Pro pero a una escala inferior. La cámara, el rendimiento pese al Snapdragon 888 o el diseño cumplen pero no destacan. Para pensárselo.