Xavi Hernández pasa del “¡que viva España!” al populismo en su despedida

En el corazón de Madrid, en la Plaza de Colón, la inolvidable Roja que lideraba Luis Aragonés celebraba un triunfo histórico. Tras años de fracasos y decepciones, nuestra Selección cambiaba la historia, su historia, tras ganar la Eurocopa celebrada en 2008 en Austria y Suiza. El jolgorio era absoluto en el equipo, con una actuación de Pepe Reina para el recuerdo. En esto apareció Xavi Hernández, futbolista clave para entender la época dorada de la Roja, y con un espontáneo “¡que viva España!” dejó al personal con la boca abierta. Un futbolista catalán expresando con libertad lo que sentía, al menos en ese momento. Ahora, años después, la tremenda pitada que aguantó el Rey Felipe VI mientras sonaba el himno nacional en la última final de la Copa no sólo no fue censurada por el futbolista, sino justificada.

Aquella frase le pasó factura y sacó a relucir otro Xavi. “Lo sentí así. Bueno, quizá veníamos de habernos tomado unas cervezas, pero quise decir también viva el fútbol español y nuestra Selección, que nos ha dado tanto”, dijo en una entrevista en El País semanal para justificar su acción. Los más radicales independentistas tardaron lo justo en arremeter contra el mediocampista. No esperaban que un jugador de la tierra y criado en La Masía sacara a relucir su españolidad en el pleno centro de la capital. El futbolista, que vive sus últimas horas como jugador del Barcelona, tuvo que dar marcha atrás, poco a poco, con el paso del tiempo, midiendo muy bien sus palabras cada vez que era cuestionado por la independencia de Catalunya, charlas en las que siempre salía a relucir su “¡viva España!”.

Con participación constante en las diferentes selecciones de categorías inferiores, Xavi ha defendido la Roja absoluta en 133 oportunidades. Desde el interior de la Selección española se habla de un futbolista que en privado nunca se ha pronunciado claramente a la hora de valorar el proceso independentista catalán. Se habla de una postura “tibia” por su parte y siempre dependiendo del entorno en el que se encuentre; calcula mucho sus mensajes según sea la compañía que tenga en cada momento. “Un tipo normal”, explican, recordando que otros compañeros, catalanes o vascos, sí han manifestado con mucha más claridad sus ideas.

Xavi Hernández pasa del “¡que viva España!” al populismo en su despedida

Oleguer sí fue claro

La postura de futbolistas vascos y catalanes que han defendido -y algunos defienden todavía- la camiseta roja de España siempre ha estado de manera permanente bajo el foco mediático. Muy recordada es la citación del independentista Oleguer Presas para una concentración con Luis Aragonés, reconociendo tiempo después que no jugó con España “por no tener la implicación y motivación necesarias”. En el caso de Xavi, Del Bosque ha tenido que dar la cara por el jugador catalán más de una vez, con el que acabó de mala manera en el pasado Mundial de Brasil, a cuenta de cuestiones más políticas que deportivas. “Parece que Xavi tiene que demostrar siempre su compromiso y su carácter español en cada partido. Considero que no hay derecho a que suceda esto porque es un buen chico”, dijo el seleccionador antes de que el mediocampista disputará su partido número 100 con España.

Xavi no ha querido meterse en ningún charco -catalán- en esta oportunidad y justificó la pitada al himno nacional, ese que ha escuchado decenas de veces ataviado con el traje español. Sabe que los grupos radicales catalanes le hubieran machacado una vez más, como pasó en 2008, en caso de decir lo contrario, y como ya está escarmentado ha optado por apelar a la libertad de expresión para justificar lo que sucedió en el Camp Nou y que está bajo vigilancia por parte de la Comisión Antiviolencia. En este punto no conviene olvidar lo que manifestó en 2011, que “va siendo hora de exclamar: ‘¡viva España! y ¡viva Cataluña!’ a la vez y que no pase nada”. Siempre nadando entre dos aguas, sabiendo que una palabra más alta que otra le acarrearía un problema.

Xavi ha caminado sobre el alambre en esta cuestión como lo han hecho compañeros suyos, casos de Cesc y Piqué, habituales desde hace años en la Selección española, pero dejando claro su sentimiento catalán. Con más firmeza que Xavi, tanto en público como en privado. Así lo manifestó el futbolista del Chelsea en su día en Radio Marca, cuando dijo que “me siento catalán, pero mi pasaporte dice que soy español”. El actual capitán del Barcelona ha optado por el populismo, evitando meterse en un lío en su tierra, en una de sus últimas apariciones públicas en España antes de empezar una nueva vida en Qatar. En medios catalanes, o al menos cuando le ha tocado hablar en Barcelona, ha lanzado mensajes que no le generaran problemas, como cuando en 8TV dijo que “Madrid no nos escucha y no veo diálogo. Es como si yo te llamo, eres amigo mío, y no me coges el teléfono”, añadiendo que “siempre he mirado por el bien de los catalanes porque me siento muy arraigado a esta tierra”. Igual de arraigado al rojo español durante toda una vida…

@BrenpCom
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