Toyota Prius.  Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Lanzado en 1997, el Toyota Prius fue durante muchos años el híbrido por excelencia en el mundo, aunque no el único. Honda, por ejemplo, lanzó una versión del Civic con esta tecnología ya en 2003. Pero nada que ver con su rival de Toyota, del que se han comercializado más de cinco millones de unidades en estos 25 años correspondientes a cuatro generaciones. De ellas, la primera no se vendió en España.

Pero, como se dice, agua pasada no mueve molinos y aunque el Prius ha ido ganando ‘sustancia’ con cada nueva entrega, en paralelo iba perdiendo atractivo. Y es que a la enorme competencia que le ha surgido por todos lados, ha tenido que sumar la interna: en 2021, se matricularon 1.625 unidades de este modelo, por las 16.000 del Corolla o las 15.000 del CH-R, ambos también híbridos. Y este año, cuando esos dos modelos ya rozan esas cifras cuando quedan dos meses al ejercicio, el Prius prácticamente ha desaparecido, con solo 21 unidades.

Diferente, para bien y para mal

Es verdad que solo se vende como híbrido enchufable (PHEV), no autorrecargable, lo que hace que resulte casi 9.000 euros más caro que el Corolla básico. Con el CH-R no hay tanta diferencia, pero a favor de este juega que se trata de un SUV compacto y con un diseño que ha calado fuerte.Justo lo contrario que ha venido pasando con el Prius: aparte de ser una berlina y, por tanto, con menos demanda ha tenido siempre unas formas difíciles -feas para algunos- como una estrategia para diferenciarse.

También se ha dicho que era por mejorar la aerodinámica. Un argumento que desmonta la nueva generación, mostrada estos días en Japón y Los Ángeles y que se comercializará en Europa a lo largo de 2023, siempre como PHEV. Porque es un coche más ‘afilado’ y hasta bonito. Ahí están las fotos, las del nuevo y las de los modelos previos, para que opine. A quien esto escribe, el lateral le recuerda al actual Mazda3.

Estilo y proporciones

Lo primero que destaca es la ausencia de los pliegues que tanto han gustado en Toyota y Lexus, su división de lujo. Todos los paneles son ahora lisos, el afinado frontal parece la cabeza de un tiburón martillo y el cambio visual tiene mucho que ver con las proporciones. Así, el techo tiene una caída suave, parecida a la de un coupé y, respecto al Prius anterior, es más corto (4,6 cm), bajo (cinco cm), ancho (dos) y, con las ruedas llevadas a los extremos minimizando los voladizos, también ha ganado otros cinco cm de distancia entre ejes. Así que es de presuponer que será un coche mucho más habitable y también con una importante ganancia de maletero, ya que la batería (de mayor tamaño y capacidad que antes) va colocada bajo el asiento trasero y no por debajo del sueño de aquel. Se corrige así una de las carencias del actual modelo PHEV, que con 4,6 metros de largo apenas cubica 354 litros, como un utilitario.

Toyota no ha comunicado este dato ni otros que tengan que ver las cotas de un habitáculo que también abandona las extravagancias de antes y tira por lo sencillo y eficaz: replicar el salpicadero que ya estrenó el eléctrico bZ4x. Es decir, con un volante más pequeño de lo normal, una pantalla digital para la información básica y otra para el multimedia (no la climatización) colocada en horizontal y que mide 12,3 pulgadas de diámetro.

Mucho más potente

Construido sobre la plataforma modular TNGA de segunda generación, este Prius estrena una evolución del sistema híbrido de la marca que ofrece más de todo: potencia, porque pasa de 122 a 193 CV gracias al motor gasolina 2.0; prestaciones, pues acelera de 0 a 100 km/h en solo 6,7 segundos: y eficiencia, pues si bien el consumo medio (real) se mantiene en cifras muy aproximadas, el alcance eléctrico de la batería de ion-litio se dispara un 50%, desde 45 hasta 68 km. Hay algo de ‘truco’ aquí, pues también se ha incrementado su capacidad desde menos de 9 hasta 13,6 kWh.

Toyota dice que el nuevo modelo, que en otros mercados también se venderá como híbrido puro, recibirá una importante mejora en los asistentes de seguridad y confort. Especialmente, los que permiten una conducción autónoma de nivel 2. Y el coche será capaz de aparcar y desaparcar solo, incluso sin nadie al volante. Como en la actual generación, se podrá pedir con paneles solares en el techo. Aportan, si se dan las condiciones adecuadas, hasta 1.250 kilómetros eléctricos extras.