Esta es la historia de Dillon, un niño con problemas de comunicación que un día se asomó a la escalera de su casa y gritó a sus padres: «Adiós, os quiero«. No hizo falta más. Subieron corriendo a su cuarto, que estaba cerrado con llave, derribaron la puerta y agarraron al pequeño en el último momento, cuando estaba a punto de saltar al vacío desde la ventana. No aguantaba más. Ocurrió el pasado 16 de abril.

Dillon es un gran aficionado al golf. No se pierde un torneo por televisión, le gusta Tiger y tiene contacto directo con Sophie Gustafson, jugadora profesional del LPGA Tour y del Ladies European Tour que también sufre problemas en el habla. Estaba ayudando al pequeño con su propia experiencia, pero tras el intento de suicidio fue más allá. Se puso en contacto con el prestigioso periodista norteamericano Ron Sirak con el objetivo de hacer llegar la historia a Tiger Woods. Le pidieron al ídolo de Dillon si podía escribir una carta para ayudarlo. Tiger no se lo pensó.

Hace unos días, Dillon recibió una carta en su casa firmada por Woods: «Querido Dillon, Una persona me ha contado que te gusta ver el golf por televisión. Me encanta esto y también quería decirte lo orgulloso que me siento de ti. Sé lo que significa ser diferente y también sé que no siempre es agradable. Yo también tuve problemas de comunicación de pequeño y me gustaba hablar con mi perro hasta que se quedaba dormido. También recibí clases durante dos años, que me ayudaron a aprender y controlar el problema. Yo solía ser más pequeño que mis rivales cuando competía con ellos y normalmente era minoría en los torneos. Pero eso no me hizo parar, sino que incluso me motivó a trabajar más duro. Sé que tú puedes hacerlo también. Tienes una gran familia y muchos fans como yo que están a tu lado. Te deseo lo mejor y sigue luchando. Estoy seguro de que triunfarás en todo aquello que te propongas».

Dillon se había quedado sin amigos. En el colegio y en el equipo de fútbol donde estaba jugando era objeto de burlas y risas. Una historia conmovedora que, de momento, tiene un final feliz. La carta de Tiger ha sido un estímulo para Dillon, tal y como le dijo a Gustafson en un correo electrónico. «El sábado recibí una carta de Tiger y me dijo que él también había sido tartamudo de pequeño. Nos vamos a grabar la carta. Nunca he ido a un torneo de golf en directo, pero me gustaría hacerlo en cuanto tenga bien las piernas (se produjo una fractura en el intento de suicidio). Espero que otras personas que tengan problemas puedan leer algún día mi historia y se den cuenta de que el suicidio no es la respuesta. Fue un impulso y desearía no haberlo hecho. Estaba muy cansado de sentirme pequeño y ni siquiera me di cuenta de lo que hacía. Sé que lo único que he hecho es hacerle daño a mi familia a la gente que me ayuda, como tú. Muchas gracias a Ron y a ti por la ayuda. Eres una gran persona», finaliza.

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