Ter Stegen, el gran legado de Zubi en Berlín… por mucho que fastidie a Bartomeu
En enero de 2013, Víctor Valdés comunicaba al Barcelona que no prorrogaría su contrato. El guardián de la portería azulgrana durante años, optaba por dar un paso a un lado e iniciar una nueva etapa en otra parte, aunque la grave lesión sufrida en una de sus rodillas cambió su hoja de ruta, entrando en conflicto con un Mónaco que no respetó el acuerdo cerrado. Finalmente, el portero puso rumbo a Manchester. Fue entonces cuando la maquinaria se puso en marcha para encontrar el sustituto ideal, de presente y de futuro. Se dieron muchas vueltas al asunto, pero hubo una persona que nunca tuvo dudas; Zubizarreta apostó sin pestañear por Ter Stegen, a pesar de que Sandro Rosell y Bartomeu, entonces vicepresidente deportivo, en privado no se cansaban de desacreditar al entonces Director Deportivo. A día de hoy, el alemán se puede considerar un legado de primera categoría para el Barcelona, por mucho que fastidie a los citados dirigentes.
Andoni nunca fue valorado por sus jefes, que aprovechaban cualquier tertulia para llenar de críticas el ambiente. Cuando Valdés puso fecha de caducidad a su etapa en el Barcelona, el técnico se puso manos a la obra para encontrar el portero más adecuado para tapar el inmenso hueco que dejaba Víctor. Y marcó el objetivo cuando observó una y otra vez a Ter Stegen. Sus superiores, sin embargo, no acabaron de verlo claro en un primer momento. Sobre todo Sandro Rosell, al que llenaba mucho más Courtois, que a orillas del Manzanares mostraba un nivel de crack. Sin embargo, en cuanto Mourinho aterrizó de vuelta en el Chelsea, el entonces presidente desistió de fichar al gigante belga. Sabía que el entrenador portugués sería imposible de convencer en el caso de proponerle un trato. Thibaut se quedó cedido un año más en el Atlético y cuando tuvo claro que sería titular, como desveló El Confidencial, se incoporó al Chelsea.
Fue entonces cuando Rosell y Bartomeu, que manejaban directamente el capítulo de altas y bajas, dejaron en manos de Andoni la decisión de contratar un guardameta de garantías. Y, por lo visto, no falló el tiro. Ter Stegen es el suplente por detrás de Claudio Bravo, pero Luis Enrique le dio la Copa del Rey y la Champions League, y el joven alemán de 23 años no le ha decepcionado. No ha dado motivos para dudar de él y por ello defenderá la portería del Barcelona en la gran final de la Champions League que se disputará en Berlín este sábado. Ya ha levantado un trofeo, en la noche de la gran pitada al Rey Felipe VI, y ahora está a un paso de alzar el más grande y prestigioso.
Bartomeu, Luis Enrique y Zubizarreta, en una imagen de archivo (Reuters)
El sustituto de Neuer
Cuando Luis Enrique aceptó la oferta del Barcelona y echó un vistazo a la plantilla, señaló la portería como clara demarcación a reforzar. El club ya había iniciado negociaciones con Pepe Reina, que tras una cesión en Nápoles debía regresar al Liverpool, donde no quería reencontrarse de nuevo con Brendan Rodgers. Sabía que tenía que hacer las maletas por segundo año consecutivo y en un momento dado pensó que su regreso a la Ciudad Condal era un hecho. Pero el asunto se fue enfriando poco a poco, teniendo claro el guardameta español que alguien ya le había tomado la delantera. El entrenador asturiano señaló a Claudio Bravo, los mandos estuvieron de acuerdo y el chileno le ganó la partida a Reina.
Zubizarreta lanzó el anzuelo con mucho tiempo de antelación, sabiendo que la cotización de Ter Stegen subía considerablemente con el paso del tiempo. En el Borussia Mönchengladbach brillaba cada vez más, así que el vasco movió sus hilos en cuanto tuvo el permiso necesario de sus superiores. En Alemania y otros países, el nombre del joven portero sonaba cada vez con más fuerza. Pero el asunto quedó resuelto de manera favorable con mucha antelación. Tanta, que Ter Stegen estuvo aprendiendo español, de principio a fin, durante su última temporada en Mönchengladbach. La apuesta de Andoni, liquidado por Bartomeu hace unos meses, se ha desvelado como perfecta, y en el club se considera que el alemán es el portero del futuro del primer equipo.
En Alemania nunca hubo dudas y la apuesta de Zubizarreta fue considerada acertada de manera unánime, mientras Rosell y Bartomeu no tenían tanta fe como el máximo responsable deportivo. En su país de origen, se considera que Ter Stegen es el gran candidato, junto a Bernd Leno -Bayer Leverkusen-, también de 23 años, para sustituir algún día a Neuer en la selección alemana. El jugador no se conforma con el actual rol que tiene en el equipo y ya ha reconocido que “no compensa jugar esta final y ser suplente en el Campeonato de Liga. No obstante, disputar la final de la Copa del Rey me ha ayudado a coger ritmo”. No obstante, reconoce “estar contento en el Barcelona y ahora quiere terminar la temporada de la mejor manera posible”.
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