El MP4-30 de Fernando Alonso no sólo sufrirá una ‘cirugía’, cambiando su morro, alerón trasero y fondo plano para este GP de Austria, también pasará por el quirófano para tocar su corazón, el motor. McLaren utilizará la quinta unidad de potencia en el monoplaza del asturiano y por ello será penalizado con diez posiciones en la parrilla de salida, es decir, que saldrá último con bastante probabilidad… “Será otro fin de semana complicado. Probablemente los resultados no serán buenos. Será un gran premio de pruebas importantes, por las actualizaciones que tenemos. Esperamos al menos salir con respuestas y que también las encontremos los test de la próxima semana”, reconocía el español este jueves en la rueda de prensa oficial en el Red Bull Ring.
“Posiblemente tengamos penalizaciones. La posición en la que nos encontramos no es la ideal. Tal vez esperábamos un poco más. Hemos mejorado carrera tras carrera y no sabemos si aquí el resultado será lo suficientemente bueno para que estemos contentos”, aseguraba un Alonso que lleva un ‘cero’ en su casillero y que todavía ve lejos la luz a final del túnel, pese a la progresión evidente con respecto al GP de Australia.
Para la prueba de este fin de semana, la ‘cobaya’ será Alonso, ya que Button permanecerá con el chasis antiguo. La necesidad continúa siendo la progresión y poco importa no puntuar o sumar una nimiedad comparado a lo que supondría un paso hacia delante a nivel de evolución. “Esperamos mucho del monoplaza y en un mes o dos meses veremos dónde estamos tras el verano y al final de año”, explicaba Alonso en la sala de prensa del trazado austriaco. Además, las características del trazado no benefician a McLaren con lo que la sanción que recibe de diez posiciones ‘penalizará menos’.
Hace escasos días, el piloto bicampeón se refería a 2015 como un periodo que se debe tomar prácticamente de pretemporada: creo que concentrarnos en el próximo año es la opción más inteligente para nosotros ahora. “No tengo ningún problema en empezar cada carrera desde el pit lane si mantenemos un progreso en el coche. Ese es el principal objetivo ahora, concentrarnos en el rendimiento del próximo año”, declaró esta semana.
Con estos cambios de marcha, Alonso sigue “optimista porque veo cosas en el equipo, a gente y su trabajo, el programa de chasis y motor que tenemos, los medios y el talento que existen. Seguimos positivos y esperamos que este programa de aprendizaje no se prolongue mucho”. Quizás, este punto -el del periodo de tiempo- es el que ha hecho mella en la credibilidad del proyecto (Woking pedía paciencia desde el principio) ya que se esperaba que en verano pudieran estar compitiendo por los puntos de manera regular y, a día de hoy, sólo han puntuado en una prueba (Button, en Mónaco) y en siete carreras sólo han logrado cruzar la línea de meta en seis ocasiones… entre los dos coches.