Se esperaba que Luis Enrique diera alguna pista sobre su futuro en la fiesta por la consecución del triplete ante la afición, pero el técnico no lo hizo. Con un discurso sobrio y plagado de errores por el retorno, “coño con el sonido”, llegó a decir, el entrenador azulgrana sigue dejando abierta su continuidad en el FC Barcelona. El club, mientras, continúa trabajando en el futuro y ya ha hecho oficial el fichaje de Aleix Vidal, mientras que Bartomeu, que tiene previsto dimitir el martes, no escatimó recursos en el impresionante montaje de la fiesta del Camp Nou. Pero el protagonista de la celebración, sin duda, fue Gerard Piqué, que envió un mensaje envenenado a Cristiano Ronaldo y el Real Madrid acordándose del cantante Kevin Roldán, que amenizó la polémica fiesta de cumpleaños del portugués después de la derrota en el Vicente Calderón.
Tras el triplete, Josep María Bartomeu confiaba en poder anunciar que Luis Enrique seguiría siendo el entrenador. Nada le vendría mejor para sus propios intereses electorales. El técnico es el gran héroe tras repetir la gesta histórica del 2009 de Guardiola y la afición desea que se quede, pero Luis Enrique no lo tiene claro. O, al menos, no está dispuesto a confirmarlo ya. Tiene la sartén por el mango y la actual Junta no ha podido convencerle para que despeje la incertidumbre y poder apuntarse el tanto antes de dimitir. El asturiano dejó varios mensajes después de conseguir la Champions. El fundamental es que sigue sin perdonarle a Bartomeu que echara a Andoni Zubizarreta y Narcis Julià, los primeros de los que se acordó en Berlín.
En el cuerpo técnico del Barça creen que Luis Enrique seguirá (Reuters)
En la celebración se limitó a hacer un discurso austero: “Ya veis que tenemos un equipo que tiene palabra. Os emplazamos aquí con la intención de celebrar más cosas hace unos días y hemos cumplido. El ansia y la ambición de estos jugadores no tiene límites y aquí están: Tres copas como tres soles. Vosotros y nosotros sabemos que no ha sido fácil. Os pedimos al inicio de la temporada que nos apoyárais, eso ha sucedido y nos habéis respaldado. Os lo agradecemos de corazón porque somos más fuertes con vosotros. Os emplazo para seguir apoyando al equipo”.
Nadie sabe cuál será ahora el siguiente paso de Luis Enrique, oficialmente ya de vacaciones, ni cuánto esperará. La fecha más probable para las elecciones es el 19 de julio; el 13 los jugadores ya están convocados para hacerse pruebas médicas y el 18 viajan para la gira americana. Es decir, que el técnico no puede esperar hasta saber quién es el próximo presidente para desvelar su futuro. Dentro del equipo existe, entre sus ayudantes, la sospecha de que seguirá y que en su mente está la próxima temporada, pero él no ha soltado prenda.
El Barcelona ya tiene sustituto para Dani Alves: Aleix Vidal (Efe)
El que sí se despidió anoche de la afición fue Dani Alves. Emocionado y con los ojos llorosos, reconoció: “No sé si ha llegado al final. Aquí soy feliz, me han hecho sentirme uno más de ustedes. Gracias”. La confirmación del fichaje de Aleix Vidal mientras los jugadores estaban aún en el recorrido por las calles de Barcelona fue la puntilla: el Barça ya le ha encontrado relevo.
Y llegó entonces el turno de Gerard Piqué, que se convirtió en el protagonista inesperado de la celebración. El central soltó: «Gracias a Kevin Roldán, contigo empezó todo» y el Camp Nou rompió en una sonora ovación. Todo el que conoce a Piqué sabe que lo de Roldán no fue algo que se le escapara ni que se le ocurriera en el último momento. Era perfectamente consciente de la que iba a liar y le dio lo mismo. Quería decirlo y lo dijo. De todos los discursos, fue el único que tuvo una referencia hacia el Real Madrid. El resto, más o menos acertados, más o menos sobrios, se limitó a festejar el triplete y a agradecer al staff técnico, los compañeros y la afición. Piqué rompió el protocolo y sabía lo que hacía.
El Sevilla quiere su cuarta Europa League y así lo ha demostrado en la ida de las semifinales ante la Fiorentina. Los de Emery salieron decididos y a por el partido, buscando la portería contraria y con ganas de sacar un buen resultado de cara a la vuelta que se disputará la próxima semana. Aunque el conjunto italiano no se lo puso fácil y dispuso de buenas ocasiones para marcar, dos goles de Aleix Vidal y un tercero de Gameiro fueron determinantes para que los de Nervión se llevaran el partido por 3-0 y dejaran la eliminatoria muy encarrilada.
Muy frenéticos, así fueron los primeros cuarenta y cinco minutos del partido en el Pizjuán. Una ida y vuelta permanente y muchas oportunidades para ambos equipos, más para la Fiorentina pero con más efectividad para el Sevilla. Los de Emery tardaron 17 minutos en adelantarse en el marcador. Vidal recibió tras una combinación entre Vitolo y Bacca y el lateral no falló en su disparo desde la frontal del área. Buen comienzo para los sevillistas que se relajaron en exceso tras el gol. Con Joaquín recibiendo pitadas continuas desde la grada, la Fiorentina despertó.
La ventaja en el marcador no le sirvió al Sevilla para controlar el partido, el conjunto de Montella se fue creciendo y las ocasiones se sucedieron para los italianos. Mati Fernández y Salah se convirtieron en la pesadilla de Rico con tres ocasiones prácticamente consecutivas muy claras y que desaprovecharon. Y la Fiorentina lo terminó pagando. El Sevilla volvió a resurgir y a llevar peligro a la portería de Neto. Primero fue Vitolo el que no acertó a rematar un centro de Vidal y después con una ocasión antes del descanso de Krychowiak que tampoco pudo rematar un balón en la frontal del área.
Lejos de dejarse las ganas en vestuario, nada más lejos de la realidad. El Sevilla salió de nuevo muy enchufado al partido. Aunque el balón no le duraba demasiado a los de Emery, la Fiorentina tampoco era capaz de anotar. El hachazo definitivo de los locales llegó cuando Vidal se convirtió en el goleador de la noche y anotó el segundo. Después de una recuperación de Vitolo, el lateral llegó por la derecha como una bala, disparó y la coló a la portería de Neto. Minuto 62 y partido muy encarrilado para los sevillistas.
Si la Fiorentina había reaccionado tras el primer gol, no hizo lo mismo tras el segundo tanto. El Sevilla siguió dominando el encuentro. Fiable en defensa y fiable arriba. No tenían problemas los de Emery e incluso se permitían lujos como un taconazo de Vidal a Vitolo que no acertó en el remate. Los sevillistas no dieron opción al conjunto italiano que desapareció del mapa y se limitó a tratar de frenar a los de Nervión. Pero no lo consiguieron. En el minuto 76, Trémoulinas galopó por la izqiuerda, centró para que la tocara Aleix Vidal en el primer palo y Gameiro, que acababa de entrar al terreno de juego, rematara en el segundo al fondo de la portería de Neto.
El Sevilla aprovechó su efectividad y cerró no sólo el partido sino prácticamente la eliminatoria tras el 3-0. Con este resultado, los de Nervión han puesto pie y medio en la final que se disputará en Varsovia el próximo 27 de mayo. En plenos rumores sobre una posible marcha de Emery al Milan, el técnico ya ha reconocido que está “muy contento en Sevilla” y tras el partido ante la Fiorentina queda claro que sigue centrado en su proyecto con el conjunto sevillista. La cuarta Europa League ya está un poco más cerca.
– Ficha técnica:
3 – Sevilla: Sergio Rico; Aleix Vidal, Carriço, Kolodziejczak, Trémoulinas; Krychowiak, Mbia (Iborra, m.73); Reyes (Coke, m.58), Éver Banega, Vitolo; Bacca (Gameiro, m.75).
0 – Fiorentina: Neto; Tomovic (Richards, m.46), Savic, Gonzalo Rodríguez, Marcos Alonso; Matías Fernandez, Badelj (Pizarro, m.68), Borja Valero; Joaquín, Mario Gómez (Ilicic, m.80) y Salah.
Goles: 1-0, M.17: Aleix Vidal. 2-0, M.52: Aleix Vidal. 3-0, M.75: Gameiro.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a los locales Carriço (m.46) y Krychowiak (m.83), y a los visitantes Marcos Alonso, Borja Valero (m.78) y Gonzalo Rodríguez (m.94).
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Liga Europa disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de 40.000 espectadores, entre ellos unos 1.500 italianos. Césped en buen estado.
No puede el Sevilla ganar todas las batallas. Inmerso en una gran cruzada europea, el equipo de Emery se plantó en Granada pensando en Rusia. Allí, el jueves, se juega la vida ante el Zenit en la Liga Europa en busca de unas semifinales que le saben a gloria. De Los Cármenes podía haber salido con un triunfo que le hubiera permitido alcanzar al Valencia en la pelea por la Liga de Campeones. Debe conformarse con un empate que le hace perder comba en la persecución de este objetivo. Al Sevilla le faltó un punto de intensidad para ir de verdad a por el partido, algo que aprovechó el Granada para llevarse una igualada que tampoco alivia demasiado sus heridas. El grupo de Emery, imparable en las últimas jornadas, se humanizó. Sufrió el cansancio y el desgaste, hasta el punto de que jugadores como Vitolo o Bacca, excelentes en las últimas semanas, bajaron del cielo a la tierra.
El Sevilla fue lo que Reyes pudo crear. El utrerano dibuja pases imposibles aunque a veces desespere su falta de fuerzas. La ausencia de Banega, al que Emery dio descanso, provocó que su juego no fluyera con la rapidez habitual. El Granada, a tres puntos de la salvación, intento blindarse y salir con rapidez al contragolpe. Abel, en su desesperación, refrescó el equipo con Cala o Success, inéditos en las últimas jornadas. Tuvo la suerte de adelantarse en el marcador en un magnífico remate de Mainz. Un gol que el Sevilla recibió tras un saque de esquina, lo que mostró su desidia en un partido que pareció sobrarle en el calendario.
Emery mejoró a su equipo con los cambios. Aleix Vidal dio profundidad a la banda derecha y Banega comenzó a asociarse con Reyes. El Granada, un manojo de nervios, se deshizo cuando Candeias, solo, falló ante Rico. El 2-0 hubiera provocado la deserción del Sevilla. Su dominio se fue convirtiendo en acoso y el gol se mascaba. Llegó en una gran combinación entre Reyes y Aleix Vidal, con pase del catalán al área que metió en su portería Mainz, bigoleador de la tarde. El Granada rezó en los últimos 20 minutos para que no llegara la sentencia. Apretó el Sevilla. Roberto salvó un buen disparo de Denis Suárez desde fuera del área y Diogo disparó alto después de otro buen centro de Aleix Vidal. Como resultado, un punto para cada equipo, insuficiente botín para sus objetivos, pero que queda de cine como colofón a un derbi regional mientras sonríen Valencia y Deportivo.