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Con profesionalidad, buenos modos, convicción y ánimo, el Valencia logró sin agobios una victoria sin contestación alguna por parte del Eibar y que le apuntala en la cuarta plaza, tres puntos por encima del Sevilla y con el goalverage a favor. No fue rival el conjunto armero vencido de antemano, deprimido y sin cuerpo para cuestionar al Valencia, superior en todas las líneas. Se dio la paradoja de que los goles che fueron anotados por Otamendi, Parejo y Alcácer, principio, continuación y final del juego del conjunto de Nuno. El centrocampista madrileño ya suma 12.
Al Valencia le queda un comodín. Se puede permitir el lujo de perder uno de los tres partidos que quedan para conservar la cuarta plaza sin mirar atrás. Necesitaría tres victorias y esperar dos tropiezos del Atlético para alcanzar el tercer puesto que ocupan los de Simeone.
Antes del inicio, recibió el Eibar una gran ovación por su primera visita a Mestalla. Ahí terminó toda la amabilidad para el conjunto armero, sometido desde el principio al ardor del Valencia, el sofocante calor en la capital del Turia y de la grada che. Se refugió muy pronto el Eibar en torno a Irureta. Tanto que Gayà pareció regresar a los orígenes, habitando en la mayor de las veces como extremo izquierdo. Y del lateral de Pedreguer, que tuvo que ser sustituido en la segunda mitad por problemas musculares, comenzó a fraguarse la victoria del Valencia. A la salida de un córner, el esférico fue a parar a Gayà y su centro combado, preciso y dulce, fue un caramelo para Otamendi, cuyo poderoso salto y cabezazo no encontró oposición de la desorganizada defensa eibarresa. El cuarto tanto del central argentino, el líder del nuevo Valencia.
El gol refrendaba las certezas del Valencia y los problemas del Eibar, que ha perdido paulatinamente fiabilidad y fe. De agradecer resulta que no recurra al anti fútbol en tiempos de penuria, que no pierda su nobleza. Visto lo mostrado en Mestalla, nada casual resulta que solo haya conseguido cuatro puntos de 48 en una segunda horrible vuelta de campeonato que le puede devolver a Segunda.
El dinámico De Paul ocupó el puesto de Rodrigo, castigado tal vez por Nuno por su tonta expulsión en Vallecas, no sancionado aún por el Comité de Competición, de puente festivo, sin proteger a Feghouli con cuatro cartulinas amarillas y con la visita al Bernabéu la próxima semana en la que no estará Rodrigo. Lo primero es lo primero, piensa Nuno. Cuentan lo mismo los puntos ante del Eibar que contra el Madrid. Aguardó también en el banquillo Enzo Pérez. Ni los 25 millones pagados por su fichaje, convencen a Nuno para prescindir de Javi Fuego como pivote en el centro del campo. Al ser sustituido en el último tramo del encuentro, el asturiano recibió una gran ovación de Mestalla. Paco Alcácer también volvió a la titularidad por Negredo. Nadie discute las decisiones de Nuno.
Se relajó en el inicio del segundo periodo el Valencia. Y un par de córners a favor del Eibar le espabilaron de inmediato. Parejo desde el borde del área batía a Irureta de un seco disparo desviado por Borja. La jugada vino precedida de un lejano y magnífico chut de De Paul que repelió el travesaño. Más tarde, un nuevo gol de Alcácer, al aprovechar un rechazo del poste a tiro de falta de Parejo, terminó por enterrar a un Eibar. El Valencia tiene más cerca la ansiada Champions.
El delantero francés Karim Benzema no forma parte de la expedición madridista que viaja a Turín para jugar el martes la ida de las semifinales de Liga de Campeones, y recién recuperado de un esguince de rodilla, Carlo Ancelotti prefiere reservar a su jugador para que reaparezca ante el Valencia.
Benzema regresó como estaba previsto el domingo a la dinámica de grupo pero Ancelotti ha considerado que su regreso en Liga de Campeones sería precipitado y se queda entrenando en solitario en Madrid para mejorar su condición física antes de reaparecer. Será el del Juventus Stadium el quinto encuentro que se pierde Benzema, que cayó lesionado en el Vicente Calderón en la ida de cuartos de final de Liga de Campeones, para posteriormente perderse la vuelta ante el
Ramos es el catalizador
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El Madrid derrota al Sevilla en el Pizjuán
Atlético de Madrid y los partidos de Liga contra Celta, Almería y Sevilla. Ancelotti ha facilitado una lista de 20 jugadores, de la que tendrá que descartar a dos a última hora, y en la que no entra por lesión el croata Luka Modric y por decisión técnica el alemán Sami Khedira.
La expedición que aterrizará en Turín alrededor de las 12:30 (10:30h) horas la forman: Iker Casillas, Keylor Navas, Pacheco, Carvajal, Arbeloa, Varane, Pepe, Coentrao, Marcelo, Nacho, Sergio Ramos, Lucas Silva, Kroos, Illarramendi, Isco, James, Bale, Jesé, Cristiano Ronaldo y Chicharito. El último entrenamiento antes del encuentro de ida de semifinales, lo completará el Real Madrid en la tarde de hoy en el escenario del partido,el Juventus Stadium, desde las 18:30 horas (16:30h).
Karim Benzema no forma parte de la expedición madridista que viaja a Turín para jugar el martes la ida de las semifinales de Liga de Campeones. Tras haberse recuperado recientemente de un esguince de rodilla, Carlo Ancelotti prefiere reservar a su jugador para que reaparezca ante el Valencia.
Benzema regresó como estaba previsto el domingo a la dinámica de grupo pero Ancelotti ha considerado que su regreso en Liga de Campeones sería precipitado y se queda entrenando en solitario en Madrid para mejorar su condición física antes de reaparecer.
Será el del Juventus Stadium el quinto encuentro que se pierde Benzema, que cayó lesionado en el Vicente Calderón en la ida de cuartos de final de Liga de Campeones, para posteriormente perderse la vuelta ante el Atlético de Madrid y los partidos de Liga contra Celta, Almería y Sevilla.
Ancelotti ha facilitado una lista de 20 jugadores, de la que tendrá que descartar a dos a última hora, y en la que tampoco ha entrado por lesión el croata Luka Modric ni por decisión técnica el alemán Sami Khedira.
La expedición que aterrizará en Turín alrededor de las 12:30 (10:30h) horas la forman: Iker Casillas, Keylor Navas, Pacheco, Carvajal, Arbeloa, Varane, Pepe, Coentrao, Marcelo, Nacho, Sergio Ramos, Lucas Silva, Kroos, Illarramendi, Isco, James, Bale, Jesé, Cristiano Ronaldo y ‘Chicharito’.
El último entrenamiento antes del encuentro de ida de semifinales, lo completará el Real Madrid en la tarde de este lunes en el escenario del partido, el Juventus Stadium, desde las 18:30 horas (16:30h).
Tantas veces redentor, un muro infranqueable, un error de Alves complicó al Valencia el desarrollo del partido bien jugado como siempre por el Rayo y del que solo pudo sacar un empate gracias a Parejo tras un excelente golpeo de falta. Al principio del choque, un disparo inocente de Embarba se le escapó de las manos a Alves y obligó al Valencia a remar contracorriente. Le alcanzó para un empate que frena su objetivo vital de Champions. Mantiene la cuarta plaza igualado con el Sevilla al que supera en el golaverage.
Con decisión, sin especulación alguna, el Valencia impuso su ley en principio ante un Rayo al que le va el vértigo y el riesgo. Ni la avanzada presión del conjunto de Nuno le hizo cambiar de proceder, iniciando el juego desde la defensa, fiel al compromiso con el fútbol que propone Paco Jémez, para bien y para mal. Una propuesta atractiva y que ha servido al Rayo para salvar la categoría de manera sobrada y con seducción.
El Rayo convierte los partidos en un placer visual. No hay corsé alguno y el juego discurre de portería a portería con un ritmo alto de juego siempre que el rival también entre en la tómbola. Lo agradeció un Valencia enchufado que antes del primer cuarto de hora contó con cuatro llegadas claras al área de Toño, bien llevadas, peor finalizadas, siempre peligrosas entrando por el centro con André Gomes y Parejo, o por las bandas con Piatti, de nuevo en el equipo superada la lesión muscular, y Rodrigo, secundados ambos por Gayà y Barragán.
Hermético cuando lo requiere el Valencia, al Rayo le costaba asomarse ante Alves. Y en una acción sin aparente peligro encontró el gol. La fe de Embarba, porfiando por el esférico con tres jugadores valencianistas, le concedió el premio gracias a su optimismo. Su disparo centrado, sin aparente peligro con dirección al pecho de Alves acabó en la red por un error técnico o exceso de confianza del fiable portero brasileño. Los tantos de churro también cuentan.
El gol recibido hizo mella en la confianza del Valencia que perdió chispa y claridad, mientras el Rayo, con los deberes hechos antes de tiempo en la temporada, siguió a lo suyo, sin refugiarse. Pero el potencial ofensivo del Valencia, capaz de generar ocasiones de la nada, obligaba a la defensa vallecana a extremar la concentración. Dos remates consecutivos en boca de gol, falló Negredo asistido por Rodrigo antes de finalizar el primer acto.
Atribulado en el despliegue, el palo derecho de Toño evitó que el disparo de Parejo igualara el marcador ya en la segunda mitad. Al poco, Una incursión de André Gomes fue abortada en falta por Morcillo siendo el último defensor que acarreó su expulsión. Parejo convirtió el lanzamiento directo. El empate y la superioridad numérica abrieron el cielo al Valencia. No se venció el Rayo rebelde y Toño provocó la expulsión de Rodrigo que picó en la provocación del portero. Se enredó el partido y el Valencia no concretó su arreón final. Peligra la Champions.
Aunque está previsto que se reúna este sábado con el presidente de manera oficial (ya hubo un encuentro informal el pasado lunes) para conocer la propuesta deportiva del Nápoles para la próxima campaña, el futuro de Rafa Benítez se perfila muy lejos de la Península Itálica. Eso no significa que el técnico madrileño tenga ni mucho menos claro hacia dónde va a dirigir sus pasos a partir del 30 de junio. Es más, no vería con malos ojos proseguir su periplo en el San Paolo si el club partenopeo atendiera a sus peticiones estrictamente deportivas -que no económicas- para consolidar el proyecto desde el fútbol base hasta el primer equipo. Pero el incumplimiento de promesas precedentes por parte de Aurelio De Laurentiis a lo largo de estas dos temporadas no invitan a pensar que las cosas vayan a cambiar de manera significativa en el futuro.
La realidad es que Benítez no se siente cómodo con un dirigente extremadamente voluble desde un punto de vista emocional en función de los resultados. El equipo está siempre al albur de que la pelota acabe entrando o no para saber cuál será la versión que se encontrarán al llegar al vestuario de su presidente. En este sentido, el último pataleo de De Laurentiis tras la derrota en semifinales de la Copa ante la Lazio, ha enfriado notoriamente las relaciones entre técnico y dirigente.
A Rafé no le hizo ninguna gracia tener que doblar el lomo y aceptar el silenzo stampa ordenado por su presidente, amén de tener que encerrarse con toda la plantilla en el retiro de Castell-Volturno por espacio de diez días para preparar los dos partidos de la Europa League ante el Wolfsburgo como penitencia. El estratega madrileño lo dejó bien claro en la conferenza stampa previa al choque de vuelta, en la que pudo saltarse el régimen ‘mussoliniano’ de De Laurentiis por mor de las amenazas de la UEFA, que obligó al club partenopeo a atender a los medios.
Rafa Benítez, con el título de Copa ganado el año pasado (Reuters)
«Los resultados no dependen de que estemos tantos días juntos. El año pasado el Nápoles anduvo muy bien y no estuvimos diez días metidos en un hotel. El Barça se juntó en el Camp Nou hora y media antes de jugar con el PSG y luego ganó. No creo que este tipo de concentraciones sean sinónimos de éxito. Cuando juegas 60 partidos al año, para los jugadores es importante volver a casa y estar con sus familias», dijo Benítez.
Pese a que el panorama pinta más negro que celeste en lo que a su futuro partenopeo se refiere, la honestidad profesional impide a Benítez bajar los brazos y no pensar en otra cosa que no sea llevar al Nápoles hasta las cotas más altas posibles, tanto en la Serie A como en la Europa League. De hecho, el máximo anhelo del entrenador español es tratar de asegurar una plaza directa en la próxima Champions a través del campeonato liguero o, en su defecto, conseguirla como premio añadido a una hipotética conquista de Europa League, competición en la que aún deberán superar el escollo de las semifinales (su rival es el Dnipro ucraniano) para plantarse en la final de Varsovia del próximo 27 de mayo. A Rafé le encantaría despedirse de la hinchada napolitana con un título continental, algo que el más grande club del sur de Italia no consigue desde los tiempos de Diego Maradona (88-89).
Precisamente, y para no desviar un ápice su atención de los objetivos de la escuadra en el mes próximo, Benítez ha decidido dejar en stand-by las propuestas que lleguen al despacho de su representante, Manuel García-Quilón, para cambiar de aires. Bien es cierto que, a día de hoy, no existe ningún ofrecimiento formal sobre la mesa. Sí ha habido alguna que otra llamada para interesarse por su situación y conocer de primera mano si tiene la intención de renovar su compromiso con el Nápoles. Pero la respuesta ha sido diáfana: quien pretenda sus servicios habrá de esperar hasta que los partenopeos no tengan opciones de pelear por sus objetivos en las dos competiciones en las que aún siguen inmersos.
Rafa Benítez, durante su etapa en el Liverpool (EFE)
Toda vez que su compromiso deportivo con el Nápoles haya sido satisfecho, el extécnico de Valencia, Liverpool, Chelsea o Inter encarará sus nuevos retos a partir de una encrucijada de carácter emocional. Benítez habrá de decidir entre buscar acomodo en la Premier, a tiro del hogar familiar de Liverpool donde continúan viviendo su mujer e hijas, o explorar nuevos horizontes, pero con la condición de que la mudanza incluya a todos los miembros del clan, amén de ‘Red’, ‘Goofy’, ‘Clem’ y ‘Honey’, su particular batallón canino.
Sin existir aún ofertas de por medio, dos son los clubes que, dada la progresiva pérdida de credibilidad de sus respectivos técnicos, se perfilan a día de hoy como posibles destinos del preparador madrileño: PSG y Manchester City. Ni que decir tiene que, puestos a elegir, Benítez daría prioridad a la opción inglesa, lo que le permitiría volver a dirigir en su liga favorita. Empero, tener a sus órdenes a futbolistas del calado de Ibrahimovic, Lucas Moura, Thiago Silva, Verratti o Matuidi y tratar de superar el listón de los cuartos de final de la Champions con el club parisino sería un hermoso desafío para un amante de las emociones fuertes en los banquillos.
No contento con sus andanzas en Europa, el Sevilla muestra una ambición incontenible también en la Liga. El equipo de Emery es una máquina casi perfecta, que tiene aprendida la lección y en la que todos sus engranajes funcionan con precisión suiza. Lo mismo rinde Vitolo que Denis Suárez. Lo mismo Kolo que el lesionado Pareja. Da igual que juegue Reyes o lo haga Aleix Vidal. Gameiro o Bacca.
El Sevilla responde siempre. En especial en Nervión, donde acumula ya la friolera de 34 partidos sin perder. El conjunto andaluz resalta por su pegada, descomunal, y su fiabilidad. En espera de lo que haga el Valencia hoy ante el Granada en Mestalla, recupera la cuarta plaza.
Vino a ayudarle un Rayo de muy buenas maneras y pocas maneras defensivas. Algo de sobra conocido en el grupo que dirige Paco Jémez, que muere con sus ideas. Incluso no alinear a Bueno. Además, tuvo la mala suerte de que se le lesionara Amaya a los 13 minutos, fundido ante la primera carrera del rápido Gameiro. La adelantada defensa del Rayo fue una invitación a las carreras del francés, un bólido sin precisión, atento siempre a los pases filtrados de Reyes y Banega. No marcó Gameiro, pero tuvo hasta tres claras ocasiones para hacerlo. Se encontró con Toño, soberbio.
Tras un fantástico primer tiempo, Emery se permitió el lujo de acabar el partido con jugadores como Aspas y Deulofeu, que apenas han contado en los últimos éxitos del equipo. El Sevilla fue una apisonadora en el primer tiempo y luego se relajó, lo que permitió que el Rayo, al que a veces da gusto jugar, gozara de muchas ocasiones para marcar al menos un gol. La cuestión es que el encuentro se convirtió en un auténtico correcalles. El Sevilla llegó a plantarse hasta en tres ocasiones en oleadas frente a Toño, que se hartó de hacer paradas para evitar una goleada de escándalo. Por ejemplo, ante Reyes, Gameiro, Denis Suárez o Deulofeu, que se plantaron en sus narices con el balón controlado y en carrera.
Mientras hubo partido, el Sevilla mostró su capacidad en jugadas como la del primer gol. Un pase al hueco de Reyes para aprovechar la irrupción de Diogo. El centro atrás del portugués lo metió en la portería Iborra, sabiamente reconvertido ya a delantero. Curioso el caso del valenciano, irrelevante en el pivote, majestuoso en la mediapunta, donde sorprende por su técnica y visión de juego. Mientras Toño amargaba a Gameiro, el Sevilla acabó con el choque en el minuto 42. Otra buena combinación y centro al área de Denis Suárez que remató Carriço con precisión. Alcanzado el objetivo, el Sevilla se relajó.
Resultó increíble que no hubiera goles en la segunda mitad. El Rayo atacó con un descaro casi suicida y el equipo andaluz aprovechó para intentar aumentar su ventaja al contragolpe. Lo mismo fallaba goles increíbles Kakuta que Toño seguía con su exhibición. Un partido loco, sin mando, ya decidido, donde Emery se encontró con la enésima buena noticia para sus intereses: Sergio Rico se está haciendo un gran portero.
Ni Real Madrid ni el Atlético de Madrid podrán fichar en los próximos dos períodos de fichajes, este verano y el próximo mercado de invierno, según avanzó anoche el programa El Larguero, en la Cadena SER. La FIFA sancionará a ambos equipos como lo hizo con el Barcelona en diciembre pasado por las irregularidades en la contratación de jóvenes jugadores.
La FIFA castiga a los dos equipos españoles por incumplir reiteradamente el Reglamento y Estatuto de Transferencia de Jugadores menores de edad.
No hay perdón para el Barça
El Barça no podrá fichar en 2015
La trama comienza en Lee
El Atlético de Madrid recibirá la comunicación oficial de que no puede fichar para la próxima temporada en breve, según la SER. La FIFA ya se lo ha comunicado a la Real Federación Española de Fútbol. El Real Madrid, que temía que esta sanción pudiese llegar, ha estado moviéndose con rapidez en los últimos meses cerrando fichajes para la próxima temporada de jóvenes futbolistas como Marco Asensio (del Mallorca, 3,7 millones), Danilo (del Oporto, 31 millones), Lucas Silva (del Cruzeiro, 15 millones) y Odegaard (Stromgodset, 2 millones). En total, 52 millones.
El conjunto que preside Florentino Pérez estaría intentando fichar a toda prisa a David de Gea, portero del Manchester United, antes de que se haga efectiva la sanción.
La FIFA aplicará la misma vara de medir que utilizó con el FC Barcelona, que está en pleno proceso de veto de fichajes y que podrá volver al mercado en enero de 2016.
El artículo 19 del Reglamento de la FIFA sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores obliga a que un futbolista alcance la edad de 18 años para que pueda ser traspasado de un país a otro. Si no los ha cumplido los 18, la normativa fija solo tres excepciones: que los padres del jugador hayan cambiado su domicilio al país donde el nuevo club tiene su sede por motivos ajenos al fútbol; que la transferencia se haya efectuado dentro de la UE, o que el jugador sea un fronterizo, es decir, que viva a menos de 100 kilómetros del nuevo club.
La investigación al Real Madrid se centra en cuatro menores de 12 años de su cantera y, en el caso del Atlético, en los niños chinos que tiene en sus escuelas, situación que se repite en el Valencia y el Villarreal, y que, como en el caso del club rojiblanco, están en España para un proyecto educativo. El Larguero informó de que Ángel María Villar, presidente de la FEF, intentó evitar la sanción acudiendo al presidente de la FIFA, Joseph Blatter. Sin embargo, no lo pudo conseguir
El calendario es el mejor aliado, a priori, de un FC Barcelona que a falta de cinco jornadas tiene el título de Liga al alcance de la mano. Este martes visita el Camp Nou (20:00 horas) un Getafe que aún tiene que remar para sellar la salvación, un rival teóricamente asequible para el equipo de Luis Enrique. Visita a Córdoba, Real Sociedad en el Camp Nou, cita en el Vicente Calderón y Deportivo en Barcelona en la última jornada. Su gran enemigo ha de afrontar, tras recibir este miércoles al Almería, una complicada salida al Sánchez Pizjuán, para enfrentarse a continuación al Valencia en el Bernabéu; Espanyol, como visitante, y Getafe, en casa, aguardan en el horizonte. Con este panorama, el Atlético-Barcelona apunta a partido definitivo… o no. Dependerá de la situación del equipo de Simeone en la tabla.
Se apunta al Vicente Calderón como epicentro del desenlace de la Liga. Es el rival más complicado que le queda por delante al equipo de Luis Enrique, pero antes de que llegue esa cita, los resultados dictarán su importancia capital o todo lo contrario. Puede suceder que el Real Madrid se imponga a Sevilla y Valencia para meter máxima presión al Barcelona, pero si lo consigue el escenario para los intereses del equipo de Simeone puede estar ya despejado. Luchando por la tercera plaza con los citados rivales del equipo de Ancelotti, si ambos caen en sendos partidos dejarían a los rojiblancos con el objetivo cumplido si no fallan antes de esa penúltima jornada. El Barça, entonces, se mediría a un rival sin la necesidad de ganar y que, además, tendría en su mano la posibilidad de quitar la Liga a su gran enemigo.
Con este panorama, y teniendo como primer mandamiento de obligado cumplimiento ganar a Sevilla y Valencia, consecutivamente, es el Atlético de Madrid el equipo del que depende el Real Madrid claramente. La escuadra de Simeone ha de afrontar, antes de recibir la visita del Barcelona, tres correosos partidos. Este miércoles rinde visita al siempre complicado Villarreal -se impuso en el Calderón en la primera vuelta-, que no se puede despistar en su lucha por conseguir plaza europea. Días después recibe la visita del Athletic, que todavía pelea por el mismo objetivo; y a renglón seguido visita a un Levante que huye del descenso y que la temporada pasada se impuso en el Nou Estadi al Atleti en la antepenúltima jornada de Liga. Si sale airoso de estos compromisos, el partido ante el Barça será un puro trámite. Si la tercera plaza -incluso la cuarta- está en juego, será una auténtica final para el equipo del Manzanares.
En esta lucha por ganar la Liga se mezclan un puñado de contendientes, cada uno con sus respectivas batallas. Apuntando al Vicente Calderón como lugar caliente para el desenlace final, Sevilla y Valencia tendrán su incidencia en función de sus resultados. Al margen sus enfrentamientos con el Real Madrid, ambos tienen un calendario que, con sus complicaciones, pueden sacar adelante para estar presionando -si es que falla- al Atlético de Madrid hasta el final. Los de Nuno deben recibir a Celta y Eibar, viajando a Vallecas y Almería. Mientras, el equipo entrenado por Unai Emery debe desplazarse a Eibar, Vigo y Málaga, enfrentándose al Almería en el Sánchez Pizjuán.
Presionado por el Real Madrid, no da la impresión de que Luis Enrique vaya revolucionar en exceso su once para recibir al Getafe. Messi sigue siendo intocable porque el argentino no entiende de descansos, mientras Neymar parece haber adquirido un rol similar tras enganchar una serie de enfados por salir del terreno de juego antes de tiempo. Aún así, Pedro podría entrar en acción por el brasileño. No se olvida en Barcelona, por otra parte, que el Getafe arrancó un punto del Camp Nou (2-2) la pasada temporada, que acabó siendo definitivo para que la Liga volara a las vitrinas del Vicente Calderón. Rakitic y Xavi tienen opciones de recuperar galones de titular, mientras Adriano ocupará el lugar del sancionado Jordi Alba y Bartra podría tener su oportunidad, después de que Luis Enrique haya dejado fuera de la convocatoria a Gerard Piqué.
La derrota sufrida en casa ante el Levante en la última jornada, obligan al Getafe a no descuidarse en esta recta final de temporada. Con un colchón de 7 puntos con el Deportivo, equipo que marca la zona de descenso, los de Pablo Franco no se pueden despistar. El equipo del sur de Madrid se presenta en el Camp Nou con los justos, pues a los lesionados de larga duración -Yoda, Lafita, Valera y Álvaro Vázquez-, hay que añadir a Diego Castro y Pablo Sarabia, ambos con problemas físicos. Ello provocará que Emiliano Buendía o Álex Felip, ambos canteranos, encuentre un sitio en el once. Por el contrario, el técnico recupera para armar la zaga a Alexis y Velázquez, dos jugadores básicos para el Getafe.
Alineaciones probables:
Barcelona: Bravo; Alves, Bartra, Mathieu, Adriano; Xavi, Busquets, Rakitic; Messi, Suárez y Pedro.
Getafe: Guaita; Vigaray, Alexis, Velázquez, Escudero; Juan Rodríguez, Lacen; Pedro León, Emi o Alex Felip, Hinestroza; y Babá.
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz).
Estadio: Camp Nou.
Hora: 20.00.
Carlo Ancelotti tuvo que prescindir de Karim Benzema en el último entrenamiento previo al partido del Málaga. El francés, que apareció por el césped de Valdebebas con un vendaje en la rodilla derecha, se resintió de las molestias en esa zona y abandonó la sesión de trabajo. “No está disponible para mañana, pero lo vamos a recuperar para el miércoles. Su baja no va a cambiar el dibujo del equipo: pondré el mejor once posible para intentar ganarle al Málaga, es un rival peligroso”, explicó el entrenador italiano.
El Madrid se enfrentará al conjunto andaluz en el Bernabéu sabiendo el resultado del Barcelona. Esta vez jugarán primero los azulgrana (en casa contra al Valencia) y después de los blancos. La distancia entre el líder y su perseguidor ha bajado a dos puntos después del pinchazo culé en Sevilla. ¿El Madrid podría ponerse líder, verá el partido?, le preguntaron a Ancelotti. “No, iré al cine otra vez…”, dijo riéndose. El día que los de Luis Enrique se dejaron dos puntos en el Sánchez Pizjuán, el italiano estaba en una butaca viendo Ben Hur. “Mañana estaremos centrados en preparar nuestro partido y se me hace complicado ver el Barça-Valencia. Para un aficionado al fútbol es un partido bonito”, añadió.
Ancelotti tiene a cuatro jugadores apercibidos: si Sergio Ramos, Modric, Carvajal y Cristiano reciben una tarjeta amarilla se perderán el partido del próximo sábado en Vigo. Pese a ello y pese a tener que jugarse el miércoles el pase a semifinales de Champions contra el Atlético, el entrenador blanco asegura que no hará muchos cambios. “Es un partido peligroso, jugamos contra un equipo que mostró intensidad y dinamismo contra el Atlético. Nos preocupa que hayan ganado en Barcelona, así que tenemos que poner toda la energía que tenemos”, argumentó Ancelotti.
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Madrid sin diamantes
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Nada, por ejemplo, de sentar a Marcelo y dar minutos a Coentrão para que vaya cogiendo ritmo de competición antes del partido del miércoles en el que será, casi seguramente, titular por la baja del brasileño (sancionado). El portugués se ha quedado fuera de la lista para el duelo de este fin de semana. “El de mañana no es un partido para dar minutos a Coentrão. Tenemos que separar las cosas, el de mañana es un partido y el del miércoles otro. El del Málaga es un partido sino para ganar y seguir con la racha de victorias hasta final de temporada”, aseguró Ancelotti.
Tres días después del empate contra el Atlético en el Calderón, el técnico italiano dice que el 0-0 le deja un buen sabor de boca. “Lo que me da más felicidad es que el equipo juegue bien porque, para eso entrenamos. Después está la valoración del resultado… yo tengo buen sabor de boca porque el partido fue bueno”. Le preguntaron una y otra vez por Isco, por cómo se ha tomado la suplencia desde el regreso de James. El colombiano es un jugador diferente que da más verticalidad al juego del Madrid y más velocidad en la circulación del balón.
“Yo no estoy en la cabeza del jugador, pero creo que Isco está contento con lo que ha hecho esta temporada. Nosotros estamos contentos con lo que está haciendo. Ha jugado con más regularidad, ha mejorado mucho en el perfil defensivo. Todo el mundo hablaba de él hace un mes y ahora parece que, por haberse perdido un partido, no tiene calidad… Isco es fundamental para esta plantilla”, aseguró Ancelotti al mismo tiempo que decía que no se arrepiente de no haber rotado más a lo largo de la temporada.
“Tampoco creo que Isco piense que ha perdido el puesto; jugó contra el Eibar [fue suplente ante el Rayo y en el Calderón]. En este momento no hay partidos más o menos importantes, todos los son porque nos jugamos dos competiciones. Está fresco, está bien y en una buena condición física”, explicó Ancelotti que todavía no ha decidido quien reemplazará a Benzema en el ataque.
¿Usted se ve aquí la temporada que viene junto a Iker Casillas?, le preguntaron al técnico. “Me veo aquí con Casillas y con todos los jugadores que lo están haciendo bien, pero en este momento contestar a esta pregunta no es tan importante. Tenemos un final de temporada muy intenso y estamos centrados en lo que tenemos que hacer”, contestó. Anoche, en una entrevista en Es Radio, dijo que si llega un portero mejor que Casillas seguro que este no será titular. Esta mañana aseguró que los tres mejores porteros son los que tiene.
“No estoy aquí para hacer clasificaciones de porteros, eso lo hacemos en el bar”, contestó cuando le preguntaron cuántos guardametas hay ahora mismo que son mejores que el capitán blanco. ¿El Madrid no necesita fichar a un portero entonces?, le insistieron. “Nunca hemos hablado de esto”, zanjó.
Luis Enrique no se cortó y la respuesta pareció salirle del alma cuando en la sala de prensa se le presentó la duda sobre el secreto en la portería, instándole a encontrar razones que justifiquen que con la misma facilidad brille Ter Stegen en París, en Champions, y tres días después, en el Camp Nou, Claudio Bravo resulte decisivo frente al Valencia. “Es fácil”, dijo; “tienes un director deportivo como Zubizarreta y te ficha dos porterazos”. A Zubi lo despidió Bartomeu en enero; Bravo, de parada en parada, reforzó contra el cuadro valencianista el liderato del Barcelona. Y eso hizo el chileno, que acumula 2.880 minutos en los 32 partidos de Liga disputados. En 18 de ellos ha dejado su portería a cero y ha encajado 19 goles. El meta azulgrana ha recibido 80 remates a portería en la Liga y acumula 61 paradas.
Con este resultado no salimos reforzados, salimos reforzadísimos”, afirmó Luis Enrique
“Dedico la parada a mis compañeros, porque sin su esfuerzo no hubiéramos ganado este partido. Gracias a ellos, defendemos como defendemos”, aseguró Bravo tras el partido, antes de explicar que no se había preparado de manera especial para el lanzamiento de Parejo. “No, no lo tenía estudiado. Simplemente he tratado de hacerle dudar, porque entiendo que no debe ser fácil tirar un penalti en un campo como el Camp Nou, con tanta presión”. Le salió bien. “Son momentos puntuales en los que los porteros deben intervenir y salvar la situación. Te vienen muchas cosas a la cabeza y, básicamente, había que pararlo como fuese”, completó. El portero recordó que el equipo venía de realizar “un esfuerzo muy grande en París” y que cuando el juego no es fluido “hay que tirar de todo”. “Apelamos al espíritu de nuestro campo y nos vamos felices”, subrayó. Y negó que necesitara una parada como esta tras su fallo en el primer gol del Sevilla, hace una semana, en el Sánchez Pizjuán. “Era el primer gol que me marcaban desde fuera del área en el campeonato y pude hacer algo más. Pero no necesitaba nada, sé que el éxito está en el trabajo de cada día”, concluyó el cancerbero del Barça, que reconoció que el trabajo con Ter Stegen y con Massip le hace crecer como portero.
Luis Enrique se marchó satisfecho, más por el trabajo de Bravo — “ha estado muy bien”, dijo— y por el resultado que, seguramente, por el juego. Pero, el técnico no tenía dudas de que habían merecido el triunfo. “El resultado es justo”, aseguró. Y remató: “No salimos reforzados, salimos reforzadísimos”.
Hemos merecido más. En la primera fueron demasiadas ocasiones para finalizar 1-0”, aseguró Nuno
Admitió Luis Enrique que el porcentaje de errores de la primera parte “no es normal”, como tampoco lo fue el de faltas cometidas (18). Frente al Valencia fue el partido que más infracciones le han pitado al Barça en todo el curso. “Esa es una de las cosas que hemos tratado de corregir en el descanso. Está muy bien tener intensidad y actitud, pero si haces tantas faltas frente a un equipo como el Valencia se convierte en un problema. No es la mejor manera de defender, pretendemos evitar acciones a balón parado, que sean las menos posibles”. La media de faltas señaladas al Barcelona en esta Liga es de 9,7 por encuentro, en 32 jornadas le han pitado 319 faltas. Tampoco fue ese el único problema del equipo, según Luis Enrique. “Hemos perdido demasiados pases y eso nos ha impedido transiciones largas”, reconoció el preparador blaugrana.
Nuno Espíritu Santo, con cierto aire de resignación, convino que la derrota le dejó, a él y su equipo, “tristes, dolidos y con sentimiento de rabia”. “Hemos merecido más. En la primera fueron demasiadas ocasiones para finalizar 1-0. Y eso te deja jodido. Estoy orgulloso de mis jugadores, pero no satisfecho, porque no vale de nada un trabajo tan bueno si sales con una derrota”, aseguró. Y sentenció: “En el fútbol no es importante jugar bien, es importante ganar”. O parar un penalti decisivo, como hizo Bravo.
No puede el Sevilla ganar todas las batallas. Inmerso en una gran cruzada europea, el equipo de Emery se plantó en Granada pensando en Rusia. Allí, el jueves, se juega la vida ante el Zenit en la Liga Europa en busca de unas semifinales que le saben a gloria. De Los Cármenes podía haber salido con un triunfo que le hubiera permitido alcanzar al Valencia en la pelea por la Liga de Campeones. Debe conformarse con un empate que le hace perder comba en la persecución de este objetivo. Al Sevilla le faltó un punto de intensidad para ir de verdad a por el partido, algo que aprovechó el Granada para llevarse una igualada que tampoco alivia demasiado sus heridas. El grupo de Emery, imparable en las últimas jornadas, se humanizó. Sufrió el cansancio y el desgaste, hasta el punto de que jugadores como Vitolo o Bacca, excelentes en las últimas semanas, bajaron del cielo a la tierra.
El Sevilla fue lo que Reyes pudo crear. El utrerano dibuja pases imposibles aunque a veces desespere su falta de fuerzas. La ausencia de Banega, al que Emery dio descanso, provocó que su juego no fluyera con la rapidez habitual. El Granada, a tres puntos de la salvación, intento blindarse y salir con rapidez al contragolpe. Abel, en su desesperación, refrescó el equipo con Cala o Success, inéditos en las últimas jornadas. Tuvo la suerte de adelantarse en el marcador en un magnífico remate de Mainz. Un gol que el Sevilla recibió tras un saque de esquina, lo que mostró su desidia en un partido que pareció sobrarle en el calendario.
Emery mejoró a su equipo con los cambios. Aleix Vidal dio profundidad a la banda derecha y Banega comenzó a asociarse con Reyes. El Granada, un manojo de nervios, se deshizo cuando Candeias, solo, falló ante Rico. El 2-0 hubiera provocado la deserción del Sevilla. Su dominio se fue convirtiendo en acoso y el gol se mascaba. Llegó en una gran combinación entre Reyes y Aleix Vidal, con pase del catalán al área que metió en su portería Mainz, bigoleador de la tarde. El Granada rezó en los últimos 20 minutos para que no llegara la sentencia. Apretó el Sevilla. Roberto salvó un buen disparo de Denis Suárez desde fuera del área y Diogo disparó alto después de otro buen centro de Aleix Vidal. Como resultado, un punto para cada equipo, insuficiente botín para sus objetivos, pero que queda de cine como colofón a un derbi regional mientras sonríen Valencia y Deportivo.
Asegura la leyenda que un día, todavía en tiempos de Pep Guardiola, entonces entrenador del Barcelona, le preguntaron a Leo Messi, “¿Cómo véis al equipo?”. Y el jugador, abrumado por la precaria situación del equipo, respondió: “Pídanselo al técnico, que tiene la solución, o así se lo oí decir. Al parecer se levanta muy pronto por la mañana y acude a un cuarto oscuro y allí encuentra la respuesta a cualquier problema”.
Messi nunca habló mal de Guardiola y el técnico siempre dispuso al equipo para que triunfara el 10 del Barça, como quedó constatado en la vigilia del clásico del 2-6 cuando el entrenador convenció al futbolista para que jugara de falso 9. La relación de ambos quedó tocada en 2012 después de la derrota en la Liga con el Madrid y la eliminación en la Champions con el Chelsea.
El delantero ya no solo ejerce de goleador, sino que funciona como futbolista total
No encontró respuesta Guardiola, que se impuso un año sabático, y Messi se entregó a Tito Vilanova. La muerte del técnico y una seria lesión provocaron la dimisión del futbolista, especialmente manifiesta con Tata Martino, hasta que despertó su alma competitiva en la entrega del tercer Balón de Oro para Cristiano Ronaldo. El portugués afirmó su propósito de igualar a cuatro con Messi. Aquel día el argentino se juró que competiría por ganar el quinto, circunstancia que pasaba porque el Barcelona montara un equipo capaz de recuperar el trono de la Liga y competir por recuperar el título de la Champions.
Y el Barça dejó de ser un equipo de autor, entregado a Guardiola, y se convirtió en el equipo de Messi sin desmerecer la figura del entrenador, Luis Enrique. El técnico asturiano, una figura intervencionista, topó con la figura del equipo, que cree merecer un trato aparte, cosa que pasa por disputar todos los partidos, no ser sustituido y mucho menos cambiado, incluso en periodos vacacionales como el de Navidad.
Luis Enrique no alineó a Messi en Anoeta y se armó la marimorena en el Camp Nou. El futbolista declaró la guerra y el entrenador tuvo que tragar quina, sobre todo cuando trascendió que en un entrenamiento ambos se tiraron los trastos a la cabeza. Al parecer el mister ejercía de árbitro, cosa nunca vista en un entrenador, que acostumbra a delegar en su segundo en los partidillos de los jugadores, siempre proclives a reyertas, y la figura del equipo le desafió por una falta no cobrada, conflicto que provocó el enfrentamiento abierto entre Luis Enrique y Messi. La mediación de Xavi evitó que la cosa fuera a mayores y el técnico desistió de expedientar al 10 por su desafío posterior a la visita a Anoeta.
El protagonismo del 10 ha aumentado con la permisividad y complicidad del técnico
El conflicto no pasó a mayores sino que cada uno asumió su responsabilidad, coincidentes en la necesidad de que el equipo recupere la ambición de ganar cuantos títulos estuvieran en litigio. No se discute hoy la importancia del entrenador ni de Messi. La prueba más evidente de la implicación del argentino es su actuación contra el Valencia. Messi ejerció de futbolista total por su implicación en el juego y en el resultado: 2-0. Marcó el segundo gol, el número 400 de su cuenta, remató previamente a la cruceta en un libre directo, asistió a Luis Suárez en el 1-0, y se convirtió en el futbolista referencial del Barcelona. El rosarino ejerció de cacique de acuerdo a la liturgia argentina, la misma que señala a los futbolistas que marcan las pautas del encuentro, normalmente desde el puesto de 5. Messi auxilió a la defensa para sacar la pelota ante la presión del Valencia, ayudó a combinar a los medios en situaciones de inferioridad numérica y fue determinante como delantero, asociado a Suárez y Messi o como punto final, aspecto que quedó claro en el 2-0.
El 10 fue un jugador universal en un partido difícil para el Barça. Asumió la responsabilidad que le tocaba desde su litigio con Luis Enrique. Jugó como nunca, compitió como no se le había visto, se desplegó por los sectores del campo, ejerció como el líder con la complicidad del técnico. Los dos se necesitan sin ser cómplices, sabedores de que el fin justifica los medios: hay que ganar y después ya discutirán sobre el botín.