La red social acaba de anunciar a través de su blog medidas para reducir la creciente violencia y las amenazas de los mensajes: podrá suspender temporalmente una cuenta que permita amenazas directas o indirectas y activa un nuevo mecanismo que bloquea las notificaciones de mensajes ofensivos.
Así, Twitter endurecerá las condiciones para considerar un tuit ofensivo: si antes se detectaban aquellos que se enviaban directamente a una persona, ahora se tienen también en cuenta los que expresan amenazas a terceros. La compañía se arroga la potestad de suspender temporalmente las cuentan desde las que se produzcan estas agresiones. Hasta ahora, las únicas medidas que adoptaba consistían bien en cerrar la cuenta por completo, bien en ignorar el motivo de conflicto y permitir que el usuario continuase publicando.
El paquete de medidas incluye la activación de un filtro que evita que las notificaciones —la notificación es una funcionalidad que avisa al usuario de que en un tuit se le ha mencionado— aquellas que contengan una ofensa o un ataque, aunque no evita que el usuario lo vea si accede directamente a él, por ejemplo si pertenece a una cuenta que el usuario ya sigue.
La compañía se arroga la potestad de suspender temporalmente las cuentan desde las que se produzcan estas agresiones
Este filtro deriva de una función restringida a los usuarios verificados —aquellos, especialmente populares, cuya identidad ha comprobado Twitter—, si bien la nueva opción se aplica por defecto a todos los usuarios y no puede desactivarse. El filtro comprueba en el tuit una serie de variables como el tiempo de existencia de la cuenta desde la que se envía o si es similar en su contenido al de algún tuit anterior que el equipo de seguridad de la compañía detectase en el pasado.
Directivos de Twitter se han manifestado especialmente preocupados por el auge de las conductas ofensivas o amenazadoras, según informó recientemente la web de noticias americana The Verge, que aireó un documento interno de la compañía en la que su director ejecutivo, Dick Costolo, reconocía el fracaso de sus medidas antiacoso: «Se nos da fatal lidiar con los trolls [acosadores en redes sociales] y con los insultos en nuestra plataforma, y así ha sido durante años». Costolo afirmaba que Twitter «pierde un usuario clave tras otro por no afrontar los simples problemas de acoso a los que se enfrentan cada día», situación de la que el directivo asumía toda la responsabilidad.
La red social advierte de que seguirá de cerca el alcance y eficacia de estas medidas, evaluándolas y actualizándolas, con objeto de asegurar que su plataforma «es un lugar seguro para el mayor abanico posible de perspectivas».
«Pep Guardiola sabía que corría el riesgo de que lo sancionaran. Y decidió hacerlo igual. Mi gratitud es infinita. Gracias!». Este mensaje de la periodista argentina Verónica Brunati en su cuenta de Twitter resume el sentir del mundo del fútbol después de conocer que la UEFA ha abierto expediente disciplinario al técnico del Bayern de Múnich por comparecer el pasado lunes con una camiseta con la leyenda #JusticiaparaTopo, en la rueda de prensa previa al encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones que disputó contra el Oporto.
El entrenador catalán apoyó de esta manera la causa defendida por la familia del periodista argentino Jorge ‘Topo’ López, fallecido durante el Mundial de Brasil cuando el taxi en el que viajaba fue embestido por un automóvil robado por unos delincuentes a los que perseguía la policía brasileña y, como comentó su compañera en el mencionado tuit, Pep sabía a lo que se exponía. Cabe recordar que, además de jugadores como Messi o Mascherano, FC Barcelona y Atlético de Madrid posaron juntos antes de su partido de Liga en el Camp Nou con un letrero en el que pedían #JusticiaparaTopo.
Sin embargo, la UEFA, esa institución en la que, al igual que en la FIFA, tanto gusta hablar de respeto y juego limpio, volvió a demostrar que está dirigida por personas, no ya sin corazón, sino también sin ningún tipo de criterio para saber cuándo una excepción confirma las reglas e, incluso, las hace más razonables. Según informó la UEFA, a Guardiola se le abre expediente por un «incidente de naturaleza no deportiva«, según el artículo 11 (2) (c).
Jorge ‘Topo’ López, de 38 años, salió despedido del vehículo, falleciendo en el acto. El taxista resultó herido y fue atendido en el Hospital General de Guarulhos, mientras que los tres ocupantes del coche robado, dos de ellos menores de edad, salieron ilesos del accidente. Los tres fueron detenidos por la policía. Fue el segundo periodista que murió en la cobertura del Mundial de Brasil, ya que una semana antes, la también argentina María Soledad Fernández perdió la vida en un accidente de coche en el estado brasileño de Minas Gerais, en el que resultaron heridos sus dos compañeros de un equipo de televisión.
La UEFA abrió, asimismo, expediente disciplinario al entrenador del Oporto, el también español Julen Lopetegui, que fue expulsado en el partido disputado en el Allianz Arena y que finalizó con victoria bávara por 6-1. Lo hizo de acuerdo al artículo 60 del reglamento. La Comisión de Control, Ética y Disciplina se reunirá para abordar estas cuestiones el próximo 21 de mayo, según precisó el mismo comunicado.
Querían 10.000 dólares (unos 9.000 euros), una cantidad razonable para lanzar al mercado un juego de mesa. El 9 de febrero abrieron una campaña de financiación colectiva en Kickstarter. En 24 horas superaron un millón. Tres semanas después rozan los seis millones (5,3 millones de euros) y han roto el récord de apoyos en la plataforma. Todo para una baraja de cartas, un sencillo juego de mesa, con ilustraciones de gatos explotando.
El reloj Pebble superó los 10 millones. La consola OUYA, más de ocho, pero nadie llega a los 150.000 inversores cuya aportación va desde 20 dólares, cuyos inversores recibirán una baraja como recompensa, a 500, que incluye una carta hecha a mano. El lugar donde nacieron las gafas de realidad aumentada Oculus Rift, comprada por Facebook, demuestra que el cauce habitual de creación de un producto no siempre conoce los gustos del público.
Shane Small (Durbon, 1971) es, en parte, culpable del éxito. De su mente salieron los gatitos explotando de Exploding Kittens, su nombre oficial. Él mismo se sorprende al pensar la cifra alcanzada: “Cuando llegó a 600.000 no nos los creíamos. Ahora casi hemos multiplicado por 10 esa cantidad”.
Como el juego íbamos a hacerlo igualmente para nosotros, pensamos que quizá alguien más querría tenerlo…”
Gran parte del éxito proviene de The Oatmeal, un medio de humor gráfico popular entre la comunidad geek, entusiastas de la tecnología y cultura pop, creada por el dibujante Matthew Inman. Las redes sociales han sido también culpables de este fenómeno: tiene más de 100.000 seguidores tanto en Facebook como en Twitter.
Small, que trabajó en Microsoft hasta 2013 desarrollando contenidos, reconoce que la idea surgió a partir de un momento de aburrimiento: “Estaba trabajando con un compañero, cerraron nuestra división y pensamos que la misma mecánica podría emplearse en un juego de cartas”. El objetivo no tiene demasiado misterio. Intentar evitar la explosión de un gato curioso que quiere acabar con su vida de las maneras más inverosímiles. Desde el gato pirotécnico al de la cola de fuego. Los jugadores van tomando cartas de la baraja, las hay ofensivas y otras con poderes especiales o curativas.
Entre las intenciones de Small, que hoy es un diseñador independiente especializado en nuevas narrativas, está crear una aplicación para móviles. “No es la única opción”, explica, “también estamos hablando con compañías de juguetes para hacer figuras. Incluso nos planteamos una serie de televisión”. Esta nueva línea recuerda a otro fenómeno cercano, los Angry Birds. Insiste en que hacer dinero con este tipo de objetos y vías de negocio no es la prioridad: “Aunque parezca que todo es una broma, tenemos una hoja de ruta trazada. Lo primero es sacar al mercado el juego, que es nuestro compromiso con los inversores”.
La elección de Kickstarter no es casual: “Vimos que era el lugar donde más proyectos salen adelante. Como el juego íbamos a hacerlo igualmente para nosotros, pensamos que quizá alguien más querría tenerlo…”
En el horizonte solo se atisba una nube, la del plagio. “Asumimos que va a pasar, que alguien nos va a copiar, pero es temprano para tomar medidas. La prioridad es hacer realidad este juego”.
Entre los países con más interés se encuentran EE UU, Sudáfrica, así como Reino Unido y Australia.