Con los ocho goles de Putin, el 'presidente pichichi', Rusia habría ganado el Mundial

Los aficionados rusos al hockey sobre hielo deben de estar tirándose de los pelos en sus casas. Y no sólo porque su selección perdiera este domingo la final del Mundial por un contundente 6 a 1 ante Canadá sino, sobre todo, por no haber convocado a su mejor delantero al campeonato. Pero, ¿quién es este misterioso jugador que ha sido capaz de marcar ocho goles en el último partido que ha jugado? Pues, ni más ni menos, que Vladimir Putin.

Este sábado, tuvo lugar un partido benéfico en el puerto de Sochi, con el objetivo de promocionar la sede de los que serán los próximos Juegos Olímpicos de Invierno. A un lado, un equipo formado por políticos y jugadores ya retirados; al otro, jugadores profesionales en activo de la liga rusa. Y, como cabía esperar, los oligarcas pasaron por encima de los jugadores en activo, con una impresionante goleada por 18 a 6 con actuación estelar de Putin.

El presidente ruso no sólo anotó el gol inaugural del partido, sino que fue capaz de marcar ocho goles en la abultada victoria de su equipo: disparos lejanos, remates cercanos e incluso jugadas personales le hicieron convertirse en una de las grandes figuras del partido… si no fuera por la excesiva pasividad de los rivales, que prácticamente se convirtieron en espectadores de primera fila a la hora de defender al máximo mandatario ruso.

Putin se dio un baño de masas ante los entusiastas aficionados rusos con una exhibición consentida por el equipo rival, que concedió todo tipo de facilidades al presidente ruso en un partido que rozó lo esperpéntico. Sobre todo, porque Putín reconoció no hace mucho que la primera vez que en 2011 se calzó por primera vez unos patines, por lo que se antoja realmente difícil que pudiera anotar 8 goles ante profesionales… y que pudo caerse varias veces.

Pese a ello, el MVP del partido no fue para Putin, sino que se lo llevó el Ministro de Defensa ruso Serguey Shoigu, que recibió como premio por este normbramiento un viaje a la península de Crimea. Además, como curiosidad, los dos equipos jugaron a la espalda con el número 70, en conmemoración del aniversario de la victoria de la URSS sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Un gesto que enloqueció a la hinchada rusa.

Los ocho goles de Putin -un hombre que es reconocido amante de deportes como el jugo o el esquí-, le convirtieron en el primer ‘presidente-pichichi’ del hockey sobre hielo mundial. Lástima que Rusia no tuviera constancia de ello y no lo pudiera llevar a la final del Mundial: no es demasiado fácil encontrar goleadores y, mucho menos, al presidente de una nación que sea capaz de anotar ocho goles ante un equipo de profesionales.