Xavi Hernández ofrecerá este jueves una rueda de prensa para comunicar que abandonará el FC Barcelona a final de temporada para fichar por el Al-Saad de Qatar. Será entonces cuando se haga oficial algo que todos dan por hecho en el club azulgrana desde hace tiempo. El centrocampista ha decidido dejar el Barça y marcharse a Qatar con su familia.
El jugador de Terrassa le convenció el proyecto que le ofrecieron el Al-Sadd y la Federación de Qatar (dos años más uno opcional de contrato tal y como adelantó Mundo Deportivo), que incluye la posibilidad de que sus hermanos también trabajen allí. Hace un mes y medio estuvo visitando las instalaciones.
Xavi ya estuvo muy cerca de dejar el Barcelona la temporada pasada. Siguió en el equipo, a pesar de que Luis Enrique no le aseguró que iba a jugar. Con el paso de las jornadas ha acabado siendo muy importante para el entrenador asturiano en un rol muy específico: entrar desde el banquillo para aportar más control al juego en las segundas partes.
A pesar de que los aficionados culés le han pedido que se quede, el jugador de 35 años ya tiene tomada la decisión de dejar el único club de su carrera deportiva. Ya se lo ha comunicado a sus compañeros y a sus amigos más cercanos. Sólo queda que lo diga públicamente. Y lo hará este jueves.
Con el mismo cuidado que podría poner un cirujano cualquiera. Así trabaja este robot quirúrgico desarrollado por la empresa Da Vinci Surgery, al que le han encomendado la compleja tarea de coser la delicada piel de una uva.
El procedimiento que sigue esta máquina de precisión es el mismo que utilizan los médicos para suturar una herida. Como se puede apreciar en el vídeo, este tipo de herramientas es capaz de moverse con soltura en superficies muy pequeñas.
La compañía detrás de este avance tecnológico es Da Vinci Surgery, especializada en diseñar robots para cirugía interna. Las máquinas cuentan con tres o cuatro brazos robóticos interactivos que un cirujano controla a distancia desde una consola de mando. Así, pueden practicar operaciones en áreas pequeñas con mucha más precisión y movilidad que un médico utilizando instrumental tradicional con sus manos.
Uno de los brazos está equipado con una cámara que se acerca a la zona de la operación gracias a una pequeña incisión, de forma que el médico tiene a su disposición en todo momento una vista tridimensional amplificada hasta diez veces que le permite maniobrar con seguridad y precisión.
Con el sistema robótico, los cirujanos pueden adentrarse en la profundidad de los órganos, apreciar cada uno de los tejidos que los recubren, sentir cómo la sangre bombea a su alrededor y lograr extirpar tumores de todo tipo a los pacientes de una manera mínimamente invasiva. En el caso de las cirugías pediátricas, su capacidad para operar con precisión en tejidos y órganos muy pequeños son una ventaja añadida.
El urólogo y subdirector médico del Hospital Regional de Málaga, Emilio García Galisteo, que lleva desde 2007 realizando operaciones con el Da Vinci, ha explicado a Efe que el robot logra una cirugía segura, con las mejores garantías, tanto de seguridad como de eficiencia.