Fernando Belasteguin y Pablo Lima jugarán la final del Río Gallegos Open tras vencer en semifinales a Paquito Navarro y Matías Díaz por 6-3, 3-6, 4-6. Los primeros cabezas de serie tuvieron que remontar ante una pareja que por primera vez esta temporada no estará en la final de una de las pruebas del World Padel Tour.
Han tenido que pasar cuatro pruebas para que Bela y Lima jueguen su primera final juntos. Han aprovechado la primera oportunidad que han tenido para hacerlo. En Barcelona, la lesión de Pablo Lima provocó su retirada en la semifinal, también contra Navarro y Díaz. Y en San Fernando y La Palma, Belasteguin se llevó el triunfo, pero con la compañía de Willy Lahoz, sustituto de Lima. En Río Gallegos regresaba el brasileño y no han perdonado.
«Vi todo lo que tuvo que pasar Pablo, vi la lesión de Pablo. Hoy es un premio a todo el esfuerzo de todo este tiempo, nuestra primera final juntos. Ojalá que vengan otras», declaró Belasteguin en la retransmisión de WPT nada más terminar el partido. El argentino destacó la dificultad del partido, en el que Paquito Navarro y Matías Díaz supieron neutralizar sus fortalezas, explicó.
A partir del segundo set las cosas cambiaron y Bela y Lima tomaron el mando a base de una gran defensa. Sus rivales tuvieron que sudar muchísimo para hacerles un punto. «Quizá no seamos una pareja muy espectacular, pero vamos a dar el 100% en la pista», dijo Pablo Lima antes del torneo en una entrevista con El Confidencial. Esa es la principal fortaleza la primera pareja del ránking: una capacidad defensiva que termina por desesperar a sus rivales.
Javier Concepción es el último fichaje de Adidas Padel. El madrileño es el actual número 22 del mundo, y junto a su pareja Uri Botello está undécimo en el ranking por parejas del World Padel Tour. Después de haber disputado cuatro torneos esta temporada y aprovechando el lanzamiento de las nuevas palas Adidas Training, este madrileño de 2,03 analiza en El Confidencial cómo ve el circuito tras todos los cambios que se han producido en las mejores parejas y explica los beneficios de iniciarse en este deporte a cualquier nivel.
Poco a poco, Javier Concepción y Uri Botello se van convirtiendo en una pareja sólida dentro del World Padel Tour. Terminaron la temporada pasada décimos en el ranking y el objetivo a largo plazo es seguir creciendo. “Estamos trabajando de cara al futuro. A ver si conseguimos estar entre los ocho primeros”, asegura Javier. Además, el madrileño explica por qué se entiende tan bien con su pareja: “Al ser alto (2,03), yo soy más de ataque, de rematar, de hacer voleas… Soy más peligroso ahí que en defensa, que me tengo que agachar más y me cuesta un poco más. Mi compañero Uri es al revés y nos compenetramos bien”.
Este buen nivel que han alcanzado en los tres años que llevan compitiendo juntos les ha permitido poder “sobrevivir” gracias a este deporte. “Es un deporte muy complicado y muy joven y es difícil sacar beneficios al haber tantas marcas y tantos patrocinadores. Igual un jugador de menos nivel que yo gana más porque ha tenido más suerte con sus patrocinadores. Las ocho primeras parejas sí viven mejor. Donde estoy yo no sobrevives mal, pero depende mucho de tus resultados”, asegura Javier. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y con un Master en Dirección Estratégica, el madrileño no se plantea ahora otra cosa que no sea jugar. “Mi idea es seguir, y si veo que las cosas no salen, siempre tendré mi carrera. De momento, estoy bastante contento y quiero seguir intentando estar lo más arriba posible”, asegura.
La próxima cita para Javier y Uri será en el Challenger de Córdoba, que arranca este sábado. Después, se marcharán a Argentina para disputar el Río Gallegos Argentina Open del 1 al 7 de junio. Allí volverán a estar las mejores parejas del mundo, después de que esta temporada haya habido muchos cambios: “Fernando Belasteguin y Juan Martín Díaz llevaban como 13 o 14 años estando de números uno. Son muchos años los que han aguantado, y al final buscan nuevas sensaciones con otros compañeros. Bela ha demostrado que está a un gran nivel, tanto con Lima como con Guillermo Lahoz, con quien contra pronóstico ha ganado los dos últimos torneos por la lesión de Lima. A Juan Martín (el excompañero de Bela) y Juani Mieres les está costando más adaptarse por su manera de jugar, que es muy particular. En los primeros torneos no les ha ido muy bien, pero creo que a largo plazo estarán ahí arriba. Por último, el cambio de Paquito Navarro y Matías Díaz los ha convertido en una pareja muy dura y hay que tenerlos en cuenta. Creo que es bueno que haya cambios, da un poco de incertidumbre”.
Con estas novedades, el circuito se ha vuelto más competitivo y han surgido las primeras sorpresas. Javier Concepción lo analiza: “El circuito es más competitivo por tres razones. Una, los cambios de pareja. Siempre lo hace más inestable y no sabes cómo van a encontrarse en la pista, si van a tener buen feeling o no. Después, este deporte es cada vez más profesional, cada vez nos dedicamos más a él y entrenamos más. Al final las diferencias se estrechan mucho. Y una tercera es que ha habido un cambio de pista, ahora es negra, antes era azul. Eso ayuda un poco a que los partidos sean más igualados y más lentos y a que el circuito sea más imprevisible”.
(Foto: World Padel Tour).
Más allá del circuito profesional, el pádel cuenta con cada vez más adeptos. A nivel popular, jugar al pádel se ha convertido en una práctica muy común. “Es un deporte muy sociable. Al final, te juntas con cuatro amiguetes, luego te puedes tomar una caña con ellos y has hecho deporte y te lo has pasado bien. Por eso creo que está triunfando tanto. Además, es un deporte muy fácil de empezar a aprender y de jugar. Al ser una pista tan reducida, le das tres veces a la bola y la gente ya se cree que sabe (risas). No es como el tenis, que para jugarlo tienes que tener cierto nivel. En esto, si sabes darle más o menos a la bola, ya vale, y además avanzas muy rápido”, asegura.
Desde su posición como uno de los mejores jugadores del mundo, Javier Concepción anima a la gente a practicar un deporte que reconoce que “exige mucho físicamente”, pero que “es muy divertido”. “A la gente le diría que lo pruebe, algunas personas son un poco reacias porque no lo han probado, les da pereza, vergüenza… pero yo he estado en un montón de ciudades, haciendo eventos y ves a todo el mundo, tenga las cualidades que tenga, que se ríe, que hace deporte y que se lo pasa bien. A la mínima que aprendas un poco verás que vas evolucionando y es divertido. Yo animo a todo el mundo a que lo practique”, concluye.