“Donde antes recibían cero ahora percibirán al menos 10 millones; y por la Copa del Rey, sin contar la final, que antes vendían por tres millones, ahora recibirán 10 millones”, dijo Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, cuantificando lo beneficioso para la federación y lo solidario para el fútbol que es el real decreto que regula la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol español. “Y cinco millones serán para el fútbol no profesional, la Segunda B y el fútbol femenino. Solo el fútbol recibirá el mismo dinero de la Administración que la suma del resto de las federaciones”.
Cuatro días después de que el Consejo de Ministros aprobara la norma con los criterios del reparto entre las familias del fútbol, la federación española aún no ha reaccionado oficialmente, aunque a través de vías indirectas ha hecho saber su disconformidad y su disposición a pelear por obtener una mayor parte del pastel que se presume.
“Cinco millones serán para el sector no profesional, el fútbol femenino y Segunda B”
Anticipándose a la probable reivindicación del organismo presidido por Ángel María Villar, Cardenal, motor e impulsor de la venta centralizada, puso números a la letra del real decreto. El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) ofreció tres cálculos de ingresos, uno conservador (1.000 millones de euros de ingresos por temporada, 900 de ellos para Primera División), uno razonable (1.250 millones totales; 1.125 para Primera) y uno optimista (1.500 y 1.350 millones). En todos ellos se contempla que mientras los ingresos de los dos clubes que más perciben con la actual venta individual, el Madrid y el Barcelona, apenas variarán (seguirán rondando los 130 millones anuales), aplicando los criterios del reparto centralizado (50% fijo; 25% según valor deportivo y 25% según valor social), los de los demás equipos no serán tan escandalosamente menores.
En el cálculo llamado razonable (1.250 millones por temporada, incluida la venta de derechos al extranjero que alcanzaría un mínimo de 400 millones), el Valencia y el Atlético de Madrid, que actualmente perciben unos 45 millones, la tercera parte de los dos grandes, pasarían a 85 millones, con un ratio de solo 1,4 a uno; y los que menos reciben, los tres últimos clasificados, pasarán de ingresar la séptima parte de lo que reciben los primeros a la cuarta parte. “Esto permitirá una Liga más competitiva y un descenso de la deuda con Hacienda”, dijo Cardenal.
Dado que todos los clubes tienen contrato en vigor con algún operador para la próxima temporada, el real decreto regulará la venta a partir de la temporada 2016-17, pero Cardenal no excluyó que la Liga recupere los derechos y se pueda anticipar una temporada. Los operadores de la televisión de pago así lo desean, conscientes de que España es el país europeo con menor penetración de este sistema (cuatro millones de abonados, los mismos que Portugal, con una penetración de solo el 22%), y de que el fútbol sería la gran locomotora de su multiplicación.
El Consejo de Ministros aprobó este jueves finalmente y por real decreto la venta centralizada de los derechos de transmisión televisiva del fútbol para intentar así poner fin a casi 20 años de guerras entre operadores, disputas con la Federación y la Liga, sobreprecio del producto y reducción de ingresos por parte de los clubes, con la consiguiente falta de competitividad frente a otros torneos internacionales.
El modelo español, casi único en Europa de venta individualizada (derecho de arena) por parte de cada club, había logrado que la Liga, el torneo nacional europeo más fuerte deportivamente, fuera también la competición de su nivel que menos ingresos televisivos generaba. La Premier League, que acaba de renegociar con acuerdo de los clubes un contrato centralizado, recabará 1.875 millones. La Serie A italiana, donde se regula por ley como en Francia, ingresa 846. En España las televisiones reportaron en la temporada 2013/14 unos 800 millones.
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El acuerdo, que rige para las próximas tres temporadas, para el mercado interior y exterior y para las retransmisiones en directo y en diferido, permitirá subastar conjuntamente los derechos para transmitir 380 partidos anuales de la Liga BBVA (Primera Divisón), los 400 de la Liga Adelante (Segunda), además de la Copa del Rey y la Supercopa.
Los cálculos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), refrendados ahora por el Gobierno, elevan la previsión futura de ingresos a 1.500 millones a corto plazo.
El real decreto, cuyo primer borrador ya estaba preparado para ser aprobado en diciembre, es finalmente un encaje de bolillos con el que el Gobierno ha intentado contentar a petición de las partes enfrentadas a todos los sectores afectados, aunque la Federación Española de Fútbol, que se reclama responsable de la competición, no estaba de acuerdo hasta ahora con el reparto establecido.
Según la nueva norma, los clubes profesionales de fútbol se repartirán el 92% de estos ingresos televisivos. Dentro de los clubes profesionales, el 90% de esa cantidad será para los de Primera División y el 10% para los de Segunda.
Con el sistema actual, los cuatro primeros equipos acaparan el 45% de los ingresos
El 8% restante del dinero de la televisión se utilizará con otros fines: un 3,5% irá para los equipos que desciendan de categoría; un 1% para la Liga, un 2% para la Federación presidida por Ángel María Villar —si se explota conjuntamente la Liga y la Copa del Rey— y un 1,5% para deportistas de alto nivel y fútbol no profesional (2ª B y fútbol femenino).
La Federación recaudaba ahora 27 millones y con esta fórmula podría agregar otros siete.
La estimación de ingresos “en breve” de 1.500 millones de euros se proyecta sobre una partida previsible de mil milones para la comercialización en el mercado nacional y entre 400 y 500 millones más en el internacional.
La Liga española está lastrada, además, por un reparto poco equitativo que el Gobierno, según el ministro de Educación y Deportes, José Ignacio Wert, pretende corregir también con esta norma. Mientras el Real Madrid y el Barcelona reciben anualmente unos 140 millones de euros por sus derechos televisivos (33%), el Atlético, actual campeón de Liga, se queda en 50 millones. Los cuatro primeros equipos acaparan el 45% de los ingresos. Desde ahora los ingresos se repartirán entre los clubes basándose en tres criterios que deberían convertirse en fórmula matemática: un 50% del dinero destinado para los clubes de Primera se dividirán a partes iguales y el resto en función de otros criterios, como los resultados logrados en las últimas cinco temporadas y su implantación social, es decir su número de socios y abonados. En el caso de Segunda, se dividirá el 70% equitativamente y el 30% restante sobre los resultados de la última temporada.
Se prevé que la norma reduzca el desequilibrio de 7 a 1 favorable a los principales clubes
Wert destacó así que se reducirá algo el actual desequilibrio de 7 a 1 favorable a los principales clubes, por una etapa de tránsito de 4,5 a 1, para llegar a una meta final de 3 a 1. Y siempre con la máxima de que ningún equipo reciba menos dinero que ahora.
Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, elaborador e impulsor del real decreto, ensalzó que se trata de “una medida histórica, necesaria para el fútbol español, que de esta forma tendrá un campeonato competitivo y no se alejará del nivel de las grandes Ligas del sector en Europa”.
Gracias al fondo de compensación previsto, casi 4.000 deportistas verán cómo un 1% de los ingresos por televisión irán destinados a darles el derecho a la Seguridad Social y se aportarán fondos para el fútbol femenino y el fútbol modesto.