Cinco horas de críticas, reproches y una cierta alarma incluso en esferas políticas aconsejaron a la Comisión Nacional contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte declarar el partido del próximo sábado en Riazor entre Deportivo y Atlético de Madrid como de alto riesgo, una etiqueta que no se le había asignado tras la reunión matinal que había puesto ese acento sobre los duelos de Liga de Campeones de la próxima semana (Barcelona-PSG y Real Madrid-Atlético) además del partido que enfrenta este domingo a Granada y Sevilla.
En un primer momento los clubes querían aparentar normalidad de cara al duelo
A primera hora de la tarde de ayer la Comisión hizo pública esta decisión; a primera hora de la noche ya había agregado el partido de A Coruña, el primero en el que se encuentran deportivistas y rojiblancos tras los incidentes del pasado 30 de noviembre que se saldaron con la muerte del aficionado coruñés Francisco Javier Romero Taboada.
La primera intención de los clubes era la de trufar de una normalidad previa el partido. Así se lo transmitieron a la Comisión en los días precedentes y le hicieron ver que la declaración de alto riesgo se podía obviar visto que tampoco están previstos, ni se han detectado, preparativos para desplazamientos de aficionados desde Madrid ni desde las peñas del Atlético tanto en Galicia como en comunidades cercanas. Tan sólo el club del Manzanares incidió en que se refuerce el dispositivo que vigile los desplazamientos del autocar que traslade a sus futbolistas desde entre aeropuerto, hotel de concentración y estadio.
No se han vendido entradas a aficionados atléticos porque no las han pedido
El dispositivo policial será el habitual en los partidos del Deportivo en Riazor. Ochenta policías nacionales se desplazarán al estadio y se movilizarán a las habituales dotaciones de policía local, protección civil, voluntarios de la Cruz Roja e incluso guardia civil, que se responsabiliza de los movimientos en el aeropuerto coruñés de Alvedro. Nada cambia en ese sentido por poner la etiqueta de alto riesgo, aseguran fuentes del dispositivo de seguridad que opera en el estadio coruñés. Estaba prevista, en todo caso, a primera hora de la mañana de hoy una reunión de coordinación en la Subdelegación del Gobierno de A Coruña.
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La declaración de partidos de alto riesgo se efectúa según la Comisión Nacional contra la Violencia en virtud de “antecedentes o circunstancias concretas”. Esa prevención se realiza, inciden, para establecer medidas que eviten situaciones de riesgo y contemplan medidas tales como la separación total de las aficiones rivales y la supervisión del acceso de ambas al recinto. No se han vendido entradas a aficionados colchoneros porque nadie las ha solicitado. Y, así, no se declaró el partido de alto riesgo. Pero apenas cinco horas después de publicar el listado de los que sí lo eran la Comisión puso la alarma sobre la cita del sábado en A Coruña menos de 48 horas antes de que ruede la pelota. Y trataba de explicarse en un comunicado: “De momento —pues la Comisión recaba continuamente detalles en el entorno del fútbol profesional—, no hay ningún encuentro más estipulado con este perfil, si bien no se descarta que se pueda unir alguno más a este grupo en las próximas horas”. Esa misma tarde había dejado claro en otra nota pública que la declaración de partidos de alto riesgo se establece “con la máxima anticipación”.