Que te guste cómo juega el futbolista Neymar es una cosa y que le lleves en la cabeza, bueno más bien en el pelo, es otra. Y eso es lo que hacen en esta peluquería en Sao Paulo, Brasil. Nariko además de cortar el pelo, hacen arte. Luis Fernandon de, 15 años, enseña en su móvil la foto del jugador brasileño y Nariko, propietario de la peluquería, se pone manos a la obra. Rapa donde haya que rapar hasta que vayan apareciendo los rasgos del delantero. «Me hace muy feliz, no sé cómo explicar mi felicidad», dice Nariko. «Neymar inspira a la gente joven y yo con mi trabajo estoy haciendo que ellos se interesen por esta profesión», dice. Para realzar las facciones, le da un poco de color o bastante si es el escudo del Fútbol Club Barcelona, donde el brasileño juega en este momento. Luis Fernando pagará unos 30 euros por la obra. Y no sólo de la cara de Neymar se vive en esta peluquería. Otros clientes se van con el rostro de Jesucristo, la última cena de Da Vinci o alguna estrella de hip hop plasmada en su cuero cabelludo. Lástima de obra cuando empiece a crecer el pelo.