Mercedes ha comenzado como se presupone que va a ser el fin de semana entero: arrasando. Un segundo y medio por delante de sus rivales en los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Canadá. Lewis Hamilton fue primero y segundo, a cuatro décimas, quedó Nico Rosberg. Su superioridad parece clara, aunque es solo la primera sesión y habrá que esperar a ver las tandas largas de los equipos y a Ferrari con su nuevo motor. Los italianos han sido quintos en esta primera tanda con el monoplaza de Sebastian Vettel. Entre el piloto alemán se han colado dos motores Mercedes: el de Romain Grosjean (Lotus) y el de Nico Hulkenberg (Force India).
Por otro lado, Fernando Alonso terminó noveno. Buen puesto para McLaren-Honda, que no se libró de los problemas. Ni tan siquiera con las nuevas piezas en la unidad de potencia que pretende solventar estos fallos en la fiabilidad. Durante su primera vuelta, Jenson Button no logró pasar de la segunda marcha. Un rato más tarde volvió a intentarlo y el problema persistió. A la tercera fue la vencida y el británico rodó con normalidad en la última media hora y marcó el 15º tiempo.
Carlos Sainz (Efe)
Los motores Mercedes coparon las primeras posiciones. Renault, e incluso Ferrari, quedaron más rezagados. Lotus parece el más beneficiado, con Grosjean tercero y Pastor Maldonado octavo, y además es el equipo que más vueltas completó al trazado de Gilles Villeneuve, un circuito con mucha suciedad en la pista este primer día debido a las escasas competiciones que recibe a los largo del año. Pero lo que más sorprendió son las grapas encontradas pegadas en el asfalto. Los comisarios tuvieron un trabajo extra quitando con pinzas o con las propias manos estas grapas de la calle de boxes.
Otro que tuvo problemas, aunque de diferente tipo, fue Carlos Sainz. El español se quedó clavado con su Toro Rosso a la salida del ‘pit lane’ y tuvo que ser rescatado por sus mecánicos. Aún se desconoce qué provocó el fallo. Por su parte, Roberto Merhi fue 19º y superó a su compañero de equipo, Will Stevens.
Resultados primeros entrenamientos libres
Tras pasar revista a la situación general de la Fórmula 1 en la primera parte de la entrevista en El Confidencial, Gerard López habla de la situación de su equipo, Lotus, de Carmen Jordá y, como empresario e inversor global, de la visión que tiene de España desde el exterior en estos momentos.
Pregunta: Entrando en la situación de Lotus y de otros que no forma parte de la aristocracia de la Fórmula 1, ¿cómo sienta que algunos responsables de estos equipos o Ecclestone les cuestionen su capacidad de gestión cuando las decisiones de enormes implicaciones económicas, como los motores por ejemplo, se las imponen otros?
Respuesta: Esto lo he dicho siempre: es la economía planificada. Es decir, sabes que te va a costar X, pero no sabes cómo te lo vas a ganar. Si quieres estar aquí, tú ya sabes que te va a costar y si no estás de acuerdo, te vas. Esto no es normal, no es normal. Lo que digo siempre es que esto es como jugar la Liga y que todos tengamos que tener un Messi y un Cristiano Ronaldo en el equipo. Pero hay a quien les dan dinero para tener once como ellos. E incluso el que no quiera un Messi, se lo tiene que pagar. Oye, que yo a Messi le cogería (Risas).
P: Hay algo que choca desde fuera: tantos problemas económicos que se decía que Lotus tenía y, de repente, se trae para su equipo el mejor motor, el de Mercedes… Es de suponer que esto hay que avalarlo con una solvencia, ¿no?
R: Sí, porque lo de las pérdidas nosotros nunca lo dijimos. Te voy a contar de dónde viene todo esto: inocencia. Nosotros pecamos de inocentes. Cuando compramos la escudería, las inversiones las hicimos prestando dinero al equipo. No hablo de un banco. Nosotros, al equipo. ¿Por qué? Muy claro, nunca queríamos tener el cien por cien de Lotus. Pensábamos que si un día vendíamos, era mejor sacar el capital por la deuda, no tienes impuestos. Y segundo, por la venta de acciones.
Cuando publicas entonces tus primeras cuentas, te sale un pérdida de cuarenta millones. ¿Qué pasa entonces? Este paddock, con todo el cariño que tengo a la Fórmula 1, está lleno de gente que no ha visto un balance en su vida, pero todos opinan de economía. Aquí los llevas a Davos y solucionan el problema económico mundial.
Cuando tú prestas al equipo, si decido que no sólo presto sino que pongo mi nombre, cosa que hace Red Bull por ejemplo, entonces la gente te dice que has hecho una gestión genial, que no pierden dinero. Pero están perdiendo lo mismo. Aquí, en la Fórmula 1, como todo es cuestión de imagen, una buena gestión es una mala gestión. Por eso digo, que pecamos de inocencia.
P: Si se ha dado cuenta que ya no va a ir a luchar para ganar, ¿cuáles son sus planes a medio plazo para Lotus? ¿Qué quiere de la Fórmula 1?
R: A medio plazo queremos que el equipo vaya bien. Ahora mismo somos el cuarto o quinto mejor equipo y aquí tenemos que estar. Olvídate de los dos primeros. Una tercera plaza como la Williams el año pasado sólo la sacas por el motor. Y lo digo con todo el respeto para Williams, si no se lo tengo tampoco se lo tengo a Lotus. Pero tú no puedes ir con 550 personas contra quien tiene 850. Lo haces un año por el cambio reglamentario, pero no más adelante. Aquí manda la pasta.
P: ¿Por qué el fichaje y qué tal con Carmen Jordá?
R: Sabíamos que íbamos a tener dos cosas. Por un lado, tenemos una chica que da bien, refresca la imagen de la Fórmula 1 y marcas que te dicen que muy bien que esté aquí. Y luego tienes gente que te dice que es sólo por publicidad… Claro, pero ¡si todo el coche es ya publicidad! Este es un mundillo de envidias que cuando haces una cosa, trabajes bien o mal, no cuenta lo que haces sino cómo lo vendes. Lo de Carmen es como cualquier otra cosa. Si haces algo para sacar una imagen positiva, que hablen de ti. ¿Qué tiene de negativo?
P: Cambiando de tercio, hablando ahora de España. Hace dos años daba una visión de luces y sombras, con un país en profunda crisis. ¿Cuál es la visión tiene en estos momentos? ¿Es cierto que este país sale adelante o no? ¿Qué se percibe desde el exterior?
R: Podemos hacer el juicio tal y como está el país en sí mismo o comparando con otros. En lo primero, aún no ha salido de la suya, pero España está un poco mejor. Realmente, yo creo mucho en la economía de los sentimientos, es decir, es la gente la que toma decisiones. Y si tienes un carácter y una cultura positiva siempre sales adelante. El mejor ejemplo del mundo es Estados Unidos. Nosotros los españoles no somos EEUU, pero sí tenemos un carácter bastante positivo. Luego, la gente se ríe cuando digo esto, pero tenemos buen tiempo. Y esto, psicológicamente, juega mucho. Si algo es positivo, se vuelve más positivo. A España la considero un país con una cultura positiva, aunque aquí te digan que es país de envidia…
P: Y de la cultura de la queja ¿no?
R: Pues vete a Francia, son los campeones… Luego está la realidad económica en España. Ciertas cifras que son importantes para España se han incrementado, en parte, porque la economía mundial ha mejorado, pero también porque se han hecho cosas que funcionan. Yo no soy de derechas ni izquierdas, pero comparado a otros, España ha sido un ejemplo de gestionar su presupuesto. Mira Grecia o Francia, el problema más importante en Europa ahora misma. Y si coges a España, lo ha hecho bien. La tercera cosa interesante con España es que comienza a interesar a inversores de fuera. Y cuando esto pasa es que algo está funcionando. Cuando hicimos la otra entrevista, ni a palos traías un inversor aquí, de lo que fuera… Ahora sí.
P: Hace dos años, Gerard López se sorprendía de que nadie le hubiese llamado aquí para invertir y de que no tuviera inversiones en España. ¿Ha cambiado el tema?
R: Sí, mira, somos un ejemplo de inversores que están llegando. Estamos mirando ahora un par de negocios bastante importantes. Nos interesa, sí. España nos interesa.
Fundador de Genii Capital e inversor en todo tipo de sectores globalmente, Gerard López es también propietario de Lotus a través de la sociedad citada. Con su experiencia y perspectiva, siempre ofrece una visión interesante y personal de este mundo. El Confidencial le entrevistaba en su primera visita esta temporada a la Fórmula 1, en el Gran Premio de España, («no he tenido nada de tiempo hasta ahora»). A diferencia de años atrás, nuestro país también empieza a entrar ya en su radio de acción inversor.
PREGUNTA: Para entrar en contexto rápidamente. Genii Capital, ¿cómo era antes de entrar en la Fórmula 1 y después de desembarcar en ella?
RESPUESTA: Buena pregunta… Y además, una que nunca nos han hecho… (sonríe). Pues a nivel de industrias y de lo que hacemos, casi lo mismo. Tecnología: no ha cambiado nada; inmobiliaria: lo mismo. A nivel de banco de inversión ha cambiado mucho, porque se han abierto nuevas geografías y nuevos mercados. Y luego, el gran cambio es que la Fórmula 1 nos permite entrar en un mercado, el de la energía, donde sí se hace negocio. Nos ha abierto puertas en un momento dado que lo ha facilitado. En definitiva, la Fórmula 1 para Genii ha sido la de aumentar la capacidad de acción geográfica.
P: ¿Cuánto le ha costado hoy a Genii Capital y a Gerard López la Fórmula 1?
R: No lo sé, lo que sí sabemos es que, si tenemos una cuenta entre lo que ha entrado y salido, no nos ha costado nada. La cuestión está en qué es lo que metes dentro. Si tienes una relación con la que has trabajado, solo por haberlo hecho, ¿lo consideras como algo que te ha traído la Fórmula 1 o no? Bueno, nosotros no lo consideramos de manera financiera, pero objetivamente alguna consideración tienes que darle. Lo que estoy seguro es que hemos recuperado más de lo que hemos gastado. Eso seguro.
P: En Lotus, su equipo, se ha metido la tijera de forma radical y casi es autosuficiente.
R: Sí, el año pasado lo fue, sí…
Gerard López junto a Grosjean y Gastaldi (EFE)
P: Cuando se invierte, ha de ser con un retorno. Con estos años de experiencia, ¿qué no haría ahora?
R: Lo que no hubiera hecho, quizás, fue que cuando vas cuarto o quinto, intentabas jugarte el ir a por la primera plaza, o la segunda, como hicimos hace dos años. Si tienes ambición y un carácter un poco competitivo -y yo no es que tenga poco, es que lo tengo mucho-, se hace casi contra natura no ir a por ello, y te haces así tu peor enemigo.
Y la segunda cosa es que, el año pasado, en Austin, fui el primero en hablar de los problemas financieros, del deporte en general, no de un equipo… Si hubiera sabido que iba a tener tanta audiencia, digamos, quizás lo hubiéramos dicho antes.
P: ¿Y se paga un precio por liderar en la Fórmula 1 posiciones como la suya?
R: Cuando tienes opiniones propias siempre pagas un precio.
P: Con su visión global de los negocios, como alguien que está dentro de la Fórmula 1, pero que personalmente es muy aficionado al automovilismo, ¿cómo la ve como producto? Porque un tema es la visión endogámica de este mundo y otra la del aficionado.
R: Sí, además el peligro que tenemos en la Fórmula 1 es que todos nos creemos… como diría, irreemplazables. Parece que pensamos que esto es el centro del universo, lo que para nada es el caso. Y por ello tienes que adaptarte a lo que pasa fuera.
Lo primero, sigue siendo un deporte genial. Es uno de los únicos o el único que es internacional. Lo son el tenis y el fútbol, pero que se transportan de la misma manera. La Fórmula 1 sí, es el mismo campeonato en diferentes países. Es como la NBA jugándose a nivel mundial. Y esto tiene su valor.
Lo segundo, la tecnología que llevamos en los coches, aunque personalmente creo que es exagerada, positivamente es la bomba. Lo que son capaces de hacer estos coches, cómo se gestionan, es muy fuerte. Estamos increíblemente avanzados. Los datos que transferimos en cinco minutos te ibas y volvías a la luna hace treinta años.
Lo negativo, que lo hay, es que con toda esta tecnología, ¿por qué no tenemos patrocinadores o inversores tecnológicos? Porque no se lo vendemos bien. Esto se lo vendemos a empresas que fabrican coches. Más allá no llega. El resto es todo normalito. Donde falla el deporte es cómo nos conectamos al mundo tecnológico. De las diez empresas más cotizadas del mundo, tres no son tecnológicas. Las otras siete no están aquí.
El Lotus de Grosjean junto a un Red Bull en una de las carreras del Mundial (Reuters)
P: Sí, pero considerando el tema desde el punto de vista del espectador, están cayendo las audiencias televisivas…
R: Ese es el segundo punto de lo negativo. Y tienes dos problemas. Uno geográfico; ¿cómo atraes audiencia en los países en los que estás corriendo, pero ni llenas las tribunas, ni traes a la gente a la tele? China, India… Esto es cultural. Hace un momento le daba un ejemplo por aquí a alguien. Tengo un amigo en Estados Unidos que lleva la división de deportes de NBC, y cuando compraron los derechos el año pasado me decía: “¿Cómo le vendo la Fórmula 1 a los americanos?”. No se trata de ofrecer imágenes de coches, le decía, tienes que hacer que le interesa a la cultura americana. Los yates en Mónaco, las estrellas del deporte… El show, lo que no tenga la Nascar. Es una cultura diferente.
Hay que saber lo que le interesa a los indios, a los chinos… Se trata de ver cómo el mismo deporte lo metes en un paquete para cada país; aunque sepa igual, lo presentas diferente. Es como la Coca Cola, sabe igual, pero cuando la compras en China tiene otro diseño. A los chinos lo que a lo más les interesa son las apuestas, y a los indios es utilizar el móvil en vez de la tele.
P: Parece que también está cambiando la edad de la audiencia…
R: Y luego hay un problema generacional. Yo, cuando iba al cole, el lunes tenía dos temas: el Barça y Ayrton Senna. Ahora unos pocos tienen al Barça, pero nadie tiene a Lewis Hamilton. Tengo una inversión muy interesante. Soy el accionista mayoritario de la empresa de alquiler de coches más barata de Europa ¿Y por qué funciona? Porque los jóvenes no quieren comprar coche. Entonces, si no interesa el automóvil y encima no estás utilizando los medios que ellos utilizan, olvídate. Si tu único medio de presentación es la tele, que no la miran… Aquí siguen hablando de la generación MTV, y esa es cuando tenía yo dieciocho años. Ahora no es generación de nada. No miran la tele, y cuando miran es tres minutos de algo.
Uno de los Lotus durante unos entrenamientos en Barcelona (EFE)
P: En la Fórmula 1 se dice que hace falta un dictador para manejarla, para que funcione eficazmente. Si Gerard López fuera ese dictador, ¿qué es lo urgente o quirúrgico que haría?
R: La primera, y la gente me va a criticar porque tengo un equipo… Haz que cada equipo sea una franquicia como ocurre en otros deportes. Es decir, que tenga un valor que haga que un patrocinador o inversor quiera estar dentro ¿Cómo lo haces? Rentabilizando la Fórmula 1, que desde el pequeño al más grande todos tenga bastante para poder competir. Si haces esto, y cierras la puerta, todos quieren entrar.
P: Pero Bernie Ecclestone siempre ha tenido la filosofía de cuanto menos, más escaso y restringido, más valor…
R: Ya, pero lo que estoy diciendo ahora, incluso Ecclestone me lo dice, me admitió el año pasado que cometió errores al negociar la distribución de los derechos. Sería lo primero que haría. Que cualquier equipo pueda competir, no sobrevivir, hablo de competir. Haciendo esto, funciona la plataforma.
Y lo segundo, con toda la tecnología que tenemos, ¿por qué no se sabe? ¿Es que de verdad necesitamos 500 u 800 personas para hacer funcionar dos coches y no le decimos a la gente lo que está pasando? Tenemos una tecnología que no veas y nadie lo sabe. Por ejemplo, todos en los equipos estamos enviando datos constantemente. ¿Por qué no tenemos un cloud (nube) que acoja todos los datos, centralizado, más barato, más eficaz que esté protegido y te traes un patrocinador y le dices ‘tú eres nuestro cloud’. No, aquí cada uno hace lo suyo, nos cuesta un pastón a todos y no tiene valor añadido ninguno. Los presupuestos más importantes de marketing del mundo están en tecnología. Traételos aquí.
Mañana, la segunda parte de la entrevista a Gerard López.