Ante el anuncio de la huelga, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) decidió denunciar a la Federación. “La LFP ha interpuesto las acciones legales correspondientes, ante los órganos administrativos y judiciales competentes, en defensa de los derechos e intereses legítimos, tanto de sus clubes/SAD afiliados, como de las propias competiciones profesionales que organiza y que han sido flagrantemente vulnerados”, anunció la patronal, que se escuda en su decisión en un defecto de forma por no estar incluida la proposición de huelga en el orden del día de la junta federativa y porque interpreta que es a la LFP a la que corresponde la potestad de organizar las competiciones y su calendario.
Las diferencias de la AFE y la Federación con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), por el contenido del decreto que regula la venta centralizada de derechos televisivos no son las únicas desavenencias de la guerra que vive el fútbol español. Sin ir más lejos, la entrada en vigor el pasado 1 de mayo de la prohibición de los fondos de inversión en el fútbol español —también conocidos como TPO (Third-party ownership)—impulsada por la FIFA, ha generado grandes discrepancias. De hecho, para la patronal, esta normativa aún no ha entrado técnicamente en vigor porque el CSD no ha aprobado la modificación del reglamento federativo necesaria. El CSD solo lo aprobará cuando compruebe que la prohibición se ajusta a derecho.
Golpe al control económico
Combate jurídico por el control financiero del fútbol
Los fondos de la discordia ya están prohibidos
“El fútbol no está en crisis, los ingresos aumentan cada año”
Mientras la AFE aplaude la prohibición en connivencia con la Federación, Javier Tebas, presidente de la LFP, defiende su existencia y apela a una regularización. “Los fondos de inversión le han supuesto unos ingresos de 100 millones de euros al fútbol español y el objetivo es triplicar esa cifra en dos temporadas porque con esa entrada de dinero mantendríamos talento y podríamos fichar jugadores de primer nivel”, defiende el mandatario. “No son éticos, con ellos se despatrimonializa el fútbol de una forma bestial”, responde Luis Rubiales, presidente de la AFE.
El enfrentamiento más reciente entre el sindicato y la Liga tuvo a Pedro León en la diana. El jugador del Getafe se quedó sin ficha porque con su inscripción el club madrileño superaba el tope salarial impuesto (18,7 millones) por la Liga con motivo de las limitaciones presupuestarias que establece el control económico que impulsó el Consejo Superior de Deportes en 2012 y que ejecuta el organismo dirigido por Tebas desde entonces con el objetivo de asegurar la viabilidad de los clubes y de reducir la deuda con Hacienda. De los más de 681 millones adeudados en 2011 con el fisco, la cifra se ha rebajado hasta los 520, según el último balance del mes de marzo.
Lea el comunicado de la Liga de Fútbol Profesional
A pesar de la que la Federación decidió expedir la ficha al futbolista, la LFP aseguró en seguida que no era válida y amenazó con sancionar al Getafe si empleaba al jugador por alineación indebida. Fue entonces cuando Pedro León y la AFE presentaron una denuncia contra la LFP en el Juzgado de lo Mercantil de Madrid por vulneración al derecho de trabajo. El juez Francisco Borja Villena Cortés otorgó al jugador las medidas cautelares que le permitieron poder competir sin que ello acarrease ninguna sanción a su equipo. El juez también aclaró que el control económico no tenía rango de ley. Con el nuevo decreto, ya sí la tiene.
El pasado martes las 24 ligas de fútbol más poderosas se reunieron por primera vez para establecer un punto de partida desde el que caminar juntos para hacer frente a sus dificultades del día a día. A dicha cita -tuvo lugar en Londres- acudió el presidente de la LFP, Javier Tebas, quien, a su vez, tiene entre sus principales objetivos que sus propios clubes peleen de la mano a partir del Real Decreto que, tras la aprobación de jueves, regulará la comercialización unificada de los derechos televisivos. Pero entonar el You’ll Never Walk Alone es difícil en España, principalmente por el carácter independentista de Real Madrid y FC Barcelona. Las pretensiones de la Liga pasan porque fuera del terreno de juego no haya distinción de trato entre ricos y pobres -o consentidos dentro del grupo- para avanzar en pro de un interés común. Una mentalidad que evitaría la toma de decisiones individuales y que afectan a la imagen de nuestro fútbol (y sus sponsors), como el silencio de Cristiano Ronaldo.
Javier Tebas, presidente de la LFP.
Son los dos clubes más poderosos de España y de los que más peso tienen en todo el mundo. Partiendo de esta base parecen lógicos los recelos que nacen de sus despachos para proteger sus propios intereses económicos sobre los de sus compatriotas. La mentalidad de Madrid y Barcelona, pese a que hayan dado el visto bueno del Decreto televisivo está lejos de pensar en colectivo y para ejemplo está el obstáculo que encontró en España Electronic Arts para digitalizar la liga española en su famoso videojuego FIFA.
Mientras que en la Premier League EA Sports pudo escanear los rostros de los jugadores con una negociación colectiva a partir del organismo que rige la competición inglesa, en España se topó con las piedras de Madrid y Barça, quienes pedían un presupuesto a parte. La marca digital había apostado por las caras del FC Barcelona el año anterior, además de otras puntuales de diferentes equipos. El resultado es que el FIFA 15, un videojuego utilizado en 2014 por unas 6 millones de personas, es más real -atractivo- disputando la Premier que la Liga. Por mucho que en la tienda de España haya vestidos buenos, si el escaparate de Inglaterra luce mejor, los clientes se verán seducidos para entrar en la de éstos.
“Hay muy buena relación con la Premier, y que se nos brinde la oportunidad de ir a cada club y escanear a cada jugador, estadio y club, como ‘gamer’, me parece genial. Vas a tener al argentino, al español, al alemán y al italiano pidiendo lo mismo para su liga. No tiene precedente lo que está haciendo FIFA con más de 200 caras reales, y 12 nuevos estadios. Ojalá que se pueda seguir añadiendo nuevas ligas así en el futuro”, señalaron desde EA cuando presentaron el videojuego.
El anterior es sólo una muestra (una traba más) del complejo camino que tiene la LFP para conducir hacia donde quiere la imagen de su propia competición. El aspecto de la comunicación es otro que le gustaría cuidar más para evitar, por ejemplo, que Cristiano Ronaldo decida por sí mismo que no va a hablar hasta fin de curso. Un acto que no sólo le afecta a él, también a su club, competición y patrocinadores. Y un hecho impensable en otros deportes profesionalizados como NBA o Fórmula 1. Para ello, la relación con la Prensa quiere que también se recoja en unos futuros estamentos que esperan firmen todos los clubes para evitar que cada día sea más complejo acceder a los protagonistas.
Con ello se mejoraría no sólo la presencia en medios internacionales de la Liga, también la calidad de las acciones de los sponsors y se podría evitar situaciones como la que sufren algunos jugadores a la salida de sus respectivos entrenamientos. En el caso del Real Madrid, hoy en día es más rentable patrocinar la rotonda de Valdebebas que la propia sala de Prensa.
Durante el pasado curso, la LFP lanzó unos cursos de gestión destinado a aquellos propietarios de clubes de fútbol que pudieran tener dudas sobre cómo administrar de la manera más eficiente su equipo para, adaptándose a los tiempos, manejar siempre cuentas saneadas. Dichas charlas planean ampliarse a otras recomendaciones, como la de establecer métodos para hacer más atractivas las gradas y evitar la mala imagen de asientos vacíos.
La LFP está concienciada de que no compite en Europa contra el Manchester, Chelsea, PSG, Milan, Juventus o Bayern, sino en todo el mundo contra la Premier, Ligue 1, Calcio y Bundesliga… y la NBA, Fórmula 1, Motociclismo… Ese es el camino por el que quiere andar, con permiso de Real Madrid y FC Barcelona.
PD: Hablando de unir, BBVA y LFP disponen de estrategias paralelas de comunicación en lugar de un único canal oficial.