Una remontada con clase que invita a soñar

Cuando uno tiene que remar tanto como le tocaba hacer a Sergio García para meterse de nuevo en la pomada de un torneo es necesario que se alineen algunos astros. El primero y principal, por supuesto, es el del propio juego, que debe ser muy sólido. Sin esta base, despídete. Después, tampoco viene nada mal que te ocurra lo que a García en el hoyo 2 de El Prat en la mañana del sábado… Falló la salida de este par 5 y el segundo tiro tampoco aclaraba demasiado el panorama, aunque su situación no era desesperada. El approach a green no parecía nada malo, pero la bola botó en una cuestecita y terminaba a unos seis metros del hoyo. Desde allí, putt fulminante y el primer birdie del día que caía en la mochila del jugador español cuando un par parecía hasta bueno.

“He embocado dos putts muy buenos al principio y eso me ha dado mucha confianza”, explicaría después el jugador español. Astros alineados, decíamos. Y algo parecido pensaba Sergio, según parece: “El primer día pegué un drive regular y me encontré la bola injugable y hoy he pegado uno que ha sido mucho peor y la bola estaba más o menos bien”, explicaba. Sea como sea, sin un fundamento sólido no hay nada. El azar te salva de una, de dos, pero no de diez.

Y Sergio ha jugado este sábado muy bien, entregando un 67, que era de largo el único resultado por debajo de setenta golpes en el momento de finalizar la ronda y el mejor del día al acabar. Ha remado, vaya si ha remado. Hasta el punto de haberse metido en la lucha por el torneo con el permiso de los últimos partidos. “Puedo tener una oportunidad, aunque tendría que juntarse una gran vuelta mía el domingo y otras no tan buenas de los que van por delante en la clasificación. No es fácil. Me he dejado demasiado trabajo para el fin de semana, aunque por lo menos hoy hemos mejorado mucho la posición”. Ha remado tanto y bien porque en los greenes ha tenido el control de la situación casi en cada momento (sólo ha fallado dos putts en torno a los dos metros de distancia, en los bogeys de los hoyos 12 y 13.

Tendrá que seguir trabajando con su nuevo profesor, Daniel Colomar. “Me gusta lo sencillo que explica las cosas. Es como mi padre, muy de sensaciones. Por eso busco ese tipo de profesores más que las complicaciones mecánicas. Pero hay que tener paciencia, aunque a veces no sea fácil, porque los resultados de verdad pueden darse en cuatro, cinco o seis meses”, señalaba.

Sergio se ha colocado a cinco golpes de los líderes, la dupla británica compuesta por David Howell y James Morrison. Él y Jorge Campillo saldrán en el mismo partido, con la firme intención de atacar desde muy pronto para hacer dudar a los de arriba. Se esperan mejores condiciones este domingo. No habrá tanto viento, aunque los greenes estarán, si cabe, un poco más duros y firmes, así que tampoco será fácil hacer pocas.

¿Pueden sentir la presión los jugadores de arriba? Pues hay de todo. Howell (-7), Molinari (-5) y Fichardt (-4) son ganadores, Morrison (-7), que también ganó una vez, ya jugó un desempate del Open de España ante Álvaro Quirós y perdió, y Grillo (-4) hace tiempo que está pegando patadas a la puerta de la victoria con el objetivo de derribarla. No tienen por qué desmoronarse fácilmente. Ahí está el desafío para Sergio García y Jorge Campillo… bueno, y Miguel Ángel Jiménez, que nadie los descarte. El malagueño se encuentra a seis golpes de los primeros.

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