El Real Madrid jugará mañana (20.00, Canal+), ante el Sevilla, el más complicado de los cuatro partidos de Liga que le restan. El equipo de Carlo Ancelotti viajará con una incógnita por resolver en el mediocampo y una noticia reparadora en el ataque. Regresará Gareth Bale, recuperado de la lesión muscular que sufrió hace dos semanas, y listo para correr por la banda derecha en el Sánchez Pizjuán.
“Bale va a estar disponible para mañana”, dijo Ancelotti en la conferencia que ofreció después de la comida del equipo en Valdebebas. “Él se ha entrenado con los demás este viernes. Ahora vamos a ver si Benzema se puede entrenar con el equipo el domingo o el lunes para entrar en la convocatoria de Turín”, señaló el italiano. El Madrid se medirá al Juventus el martes que viene en la ida de las semifinales de la Champions, al Valencia el sábado siguiente, y al Juventus en la vuelta de las semifinales, el miércoles 13 de mayo. El nudo de la temporada, gran parte del destino en la Liga y en la Copa de Europa, se resolverá en estos días.
El técnico apuntó que el galés, de 25 años, seguramente no juegue los 90 minutos. Le falta ritmo competitivo. Regresa después de perderse la vuelta de los cuartos de final de Champions contra el Atlético y la visita a Balaídos, dos de los partidos más difíciles de esta temporada. Tampoco estuvo presente en el partido de Anfield, en la fase de grupos de la Liga de Campeones, ni en el clásico de Liga en el Bernabéu por otra lesión que le mantuvo de baja entre octubre y noviembre.
El Madrid solventó con éxito y buen juego sus compromisos en los dos periodos en los que debió prescindir de Bale. Tan es así que algunos de sus compañeros, y el propio Carlo Ancelotti, creen que el equipo se compensa mejor tácticamente cuando Bale no actúa como tercer delantero. El hombre no tiene el mejor promedio goleador de la línea de definidores del Madrid, pero sus números son muy buenos. Bale ha marcado 17 goles en 43 partidos en todas las competiciones que ha disputado esta temporada.
El entrenador madridista habló de las variantes que maneja para organizar su centro del campo ante el probable descarte de Illarra entre los titulares. “Ramos lo ha hecho muy bien, pero tenemos otras opciones”, dijo. “Lo más natural es utilizar un mediocentro como Isco. Él lo ha hecho muy bien junto a Kroos. Tenemos dos o tres opciones y lo voy a decidir mañana”.
No había acabado el partido todavía y Carlo Ancelotti ya tenía a dos jugadores tratándose en las camillas del vestuario. Gareth Bale aguantó tres minutos ayer contra el Málaga. Modric una hora. El galés se retiró con un pinchazo en el gemelo. El croata, a falta de que lo confirmen las pruebas a las que será sometido hoy, con un esguince del ligamento lateral externo de la rodilla. Es el diagnóstico de la primera exploración que le hicieron en el vestuario. El de anoche podría haber sido uno de sus últimos partidos de la temporada, ya que si las pruebas confirman la lesión, estará da baja entre cinco y seis semanas. Ninguno de los dos estará el miércoles contra el Atlético en el duelo clave de los cuartos de Champions.
“Mi optimismo es que tenemos una gran oportunidad al jugar en casa, vamos a intentar hacer lo que podamos parea llegar a las semifinales de Champions, con o sin Bale”, contestó Ancelotti cuando le preguntaron si la afición madridista podía ser optimista sobre la presencia de los dos jugadores el próximo miércoles. Al técnico italiano se le vio preocupado anoche en la sala de prensa del Bernabéu. El Madrid cumplió el trámite contra el Málaga (3-1, sufriendo más de la cuenta), se mantiene a dos puntos del Barcelona , pero el italiano se juega la temporada el miércoles sin tres piezas claves: además de Modric y Bale no tendrá tampoco a Marcelo, sancionado.
Karim Benzema, con unas molestias en la rodilla, no se entrenó ayer y no entró en la convocatoria. “Benzema va a estar. Está mejorando y tenemos cuatro días más para recuperarlo bien”, aseguró Ancelotti. Tenía la cara de un náufrago en mar abierto y sin brújula el italiano. “El partido ha sido positivo salvo estos dos problemas, hemos ganado con mil dificultades, primero las lesiones, luego el fallo en el penalti. Hemos luchado y nos hemos sacrificado, es lo que me ha gustado del equipo y era lo que necesitábamos hoy”, analizó.
Modric se quedó tendido en el suelo después de un choque con Recio. Al apoyar el pie se le giró la rodilla. Sus compañeros corrieron hacia él hasta que llegaron los médicos. El croata se probó pisando fuerte el suelo mientras uno de los galenos del club pedía el cambio. “He oído un clic”, dijo. Salió del campo por su propio pie sin cojear demasiado. Y, sin embargo, la primera exploración en el vestuario, habla de esguince. Un mazazo para Ancelotti, que justo esta semana decía que la vida con Modric era mucho más fácil, y también para el jugador. El croata regresó el 10 de marzo (contra el Schalke) después de cuatro meses fuera por un arrancamiento en el tendón. El Madrid acusó mucho su baja y, justo cuando el pequeño centrocampista había hecho despegar al equipo, se frena de nuevo.
Si las pruebas confirman la lesión, Modric estará da baja entre cinco y seis semanas
Gareth Bale, por su parte, se retiró en el minuto 3 por un problema en el gemelo. Se lesionó solo. Sentado en el suelo y tocándose el gemelo izquierdo le explicaba a Cristiano Ronaldo dónde le dolía. Abandonó el campo sujetado por dos médicos, cojeando y con mala cara. Hasta le costó bajar las escaleras que llevan al túnel de vestuarios. Los fisios estuvieron tratándole durante más de una hora en la caseta con hielo y masajes.
Para averiguar si hay rotura hay que esperar 24-48 horas. Por lo que hoy el galés se someterá a una resonancia para averiguar el alcance de la lesión y los tiempos recuperación. Queda descartado para el miércoles. Bale, que había jugado 24 partidos seguidos desde noviembre, se ha perdido dos encuentros en los últimos diez días. Contra el Eibar, el pasado sábado, descansó por una sobrecarga –un par de días antes había forzado para jugar en Vallecas después de recibir un pisotón en el entrenamiento- y ayer apenas jugó tres minutos. 3.648 minutos suma el galés en lo que va de temporada en la que ha anotado 17 goles y repartidos 10 asistencias. La última lesión muscular que sufrió –aparte la sobrecarga de la semana pasada- fue en octubre. Una rotura en el piramidal le hizo perder cuatro partidos: el de Champions contra el Liverpool en Anfield, el clásico, la ida de Copa contra el Cornellá y el de Liga contra el Granada.
Las alternativas de Ancelotti para el miércoles son Isco para sustituir a Bale e Illarra, Lucas Silva o Khedira para sustituir a un insustituible Modric.
El Madrid se apoyó en el bastón de James para cruzar un río caudaloso. Alcanzó la otra orilla con la misión cumplida. Derrotó al Málaga y ganó los tres puntos indispensables para continuar en la batalla del campeonato. Pero en la corriente se dejó una buena carga de energía y dos bajas sensibles. Bale, con una probable rotura fibrilar, y Modric, que se marchó agarrado a su rodilla derecha, amenazan con trastornar los planes de Ancelotti para disputar la vuelta de los cuartos de la Champions contra el Atlético, el próximo miércoles.
Gareth Bale se lesionó escuchando el himno. Poco más o menos. Comenzó el partido y al minuto siguiente ya cojeaba. Pasados dos minutos el galés se sentó en la hierba y le dijo a Cristiano que se había roto. Señaló su gemelo izquierdo. El Bernabéu asistió a la escena en silencio. Cuando los médicos pidieron el cambio la noticia hacía temblar los cimientos de la estrategia deportivo-institucional. No hay futbolista que haya preocupado más a Florentino Pérez en su larga trayectoria presidencial que este magnífico atleta. Lo que parece su inminente baja para la Champions siembra la inquietud en la directiva. En el banquillo la impresión es diferente. Allí, mascando chicle a discreción, Ancelotti no mostró el más mínimo indicio de contrariedad. La opinión predominante en el vestuario es que con Isco de titular en lugar de Bale el equipo será más competitivo frente al Atlético.
Chicharito entró por Bale y se situó junto a Cristiano en la punta del ataque. Por detrás, una línea de cuarto con James e Isco en las bandas, y Kroos emparejado a Modric en el mediocentro. Con esa formación de centrocampistas el Madrid jugó sus mejores partidos de la temporada. Solo faltaron Benzema y Carvajal, que descansaron, para completar el circuito más perfecto que puede ofrecer este plantel cuando se trata de controlar los partidos mediante la posesión del balón.
Ancelotti cambió al galés con indiferencia y se quedó pálido con la lesión del croata
El Málaga es un equipo joven pero no se dejó intimidar. Compitió con seriedad, replegándose con nueve futbolistas por detrás del balón y desplegándose como un acordeón en los ataques. Lo dirigió bien Recio, amplió el campo con Boka y Rosales, y maniobró con creatividad gracias al constante dinamismo de Samuel, Castillejo y Juanmi. Los tres canteranos se intercambiaron roles con soltura y generosidad. En una de sus acciones dejaron solo a Darder, que tuvo el 0-1 en un mano a mano con Casillas pero mandó el tiro por encima del larguero.
El Madrid nunca brilló como equipo pero se apoyó en tres o cuatro figuras que lo hicieron marchar con firmeza. Liberado por el repliegue del rival, Kroos hizo un soberbio ejercicio de dirección de personal. Su mejor socio fue James, ágil para jugar a un toque, veloz para encontrar la jugada, socio de todos entre líneas, y peligrosísimo en los tiros desde media distancia. Entre los dos enchufaron a Cristiano y al Málaga no le quedó más remedio que ajustar clavijas. El gol llegó tras una falta de Rosales sobre Cristiano. Ramos le ganó la espalda a Torres antes de rematar en el segundo palo el lanzamiento que el propio Cristiano envió con tensión desde la izquierda.
Ancelotti observó la lesión de Bale con aire distraído, pero cuando Modric llamó a los médicos se puso blanco. No había transcurrido un cuarto de hora del segundo tiempo cuando el croata chocó con Recio y se llevó las manos al interior de su rodilla derecha. El técnico ordenó el cambio inmediatamente y mandó a calentar a Illarra. Cualquier prevención es poca para proteger al jugador más influyente en el juego del equipo.
James metió el gol del partido y fue el mejor socio de Kroos en la construcción
La ausencia de Modric le restó consistencia al mediocampo. Fue como si al Madrid le quitaran presencia de ánimo, aire, y lucidez. El conformismo recorrió la cancha. El Málaga se había crecido y escarbaba cerca del área de Casillas cuando un contragolpe bien conducido por Isco y Cristiano acabó con James derribado en el área de Kameni. Lo ejecutó Cristiano y lo mandó al palo. El desánimo duró un par de minutos. Otra vez James se asoció a Isco y a Cristiano en la frontal del área. Le devolvieron dos paredes y a la segunda cruzó el zurdazo. Fue el gol de la tarde. Definitivamente, el colombiano se había hecho cargo de la situación.
Seguro de su ventaja, el Madrid no corrigió los defectos que venía mostrando. La respuesta del Málaga fue repentina. Una subida de Rosales y un cabezazo de Juanmi removieron el partido. Pepe no vio venir al astuto delantero. Pero se redimió junto a Ramos en la tenaz resistencia de los minutos finales y en la jugada del tercer tanto madridista. El central portugués peleó la pelota y la sirvió a Chichartito. El mexicano asistió a Cristiano. El goleador culminó la contra para sumar su gol 50 de la temporada. Suficiente para terminar sonriendo una tarde que pudo ser más tormentosa de lo que fue.