“No nos relajamos”

A falta de cinco jornadas para el final de la Liga, el Barcelona camina líder con dos puntos de ventaja sobre el Madrid. Lo espera el Athletic en el final de la Copa del Rey y el Bayern en la semifinal de la Liga de Campeones. El Barça comienza la recta final de la temporada empujado por el juego y con la tranquilidad de un buen trabajo en las tres competiciones. Ocurre, sin embargo, que su entrenador Luis Enrique entiende que el éxito del equipo estará marcado por las copas que levanten. «No me fijo en mínimos, hay que ir siempre a por el máximo. El objetivo es ganar títulos. Tenemos que seguir haciendo lo mismo que hemos hecho hasta ahora y luego valoraremos, en función de los títulos, la nota de nuestra temporada», aseguró el entrenador blaugrana.

Tras la victoria del Barcelona, el sábado pasado en el Power8 Stadium, mañana llega el Getafe (20.00). El Barça no pudo con el equipo de Pablo Franco en la ida (0-0, en el Coliseum) y recordó Luis Enrique el chasco que sufrió la temporada pasada en el Camp Nou, entonces dirigido el equipo por el Tata Martino (2-2, empató el Getafe en el último minuto gracias al gol de Lafita). “El partido del año pasado y el de la primera vuelta pueden ser una gran referencia. Nos tomamos el choque contra el Getafe muy en serio”, analizó el preparador azulgrana; «para cualquier equipo el Camp Nou es un escaparate perfecto. Es un conjunto complejo que a pesar de las bajas nos va a presentar dificultades”. Y completó: «Nosotros no nos relajamos y nunca dimos una imagen tranquila, ni siquiera en los partidos de inicio de la Copa. Mañana necesitamos ser un equipo serio y disciplinado, esa es la clave porque los rivales no ceden».

Luis Enrique pudo contar esta mañana, por primera vez en la temporada, con toda la plantilla. Nueve meses después de su llegada a Barcelona, Vermealen recibió este domingo el alta médica tras superar sus problemas en los isquiotibiales, que lo llevaron al quirófano. «Hoy empezamos el entrenamiento con una muy buena noticia», explicó el técnico asturiano; «había llegado, en su momento, lesionado y solventó sus problemas físicos después de una operación y mucho esfuerzo. Hoy ha sido un buen día para él y para el equipo». El entrenador del Barcelona entiende que el central belga tiene mucha competencia en su puesto, pero esta seguro de que el exjugador del Arsenal será útil para el grupo. «Estoy seguro de que no puede ayudar, una cosa es si dentro o fuera del equipo», añadió.

Por último, el preparador del Barcelona, consultado el momento vivido este domingo por Garitano (el técnico del Eibar abandonó la rueda de prensa en Almería por las quejas al responder en euskera), respondió: «Sólo faltaría que no puede contestar en su idioma».

El Levante huye del descenso

A falta de fútbol y creatividad, convertirse en hermético resulta la alquimia que necesita el Levante para conseguir su objetivo de la salvación. Cerró todos los caminos el conjunto granota al Getafe, al que le faltó temple para desarmar al rival, solo inquietado por ciertos detalles de Sarabia y algún centro enroscado de Pedro León. Poca cosa para abrir el cerrojo levantino que, limitándose a defender, encontró la deseada, balsámica y vital victoria que le aleja del descenso gracias a un gol de Víctor Casadesús. Los ocho tantos que suma el exjugador del Mallorca junto a los nueve de Barral camuflan la falta de imaginación del Levante agarrado a su defensa y a su espíritu indoblegable. Puro catenaccio. Le faltó cintura y reacción a Pablo Franco desde el banquillo para efectuar cambios que revertieran la situación. Los hizo al final cuando el Levante no iba a dejar escapar el botín.

Incomodó el Levante en todo lo que pudo al Getafe. En realidad a ello se dedicó en exclusiva. Y lo hizo con prestancia para desvirtuar al conjunto del sur de Madrid, falto de destreza para gobernar el partido y conquistar una victoria que prácticamente certificara la salvación que se resiste a confirmar.

Con tres centrales y dos laterales de largo recorrido, el Levante, de inicio, sorprendió por su buena disposición al Getafe, mermado por las numerosas ausencias, con tan solo 14 futbolistas disponibles de la primera plantilla. Fue fugaz la exposición granota que pronto se refugió en torno a Mariño, obligando al conjunto azulón a esmerarse en la creación, dar velocidad al esférico, ser preciso en el pase. A los 20 minutos lo fue Sarabia filtrando un balón a Diego Castro cuyo disparo adivinó la trayectoria Mariño que achicó el espacio al jugador pontevedrés.

Apenas concedía espacios el Levante en su repliegue y atacaba de manera directa, sin transición alguna, evitando pérdidas en la elaboración y el contragolpe rival. Un plan básico para un equipo necesitado, falto de confianza. Para tales conjuntos, a falta de fútbol y convicción, la estrategia resulta fundamental. Cualquier acción a balón parado se convierte en un valor añadido. Al Levante le está concediendo un rédito capital. A los 35 minutos se adelantó en el marcador a la salida de un córner botado por José Mari, excelentemente rematado de cabeza por Víctor Casadesús desde el punto de penalti, poco exigido en el salto por la defensa azulona, colocando el esférico en la escuadra de Guaita.

Con orden y las líneas bien juntas, el Levante no otorgó la más mínima ocasión al Getafe en todo el segundo periodo jugado en una sola dirección sin que por ello Mariño tuviese apenas que intervenir, atento solo a los centros laterales azulones que nunca encontraron rematador. Para alivio del Levante que da un paso más hacia la salvación. Al Getafe le falta muy poco para certificarla.