El español David Ferrer remontó su partido de tercera ronda de Roland Garros contra el italiano Simone Bolelli, 6-3, 1-6, 5-7, 6-0 y 6-1 para acceder a los octavos de final del torneo parisino. Ferrer, cabeza de serie número 7, se medirá con el croata Marin Cilic, que venció al argentino Leonardo Mayer por 6-3, 6-2, 6-4.
Por su parte, Novak Djokovic, número uno del mundo, se plantó este sábado en octavos tras derrotar al joven australiano Thanasi Kokkinakis, invitado por los organizadores, por un triple 6-4, en 1 hora y 49 minutos. Se trata del vigésimo quinto triunfo consecutivo del serbio, que no pierde desde el pasado 1 de marzo, en la final de Dubai contra el suizo Roger Federer, cuando cosechó una de las dos derrotas de un año en el que ha sumado 38 victorias.
El ganador de los torneos de Montecarlo y Roma, que no participó en el de Madrid, se medirá en octavos de final contra el vencedor del duelo entre el sudafricano Kevin Anderson, favorito 15, y el francés Richard Gasquet, 20. Djokovic se ha plantado en octavos de final sin haber perdido un set, algo que también ha conseguido el suizo Roger Federer, número dos del mundo.
El serbio alabó a su rival: «Tiene mucho talento y potencia. Es un ‘teenager’, tiene mucho tiempo de hacer cosas en el tenis y tiene calidad». Kokkinakis es uno de los dos jugadores de menos de 20 años que logró en esta edición acceder a la tercera ronda, junto con el croata Borna Coric, mientras que el también australiano Nick Kyrgios acaba de cumplir los 20. Es la mejor actuación del joven australiano en un Grand Slam, que en el Abierto de Australia venció al cabeza de serie número 13, el letón Ernests Gulbis.
El británico Andy Murray, tercer favorito en Roland Garros, se clasificó para octavos del Grand Slam de París al imponerse sin dificultades al joven australiano Nick Kyrgios por 6-4, 6-2 y 6-3 en 1 hora y 59 minutos. La joven perla del tenis australiano, que a los 20 años ha alcanzado el puesto 30 del ránking de la ATP y dejó para el archivo un bonito tiro entre las piernas, no tuvo opciones contra el escocés.
Roger Federer sacó adelante con solvencia su duelo ante Stanislas Wawrinka (6-4 y 6-2), para afrontar un nuevo intento de conquista del Masters 1000 de Roma, un torneo que nunca ha ganado y cuyo título se jugará con el número uno del mundo: Novak Djokovic. Será la cuarta final de Federer en el Foro Itálico. La primera ante un rival que no es español: perdió las del 2013 y 2006 contra Rafael Nadal y la del 2003 frente a Félix Mantilla.
Federer tardó menos de una hora en deshacerse de su compatriota Wawrinka. Éste, lejos del nivel que ofreció ante Nadal en cuartos de final, mantuvo el tipo en el primer tramo de la primera manga, pero después se desinfló y facilitó la tarea del número dos del mundo. Federer afrontará su quinta final del 2015 en busca de su cuarto título del curso tras los obtenidos en Estambul, Dubai y Brisbane. Pretende su primer Masters 1000 del 2015 tras el fallido intento en Indian Wells, donde cayó, precisamente, ante Djokovic.
El Foro Itálico contemplará una final inédita. Los dos primeros favoritos, Djokovic y Federer, volverán a encontrarse en la lucha por un trofeo. Es la tercera vez que esto ocurre en el curso presente. Con una victoria para cada uno. El serbio ganó en Indian Wells y el suizo en Dubai. Ambas en pista dura. Federer aún mantiene los números favorables respecto al tenista de Belgrado. El tenista de Basilea ha ganado 20 enfrentamientos entre ambos, Djokovic lo ha hecho en 18 ocasiones.
El serbio
, número uno del mundo, apartó al español
David Ferrer
, octavo en la clasificación, de la final del torneo de tenis de
tras vencerle por un doble 6-4 en una hora y 34 minutos.
El de este sábado fue el vigésimo encuentro entre Ferrer y Djokovic, que se vieron las caras por última vez el pasado mes de abril en el Másters 1000 de Miami (Estados Unidos), donde el serbio se impuso por 7-5, 7-5.
Se encontraron también en el torneo de Roma del año pasado, cuando el serbio fue el responsable de que Ferrer no avanzara de cuartos de final al batirle por 7-5, 4-6, 6-3. Con este triunfo, Djokovic se anotó el noveno triunfo consecutivo sobre el valenciano.
La final del torneo de Roma será entre Djokovic, primer finalista, y el vencedor del duelo entre el suizo Stan Wawrinka, que batió este viernes a Rafael Nadal, y su compatriota Roger Federer.
El español David Ferrer, octavo del mundo, se convirtió en el primer semifinalista del torneo de Roma tras vencer al belga David Goffin por 6-2, 4-6, 6-3 y se cruzará con el serbio Novak Djokovic, número uno, en su próximo duelo.
El serbio se mostró muy contundente para sumar una importante victoria ante Kei Nishikori, al que derrotó por 6-3, 3-6 y 6-1. Ahora, el español y el serbio se medirán en busca de un puesto en la gran final de Roma.
El partido de este viernes, de 2 horas y 9 minutos, fue el segundo encuentro entre el de Jávea y el belga, que pasó a enfrentarse directamente a Ferrer sin batirse antes con Murray, retirado del torneo por cansancio.
Ferrer logró la clasificación en el torneo de Roma el martes al imponerse por 6-4 y 7-5 al francés Richard Gasquet y pasó a cuartos tras vencer a su compatriota Guillermo García-López, en el puesto 28, por 6-1, 6-3.
El suizo Roger Federer, segundo cabeza de serie, venció por un doble 6-3 al número seis, el checo Tomas Berdych, en los Internacionales de Italia de tenis y jugará en semifinales con el ganador del partido entre el español Rafael Nadal y el helvético Stanislas Wawrinka.
Pese a perder su servicio al principio del primer set (2-3), Federer sentenció la manga anotándose cuatro juegos consecutivos. En la segunda, el suizo logró el ‘break’ en el séptimo juego y terminó imponiéndose por un doble 6-3 en 67 minutos.
La de este viernes fue la victoria número 14 en 20 partidos contra Berdych y la segunda sobre el checo esta temporada, en la que también le derrotó en cuartos de final de Indian Wells, en marzo.
Federer, de 33 años, busca su primera victoria en este torneo romano, en el que compite por decimoquinta vez y en el que ha perdido tres finales, todas ellas contra españoles (en 2003 contra Félix Mantilla, en 2006 y 2013 frente a Nadal).
La española Carla Suárez, décima cabeza de serie, pasó este viernes a las semifinales del torneo de Roma tras vencer a la checa Petra Kvitova, cuarta favorita, por 6-3, 6-2 en 1 hora y 13 minutos.
La próxima rival de la canaria será la rumana Simona Halep, número dos mundial y primera semifinalista del torneo de Roma tras imponerse a su compatriota Alexandra Dulgheru.
Suárez venció este jueves a la canadiense Eugenie Bouchard, pero necesitó tres horas y tres minutos para acabar con la resistencia de su rival, tras salvar tres bolas de partido, por 6-7 (2), 7-5 y 7-6 (5).
El joven australiano Nick Kyrgios se encargó de dar la gran sospresa en el Mutua Madrid Open. Con sólo 19 años, ya se postula como una de las grandes perlas del tenis mundial y lo ha demostrado en la arcilla capitalina después de derrotar, ni más ni menos, que al mismísimo Roger Federer. Su increíble victoria ante el helvético, sumado a su gran participación en el último Wimbledon, donde alcanzó los cuartos de final después de eliminar a Rafa Nadal, le convierten en uno de los grandes jugadores del futuro próximo del tenis. Pero no es oro todo lo que reluce.
Si hubiera una palabra para definirle, posiblemente ‘antihéroe’ sería la que mejor encajaría. Brillante en su juego, todo lo que le rodea hace que incluso su buen nivel pase a un segundo plano por momentos. Cadena de oro al cuello, pendientes en sus lóbulos, pelo rapado por los lados y cresta al cielo, sumados a sus aires chulescos a la hora de andar en la pista, lo convierten en un jugador que no acepta términos medios: o lo adoras, o lo odias. Poco convencional en sus formas, lo cierto es que su tenis hace presagiar que este joven, campeón júnior del Open de Australia, pueda ser una figura en poco años.
Pese a ser un jugador lleno de talento, un potente saque, buena lectura del juego en pista y, sobre todo, mucho descaro para improvisar ante sus rivales, su carácter muchas veces le juega malas pasadas en la pista. Sin ir más lejos, en su victoria ante Federer de este miércoles, su comportamiento le sirvió para echarse al público encima, después de que le abuchearan en varias ocasiones por sus salidas de tono. Incapaz de asumir sus errores como tales, ante Federer dio toda una exhibición de gestos que confirman un comportamiento realmente complicado.
Después de tener el set muy bien encaminado, con todo a favor para cerrarlo cómodamente, iba a perder su saque para acabar en el ‘tie-break’… y todo por salirse del partido. Tras uno de sus potentes saques, uno de los jueces de línea lo cantaba como malo, ante lo que automáticamente corregía el juez de silla, mandándolo repetir. Pero a Kyrgios no le pareció suficiente: muy enfadado, se fue a protestar después de que le cantaran como mala una bola que era buena, ante lo que no valieron de nada las explicaciones del juez. Insistió e insistió, pero ya poco se podía hacer.
Completamente desesperado, su siguiente saque fue a estrellarse directamente contra una recogepelotas, lo que le costó un ‘warning’ y, de nuevo, otra protesta por la sanción recibida. Fuera de sí, tras perder el servicio, destrozaba la raqueta contra el suelo. Ya en el ‘tie-break’, misma situación: nuevo saque de Kyrgios y de nuevo cantada ‘out’ por el línea y corregida desde la silla. Con gestos ostensibles, se quejaba de la situación, volviendo a tirar la raqueta contra el suelo e incluso lanzando alguna bola al cielo de Madrid, que fue a parar en su bajada a la grada.
Pero la versión más polémica de Kyrgios se apagó, para dar paso a la más talentosa. El australiano -de padre griego y de madre malasia-, se centró y, entonces, comenzó a fluir su juego. No sólo con su poderoso saque, sino que jugó de tú a tú a Federer sin ningún tipo de complejos para terminar llevándose el partido en el desempate del tercer set. Y es que Kyrgios es un jugador que se suelta con mucha facilidad, desafía al rival, lo incita a la guerra para, después, desarmarle con sus potentes tiros. Federer ya es una nueva muesca en el revólver de este pistolero.
Reconocido amante del estilo de Rafa Nadal, Kyrgios confesó tras derrotar al helvético que se trataba «de la victoria más importante» de toda su carrera. El propio Federer lo definía a la perfección tras el choque: «Nick no tiene miedo a perder, le gustan los grandes estadios, los desafíos, ahí es donde se crece aún más», señalaba. El tenis, un deporte de buenas palabras y respeto mutuo, ha encontrado en Kyrgios un antihéroe. Quizá, con el paso de los años, temple su carácter, pero desde luego, si su tenis no cambia un ápice, pronto estaremos hablando de un Top 10 del tenis mundial.