AutorEl ConfidencialEmailelconfidencial
Fecha20.06.2015 – 18:00 H.Actualizado: 20:04 H.
TagsWorld Padel Tour
Ernesto Moreno y Javier Limones no consiguieron superar por primera vez las semifinales de un Open World Padel Tour al caer ante Bela y Lima por 6-1 y 6-4. Los número uno vencieron en dos set en un partido que dominaron de principio a fin.
La siguiente semifinal enfrentará a Alejandro Ruiz y Matías Marina, que se impusieron a Juan Martín Díaz y Juani Mieres por 4/6 y 6/7 y se colaron en las semifinales del Open, con Paquito Navarro y Matías Díaz Sangiorgio, que vencieron por 6/2 y 6/1 a los míticos Gabriel Raca y Sebastián Nerone.
Finales cargadas de historias, en algunos casos poco deportivas, que el paso del tiempo no ha conseguido borrar. Los dos grandes reyes de la Copa del Rey se ven las caras por octava vez en una final (Camp Nou, 21:30 horas). Durante años el Athletic Club (23 títulos) fue considerado el indiscutible rey de la competición, pero durante los últimos años el Barcelona (26) le quitó esa condición. La última vez que los leones levantaron el trofeo fue inolvidable y no porque la final que les midió al poderoso Barça de Schuster y Maradona fuera un partido espectacular si de fútbol hablamos; en la retina de todos queda la cruenta y vergonzosa batalla campal que libraron los jugadores de ambos equipos en el Bernabéu en 1984. Lamentables imágenes que recordaron más a un combate de cualquier arte marcial que a dos equipos de fútbol disputando un título.
Un gol de Endika a los 13 minutos acabó siendo definitivo. El Athletic de Javier Clemente volvía a poner en el mapa su mítica gabarra tras imponerse a un equipo liderado por Maradona y Schuster. No pudo aquel potente Barça batir a Zubizarreta en noventa intensos minutos que acabaron en una guerra de golpes, puñetazos y patadas voladoras. Las dos estrellas, precisamente, fueron actores principales del lamentable ‘combate’. Fue imposible poner paz, con un árbitro superado y técnicos y asistentes de uno y otro equipo incapaces de frenar a las ‘fieras’. Entre golpe y golpe, el campo fue invadido por un puñado de felices aficionados del club vasco. Un final marcada por la violencia y no por el fútbol.
Nadie podía pensar en un desenlace tan penoso, aunque es cierto que las relaciones entre los dos equipos eran muy tirantes. Andoni Goicoechea, el poderoso y contudente zaguero del Athletic, había lesionado de gravedad en el pasado a Maradona y Schuster, episodios que habían ensuciado el ambiente de aquella final. Fue precisamente el crack argentino uno de los que más enloqueció y el tapete del Santiago Bernabéu recordó más a un ring que a un campo de fútbol. El resultado final, sanción de tres meses para Maradona, Goikoetxea, Clos, Migueli, Sarabia y De Andrés.
La gran final de los reyes de copas: de las patadas voladoras al adiós de Pep Guardiola
Aquella final se fue calentando en los días previos. De un lado y de otro lanzaban dardos en forma de declaraciones. Maradona, enrabietado por aquella dura entrada de Goicoechea que le mandó al quirófano, recordaba aquel episodio siempre que podía. Hasta Menotti se metió en el barro semanas antes al afirmar que “si no gana esta Copa el Barcelona, prefiero que se la lleve el Madrid porque soy amante del fútbol“, citando -sin citar- al rocoso estilo que imprimió Javier Clemente al Athletic. Intervino hasta el presidente del club vasco, Pedro Aurtenetxe, al subrayar que “no respondo de lo que pueda pasar si Maradona continúa haciendo declaraciones”. Tras el partido y la batalla final, Diego reconoció que “todos vinieron a por mí y pasó lo que tenía que pasar; Goikoetxea quería terminar el trabajo que había empezado unos meses antes”.
Otra final especial por lo que significó fue la de 2012. Fue el último partido que dirigió Pep Guardiola al Barcelona antes de tomarse un año sabático. El entrenador acabó fundido por el desgaste que supone entrenar un club de tanto peso como el Barça, pero sobre todo porque se dio cuenta de que su relación con algunos jugadores, empezando por Leo Messi, comenzaba a hacer aguas. Vio que ya no podía exprimir más a un grupo único, temiendo que el vestuario estallara por los aires si permanecía un año más en el club. La Liga acababa de ser ganada por el Madrid de Mourinho y el ahora técnico del Bayern optó por abandonar su casa. El ambiente no era el mejor para continuar.
Aquel día puso el punto y final a la etapa más gloriosa de la historia del Barça. Un partido que apenas tuvo historia porque se encontró un rival muy tocado tras perder unos días antes la final de la Europa League contra el Atlético de Madrid. El equipo de Marcelo Bielsa no tuvo la más mínima opción y un doblete de Pedro coronado por un tanto de Messi sentenciaron al equipo rojiblanco. Aquel Athletic alcanzó un nivel superior, pero falló en las finales y la campaña posterior fue un tormento, con un vestuario que se cansó de los estrictos métodos del ‘loco’ técnico argentino. Mientras, tres años antes, en Mestalla, había comenzado a edificarse un Barcelona único que acabó sumando seis títulos; en aquella final de Copa abrió el marcador Toquero, pero Touré, antes del descanso, empató, mientras Messi, Bojan y Xavi voltearon el marcador en el segundo acto.
Antes de estos tres últimos episodios, Athletic y Barcelona disputaron cuatro finales más, con más éxito para el club azulgrana. El Barça se impuso en las finales de 1920 (2-0), 1942 (4-3) y 1953 (2-1), mientras que los leones se impusieron en la de 1932 (1-0). El equipo ahora entrenado por Ernesto Valverde lleva una eternidad sin levantar un trofeo, aunque en los últimos tiempos ha disputado hasta cuatro finales, dos de Copa, una de Europa League y una de Supercopa de España. Por desgracia para la entusiasta afición vasca, todas ellas acabaron en derrotas.
Claro favorito a priori, aunque Luis Enrique ha recordado que en el pasado hubo grandes sorpresas en una final copera, el Barcelona puede adquirir el trofeo por quinta vez en propiedad. Hay que recordar que el club que gana el título en cinco oportunidades en diferentes años o tres de manera consecutiva, se queda el trofeo en propiedad. Los poseedores de la Copa son los siguientes clubes: Barcelona (4), Athletic (3), Real Madrid (2), Sevilla y Atlético de Madrid (1).
Luis Enrique, discutido hasta el extremo a principios de año y ahora idolatrado por el barcelonismo, podrá contar con Luis Suárez, que ha recibido este sábado el alta médica. El uruguayo sufrió un problema muscular hace semanas, pero parece restablecido y nada hacer prever que no juegue de inicio junto a Messi y Neymar; un trío que lleva 117 goles hasta el momento y con esta final y la de Champions por disputar. Con Ter Stegen en la portería, la zaga estará formada por el díscolo Dani Alves, Piqué, Mascherano y Jordi Alba, con Rakitic, Iniesta y Busquets en el centro del campo. Xavi se despide definitivamente del Camp Nou antes de emprender su aventura catarí.
“Debemos hacer el partido de nuestras vidas”, reconoció Gurpegi para dejar claro qué equipo es el claro favorito. En su final de Copa del Rey número 37, el Athletic quiere aprovechar la inercia ganadora que mostró durante las últimas jornadas de Liga para sorprender al Barcelona en su propio estadio. Con las bajas del sancionado De Marcos y el lesionado Muniain, está por ver cuál es el plan de Ernesto Valverde, que podría sorprender con algún detalle a la vista del tremendo potencial ofensivo de su rival.
Alineaciones probables
FC Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Iniesta, Rakitic; Messi, Suárez, Neymar.
Athletic Club: Herrerín; Etxeita, Gurpegui, Laporte, Balenziaga; Iraola, San José, Beñat, Rico; Williams, Aduriz.
Arbitro: Velasco Carballo (Comité Madrileño).
Estadio: Camp Nou.
Hora: 21.30.
Un derbi en el día más insípido y en el peor horario posible. Así se presenta el partido de este martes, en San Mamés, entre Athletic y Real. Bajos dos objetivos bien distintos se abre una jornada urgente del calendario que tiene su mayor interés en Bilbao. Los blanquiazules parecen haberse rendidos en una recta final sin mayor interés posiblemente que la victoria en casa del vecino.
El Athletic busca la séptima plaza. Una racha de siete victorias en diez partidos y 22 puntos de 30 posibles ha llevado a los de Ernesto Valverde a una situación más que inesperada hace solo un par de meses y que le ha dejado con la posibilidad de dormir este martes, si gana a la Real, en un séptimo puesto que le aseguraría jugar en el Europa el año próximo.
La buena marcha liguera del Athletic se ha sumado al frenazo en los resultados del Málaga para que el conjunto rojiblanco vea cada vez más factible asegurarse el billete europeo sin tener que lograr la ‘machada’ de ganar al FC Barcelona en el Camp Nou en la final de la Copa del Rey el 30 de mayo.
Los rojiblancos tienen además la motivación añadida de acabar con tres años de dominio de la Real en un derbi en el que no saben lo que es ganar en los cinco últimos disputados.
Gurpegi sustituye al sancionado Etxeita ante una delantera que lamenta la falta de gol
En lo estrictamente deportivo, el Athletic encara la visita de su vecino guipuzcoano con tres bajas confirmadas, las de los lesionados Iker Muniain e Ibai Gómez y el sancionado Xabi Etxeita. La baja del central vizcaíno la suplirá seguro el capitán Carlos Gurpegui y para la de Ibai, que sufrió el viernes en Córdoba una subluxación del hombro izquierdo, Valverde cuenta con las opciones de Borja Viguera, Markel Susaeta y un Andoni Iraola que obligaría a Iñaki Williams a cambiar de banda.
Quien se perfila de nuevo en el once es Mikel Balenziaga, una vez superada la lesión muscular que le ha tenido de baja tres partidos. También está recuperado de una lesión muscular Ander Iturraspe, aunque en caso del internacional lo probable es que se quede en el banquillo ante el buen momento de Mikel San José.
La Real Sociedad, sin nada que hacer en la competición liguera y con malas sensaciones en los últimos partidos, espera continuar la racha en un duelo vasco que no pierde desde marzo de 2012.
Son cinco encuentros seguidos en los que los donostiarras han salido airosos o al menos con un buen resultado, tres victorias y dos empates, pero en esta ocasión todo apunta a un dominio rojiblanco.
La Real llega a este partido en un mal momento, ya que ha logrado solo tres puntos de los últimos quince, y no ha marcado ningún gol en sus dos compromisos anteriores contra el Elche y el Villarreal.
Este es quizás la cuestión que más preocupa en el seno del conjunto donostiarra, ya que el equipo también mostró su inoperancia cara al gol en el partido del Vicente Calderón y a duras penas genera oportunidades durante sus encuentros.
Con una temporada que se le está haciendo muy larga al conjunto entrenado por el escocés David Moyes, al menos se supone que la motivación que siempre tienen los jugadores en este tipo de partidos cambie las señales débiles que emite el juego blanquiazul.
La Real recupera a uno de sus jugadores más valiosos, el lateral Joseba Zaldua, que estuvo sancionado por tarjetas en el último compromiso, y posiblemente podrá participar el mexicano Carlos Vela de titular, ya que jugó casi todo el partido ante el Villarreal sin mayores problemas tras su operación de rodilla hace casi tres meses. Sergio Canales es otro de los jugadores que puede volver al once titular porque está fresco tras su suplencia el pasado sábado.