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Con la décima, el Real Madrid se juega ser histórico ante el eterno rival

El Real Madrid de Pablo Laso aspira a conseguir el póquer de títulos en la temporada 2014-15 tras lograr Supercopa, Copa del Rey y Euroliga; así cerraría una temporada fantástica. Desde que el 12 de mayo de 2013, el Real Madrid alcanzara la final de la Euroliga el equipo madrileño no ha faltado a ninguna final de cuantas competiciones ha disputado. Y la que comienza este viernes, ante el Barcelona, será la décima. De esos nueve posibles títulos el Madrid consiguió la Liga (12-13), Supercopa y Copa del Rey (13-14) y los tres títulos ya mencionados de la actual campaña. Seis de nueve y con la posibilidad de hacer historia y conquistar los cuatro títulos de este curso.

El entrenador del Real Madrid llega a este playoff final sin tantas lesiones como el año pasado. Durante diez meses Laso ha intentado dosificar los minutos de sus jugadores para no llegar fundidos a este sprint final. Y parece que lo ha conseguido. No obstante, después de más de setenta partidos oficiales disputados los golpes, el cansancio y las pequeñas lesiones son algo habitual en todos los jugadores. El Madrid ha tenido más tiempo que nunca para preparar la serie final después de eliminar al Valencia en el cuarto partido: seis días. Y esa puede ser una pequeña incógnita. Nunca se sabe si es mejor el descanso o apenas tener un instante de reposo y pasar de un choque a otro.

Pablo Laso y Xavi Pascual (ACB Media).

Desde que el Madrid conquistó la Copa de Europa, después de veinte años sin hacerlo, sus problemas de falta de continuidad parecen haberse agravado. Durante la temporada, los madridistas fueron incapaces de jugar los cuarenta minutos al mismo nivel de juego y con la misma concentración. Desde la Final Four, estos problemas se acentuaron, como se demostró ante el Herbalife Gran Canaria y ante el Valencia en semifinales. Ahora, en la serie final y ante el Barcelona, estos lapsus penalizarán mucho más y será más complicado recuperarlos si se producen.

En lo deportivo, se enfrentan dos de las mejores plantillas de Europa, dos viejos conocidos en la cuarta final de Liga consecutiva para ambos (2-1 para el Barça). La igualdad es casi total. En la era ACB Madrid y Barcelona han disputado doce finales, con seis títulos para cada uno y si hablamos de competiciones nacionales, la finales se extienden hasta las 26 con 13 títulos para cada equipo. Los detalles, las rachas en cualquier aspecto del juego pueden ser determinantes para desnivelar el balance de la victoria. Mientras tanto los espectadores y aficionados disfrutarán con el camino que trace cada protagonista en una serie al mejor de cinco partidos que comienza ya.

El favoritismo es blanco puesto que el Real Madrid tiene un 80% de probabilidades de ganar según los mercados de las diferentes casas de apuestas. Con el factor cancha de su lado, el conjunto blanco es claro favorito en los mercados de Betfair, donde ofrecen 1,25 euros por euro apostado por su triunfo, que tiene un 80% de probabilidades. Por detrás está el Barcelona, por cuya victoria ofrecen 4 euros por cada uno jugado tras una temporada en la que todavía no ha sumado ningún título. En el primer encuentro está por delante el Real Madrid en Sportium.es con una cotización de 1,33 a 1 mientras si el partido se lo lleva el conjunto catalán, abonarán 3 euros por cada euro apostado.

Laso reivindica el camino recorrido antes de la tercera final consecutiva

Los equipos suelen entrar en la historia por los títulos. Algunos, los menos, consiguen ser recordados por su juego. El Real Madrid puede cumplir los dos requisitos. Durante buena parte de la era Pablo Laso su juego ha sido brillante (el segundo cuarto contra el Fenerbahçe es un buen ejemplo), pero le sigue faltando el título de campeón de Europa para coronar una etapa histórica.

«El Madrid te obliga, tienes esa necesidad», reconoce Laso, que no se cansa de repetir una y otra vez el mismo mensaje: jugar la Final Four por tercera vez consecutiva está muy bien, pero es todo el trabajo que hay detrás lo que de verdad da valor a todo. «En los dos equipos que estamos aquí, en los últimos años nuestro valor es el equipo, por encima de los jugadores. El mérito de los dos clubes es haber sabido hacer equipos. Por eso los dos entrenadores hemos comenzado hablando de la trayectoria, porque valoramos lo que es llegar hasta aquí, la importancia que tiene. Valoro mucho siempre el camino para llegar aquí», dijo en la rueda de prensa previa a la final de este domingo.

«Llegar a las tres Final Four ha sido muy difícil. No se valora la dificultad de la primera fase, de la segunda y de un playoff sólo para llegar aquí», reivindicó Laso, que explicó que, a diferencia del año pasado, esta temporada el equipo ha ido de menos a más y llega en un mejor momento, aunque eso no sea una garantía.

«El Madrid no puede vivir de momentos. Como todos los grandes clubes, vive de trayectorias y de trabajo diario. Este año llegamos más enteros físicamente. Pero ni es una excusa para el año pasado ni nos garantiza nada. Mi manera de pensar es siempre hacia adelante y no valoro en exceso lo sucedido en el pasado», dijo.

Laso celebra una de las canastas de su equipo ante Fenerbahçe (FOTO: Efe)

¿Cómo motiva a sus jugadores?

«El baloncesto es mi vida, cada día hay una motivación diferente. El día que se vaya…», dijo Laso sobre la motivación para un partido como el de este domingo. «Me pasa lo mismo con los chicos: el día que no consiga motivarlos, mal. Pero siempre buscas y debes encontrar la motivación necesaria. La emoción para este domingo es fácil: es una final. Muchas veces tienes que mezclar la emoción con la calma, con otros sentimientos, y con el baloncesto. Siempre tratas de encontrar la manera de que los jugadores lleguen de la mejor manera posible».

Si sólo pudiera trabajar un aspecto antes del partido de este domingo (20:00 horas), Laso lo tiene claro: el rebote. Eso y Vassilis Spanoulis son sus principales preocupaciones. «Es un gran jugador, no solo porque anota en grandes momentos, sino porque es un líder. Tiene la mentalidad para hacer esos tiros en los momentos importantes. Puedo poner cinco sobre Spanoulis, pero Printezis anotará  Tenemos un gran respeto por Spanoulis, pero también por todo el equipo de Olympiacos«, explicó Laso.

A su lado, el entrenador de los griegos, Giannis Sfairopoulos, sonreía ante las preguntas sobre la estrella de su equipo, consciente de que tiene un arma para la que nadie ha encontrado una defensa eficaz. «Si queremos ganarles, tenemos que jugar nuestro mejor baloncesto», afirmó el técnico madridista.

¿Se ha malacostumbrado la afición del Real Madrid con tanta final? Puede que sí, pero Laso no cree que sea negativo. Al contrario: «Ojalá malacostumbremos a la gente con cosas de estas. Ojalá sigamos jugando finales«.

“Es demasiado bueno”

“Es demasiado bueno”, se escuchó en la puerta del autocar del Bayern, en perfecto castellano. Hablaban de Messi, claro, dos jugadores del Bayern, resignados a la evidencia, camino de la protocolaria cena con aficionados y patrocinadores del equipo con la que terminan todos los partidos de la Champions League, que ayer se celebró en un hotel de Barcelona, muy cerca del Camp Nou. “Messi es muy bueno, demasiado bueno”, insistió Bernat. “No hay que darle más vueltas al partido”, resumió el lateral valenciano, consciente de que sólo hay una manera de darle la vuelta a la eliminatoria: “Tenemos que jugar el partido perfecto y esperar a que no la coja Leo. Hoy lo habíamos hecho todo bien y mira, ni así”, razonó. Y cuando se le planteó la posibilidad de secuestrar al delantero argentino para que no pudiera estar en Munich, tampoco pareció convencido de que esa fuera la solución. “Da igual, se escaparía”.

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Resignación absoluta. “Pep nos ha dicho que queda un partido, que levantemos la cabeza y que lo vamos a intentar”, explicó el internacional español, sincero al asegurar que el primer gol era asumible y que el segundo “fue un golpe, porque llegó muy seguido”. “El tercero nos ha matado. Ha sido demasiado castigo para tan buen partido”, resumió. Müller aseguró que le dio “mucha rabia”, pero se negó a lamentarse: “Nos hemos de levantar, volveremos a darlo todo otra vez, sabemos que sería una verdadera sensación futbolística remontar”. “Durante 70 minutos lo hemos hecho muy bien, luego cometimos un error tonto y eso se paga. Da rabia que se rompa todo así y regalar el partido de esta manera. Nunca debimos perder 3-0. El objetivo debe ser ganar en Múnich”, aseguró Boateng. El capitán, Lahm, concluyó: “Nos dejamos contraatacar tres veces, se lo pusimos demasiado fácil”.

En esas, Matthias Sammer, director deportivo del conjunto bávaro, siempre duro en sus comentarios, no se cortó: “Para ganar no se puede perder tanto. Perdimos en Oporto, perdimos contra el Dortmund y ha vuelto a pasar esta noche en el Camp Nou. Así es demasiado difícil llegar a ser un equipo campeón”, dijo. Antes que crítico, sonó sincero, como de costumbre. “Hemos llegado a nuestro límite, pero no se le puede reprochar nada al equipo, han luchado y lo han dado todo. Sé perfectamente por todo lo que han pasado durante el año”, admitió disculpando a los jugadores de su equipo tras la derrota.

La NBA lo ve todo

Ha habido que revisar un total de 2.162 jugadas con ayuda de las nuevas cámaras, entre ellas 623 lanzamientos que los árbitros dieron como triples o canastas de dos y la validez de 482 tiros que entraron al borde del partido para comprobar si lo hicieron antes o después del bocinazo. Durante la temporada regular de la NBA que acaba de tocar a su fin, los árbitros de la liga de baloncesto de Estados Unidos han tenido la mejor ayuda posible para acertar en sus decisiones gracias al NBA Replay Center, el espectacular centro de revisión de jugadas que echó a andar en octubre.

Con el inicio de la liga regular, la NBA puso en marcha un gigantesco centro audiovisual para asistir a sus árbitros en las decisiones más difíciles. Más parecido a una sala de seguimiento espacial que a una instalación deportiva, el NBA Replay Center está dotado con 94 monitores de televisión y una red de fibra óptica de 10 gigas que lo conecta con los 29 estadios de la liga. Permite la repetición y el análisis casi inmediato de cualquier jugada de cualquiera de los 15 partidos que se celebran cada jornada. Y desde siete ángulos distintos a la vez. El coste de este prodigio tecnológico también es espectacular: 15 millones de dólares (13,95 millones de euros).

“En esta temporada revisamos 2.162 jugadas dudosas para los árbitros”, se jacta su máximo responsable, Joe Borgia, vicepresidente de Operaciones Arbitrales y Repeticiones de la NBA, en conversación telefónica desde la sede del Replay Center en Secaucus, Nueva Jersey. “Ahora basta con que un árbitro levante el dedo índice y lo gire en el aire para que todo nuestro sistema se ponga en marcha”, resume Borgia. Acto seguido, los técnicos analizan en una pantalla de 67 pulgadas las imágenes en alta definición y escogen el ángulo más esclarecedor para el árbitro.

Se trata, según el directivo, de mejorar la objetividad de las decisiones arbitrales: “Muchas veces resulta humanamente imposible saber si el jugador se ha salido por un milímetro del terreno de juego”. En su mayoría, las dudas se refieren a los lanzamientos desde la línea de tres puntos, seguidas de las canastas que entraron milésimas antes, o después, del minuto 48.

En resolver la jugada se emplean de media 42 segundos, la mitad que en la temporada anterior

Además de expertos en escudriñar imágenes, Borgia presume de que sus técnicos conocen al dedillo las reglas del baloncesto. “Muchas veces somos nosotros los que nos adelantamos al árbitro y arrancamos, sin que él lo indique, con el análisis de una jugada. Así, en el caso de que lo pida, tardamos mucho menos en darle las imágenes que busca”. Y es que, además de la precisión, la NBA busca la velocidad en la respuesta. “Hablamos de un deporte que, sobre todo, debe ser fluido”. De media, se emplean solo 42 segundos en resolver la jugada, la mitad que en la temporada anterior.

Las ligas de fútbol americano y béisbol se han interesado por el sistema. También alguna de fútbol europeo, que Borgia no precisa. “De muchas jugadas en el fútbol, como las que llevan a pitar penalti, depende el resultado de un partido. Un árbitro se puede permitir 42 segundos para juzgar una decisión tan importante”.

El Replay Center respalda la decisión inicial del árbitro cuatro de cada cinco veces. La decisión última recae en el árbitro jefe y Borgia no cree que el sistema pueda llegar a sustituirlo algún día. Eso sí, las televisiones que retransmiten los partidos también tienen acceso a las imágenes. La alta tecnología llega como insospechado apoyo a las discusiones deportivas de los bares.