Y Luis Enrique le 'tocó las pelotas' a Xavi

«He acertado en quedarme porque el equipo está a un nivel espectacular y me he sentido útil. Pero cuando habláis de equipo de gala ya no me veis ahí y eso es un hándicap para mí». La dimensión de Xavi, posiblemente el mejor futbolista español de toda la historia, merecía una salida del FC Barcelona y de la Liga como la que recibió este sábado. A sus 35 años, y después de conquistar 25 títulos, que aún pueden ser 27, el fútbol ha sido justo con él. Todo lo contrario que en los casos, por ejemplo, de Raúl, otro de los grandes referentes del balompié español, que abandonó el Real Madrid por la puerta de servicio. Por no hablar del caso de su amigo Iker Casillas, sometido a una especie de mobbing desde su propio club, casualmente también el Real Madrid.    

Sin embargo, no está de más recordar que Xavi ya estuvo con los dos pies fuera del Barça al término de la temporada pasada y, aunque es cierto que nunca hubo nada oficial, iba a marcharse sin que a nadie pareciera importarle. “He trabajado con humildad, he disfrutado los momentos jugados, me he sentido importante y por ello he acertado. Estoy contento de haberme quedado», se sinceró el centrocampista catalán en un momento de máxima euforia para su club tras ganar la Liga y estar a dos partidos de lograr su segundo triplete. Está claro que no es el momento de polemizar, aunque tampoco de maquillar. 

Luis Enrique no contaba en verano con tener a Xavi en su plantilla, de ahí que cuando vio que finalmente no se iba, le dejó muy claro cómo iban a ser las cosas entre ellos: «Si te quedas en el Barça, para mí perfecto; pero si no te pongo, no me toques las pelotas», le dijo. A comienzos de octubre, el entonces ya excentrocampista de la selección española aseguró que estaba trabajando «a tope» para revertir su situación y levantó la voz. «No me conformo con este rol de suplente. Lo que quiero es jugar, sentirme útil, lo que toca es aguantar. Estoy entrenando a tope para hacer cambiar de opinión a Luis Enrique».

Pese a no estar acostumbrado a vivir los partidos desde el banquillo, Xavi intentó «asimilar al máximo» su nueva situación en el equipo y se comprometió a estar preparado a adaptarse a lo que necesitara su técnico. «Llevo un mes trabajando muy bien. Voy a luchar para seguir siendo importante y estar preparado para jugar», añadió en tono conciliador, pero también con cierto deje reivindicativo.

Meses después, el veterano centrocampista reconoció que Luis Enrique no le mintió sobre el papel que tendría en el equipo en este último año. «Fue honesto, no me ha engañado en ningún momento y le tengo que agradecer que me ayudara a recuperarme y a quedarme cuando ya le había dicho que me iba», dijo en la rueda de prensa en la que anunció su despedida del Barça. Claro que en esa misma comparecencia Xavi confirmó la oferta de renovación de dos años que le hizo Josep Maria Bartomeu, el presidente que en dos semanas dimitirá para convocar elecciones. 

Desde el entorno de Xavi aseguran que si Luis Enrique le hubiera dado más bola o, parafraseando al propio técnico asturiano, no hubiera sido él quien le ‘tocara las pelotas’ dejándole la mitad de partidos en el banquillo, el capitán posiblemente se habría quedado. A falta de las dos finales, la de Copa el sábado 30 de mayo y la de la Champions el sábado 6 de junio, ha sido 21 partidos titular y 21 suplente. Ni adrede su entrenador ha podido ser más salomónico, aunque tanto o más sorprendente es que casi nunca le haya hecho coincidir en el campo con Iniesta, uno de los que más le echará en falta.   

«Son 17 temporadas en el primer equipo, 25 años en el club, en un momento espectacular y podemos volver a hacer historia y estoy muy contento de haberme quedado. Pero es momento de irse, no me siento tan titular y es ideal hacerlo ahora», recalcó sobre su marcha Xavi, a quien nunca le gustó la idea de que Luis Enrique entrenara al Barça. De hecho, en el club catalán todo lo que aún rezuma a Pep Guardiola siempre receló de la llegada del asturiano. El primero, Paco Seirulo, el insigne preparador físico que el pasado verano abandonó el primer equipo para ocupar un puesto de nueva creación: director del área de metodología del entrenamiento.   

En la cadena evolutiva del ADN Barça, Xavi es el siguiente eslabón tras Rinus Michels, Johan Cruyff y Pep Guardiola. La pregunta es a quién pasará el testigo Xavi cuando regrese al Barça para sentarse en el banquillo del Camp Nou. Porque nadie duda que Xavi volverá a casa después de su experiencia en Qatar, donde, además de un retiro dorado, tendrá la oportunidad de adquirir una serie de experiencias que le vendrán muy bien para su próximo cometido, que no será otro que entrenar al Barça y de este modo seguir los pasos de los citados Michels, Cruyff y Guardiola. El jugador que estaba llamado a ocupar su vacante era Thiago, pero el Barça se lo traspasó al Bayern, precisamente dirigido por Guardiola.

El homenaje que hace un año no iba a haber

Por lo demás, emotivo y merecidísimo homenaje del Camp Nou a Xavi en su último partido de Liga. En teoría, no con el Barça y en el propio Camp Nou, pues aún restan la final de Copa y la de Champions y la primera se disputa en el estadio azulgrana. Todo un poco extraño, sí. Claro que hace un año, cuando Xavi estaba con los dos pies fuera del Barça, nadie pensaba en organizarle una despedida. Es más, de haberse cerrado su marcha a Qatar, precisamente donde se va ahora, es posible que su homenaje hubiera tenido que esperar.

No, Xavi no le ha tocado las pelotas a Luis Enrique y su último año en el Barça ha sido –o va a ser– prolífico en títulos. Es una pena que jugadores como él o Raúl no cuelguen las botas en sus clubes de toda la vida. Ya le pasó a Pep Guardiola, aunque pocos se acuerdan ahora, sobre todo después de que regresara para ganarlo todo como entrenador. En el fútbol la memoria es selectiva. Menos en el caso de Casillas, a quien se le ha dejado de respetar incluso antes de colgar los guantes.