“Estás fuerte, ¿eh?”, le dijo uno al otro cuando se dieron la mano. Posaron para la foto. Sonrientes. Primaveral, el ambiente en Cornellà-El Prat convidaba a la cordialidad de dos tipos que se conocieron cuando vestían de corto —compartieron experiencia mundialista en Corea y Japón, el 2002— y todavía no salían al campo en camisa. Como ahora, que Sergio González y Luis Enrique se enfrentan desde los banquillos. Lo harán este sábado (16.00 horas; C+Liga, GolT) en un derbi que puede marcar el devenir de la Liga.
“Ganar serían tres puntos muy importantes en la carrera por el título. Cada jornada tengo esta sensación. Creo que el campeonato estará muy reñido hasta el final, como está ocurriendo”, apuntó el técnico del Barcelona, líder de la Liga con dos puntos de ventaja sobre el Madrid, un día antes de plantarse en el Power8Stadium. “Es un derbi, con lo que eso significa. Y un partido que, por las fechas en las que estamos, será clave y estimulante para nosotros”, indicó.
Es su jugador de más calidad. Y puede solventar solo la papeleta”
Luis Enrique
Cree Luis Enrique que tanto ellos como su principal rival por el título perderán puntos en su camino hacia el trofeo liguero: “Difícilmente los dos de arriba ganaremos los seis partidos, se perderán puntos, pero ojalá no seamos nosotros los que pierdan”.
Al entrenador le preocupan las transiciones del Espanyol. Y Sergio García: “Es su jugador de más calidad. Y puede solventar solo la papeleta”, apunta. Sabe, como sentía cuando era jugador, que va “a territorio hostil”. Pero, “nos favorece, nuestros jugadores están acostumbrados a eso. Habrá que meterle intensidad”.
Cree Sergio que de eso le faltará al Espanyol. O así aspira a que juegue su equipo: “Estamos preparados. Afrontamos el partido con ilusión y compromiso. Tenemos que ser un equipo agresivo y competitivo. Tenemos que hacernos fuertes, porque nosotros también tendremos nuestras opciones”, señala el técnico blanquiazul.
Sería bonito poder compensar a la afición el mal sabor de boca que nos dejó la Copa”
Sergio González
Quiere que el Espanyol, que aspira a competir en Europa el año próximo, juegue con las líneas muy juntas: “Al Barça le gusta mucho jugar por dentro, filtrar pases. Tenemos que hacernos fuertes atrás para ganarles la espalda. Y aprovechar nuestras opciones con balón para hacerles daño”. Confía el entrenador en repetir la primera parte en el Camp Nou (5-1, 0-1 hasta el minuto 45). “Sería bonito poder compensar a la afición el mal sabor de boca que nos dejó la Copa”, añadió, en referencia a esa final que les negó el Athletic. De momento, la estadística no acompaña. El Espanyol no le ha ganado al Barça desde que estrenó estadio: tres victorias y dos empates de los azulgrana en cinco temporadas. El Tamudazo, en 2007, queda ya demasiado lejos.
Decía Hegel que la historia es el ámbito donde se despliega la razón. Bien, pues el fútbol es el espacio donde se cruzan o tienden a cruzarse los destinos deportivos con los intereses comerciales, tecnológicos y comunicativos. El sorteo de semifinales de la Champions League (la Sampionlí en la jerga peculiar de Jesús Gil) ha deparado un Barcelona-Bayern (en adelante, BB) y un Juventus-Real Madrid. El desequilibrio de la segunda semifinal es manifiesto (así lo decidió el azar), así que la probabilidad de que el Real Madrid juegue la final (Berlín, 6 de junio) es elevada; en la semifinal BB, a duras penas puede arriesgarse un favorito, pero, en fin, el Bayern de Pep y su pantalón roto o descosido parece aquejado de episódicos raptos de debilidad (véase el primer encuentro de la eliminatoria anterior en Oporto) que levantan recelos entre los apostadores. A lo peor no es nada, porque el Bayern despachó al Barça el año pasado sin despeinarse, pero la probabilidad combinada de que la final de Berlín la jueguen los almogávares y los vikingos está por encima del 50%.
Y qué pasaría entonces? Pues que el interés comercial que obsesiona a la UEFA disminuiría, el partido atraería menos a los internautas europeos (desde luego, a los alemanes) y la publicidad podría sufrir de hipotensión. Apenas pudieron taparse las quejas en la final del ejercicio pasado (Atlético de Madrid-Real Madrid); si se repite en 2015 una final española, es probable que la UEFA proponga un sorteo teledirigido para la final de 2016 y que el entrenador de uno de los finalistas sea siempre Mourinho. A grandes males, grandes remedios.
El fútbol se aproxima velozmente a varias encrucijadas. En una de ellas, tendrá que escoger si opta por el carril deportivo, con sus aficionados de siempre y un entorno semicerrado, o acomodarse de una vez a la presión de la publicidad, los horarios y las visitas en Internet; en otra, tendrá que decidir si es útil mantener la ficción igualitaria (una Liga en la que se enfrentan pesos pesados como el Barça o el Real Madrid con pesos pluma como el Córboba o el Levante), y en una tercera (aunque no acaban aquí), entre pagar a las estrellas o a Hacienda. Aunque en este caso la decisión ya es conocida.
En España no hay un derbi con más cicatrices que el de la Ciudad Condal. Se acumulan en la historia de Liga 50 tarjetas rojas, 23 para el Barcelona y 27 para el Espanyol. Una sangría. Ayer Mateu Lahoz expulsó a Jordi Alba, en el minuto 55, y al final a Héctor Moreno, uno por equipo; a los dos futbolistas por doble tarjeta amarilla, a los dos “por protestar una decisión mía” según consta en el acta del árbitro de colegio valenciano Mateu Lahoz. “Quería ser protagonista y lo ha conseguido”, definió Sergio Busquets al final del partido, al ser preguntado por la actuación del colegiado.
Jordi Alba salió del campo indignado y se le pidió su versión al abandonar el Power8. “o, versión no hay. Hay lo que ha pasado y me han dicho que se ve muy claro en la tele. Entiendo que me saque la primera tarjeta, porque protesto y es córner, no tengo razón, además. Pero, ¿la segunda? Solo le digo ‘siempre a mí’, nada más. No he dicho nada más”. E insistió desesperado: “Solo he dicho: ‘Siempre igual, siempre a mí’”, dijo el lateral barcelonista.
Visiblemente molesto, insistió: “Eso no es un motivo de expulsión. Llevo varios partidos que siempre que le habló bien, con educación y respeto, salta a la primera. Para otro partido sé cómo actuar, la culpa es mía”, se lamentó. Alba es el tercer jugador del Barcelona que sale expulsado en un partido de Liga esta temporada, después de Mascherano ante el Elche y Dani Alves contra el Rayo Vallecano.
Da igual, el error es mío. Lo importante es que hemos ganado con un hombre menos. Agradezco el esfuerzo a los compañeros”
Jordi Alba
Informado de las declaraciones de Busquets, Alba no quiso entrar en valoraciones. “Me guardo la opinión. Lo que sé es que no había razón para la expulsión, no le he faltado al respeto. Reconozco que soy un jugador de temperamento fuerte y a veces me equivoco, pero ¿hoy? ¡Para nada!”. Lamentó que no sea la primera vez que tiene problemas con Mateu, pero no entró en detalles. “Da igual, el error es mío. No pasa nada. Lo importante es que hemos ganado con un hombre menos y agradezco a los compañeros su esfuerzo. Por culpa mía no hemos podido mantener el ritmo”, dijo. Lahoz ya le amonestó esta misma temporada por idéntico motivo —“protestar una decisión mía”— el 22 de marzo en el partido disputado en el Camp Nou ante el Real Madrid.
“No estoy aquí para juzgar árbitros”, dijo Luis Enrique, que se tomó a broma la expulsión de Alba, cuando se le preguntó si estaba disgustado con la actitud de su jugador. “Me ha dicho que solo le dijo ‘siempre a mí’ a Mateu y eso, a no ser que sea el título de una película de terror, no es expulsión”, ironizó el asturiano.
El colegiado, en el redactado del acta, también recoge el lanzamiento desde la grada de un palo de aluminio de “al menos un metro de largo” que no llegó a impactar con nadie. Igualmente, y según desveló Quique Iglesias, de la Cadena COPE, el árbitro pidió perdón a alguno de los jugadores del Espanyol tras reconocerles que se había equivocado al conceder el segundo gol del Barça, en el que Luis Suárez estaba en fuera de juego al recibir el pase de Iniesta.
A falta de fútbol y creatividad, convertirse en hermético resulta la alquimia que necesita el Levante para conseguir su objetivo de la salvación. Cerró todos los caminos el conjunto granota al Getafe, al que le faltó temple para desarmar al rival, solo inquietado por ciertos detalles de Sarabia y algún centro enroscado de Pedro León. Poca cosa para abrir el cerrojo levantino que, limitándose a defender, encontró la deseada, balsámica y vital victoria que le aleja del descenso gracias a un gol de Víctor Casadesús. Los ocho tantos que suma el exjugador del Mallorca junto a los nueve de Barral camuflan la falta de imaginación del Levante agarrado a su defensa y a su espíritu indoblegable. Puro catenaccio. Le faltó cintura y reacción a Pablo Franco desde el banquillo para efectuar cambios que revertieran la situación. Los hizo al final cuando el Levante no iba a dejar escapar el botín.
Incomodó el Levante en todo lo que pudo al Getafe. En realidad a ello se dedicó en exclusiva. Y lo hizo con prestancia para desvirtuar al conjunto del sur de Madrid, falto de destreza para gobernar el partido y conquistar una victoria que prácticamente certificara la salvación que se resiste a confirmar.
Con tres centrales y dos laterales de largo recorrido, el Levante, de inicio, sorprendió por su buena disposición al Getafe, mermado por las numerosas ausencias, con tan solo 14 futbolistas disponibles de la primera plantilla. Fue fugaz la exposición granota que pronto se refugió en torno a Mariño, obligando al conjunto azulón a esmerarse en la creación, dar velocidad al esférico, ser preciso en el pase. A los 20 minutos lo fue Sarabia filtrando un balón a Diego Castro cuyo disparo adivinó la trayectoria Mariño que achicó el espacio al jugador pontevedrés.
Apenas concedía espacios el Levante en su repliegue y atacaba de manera directa, sin transición alguna, evitando pérdidas en la elaboración y el contragolpe rival. Un plan básico para un equipo necesitado, falto de confianza. Para tales conjuntos, a falta de fútbol y convicción, la estrategia resulta fundamental. Cualquier acción a balón parado se convierte en un valor añadido. Al Levante le está concediendo un rédito capital. A los 35 minutos se adelantó en el marcador a la salida de un córner botado por José Mari, excelentemente rematado de cabeza por Víctor Casadesús desde el punto de penalti, poco exigido en el salto por la defensa azulona, colocando el esférico en la escuadra de Guaita.
Con orden y las líneas bien juntas, el Levante no otorgó la más mínima ocasión al Getafe en todo el segundo periodo jugado en una sola dirección sin que por ello Mariño tuviese apenas que intervenir, atento solo a los centros laterales azulones que nunca encontraron rematador. Para alivio del Levante que da un paso más hacia la salvación. Al Getafe le falta muy poco para certificarla.
El Betis sumó, tras derrotar a domicilio al Alavés (1-2) tres puntos vitales en su carrera por el ascenso a Primera, y se afianzó en el liderato de la Liga Adelante, con 71 puntos, gracias a los tantos de Jorge Molina y Rubén Castro. El líder de la segunda división ratificó su dominio y buena racha en la visita a un exigente estadio en el que el Alavés había ganado sus últimos seis partidos.
Los de Pepe Mel demostraron su calidad y ejercieron como líderes en un partido con la terrible pegada de sus dos referencias ofensivas, Jorge Molina y Rubén Castro, desequilibraron el marcador.
Puso emoción el Alavés en los nueve minutos finales gracias al gol de Toti y a punto estuvo de salvar un punto con el balón de Barreiro que tocó el larguero y el remate posterior del gallego que logró repeler Adán, con el tiempo cumplido.
Alavés y Betis comparecieron dispuestos a prolongar su buena racha de triunfos. Los béticos salieron a demostrar su condición de líder y Molinero dio el primer aviso con un zapatazo cruzado desde fuera del área a los cinco minutos. No tuvo respuesta ese aviso verdiblanco por parte de los locales y al llegar el cuarto de hora los de Pepe Mel encontraron su premio.
Una meteórica contra le sirvió para poner el balón en los pies de Jorge Molina y la calidad del ariete hizo el resto para poner en ventaja al líder de la Liga Adelante. Le costó al Alavés aparecer con peligro ante Adán y hasta la media hora no dio señales de existencia. En menos de un minuto encadenó dos ocasiones por medio de Manu García.
Primero peinó un cabezazo al ver adelantado a Adán que el meta sevillano desvió a saque de esquina. En esa acción de nuevo Manu García remató forzado en el área pequeña y un providencial manotazo de Adán envió el balón de nuevo a la esquina.
Vivió el cuadro local sus mejores minutos ante un Betis que le cedió toda la iniciativa. Se adueño del balón y los de Pepe Mel no volvieron a generar peligro.
Manu Barreiro, en el 39, tuvo un remate cruzado que cabeza que se marchó a la izquierda de Adán en la última ocasión alavesista antes del intermedio.
Arrancó el segundo tiempo con menos brío y el Alavés adueñándose del balón pero generando menos peligro y ocasiones que en la primera mitad.
El Betis tardó en elaborar jugadas de ataque y a la hora de partido dio un nuevo zarpazo. En una jugada hilvanada por N’Diaye cedió en la frontal del área para que el zapatazo de Jorge Molina se topara con el poste izquierdo como impedimento para hacer el segundo.
El partido perdió el rigor táctico y se descontroló quedando más favorable para el Betis. Se evaporó la claridad de ideas de los vitorianos, mientras el líder mostró su pólvora y peligro en cada acción ofensiva. Rubén Castró avisó, en el minuto 67, con un zapatazo desde la frontal del área. Ajustó el punto de mira y en el 72 sorprendió a Goitia en el lanzamiento directo de una falta desde la frontal del área que superó al vizcaíno y fue el segundo para los béticos y el tanto 23 de su cuenta esta temporada.
Añadió emoción el Alavés en la recta final gracias al gol de Toti a falta de nueve para la conclusión, al resolver una buena acción ofensiva. Pudo lograr la igualada después con un balón de Barreiro que tocó el larguero cuando solo restaban cuatro. De nuevo el gallego rozó la igualada con el tiempo cumplido en un remate que salvó de manera milagrosa.
El pasado 18 de abril, Raúl, el exjugador del Real Madrid, debutaba en el Shuart Stadium del New York Cosmos. Semanas llevaba anunciado este inicio de temporada en vallas por toda la ciudad. No marcó ninguno de los dos goles con los que su equipo ganó pero la prensa celebró “su energía” y cómo aún “demostraba su clase”. Dos días antes, Raúl y su mujer Mamen Sanz debutaban también en la vida social y pública neoyorquina. Escogieron un evento que la marca de relojes IWC Schaffhausen organiza cada año en el marco del Festival de Cine de Tribeca. Una fiesta en la que estuvieron rodeados de estrellas de Hollywood, como Robert De Niro, Christoph Waltz o Dakota Fanning. Días antes acudían sin focos a la actuación de la bailarina Sara Baras en la que coincidieron con parte de la colonia española en Manhattan.
Raúl, Mamen y sus cinco hijos se mudaron el pasado otoño cuando el jugador fue fichado como el nuevo héroe del club de fútbol neoyorquino en el que se retiró Pelé. En diciembre se hizo la presentación oficial, en la que le acompañó Mamen, el torero Enrique Ponce, gran amigo de la pareja, y el cónsul español, pero desde entonces han llevado una vida tranquila y muy privada. Lo que buscaban.
Tras su paso por Alemania y Qatar, la familia quería seguir aprovechando el anonimato del que no disfrutaban en Madrid. “Por supuesto, siempre echamos de menos Madrid, pero nos encanta vivir en Nueva York”, dijo después de la presentación oficial. “Nueva York es una de las mejores ciudades del mundo, sino la mejor. Es muy relajada. De alguna forma, te sientes un poco anónimo y lo agradezco, porque da la posibilidad de dar un paseo, jugar o tener momentos familiares, tener una experiencia normal, que ayudan a desconectar de todo”. A Nueva York se escapó la pareja unas navidades nada más comenzar su relación.
Es una maravillosa oportunidad para mi familia y lo estamos disfrutando”
Debido al inicio de la temporada de fútbol, es probable que se le vea en más actos públicos solo o con Mamen, como una forma de promocionar al New York. Sus hijos están yendo al mismo colegio al que fueron los de Pep Guardiola, cuando el exentrenador del Barça estuvo en la ciudad de año sabático, y donde están muy contentos con Mamen, por su nivel de implicación en las actividades escolares.
Raúl ha declarado estar, en sus palabras, encantado: “Es una maravillosa oportunidad para mi familia y lo estamos disfrutando mucho. Una ciudad como esta es un gran lugar para vivir y permitirá a mi mujer y a mí dar a nuestros hijos una gran educación y oportunidades para el futuro”. Y añade: “Vivir aquí es como vivir en una película. No es fácil mudarse a una nueva ciudad con una familia grande, pero después de seis meses, los niños están bien integrados en su nueva escuela, han hecho nuevos amigos, y mi mujer está muy feliz, que, como sabrás, es bastante importante”.
En diciembre Raúl contó que había hablado con David Villa, quien lleva en la ciudad desde el verano pasado, cuando le fichó el otro equipo neoyorquino, New York City FC, pero aún no se habían visto. Cinco meses después, según parece, los dos futbolistas aún no se han visto. Quizá ahora que empieza la temporada y el buen tiempo.
Raúl ha sido fichado en el Cosmos no solo como jugador bandera, sino que además se involucrará en el entrenamiento de los jugadores jóvenes, la tarea que más le ilusiona ahora mismo, porque se ve como entrenador en un futuro quizá no tan lejano. “La capacidad de jugar con estos talentos futuros y enseñarles mis propias experiencias adquiridas en más de dos décadas como jugador es por lo que estoy en Nueva York”. Aun así, el futbolista, de 37 años, se resiste a pensar en el adiós: “Puedo estar mucho tiempo aquí. Si en seis meses veo que mi cuerpo dice basta, pararé. Hace 20 años que debuté. He jugado en el Real Madrid, en Alemania, en Qatar… Esto es lo que quería para el final de mi carrera. No hay ciudad como Nueva York ni club como el Cosmos. Quiero contribuir al esfuerzo que están haciendo. Si vuelvo a España, por supuesto, sería al Real Madrid. Es mi casa”.
Si al fútbol le quitas la tensión es como si a la ópera le quitas la música. En ambos casos, es otra cosa. Y la Real sufre una bajada de tensión prolongada que le saca de los partidos y apenas funciona con pequeñas dosis de adrenalina. El Villarreal se maneja con pulsaciones normales, aunque a veces también le entran ganas de relajarse en su objetivo de defender su plaza en la Liga Europa, apenas amenazada. Por eso el partido de Anoeta tenía aires de pretemporada, por momentos, solo rotos por los golpes de ambición del Villarreal. La calidad le impulsaba tanto o más que el ánimo. Trigueros y Pina tienen la brújula siempre orientada. El primero lo intentó con un zurdazo precioso, el segundo con dos cabezazos no menos preciosos a los que respondió Rulli con la agilidad habitual. Por delante, Jaume Costa era un tormento para la defensa realista, apareciendo por todos los lados, siempre veloz, tragando kilómetros con la ansiedad de un maratoniano. Para alegría de la Real, el pequeño centrocampista cerró los ojos cuando cabeceó un centro a placer. No se puede tener todo.
El principal problema de la Real es que no tenía nada. Apenas le rescataba del sopor la profundidad de Carlos Vela. El resto estaba maniatado por el Villarreal en todas las líneas del campo. Ningún blanquiazul superaba a ningún amarillo, y aún así al equipo de Marcelino le faltaba punch. Campbell atolondrado y Gerard desactivado proponían poca garra a la fortaleza del Villarreal. Pero Marcelino, acosado por las bajas, no tenía recambios, con cuatro futbolistas del filial en el banquillo. Para colmo, mediada la segunda mitad se lesionó Dorado, continuando una plaga que ha diezmado al equipo castellonense.
El descanso movilizó a la Real, como si un rayo hubiera caído en mitad del vestuario A la obligación de ganar se añade la necesidad de agradar al entrenador que bien pudiera estar urdiendo una renovación amplia de la plantilla para la próxima temporada. Fue otra Real, le había subido la tensión y la elevó al máximo Canales, con su verticalidad.
Pero era noche de porteros. El protagonismo de Rulli lo heredó en la segunda mitad Asenjo, con dos ejercicios soberbios ante un cabezazo de Íñigo Martínez y un zurdazo de Chory Castro. Fueron acciones de reflejos sublimes, como las del argentino Rulli.
Pero la gloria la pudo conseguir un chaval que debutaba, Fran Sol, al poco de ingresar en el partido y en la Primera División. Fue un centro precioso de Moi Gómez al que bastaba con ponerle la uña para empujarlo. Pero el muchacho abrió demasiado el compás e incomprensiblemente lo envió fuera. Parecía la última oportunidad de inclinar el partido hacia uno de los lados: el del Villarreal jerárquico de la primera mitad o el de la Real rabiosilla de la segunda. Pero aún hubo un gol anulado a Victor Ruiz (por el pelo del flequillo) y un cabezazo en el minuto 93 de Víctor Ruiz que repelió el poste. ¿Justo o injusto? El fútbol no entiende de eso.
En el rostro de Simeone se mezclaban la rabia, la resignación y esa mueca de lo que pudo ser y no fue que tantas arrugas genera. Seguramente, de la sacudida de esos tres ingredientes le queden secuelas más adelante, aunque tras el partido, no pareció que su cuerpo se resintiera. “Felicitaciones al rival, hizo un lindo gol”, dijo el argentino a las primeras de cambio, sin ningún matiz en el tono que identificase lo que estaba pensando. Con la voz algo tomada, afrontó el golpe igual que su equipo, con toda la entereza que pudo. “No tengo ninguna sensación negativa. Estoy orgulloso de entrenar a este grupo de jugadores”, se arrancó a decir; “seguramente otros entrenadores tendrán envidia de tener a un grupo como el que yo tengo, que pelea, que mete la cabeza donde sea”, continuó.
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El Madrid hace todos los méritos
La fórmula de desahogo estaba clara: no había nada que reprochar a los jugadores del Atlético pues en su comportamiento sobre el campo estaba eso que tanto identifica al equipo con Simeone. Ni siquiera Saúl, el jugador menos entonado de los rojiblancos en la primera mitad y que fue sustituido por Gabi en el descanso, mereció reproche alguno. “Su trabajo fue bueno pero necesitábamos más recuperación de pelota y entendimos que Gabi nos daría más equilibrio”, justificó Simeone. Lo cierto es que fruto de algunos errores del canterano llegaron algunas de las mejores ocasiones del Madrid, bien resueltas por Oblak. “Lo dejamos todo en el campo, pero infelizmente en los últimos minutos sufrimos este gol y no pasamos”, resumió el portero esloveno. “El Madrid es un equipo con muchos buenos jugadores, por eso sin faltan tres los cambian y el equipo no se resiente”, añadió.
De lo que no quiso hablar Simeone fue de la expulsión de Arda. “No tiene sentido hacerlo ahora que haga la valoración que haga no va a cambiar nada”, dijo con la mayor de las sinceridades que fue capaz de representar. Lo evidente es que con un hombre menos las posibilidades de marcar del Atlético, hasta ese momento ahogado al a hora de rematar ante Casillas, pasaron a ser residuales. La salida al campo de Giménez en lugar de Tiago y su ubicación como tercer central resultó otra decisión inicialmente complicada de justificar, pues sin Griezmann sobre el campo y con Mandzukic y Raúl García luchando por los mismos balones aéreos faltaba un jugador que ofreciera mayor capacidad de salida en carrera. Y ese era Torres. Pero el argentino lo resolvió sin complicaciones: “Hubiera sido medio complicado poner a Torres de mediocentro”, bromeó el argentino; “Tiago no podía más”, redondeó. “La entrada de Giménez no nos ha descolocado, ya jugamos en algunas ocasiones con tres centrales”, valoró Miranda.
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Si bien el traje, la corbata y la camisa, todo a juego con los zapatos negros, podían resultar la mejor indumentaria para quien acaba de decir adiós a la competición que más ingresos y reconocimiento generan en cualquier club europeo, el epitafio de Simeone se alejó completamente de esa estética de funeral. “Me voy orgulloso de mi equipo, competimos enormemente bien en una competición muy difícil y muy importante como la Champions. Haber llegado a la instancia a la que llegamos y haber competido como hoy me da la seguridad de tener un equipo de hombres que tienen un orgullo enorme. Estoy agradecido de ser entrenador de jugadores como estos”, sentenció.
¿Qué ha convertido a Messi en el mejor jugador del mundo? La pregunta se la hace Álex de la Iglesia, un tipo desinteresado del fútbol que se acerca a la pelota fascinado por el fenómeno del crack argentino. Su respuesta es: “Messi”. Un documental que se estrenó el verano pasado en Río de Janeiro, en el mundial de Brasil, y que hoy (jueves, 23.30) se verá en España por Canal + 1.
Álex de la Iglesia pone el ojo, la familia Valdano (Jorge padre e hijo) firma el guion y Mediapro sella la producción. Todo con el beneplácito del clan Messi. El resultado, un documental ameno e inequívoco que viaja a través de la infancia y la adolescencia del rosarino. La vinculación de Leo con su abuela Celia, a quien dedica cada uno de sus goles porque le vaticinó que sería el mejor jugador del mundo; su carácter familiar, y especialmente el desgarro emocional sufrido cuando se quedó solo en Barcelona con su padre; y sus partidos con el Grandoni y Newell’s son comentados en su ciudad de Rosario y en Barcelona.
La película tiene un buen valor documental, especialmente en sus imágenes, algunas inéditas, y que, tratándose del 10 azulgrana, parece imposible que alguien se pueda cansar de revivir sus goles y jugadas, da lo mismo que sean con la camiseta del Barça o con la selección argentina. El film carece de sorpresa. Hay mucha literatura sobre Messi y cualquier relato sobre la vida de Messi parece una historia vieja. En cualquier caso, la película no ayuda a refrescar su vida, sí, en cambio, a aumentar su leyenda.
“¡Qué lindo sería ser cinco segundos él”. Así, con honestidad, plasma Javier Mascherano su admiración por de Messi. El defensa azulgrana es una de las grandes y muchas (a veces parecen demasiadas) personalidades que figuran en el documental que junto a Cruyff, Maradona, Iniesta, Piqué y Valdano, entre otras, razonan sobra la vida del cuatro veces ganador del Balón de Oro. “Juega por fuera, juega por dentro, juega donde quiere, porque juega como los dioses”, asegura Menotti. “La primera vez que jugamos con él los entrenadores nos pedían que no le entremos fuerte, que era muy pequeño y frágil”, recuerda Piqué; “simplemente no lo podíamos coger”. Y Cruyff afirma: “Gracias a Dios que existe Messi”. Messi es fútbol. Ahora también, película.
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El sueño japonés de la alta velocidad ha batido este martes otro récord de velocidad ferroviaria. El tren japonés de levitación magnética ha alcanzado en su última prueba los 603 kilómetros por hora, durante casi 11 segundos. El Maglev (magnetic levitation), que la operadora Central Japan Railway planea tener operativo en 2027, supera así su propia meta de 590 kilómetros por hora alcanzada hace cuatro días y se coloca ya por encima de los prometidos 600.
Pero la experiencia real en el Maglev, vendido como el medio de transporte más rápido de Japón, todavía tardará un tiempo en llegar. Y cuando llegue no será tan rápido. El tren de alta velocidad se mantendrá en pruebas durante al menos 12 años, y entonces la velocidad operativa que espera alcanzar con pasajeros será de un máximo 505 kilómetros por hora. En la última prueba ya transportó a unos 29 técnicos e ingenieros.
Los costes de construcción de una obra de este calado son, sin embargo, astronómicos. Solo por la actual línea, Japón se gastará un estimado de 100 mil millones de dólares, con más del 80% dedicado a los costosos túneles de última tecnología. Para tratar de salvar costes, Japón trata de vender su sistema de tren bala y maglev al extranjero, con una serie de viajes en los que el primer ministro Shinzo Abe hará de representante del éxito de infraestructura. Este fin de semana recaerá en Estados Unidos para contemplar una línea de alta velocidad propuesta entre Nueva York y Washington, cuenta AFP.
El tren en marcha. / THE HINDUSTAN TIME
El tren japonés funciona a través de pulso magnético que lo coloca a diez centímetros de las vías. Cuando esté operativo, la ruta inicial desde Tokio a la ciudad de Nagoya (286 kilómetros), que el tren bala hace actualmente en 100 minutos, tardará apenas 40 minutos. Para 2045, el transporte espera unir la capital con Osaka en apenas una hora y siete minutos, la mitad de lo actual. La prueba de 1,8 kilómetros de distancia se está haciendo, de momento, en una vía construida en la prefectura de Yamanashi.
La empresa utiliza para sus trenes de levitación imanes superconductores a una temperatura de menos 273 grados centígrados, con lo que logra anular la resistencia eléctrica e incrementar la velocidad. Como comparación, la velocidad máxima que alcanza el español AVE, sobre vías, es de 310 kilómetros por hora, aunque el récord lo logró en 2002 cuando alcanzó 356,8 kilómetros por hora. China opera ahora mismo el tren magnético más veloz, a 431 kilómetros por hora.
La primera ruta del tren.
Keiji Tanaka lleva años explorando el cerebro de jugadores de ajedrez. En su interior, dice, está el secreto de cómo los humanos trazamos estrategias en nuestra vida, quizás una de las capacidades que más nos diferencian de otros animales. En la guerra, los negocios, el juego o incluso el amor, elegir una estrategia adecuada es clave para el éxito. Una gran cantidad de estudios se han centrado en la toma de decisiones en muchos campos, pero apenas ninguno ha intentado desvelar cómo esas decisiones están predeterminadas por una estrategia fijada de antemano.
Tanaka tiene 64 años, 42 de ellos dedicados a la neurociencia, y algunos ratos de ocio empleados en jugar al shogi, una variante japonesa del ajedrez. Al contrario que en el ajedrez convencional, en el shogi es mucho más fácil identificar si un jugador está siguiendo una estrategia ofensiva o defensiva. “Mi objetivo es averiguar cómo la gente determina su estrategia, especialmente en una situación complicada y que necesita una solución rápida”, explica Tanaka. “En este caso no se trata de una acción determinada, sino un grupo de acciones, como cuando un jugador de tenis decide subir a la red o cuando un general determina si hay que atacar al enemigo incluso cuando esto multiplica el riesgo para sus tropas”, detalla.
En un ingenioso y elegante estudio publicado hoy en Nature Neuroscience, Tanaka ha metido a 17 jugadores expertos de shogi en una máquina de imagen médica mientras proyectaba en su retina diferentes jugadas. Los participantes, no profesionales con una experiencia de unos 10 años en este juego, tenían seis segundos para verla y decidir si lo mejor era atacar o defenderse. Como experimento de control, se les presentaba una jugada en la que debían seguir una estrategia predeterminada (ataque o defensa) y simplemente elegir entre varios movimientos posibles.
La parte más cercana a la frente controla la estrategia defensiva. La posterior, en el otro extremo , es el epicentro de la estrategia ofensiva, según el trabajo
El experimento ha permitido identificar, por primera vez, dónde está el centro estratégico del cerebro. El trabajo muestra que hay un patrón de actividad cerebral característico cuando se elige una estrategia y que este es totalmente diferente al que aparece cuando se hacen movimientos concretos. El estudio se basa en una técnica de neuroimagen conocida como resonancia magnética funcional y que muestra qué partes del encéfalo se activan en cada momento. Según los resultados, las estrategias se fraguan en el giro cingulado. Si pone un dedo en la parte superior de la frente y lo desliza hacia la coronilla estará siguiendo su giro cingulado, una zona alargada que se sitúa justo en la mitad entre los dos hemisferios y a unos tres centímetros bajo su cráneo. La parte anterior del giro cingulado, la más cercana a la frente, controla la estrategia defensiva. La posterior, en el otro extremo, es el epicentro de la estrategia ofensiva, según el trabajo.
Una de las conclusiones más interesantes del estudio es que la estrategia es intuitiva. Los jugadores no deciden de forma pausada y teniendo en cuenta todas las opciones posibles, sino más bien siguiendo su rápido juicio sobre la situación del tablero y los riesgos y beneficios de atacar o defenderse. Como explica Tanaka, se trata de una decisión anterior que determinará después otros movimientos concretos.
Su trabajo, dice este investigador del Instituto Riken, en Japón, puede tener dos aplicaciones. “Hasta ahora conocíamos muchas zonas cerebrales relacionadas con acciones concretas pero nunca se había estudiado las partes que determinan la estrategia”, reconoce Tanaka. “Mi interpretación de los resultados es que esta capacidad para decidir una estrategia muy rápido se desarrolla gracias al entrenamiento y es muy específica de cada actividad”, explica Tanaka. “Algunas personas lo usan para el shogi, otras para dirigir empresas y otras para cocinar, por ejemplo”, añade. El experto cree que este tipo de trabajo puede aplicarse para la educación. “Actualmente no tenemos una forma buena de enseñar estrategia y a veces ni siquiera los expertos en un campo saben explicar cómo tomaron decisiones exitosas”. Más adelante, este tipo de estudios pueden ayudar a desarrollar inteligencia artificial.
El shogi ha sido durante años un campo de pruebas para la inteligencia artificial en Japón. En este ajedrez el número de posibles jugadas en cada movimiento es mucho mayor que en el ajedrez convencional. Cada año, en Japón se organizan torneos entre ordenadores y jugadores profesionales. En 2013, un ordenador venció por primera vez a un humano.
Tendrían que pasar 15.000 millones de años para que el nuevo reloj atómico creado por físicos de EE UU retrasara un segundo. Para hacerse una idea, la edad del universo apenas llega a los 14.000 millones de años. El reloj ofrece tal precisión y estabilidad que podrían alumbrar descubrimientos científicos ni siquiera aún imaginados.
Como los relojes mecánicos, los atómicos se aprovechan de las oscilaciones. Pero en su interior no llevan un minúsculo engranaje o péndulo ni cuarzo al que se hace vibrar, sino átomos que oscilan de forma natural a una determinada frecuencia (expresada en hercios). El primer reloj atómico se creó en 1949 y 20 años más tarde, la Oficina Internacional de Pesos y Medidas adoptó esta tecnología para fijar la duración exacta del segundo: 9.192.631.770 ciclos de un átomo de cesio 133 a una temperatura de cero absoluto. Los relojes atómicos de cesio más avanzados adelantan o atrasan un segundo cada 300 millones de años.
Físicos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), de EE UU, de donde salió el primer reloj atómico en 1949, han logrado un doble récord de precisión con un reloj experimental que usa átomos de estroncio en vez de los de cesio. Sus cálculos apuntan a que los agentes que afectan al tictac atómico, como la gravedad o los campos electromagnéticos, necesitarían 15.000 millones de años para que el reloj atrasara o adelantara un segundo.
Una matriz creada por rayos láser atrapa los átomos de estroncio en una cámara de vacío
El enorme incremento en la precisión tiene una base natural y objetiva. Mientras los átomos de cesio 133 tienen aquellos 9.000 millones de ciclos por segundo, los del estroncio lo hacen a un ritmo de 431 billones por segundo. Además de preciso el nuevo reloj atómico es muy estable. En el campo de la cronometría, la estabilidad se refiere a la coincidencia en la duración de cada tictac con los demás. Aquí, esta bestia del tiempo ha mejorado en un 50% respecto a la marca obtenida por este mismo equipo de investigadores el año pasado, según explican en Nature Communications.
Para funcionar, los relojes atómicos usan una red creada con rayos láser que se entrecruzan atrapando los átomos en su baile oscilatorio dentro de una cámara de vacío. Esta malla es una de sus grandes ventajas, ya que apoyan sus mediciones en una nube de átomos y no en uno solo. Además, no hay que enfriar de forma artificial los átomos.
«El reloj opera a temperatura ambiente», dice en una nota el físico del centro conjunto de investigación del NIST y la Universidad Boulder de Colorado (EE UU), Jun Ye. «Esto es uno de los aspectos más importantes de nuestro enfoque, ya que podemos operar el reloj con una configuración sencilla y mantener al mismo tiempo la incertidumbre por la radiación de cuerpo negro al mínimo», añade. Esta radiación, relacionada con la temperatura, podría afectar a la precisión del reloj.
Entre las aplicaciones que se podrían aprovechar de esta mejora, están todos los sistemas que necesitan de una medida precisa y estable del tiempo, como el GPS, los sistemas de navegación autónoma o las misiones espaciales. Por ejemplo, las actuales transacciones de alta frecuencia en la bolsa exigen estar referenciadas a algún sistema basado en relojes atómicos.
J. Burrus/NIST’);»> ampliar foto
Pero estos relojes de estroncio y otros elementos como el iterbio son tan precisos y estables que, dándole una vuelta a su uso, podrán servir para investigar las propias fuerzas que han sido las tradicionales enemigas de la medición exacta del tiempo. Al ser casi inmunes a la acción de la gravedad, los campos magnéticos o la temperatura, podrían convertirse en los mejores sensores para medir el más pequeño cambio en ellas.
Documento: ‘Systematic evaluation of an atomic clock at 2×10 (-18) total uncertainty’
¿Dónde está todo el mundo?, se preguntó el físico Enrico Fermi tras hacer un rápido cálculo mental sobre la enormidad del cosmos y la velocidad del avance tecnológico. Su cálculo le decía que las civilizaciones avanzadas debían estar ya aquí. Y no solo no han llegado a la Tierra, sino que hemos sido incapaces de encontrar sus signos en el cielo. El enigma se hace más profundo ahora con la primera exploración sistemática de 100.000 galaxias en busca de las huellas que cabría esperar de una supercivilización extraterrestre. Resultado: cero. La paradoja de Fermi sigue sin respuesta.
Los resultados negativos son la pesadilla de cualquier científico –por lo general ni siquiera se publican—, pero lo cierto es que son vitales en el desarrollo de muchas investigaciones: si los experimentos están bien hechos, indican que tu hipótesis está errando el tiro o que tu método de detección es inadecuado. Si en el nuevo estudio no aparece ninguna supercivilización, lo primero que hay que preguntarse es: ¿qué entienden los investigadores por una supercivilización?
“La idea”, explica el director del experimento, el astrofísico Jason Wright, de la universidad estatal de Pensilvania (Penn State), “es que, si una galaxia entera hubiera sido colonizada por una civilización avanzada, la energía producida por sus tecnologías sería detectable en el espectro infrarrojo medio”. Esa es la frecuencia que delata la inevitable disipación de calor que produce toda tecnología.
Wright y su equipo de la NASA y el Centro para Exopanetas y Mundos Habitables de la Penn State se han aprovechado de que un satélite de la NASA ya en uso para otros fines detecta justo esas frecuencias infrarrojas. Su nombre es Wise, por Wide-field infrared survey explorer (explorador de sondeo infrarrojo de campo ancho). Y, por una vez, publican los resultados negativos; lo hacen en el Astrophysical Journal del 15 de abril.
Imponer a una supercivilización el tipo de radiación que debe emitir su tecnología parece pretencioso en grado sumo, pero la hipótesis se basa en argumentos físicos respetables. Según una clasificación inventada hace medio siglo por el astrónomo ruso Nikolái Kardashev, y no impopular entre sus colegas, las civilizaciones deberían evolucionar en una escala de uno a tres: Las de tipo 1 usan la energía de su planeta; las de tipo 2 utilizan la de su estrella; y las de tipo 3 aprovechan la de todas las estrellas de su galaxia. En el fondo, el grado de evolución de una especie inteligente, como el de una comunidad de vecinos, se mide por su aprovechamiento de la energía solar.
Los humanos, por cierto, no llegamos ni al nivel 1 en la escala de Kardashev. El físico teórico Michio Kaku nos da un grado 0,7 como máximo: seguimos basando nuestra civilización en los combustibles fósiles, y apenas aprovechamos no ya la energía que emite nuestro sol, sino ni siquiera la ínfima parte de ella que incide sobre nuestro planeta. Somos el último mono en la escala de Kardashev. Qué vergüenza de especie.
“Si una civilización avanzada utiliza la vasta cantidad de energía de las estrellas de su galaxia”, sostiene Wright, “ya sea para alimentar sus ordenadores, sus naves espaciales, sus comunicaciones u otra cosa que no podamos ni imaginar, la termodinámica fundamental nos dice que esa energía debe irradiarse en forma de calor en las frecuencias infrarrojas; es la misma física fundamental que hace irradiar calor a tu ordenador”. El gran físico Freeman Dyson propuso la idea hace décadas, pero solo ahora ha sido técnicamente factible.
Entre las 100.000 galaxias examinadas por el telescopio espacial Wise, los investigadores han encontrado unas 50 que, en efecto, emiten más radiación infrarroja de lo habitual (véase foto). Pero no la suficiente: todas ellas pueden interpretarse en términos de procesos astrofísicos naturales, como la formación de estrellas. Nada realmente prometedor. O en palabras de Wright: “Ninguna de esas 100.000 galaxias está ampliamente poblada por una civilización extraterrestre que use la mayor parte de la energía estelar de su galaxia”.
El cálculo mental de Fermi fue más o menos así: si la Vía Láctea tiene unos de 200.000 millones de estrellas, muchas de ellas con planetas en órbita; y si algunos planetas caen en la zona habitable; y si en la Tierra surgió la vida, y después la inteligencia, lo mismo ha debido ocurrir en varios otros millones de planetas, y no ahora, sino hace miles de millones de años; para una civilización avanzada, colonizar la galaxia llevaría apenas unos millones de años. Luego los extraterrestres ya deberían estar aquí. ¿Dónde está todo el mundo?
Los datos más avanzados hasta el momento que han obtenido Wright, su equipo y el telescopio espacial Wise nos vuelven a dejar solos en la inmensidad del cosmos. Si las dimensiones del universo producen vértigo, nuestra soledad en ese espacio vasto solo puede conducir a la melancolía. No vuelvas a mirar al cielo nocturno si no estás preparado para soportarlo.
Escrachar al infractor y que pague por su infracción. El ayuntamiento de Buenos Aires puso en marcha hace cuatro meses una aplicación de teléfono que permite al ciudadano denunciar a los automovilistas que estacionen en un lugar reservado para peatones, ciclistas o discapacitados. Solo es preciso tomarle una foto al coche, escribir la dirección y el número de matrícula y enviar los datos al ayuntamiento a través de la aplicación BA Denuncia Vial.
El ayuntamiento ya animó a los conciudadanos a escrachar a los infractores en 2011 a través de una dirección de correo electrónico. Y ya entonces la medida planteó polémica porque hubo quienes objetaron que se animaba a convertir al ciudadano en un buchón, es decir, un chivato, un confidente. Pero, desde hace tres meses, cuando el ayuntamiento difundió aplicaciones para los teléfonos, el número de denuncias no para de crecer. Al principio había cuatro agentes tramitando las denuncias estas denuncias y ahora se sumarán otros dos. “El aplicativo nos sirve, sobre todo, para cubrir las zonas donde no tenemos grúas”, explica un portavoz de la secretaría de Transportes.
En menos de tres meses los ciudadanos han enviado 7.000 denuncias a través del teléfono. Y casi la mitad de ellas se convirtieron en multas. Pero también existen recelos en una parte de la sociedad. A principio de marzo un periodista le preguntó en la radio al subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, si el ayuntamiento no debería decirle algo así al ciudadano: “Le agradecemos que haga por nosotros lo que nosotros no podemos hacer como Estado”.
Guillermo Dietrich, subsecretario de Transporte, explicó a este periódico que, precisamente, la intención final de la aplicación es que la gente que la usa tome conciencia de que la calle es de ellos y se comprometa a cuidarla. “Este proceso comenzó en 2011 con una dirección de correo electrónico. Desde entonces, hemos hecho 148 kilómetros de ciclovías y uno de los principales grupos comprometidos con esto es el de los ciclistas”.
La ciudad de Buenos Aires está gobernada por el PRO, partido de centro derecha liderado por Mauricio Macri. Pero el equipo de Transporte se inspiró en políticos como el colombiano Antanas Mockus, miembro del Partido Verde hasta 2011 y alcalde de Bogotá entre 2001 y 2003. “Nos hemos fijado en el proceso de cultura ciudadana de Bogotá y Medellín”, asume Dietrich. “Que las cosas funcionen bien depende también del compromiso ciudadano. Y en Colombia han tenido muy buenas campañas de respeto a la senda peatonal y al cuidado del agua. Allá se habla ya de cultura ciudadana, cosa que en Argentina no sucede”.
Dietrich lamenta que la famosa picardía porteña aún juegue en contra del espíritu cívico. “A nadie se le ocurriría llamar buchón a quien se ve agredido por otra persona y recurre a la policía. Sin embargo, cuando alguien estaciona mal no interpretamos que hay una agresión contra todos. Entonces, la mentalidad nuestra nos lleva a pensar: si te ve el Estado que te multe, pero yo no soy ningún buchón. Cuando en realidad, el que estaciona mal agrede a todos los ciudadanos”.