Nobel de Medicina arroja claves sobre anemia y cáncer

Los científicos William G. Kaelin, Gregg L. Semenza y Peter J. Ratcliffe fueron distinguidos con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología por sus descubrimientos sobre “cómo las células detectan y se adaptan a la disponibilidad de oxígeno”.

Sus hallazgos han establecido las bases para comprender cómo el aporte de O2 afecta al metabolismo celular y a distintas funciones fisiológicas.

El impacto de la investigación es relevante para todo: en el embarazo, el mal de altura, el cáncer, el proceso de cicatrización, vías para combatir trastornos; la anemia, en casos de cáncer, y otros.

Por ejemplo, hace tiempo que se conoce que los tumores utilizan la maquinaria encargada de regular la respuesta al oxígeno en su propio beneficio, estimulando la formación de vasos sanguíneos y dirigiendo el metabolismo hacia una mayor proliferación de las células tumorales. En ese sentido, hay enfoques terapéuticos en marcha cuyo objetivo es bloquear e interferir en esa estrategia que utiliza el cáncer.

El oxígeno -según Raldall Johnson, miembro de la Asamblea Nobel- es esencial para la vida. Se necesita para que las células puedan producir energía.

Por eso, cuando su suministro es insuficiente, el organismo activa una serie de respuestas dirigidas a aumentar el aporte y reducir el consumo del gas.

Además, este mecanismo es la razón fundamental por la que los animales han logrado colonizar tantos hábitats, ya que significa que pueden permanecer en diferentes altitudes.

El cardiólogo Miguel Andrade explica que los niveles de oxígeno cambian durante el ejercicio, en la altura o en otros escenarios. “Las células se ajustan inmediatamente al metabolismo cuando disminuyen los niveles de O2”.

La capacidad del cuerpo para detectar oxígeno puede desencadenar la producción de nuevos glóbulos rojos o la construcción de vasos sanguíneos. También cumple un papel en el funcionamiento del sistema inmunológico y en las primeras etapas del desarrollo del feto en el útero.

De acuerdo con reportes internacionales, en China ya se aprobó una droga que aumenta la producción de glóbulos rojos empleando el mecanismo molecular identificado por los recientes ganadores del Nobel, y, en Europa, este fármaco está siendo considerado por organismos reguladores.

Para Alfredo Borrero, decano de la Facultad deCiencias de la Salud de la Universidad de Las Américas (UDLA), la presea reconoce las mayores investigaciones que ayudan a mitigar patologías recurrentes.

El académico considera muy complicado postular porque se requiere presentar un trabajo investigativo de varios años y validado. “Recién ahí se puede concursar con el aval de alguna institución académica”. (I)

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De izquierda a derecha: Peter Ratcliffe , Gregg L. Semenza y William G. Kaelin fueron distinguidos con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología