No debes comprar un reproductor chino con Android
Hasta 2020, si querías tener Android en cualquier televisor, teníamos que recurrir casi siempre a reproductores chinos si queríamos algo barato. Las opciones oficiales escaseaban, y el único que podíamos comprar a precio razonable era el Xiaomi Mi Box S. Sin embargo, el precio de los reproductores oficiales ha caído, y el de los reproductores chinos ha subido no debes comprar reproductor chino. Tanto es así, que ya no merece la pena comprarlos. O sí, dependiendo del uso que le vayas a dar.
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Si vamos a Amazon, nos encontraremos que los reproductores multimedia con Android han subido mucho de precio en el último año por el precio de los chips. Es raro encontrar un reproductor con 4 GB de RAM que baje de los 40 euros, a pesar de que antes de la escasez de chips sí se podían encontrar a ese precio.
Así, en el rango de precio en torno a los 50 euros, encontramos actualmente reproductores oficiales. El propio Chromecast con Google TV ha estado disponible estos días por 59,99 euros en MediaMarkt, aunque ahora han subido a 69,99 euros de nuevo. La diferencia de precio ha sido de apenas 10 euros, por los cuales pasas a tener un reproductor oficial con multitud de ventajas.
Actualizaciones y DRM: ventajas del Chromecast
Para empezar, entre esas ventajas encontramos las actualizaciones. Al comprar un dispositivo oficial de un fabricante como Google o Xiaomi, tenemos aseguradas las actualizaciones de por lo menos dos versiones de Android. De hecho, puede que incluso más, debido a los cambios en las políticas de actualizaciones que alargan el periodo de soporte. En los reproductores chinos, normalmente no se suele recibir ninguna actualización.
Otra ventaja es el contar con las licencias para los principales DRM que usan las plataformas de streaming. Por ejemplo, con un Chromecast con Google TV podemos disfrutar de Netflix en 4K, algo que no es posible en prácticamente todos los reproductores chinos. La interfaz suele ser más rápida y fluida al contar con una mejor optimización, además de unir los contenidos de todas las plataformas de streaming bajo una misma interfaz. En los reproductores chinos, por desgracia, los tirones, cuelgues y problemas de rendimiento no suelen ser una excepción.
Los reproductores chinos también tienen sus ventajas
A cambio, también perdemos algunas ventajas de los reproductores chinos. Estos dispositivos suelen tener procesadores algo más potentes, lo cual es importante si, por ejemplo, vas a ejecutar emuladores en el reproductor. Además, al usar Android normal, y no Android TV, el número de aplicaciones que podemos instalar es mayor, usando el dispositivo prácticamente como si fuera una tablet en la tele a nivel de funcionalidad.
También tenemos más memoria RAM, más almacenamiento, y la posibilidad de añadir tarjetas microSD para ampliarlo, así como pendrives o discos duros externos. A su vez, la conectividad suele ser mejor, contando con conectores Ethernet, más puertos USB, óptico, etc.
Por ello, si no vas a usar plataformas de streaming de pago, a lo mejor te conviene comprar un reproductor chino. Si las vas a usar y quieres un dispositivo que sustituya o complemente al que incluye tu Smart TV, la mejor opción es comprar uno oficial como los de Xiaomi, Google o Realme.