Microsoft Surface Pro 9, análisis
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Arrasar año tras año como mejor ordenador portátil convertible en los Premios Xataka no es una casualidad. La Microsoft Surface Pro se ha establecido como el dispositivo convertible por excelencia y nadie le hace sombra desde hace años.
La nueva Microsoft Surface Pro 9 mantiene su esencia con la necesaria actualización de su interior con el claro objetivo de que ningún otro portátil convertible le tosa. La fórmula se la conocen de memoria. Lo hemos comprobado en nuestro análisis en Xataka.
Ficha técnica de la Microsoft Surface Pro 9
MICROSOFT SURFACE PRO 9 | |
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PANTALLA | 13″ PixelSense 3:2 2.880 x 1.920 px (267ppp) 120 Hz Táctil, Dolby Vision IQ Gorilla Glass 5 |
PROCESADOR | Intel Core 12ª gen i5-1235U / i7-1255U |
MEMORIA | 8 / 16 / 32 GB LPDDR5 |
GRÁFICOS | Intel Iris Xe |
ALMACENAMIENTO | 128 / 256 / 512 GB 1 TB |
CONECTIVIDAD | WiFi 6E, BT 5.1 Versión con 5G (ARM) |
PUERTOS | 2 x USB-C 4.0, Surface Connect |
SONIDO | 2 x 2W Dolby Atmos |
BATERÍA | Carga 60 W |
CÁMARAS | Trasera: 10MP, vídeo 4K Frontal: Vídeo 1080p |
DIMENSIONES | 287 x 208 x 9.3 mm |
PESO | 879 gramos |
SISTEMA OPERATIVO | Windows 11 Home |
PRECIO | Desde 1299 euros |
Microsoft Surface Pro 9 – Tablet 2 en 1 de 13″ (Intel Core i5, 8 GB de RAM, 256 GB SSD, Win 11 Home), Color Verde Bosque
Reconocible la mires por donde la mires
Más o menos estilizada, con cambios en la conectividad e incluso añadiendo detalles que van mejorando con las generaciones … nada de todo esto ha variado ni un ápice que la Surface Pro de Microsoft sea perfectamente reconocible año tras año.
La nueva Microsoft Surface Pro 9 mantiene su diseño icónico basado en la solapa que hace las veces de stand y el teclado tan personal. Este año nos ha tocado analizar la versión con tono Forest, un verde oliva ligeramente metalizado que le sienta de miedo a este convertible.
En dimensiones, el Surface Pro 9 mantiene su peso por debajo de los 900 gramos y un grosor que apenas supera los 9 mm. En mano sigue siendo un producto premium muy agradable al tacto aunque la mayor suavidad de los bordes, no tan rectos como generaciones anteriores, me han transmitido cierta sensación de inseguridad al sujetar el dispositivo por su tendencia a resbalarse.
El stand abatible y regulable en cualquier ángulo (desde los 10 hasta prácticamente los 180 grados) funciona perfectamente. Se abre con mucha facilidad y otorga una gran flexibilidad de uso al convertible.
La identificación biométrica se basa completamente en el uso de nuestro rostro con Windows Hello. Funciona correctamente y no echamos de menos un lector de huellas en el botón de encendido, situado en el borde del marco superior (suponiendo que la orientación habitual con el Surface Pro 9 es el modo apaisado) junto con los controles de volumen. Que el convertible se use la mayoría del tiempo en formato apasiado tiene esta ventaja, siendo complicado bloquear la cámara de identificación para Windows Hello.
El resto de conectividad queda reducida a los dos puertos USB-C (USB 4.0/ Thunderbolt 4) del lateral izquierdo, el puerto Surface Connect en el otro lateral y finalmente el puerto para la funda con teclado oficial de la compañía. No hay puerto para auriculares ni extra alguno como una ranura para tarjetas de memoria, que no le sentaría nada mal. Además, si todavía tienes periféricos USB-A por casa o el trabajo, tocará recurrir a adaptadores.
El modelo que hemos analizado incluye conectividad Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.1. La conectividad 5G queda en exclusiva para la versión ARM.
Gran pantalla para todo lo que queramos
La pantalla del Surface Pro 9 es de 13 pulgadas, protegida con Gorilla Glass 5. Es una PixelSense Flow con resolución de 2880×1920 (267 ppp más que suficientes para consumir contenidos y trabajar cómodamente) y con frecuencia de refresco de 120 Hz, algo que se agradece mucho en este tipo de formato.
Tiene una relación de aspecto de 3:2, lo que nos deja claro que su prioridad no es el ocio ni el consumo de contenido sino la productividad.
El panel, de tipo IPS, no abruma a primera vista como las pantallas AMOLED pero su buena laminación, el contraste 1200:1 y un brillo alto superior a los 450 nits le confieren una media muy alta. Además es bastante preciso. Es por supuesto táctil con excelente respuesta tanto a nuestros dedos como al lápiz táctil que es también sinónimo de Surface desde hace años.
El lápiz, que se incluye junto con el teclado Signature Keyboard, mantiene el diseño aplanado que le permite disponer de un espacio cuco en el propio teclado que a su vez le sirve como punto de recarga. Pero para dibujar y escribir me parece mucho más cómodo un lápiz con una forma más tradicional. Además, el combo de teclado y lápiz sigue teniendo un precio que eleva el global del producto y lo hace menos competitivo a la hora de convencerse por este Surface Pro 9 en vez de por un ultraportátil al uso.
Del teclado, ninguna novedad reseñable. Sigue manteniendo el acabado en tejido Alcántara, muy atractivo tanto a la vista como al tacto, y para escribir resulta muy cómodo, con un buen recorrido y feedback aunque echo de menos que la sonoridad sea algo menor. También el trackpad, de tamaño algo reducido, mantiene el tipo.
La Surface Pro 9, de manera muy acertada, no descuida algo tan esencial como la webcam. Aquí vemos más influencia de los tablets de gama alta que de los portátiles, y Microsoft opta por una cámara frontal con vídeo a 1080p que cumple con sobresaliente en situaciones de luz muy diversas, además de disfrutar de un buen acompañamiento de los dos micrófonos.
Respecto a la cámara trasera, es de 10 MP con autoenfoque y capaz de grabar vídeo a 4K. Nos salva para fotos y vídeos de apoyo pero poco más.
En cuanto al sonido, también la Microsoft Surface Pro 9 bebe mucho del mercado de los tablets aunque no alcanza los niveles de las mejores del mercado. Aquí contamos con dos altavoces estéreo de 2 W que cuentan con el empuje del sonido Dolby Atmos.
Un interior potenciado (y con gran novedad)
Más allá de ligeros retoques exteriores, la gran novedad de la Microsoft Surface Pro 9 la hemos de buscar en su interior. Allí tienen cabida los procesadores de Intel de 12ª generación.
Microsoft da la posibilidad de configurar su convertible de una manera más ambiciosa que en las primeras generaciones y el modelo de partida cuenta con un Intel Evo Core i5-1235U, existiendo también la opción de mejorar con un Core i7-1255U y, si nos atrevemos, iniciarnos en el camino de la Surface Pro con ARM (SQ3).
Dependiendo del procesador que escojamos podemos optar por una cantidad u otra de memoria RAM y almacenamiento. El modelo más discreto, con Core i5, solo tiene la posibilidad de emparejarse con una memoria interna de 256 GB y 8 o 16 GB de memoria RAM, que en esta generación da el salto a LPDDR5. Si optamos por el modelo Core i7, ya podemos escoger entre 16 o 32 GB de RAM así como memoria interna de hasta 1 TB.
El modelo que nosotros hemos analizado es el más básico (y asequible), con esos ya mencionados 8 GB de memoria RAM y una unidad SSD de 256 GB de comportamiento correcto pero nada triunfante, como vemos en la prueba con CrystaldiskMark:
Los nuevos procesadores de la Surface Pro 9 elevan su desempeño de manera similar a la de un portátil al uso, como siempre se ha aspirado a que fuera. Ya veremos qué supone esto para su autonomía, clave en un convertible de este tipo.
En el apartado gráfico, hay que tener claro que no podemos aspirar a mucho contando con gráficos integrados, por mucho que sean los Iris Xe. Pero para el objetivo principal de este convertible, que no es otro que labores de trabajo y estudio, es más que suficiente. Incluso hemos disfrutado mucho con sus posibilidades a la hora de editar vídeo o fotos de gran peso con mucha soltura.
Una autonomía algo mermada
Aunque Microsoft anuncia más de 15 horas de autonomía para su nuevo Surface Pro 9 según un uso típico del dispositivo, la realidad está muy lejos de esa cifra.
En nuestras pruebas con tareas reales, desde navegación web, ofimática, mucha red social, algo de vídeo y también trabajo más intensivo con fotos o vídeo, el Surface Pro 9 ha promediado entre 6.5 y 8 horas de autonomía, según la jornada. En todas las pruebas las sesiones de trabajo eran más o menos continuas, con conectividad todo el tiempo, pantalla con refresco de 120 Hz y brillo algo superior al 50%.
Es sin duda el punto más débil que hemos encontrado al Surface Pro 9, y algo a tener en cuenta si buscas un equipo que te de margen de trabajo para todo el día, como creo que debe ser en un dispositivo convertible y que es punta de lanza del sector.
Para la carga contamos con un cargador propietario además de la posibilidad de que la misma se realice vía USB-C.
Microsoft Surface Pro 9, la opinión y nota de Xataka
Cuando un consumidor se decide por un equipo convertible como el nuevo Microsoft Surface Pro 9, hay elementos que hay que asumir que busca sí o sí. La portabilidad es uno de ellos, y este Surface Pro 9 cumple con creces.
Si además queremos que sea un compañero de trabajo o estudio, contar con una pantalla generosa y de calidad es otra condición sobre la que no se puede negociar. Tampoco lo hace el Surface Pro 9. Ni con este apartado ni con el de la potencia bruta.
Sin embargo, el tercer pilar que asociamos a la autonomía flaquea. Y eso no es un buen indicativo cuando los rivales cada vez aprietan más.