Independiente del Valle disputará la segunda final internacional de su historia, tras la Copa Libertadores de 2016 en la que cayó (2-1 en el marcador global) ante Atlético Nacional de Colombia.

Tres años después lo volvió a hacer, pero esta vez en la Copa Sudamericana, por la cual hoy enfrentará a Colón de Argentina por un lugar en la historia del fútbol sudamericano.

Para conseguir esta nueva hazaña, los “rayados” basaron su campaña en los buenos momentos de los jugadores experimentados y nóveles, las acertadas decisiones y planteamientos del cuerpo técnico y una dirigencia que fue capaz de llevar el barco a buen puerto.

En ese contexto surgieron también las revelaciones y promesas como Ángelo Preciado, John Jairo Sánchez, Alan Franco, Alejandro Cabeza y Anthony Landázuri, en quienes los entrenadores españoles Ismael Rescalvo-quien dejó el equipo tras superar la primera fase de la Copa– y Miguel Ángel Ramírez confiaron como titulares.

De los cinco el que más jugó fue Franco. El mediocampista arrancó como abridor en los 10 compromisos que ha disputado el conjunto del Valle en el certamen.

El jugador de 21 años, nacido en la ciudad Alfredo Baquerizo Moreno de la provincia del Guayas, acumula 895 minutos y dos goles, que los marcó a Universidad Católica de Chile y al Caracas FC de Venezuela, en segunda ronda y octavos, respectivamente.

Mientras que el goleador entre los jóvenes es Cabeza. El esmeraldeño festejó en cuatro oportunidades al derrotar las porterías de Unión de Argentina, dos veces la de Católica de Chile y una la del brasileño Corinthians, esta última en la semifinal de vuelta disputada en Quito.

De los 10 partidos que el delantero de 22 años jugó en el torneo en la mitad fue inicialista y en los restantes ingresó al cambio, con lo que acumula 514 minutos.

Con dos conquistas en su registro aparece John Jairo Sánchez. El manabita suma 571 minutos y los goles marcados han sido importantes. Quizás el más relevante fue el del transitorio empate 1-1 frente a Corinthians cuando los de Sangolquí caían 1-0 en el estadio Atahualpa, porque abrió el camino para lograr la clasificación a la final.

El otro lo convirtió a Independiente de Argentina en cuartos en la derrota 2-1 como visitante. Tanto que les sirvió a los “rayados” para pasar a “semis”, pues en la capital ecuatoriana se impusieron por 1-0 lo que fue suficiente para avanzar.

La posición de lateral derecho la disputaron Anthony Landázuri y Ángelo Preciado. Ambos intercalaron presencias en el equipo titular y en las sustituciones.

Landázuri, oriundo de Shushufindi (provincia de Sucumbíos, Amazonía), fue titular en el debut en la Copa ante Unión, mientras que Preciado, quien nació en Esmeraldas hace 21 años, estuvo en la revancha, jugada en Quito.

Hasta el tercer cotejo, disputado contra el chileno Universidad Católica, los dos jugadores alternaban la titularidad, sin embargo y tras la salida del lateral izquierdo Luis Ayala; a Liga de Quito, Preciado encontró un lugar y no lo volvió a soltar dejando la otra banda a su compañero de 22 años.

El sucumbense lleva jugados 591 minutos en esta Copa, 49 menos que el esmeraldeño (640). Preciado se perderá la final por una fractura del quinto metatarsiano del pie derecho.

Para el estratega ibérico todos los jugadores; entre jóvenes y experimentados, “han demostrado la generosidad, entrega, compromiso, responsabilidad y que son competitivos porque estamos en una final pero también queremos hacerlo bien en la Liga Pro”.

Fieles al proyecto de dar oportunidad a los jugadores jóvenes, Independiente del Valle va cosechando logros importantes como las dos finales internacionales, además de convertirse en un club exportador de jugadores a escala nacional e internacional. (I)