Los errores más comunes que cometen los inversores
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Vemos algunos de los mismos errores que se repiten una y otra vez por parte de los inversores ordinarios…
Buscar una ‘bala mágica’
Muchos inversores buscan el «mejor» fondo pensando que debe haber un puñado de fondos que puedan aportar la rentabilidad deseada. En realidad, cada fondo se centra en tipos de inversión muy específicos, como acciones de grandes empresas, acciones de pequeñas empresas, bonos del Estado, etc. En un año determinado, cualquiera de estos sectores del mercado puede tener buenos o malos resultados.
Los inversores pueden querer utilizar una mezcla de diferentes tipos de fondos. Esto se llama asignación de activos. Muchos creen erróneamente que la asignación de activos está diseñada para proporcionar mayores rendimientos. Eso no es cierto. Su objetivo es reducir el riesgo de volatilidad. Alisar las cosas puede facilitar a los inversores la superación de las turbulencias del mercado y evitar pérdidas importantes en la cartera.
No tener un objetivo
Pregunte a cualquier inversor qué tasa de rendimiento espera de sus inversiones, y sus respuestas suelen ser algo así como… «Quiero que crezcan lo máximo posible». Este error crea una situación en la que el inversor nunca sabe si ha alcanzado su objetivo. Los inversores pueden evitar este error sabiendo cuál es la rentabilidad que esperan obtener en un determinado periodo de tiempo.
Por ejemplo, digamos que usted ha decidido que necesita que su dinero se duplique en valor dentro de 12 años. Para lograr ese objetivo, su cuenta debería tener un crecimiento medio del 6% anual. Este objetivo le ayuda a decidir en qué invertir y cómo mezclar sus inversiones, y le permite saber si va por buen camino. Si sabe que está en camino de alcanzar esa tasa de rendimiento, las caídas del mercado serán mucho menos preocupantes y será más fácil evitar el impulso de «salirse».
No asumir riesgos
Los expertos financieros consideran un error que los jóvenes inversores no incluyan estrategias de inversión arriesgadas en sus carteras. Asegúrese de tener al menos un 5% de estrategias de inversión de alto riesgo y alta rentabilidad en su cartera. Si tiene confianza en el análisis de las fluctuaciones y la volatilidad del mercado, puede considerar la posibilidad de operar con estrategias avanzadas, como la negociación de opciones binarias, en la que la duración del contrato suele ser muy corta.
Si le interesa esta estrategia de negociación y está pensando en probarla, tenga mucho cuidado al elegir su corredor, porque muchos corredores no le permiten retirar sus ganancias. Esta página le mostrará cómo retirar dinero de Deriv, uno de los mejores brokers de opciones binarias.
Salir cuando los mercados caen
Las caídas del mercado son inevitables. Sin embargo, a pesar de todos los consejos sobre «mantener el rumbo», muchos inversores venden sus posiciones en bolsa durante las caídas del mercado, a menudo después de que la caída haya tocado fondo. De alguna manera, creen que pueden quedarse al margen hasta que los mercados vuelvan a subir y entonces saltar.
El problema es que nos damos cuenta de las caídas y subidas de los mercados sólo cuando ya han ocurrido, cuando es demasiado tarde para hacer algo. Tras la caída del mercado en 2008, los inversores que se mantuvieron al margen entre marzo y diciembre de 2009 se perdieron uno de los mayores repuntes del mercado de la historia. Es difícil saber cuándo hay que salir y a menudo es más difícil saber cuándo hay que volver a entrar.
Detener las aportaciones cuando los mercados caen
Para el inversor a largo plazo, realmente no hay mejor momento para añadir dinero a las cuentas de inversión que cuando éstas bajan de valor. Aunque sabemos que el rendimiento pasado no puede garantizar los resultados futuros, los inversores a largo plazo tienen el potencial de beneficiarse si siguen comprando durante las caídas del mercado, cosechando las recompensas más adelante si los valores vuelven a subir. Esto funciona mejor cuando el inversor utiliza fondos de inversión u otras colecciones amplias de valores.
Confundir la bolsa con la economía
La economía es la suma total de toda la actividad económica del país: puestos de trabajo, beneficios empresariales, deuda, gasto de los consumidores y muchos otros factores. El mercado de valores representa el valor percibido de las acciones de las empresas individuales.
Las empresas pueden ganar dinero durante las recesiones. Los beneficios afectan al valor percibido de una empresa, por lo que las acciones pueden subir durante las recesiones. El hecho de que la economía tarde en recuperarse no significa que el mercado de valores vaya a hacerlo. Los inversores tienen que darse cuenta de que la bolsa y la economía son dos cosas totalmente diferentes.
Prestar demasiada atención a los medios de comunicación
La avalancha casi constante de noticias sobre los mercados y la economía puede hacer que los inversores se centren en datos a corto plazo que realmente no tienen nada que ver con su rendimiento a largo plazo. Siempre hay una crisis en alguna parte que afecta a los mercados, pero a largo plazo, los mercados reflejarán en su mayor parte los beneficios empresariales de las compañías.
Basta con hacer una lista de todas las preocupaciones y predicciones hechas por las cabezas parlantes en el transcurso de una semana, y luego ver de cuántos de esos temas se habla seis meses después, o seis días después. Los inversores deben centrarse en sus planes a largo plazo y no dejarse asustar por los acontecimientos a corto plazo.