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El tomate es muy versátil, puede ser el complemento de una hamburguesa así como la estrella en una ensalada. Se cultiva en todo el mundo y tiene unas 20.000 variedades.

Generalmente se lo considera un vegetal, pero técnicamente es una fruta, porque tiene semillas, lo que lo coloca en la misma categoría botánica que una baya, según explica la BBC. Tiene un fuerte sabor umami, palabra japonesa que se traduce como “sabor agradable”.

Es rico en fibra y bajo en calorías; posee carbohidratos, potasio, fósforo, magnesio, zinc, vitaminas B1, B3, B6, B9 y C. Además es rico en licopeno, una sustancia que junto con otros compuestos reduce el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer, según han indicado los especialistas.

Beneficios de comer tomate.

Un solo tomate puede aportar alrededor del 40% del requerimiento diario de vitamina C, “esencial” para la piel, según indica a Europa Press Anna Bach-Faig, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universidad Abierta de Cataluña. “De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Leicester (Reino Unido) probó que mejora la elasticidad de la piel, gracias a su contribución a la formación de colágeno”, destaca la experta.

De los beneficios directos que tiene en la salud, el tomate es beneficioso para hacer la digestión, ya que contiene sales orgánicas ácidas, tales como malatos y citratos. Un efecto que se ve potenciado gracias a su contenido en fibra, pues contribuye a la regulación de la función intestinal.

En cuanto al potasio del tomate, las dietas ricas en este compuesto disminuyen la presión alta y el riesgo de ataques al corazón, detalla el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Carolina del Norte (EE. UU.). La niacina (B3) se ha utilizado por años para disminuir el colesterol malo. La vitamina B6 y el folato (B9) son ambas necesarias para convertir un químico potencialmente peligroso llamado homocysteine en moléculas benignas.

Niveles altos de homocysteine pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos, por eso se asocian con riesgos de ataque al corazón y de apoplejía.

Además, gracias al licopeno, comer diez porciones de tomate a la semana puede reducir hasta un 18% el riesgo de desarrollar la forma más común de cáncer masculino, el de próstata, según las Universidades de Bristol, Cambridge y Oxford (Reino Unido). Incluso, algunos investigadores han subrayado que puede ser igual de determinante para reducir el riesgo de cáncer de pulmón, vejiga, cérvix y piel.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos subraya que el cuerpo humano no produce licopeno y por ello necesita del consumo de tomates y de productos derivados del tomate. Se agrega que este compuesto es el antioxidante más poderoso que se conoce en la actualidad.

Ideas para ensaladas frescas

1. Cortar tomates frescos en rodajas, sazonar con sal, aceite de oliva y rociar con una cucharadita de culantro picado. Servir.

2. Cortar rodajas de tomate, encima colocar un trozo de queso mozzarella y una hoja de albahaca, rociar con sal y aceite de oliva.

3. Cortar tomates en cuadritos, preferiblemente pelado. Reservar. Aparte cortar cebolla perla en tiras y sazonar con sal, limón y aceite de oliva. Para servir mezclar tomates, cebollas y un poquito de culantro o perejil picado. A esta la llaman “ensalada a la chilena”.