Los adultos mayores se convirtieron en chefs

En una pizarra negra está escrito el menú del día: risotto de champiñones, tortilla española, chicha resbaladera y galletas de nuez.

La propuesta de los platos gourmet no pertenece a ningún restaurante, sino a siete adultos mayores que viven en el Hogar Corazón de Jesús, de Guayaquil. Sus residentes se convirtieron por un día en chefs.

El patio del hospicio, en el que a diario se ejercitan, lució diferente la mañana de ayer. Ellos colocaron tres mesas metálicas sobre las cuales pusieron pasta, arroz, sal, azúcar, huevos, cocinetas, ollas y sartenes.

Josefa Mero, de 90 años; Leonor Galán, de 79; Olimpia Angulo, de 72 años y María Figueroa, de la misma edad, formaron un equipo.

Josefa y Leonor se encargaron de preparar las galletas, mientras que Olimpia y María la tradicional bebida chicha resbaladera.

Vestida con un delantal y el gorro de una chef la nonagenaria, que usa un andador para caminar, agarró la batidora y a su ritmo pausado hizo movimientos circulares al mezclar mantequilla, azúcar y harina.

Una vez que obtuvo una masa cremosa Josefa añadió nueces ralladas, esencia de vainilla y la amasó. El último paso fue formar bolitas y llevarlas al horno.

La actividad le ha permitido -dijo Josefa- mejorar la motricidad y su memoria. Ella reside hace dos décadas en el hospicio.

Los demás residentes, de blancas cabelleras, las observaron sentados. Esperaron pacientes por la degustación.

Olimpia, concentrada en no fallar, licuó el arroz previamente remojado. Pero ella se opuso a cernirlo cuando se lo pidieron. “No, no, eso se hace al final. Así no me enseñaron”.

La preparación continuó con el hervor de la leche, azúcar, canela y esencias. Por varios minutos Olimpia no se separó de la olla. Después vertió el arroz triturado. Al final lo cernió sobre una olla de hielo.

Hace cinco meses las adultas mayores y otros 22 residentes recibieron un curso de cocina en la Escuela de los Chefs. Justamente, las habilidades aprendidas las demostraron en esta actividad.

Mientras ellas se inspiraron preparando estos platillos, se escuchaba un fondo musical de Fibre De Verre.

Víctor Dueñas, de 65 años, junto a Eduardo Romero, de 72, elaboraron tortilla española. Ellos se dividieron el trabajo y fueron los primeros en culminar el plato.

A pesar de no tener movilidad en su mano derecha, Víctor utilizó su extremidad izquierda para mezclar los huevos con las papas y facilitar los ingredientes a su compañero.

El segundo volteó el bocado con ayuda de dos sartenes entrelazados cuando de un lado ya estaba listo. Estuvo pendiente de que no se pegara.

Al finalizar las preparaciones, las galletas y la chicha resbaladera que elaboró el equipo, Josefa junto con el plato de Dueñas, fueron calificados por dos expertos.

Uno de ellos dijo que quedó mejor que la que él hace. Los espectadores también deleitaron su paladar con los platos de los adultos mayores. (I)