La muy Honda sima en la que están metidos McLaren y Fernando Alonso

Dice la física cuántica y quienes la aplican a la naturaleza humana que los sueños se hacen realidad no por lo que queremos, sino por cómo nos comportamos. Que hay que vivirlos como si fueran ya realidad. “Fake it until you make it” (“Simúlalo hasta que lo consigas”). Durante estos meses hemos escuchado desde McLaren/Honda el discurso según el cual estamos ante un futuro proyecto ganador. Pues bien, el Gran Premio de Canadá ha puesto en evidencia la realidad con toda su crudeza.

“Tenemos una mala racha” nos decía un bienintencionado Alonso al termino de la carrera. Desgraciadamente, la prueba canadiense empieza a perfilar otro panorama. Porque más que una racha, cabe también plantear  el legítimo temor de que las carencias y la dirección técnica en el MP4-30 dibujen un futuro no tan optimista.  Mientras no se desmientan con resultados concretos en la pista, son a día de hoy más las razones para pensar en ello que lo contrario.

Una foto demoledora

“Todo lo que se está haciendo tiene su lógica, las evoluciones que van a llegar son muy coherentes, y soy optimista. Seguramente no somos competitivos ni fiables, lo vemos cada fin de semana”  explicaba Alonso, poniendo el dedo en la llaga de la dicotomia en la que se mueve el equipo y la opinión pública. La de quienes han de mantener el tipo, y la de unos aficionados que solo perciben que McLaren presenta múltiples fisuras y escasa progresión. En Canadá, además con fuegos de artificio.

No era ya solo la causa de la avería, los escapes. “Jenson es “fuel tres”, necesitámos “fuel seis”, le pedía el equipo al británico nada más comenzar la prueba. “No os creeríais lo pronto que estoy levantando el pie”, contestaba el piloto, visiblemente molesto. Los dos monoplazas británicos chupaban combustible como un dromedario agua en una charca. “Ya desde la primera vuelta me lo estaban diciendo”, reconocía Alonso. Gran consumo, sin aceleración a la salida de las curvas, inertes ante los rivales en las rectas… Button, quedó inédito el sábado por sus problemas mecánicos. Alonso, sin salir a los terceros libres…

El británico fue un turista en Bárein y doblado en Montmeló. El piloto español no ha terminado las tres últimas carreras. Ambos han entrado solo una vez en el Q3. Cuatro puntos en siete carreras con dos monoplazas. Pasar revista hoy  a los diferentes elementos de la unidad híbrida ya sustituidos dan ganas de llorar. Es el peor comienzo de McLaren en su historia. Ni con Porsche u Honda en los ochenta, o Mercedes en los noventa. Ni siquiera con el desastre de Peugeot en 1994. En Mónaco, cuarta carrera de aquella temporada, al menos Martin Brundle terminó en segunda posición.

«Muchas cosas las que tenemos que juntar»

¿No encuentran la brújula de McLaren y Honda el norte técnico? ¿O el Gran Premio de Canadá fue una caída puntual demasiado aguda en el gráfico de su evolución, como explicaba Jenson Button al final de la carrera? “Tenemos que ser pacientes y saber que todo necesita tiempo”, explicaba Alonso el pasado jueves, “no solo tenemos un problema, tenemos que mejorar la unidad de potencia, la aerodinámica, la parte mecánica, la fiabilidad, son muchas cosas que tenemos que juntar”.

“Si quieres ganar un campeonato, tienes que tener lo mejor en aerodinámica, dinámica de vehículos, chasis, manejabilidad, así que tenemos que mejorar en todas partes”, también reconocía Eric Bouiller en Montreal, “nos falta apoyo aerodinámico delante para tener, (digamos), un chasis ‘top, así que tenemos que trabajar para mejorar este coche”. Un cuadro, vamos.

La ingenuidad -o desconcierto- de Arai

Y quizás alguien tendría que atemperar la deliciosa ingenuidad de un Yasuhisa Arai, quien reconocía después de Mónaco que “ahora necesitamos más potencia, por favor, dadme más potencia, si tienes cualquier idea, la aceptaré. Sé que necesitamos más potencia, pero no es fácil de conseguir”. En Montreal quedó claro.

 El viernes, Arai se mostraba optimista ante los primeros pasos. “Tenemos una buena sensación, somos positivos no solo para este fin de semana, sino también para la próxima carrera y siguientes. Hemos conseguido nuestras expectativas, y esperamos lograr nuestro objetivo de alcanzar a los equipos punteros al final de temporada. Creo que hemos dado un paso positivo para esta carrera, es una mejora en comparación a Mónaco”. Tras comprobar el fiasco de Montreal solo cabe pensar que en el seno Honda, o van de sorpresa en sorpresa, o cuentan con una visión e información distintas a la dura realidad que ve la opinión pública. 

«¡Parezco un amateur!»

Entonces, solo queda repescar esa gran vuelta de Alonso el sábado. O esa conversación en carrera. “¡Debemos ahorrar combustible!” “¡No quiero, no quiero! ¡Pilotando así, parezco un amateur’! “Así que voy a pelear y luego…”. Ese diálogo que rescata el orgullo y dignidad de ese ‘racer’ ahogado y con las manos atadas a la espalda, de ese Samurai que buscaba la pelea por la pelea, la esencia pura de las carreras. De quien sacaba de quicio a Sebastian Vettel con ese ‘zambombo’ que era el MP4-30 en Montreal.

Acaba la carrera, y ese mismo piloto publica una foto en tuiter que recoge también McLaren. En ella, aparece la clasificación totalmente invertida. Los dos últimos pilotos, Button y Alonso, se convierten ahora en los dos primeros: “ ‪@JensonButton‪ ….Is this a bit better..? (¿Está mejor?) ‬Well, probably depends upon how you look at it..‬ (bien, probablemente, depende como lo mires)#keeppushing #keepUnited” ‬. «Un buen ejemplo de vaso medio lleno», remataban desde el equipo.

La muy Honda sima en la que están metidos McLaren y Fernando Alonso

«¿Es 2015 una temporada de test para McLaren?», le preguntaban a Alonso el jueves. «Sí», contestó lacónicamente. Ya sabemos, para que un sueño se materialice hay que vivirlo antes algo como real, aunque todavía no lo sea. “Fake it until you make it”. Pero qué difícil resulta ante semejante desastre en el Gran Premio de Canadá…

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