La carga de la mochila escolar será según el peso del alumno

La próxima semana cerca de 1’900.000 estudiantes que se forman en el régimen Sierra-Amazonía iniciarán clases de forma escalonada.

Uno de los accesorios indispensables para el ciclo escolar es la mochila. Durante los 10 meses que dura el año lectivo, algunos niños y adolescentes cargan en su bolso estudiantil un peso que oscila entre el 17 y el 25% de supeso corporal. Lo establecido por el Ministerio de Educación (MinEduc) es que sea el 10% del peso del alumno.

En Ecuador, el límite de la carga de ese accesorio está regulado a través del Acuerdo Mineduc-2018-00049-A que se emitió el 10 de mayo de este año y que estará vigente para el año lectivo 2018-2019.

Daniel Serrano, subsecretario de Apoyo, Seguimiento y Regulación de la Educación del MinEduc, señaló que la normativa surgió porque existen estudios que revelan que 7 de cada 10 niños sufren de dolores de espalda ocasionados por la carga excesiva de su mochila.

El funcionario agregó que se tomaron en cuenta algunos estudios con los cuales se determinó que el peso de la mochila o cualquier otro tipo de soporte utilizado para transportar los útiles escolares, no deberá ser mayor del 10% del peso corporal. Esto es para los estudiantes de Educación General Básica, en sus subniveles de preparatoria, elemental y media; y del 15% del peso corporal para los alumnos de educación básica superior y bachillerato.

Por ejemplo: para un niño de primer grado que pesa 16 kilogramos, la carga de la mochila no debe ser mayor a 1,6 kilogramos. Para un adolescente de bachillerato que pese 55 kg, la mochila no deberá pesar más de 5,5 kilogramos. Así se aplica según el peso del niño o adolescente.

Una de las medidas que se implementa para reducir el peso de los bolsos estudiantiles es el uso de herramientas digitales a través de la dotación de plataformas en las instituciones educativas de sostenimiento fiscal y textos digitales, de acuerdo con la infraestructura tecnológica que posea cada institución.

Además, algunas unidades educativas cuentan con casilleros para que los estudiantes guarden sus libros y cuadernos.

La cartera de Estado informó que el acuerdo ministerial es de cumplimiento obligatorio para todas las instituciones educativas fiscales, municipales, fiscomisionales y particulares que funcionan en el país.

La carga excesiva puede provocar lesiones

El traumatólogo Guillermo Fierro indica que un peso excesivo puede ocasionar problemas en la salud del menor, como deformaciones en la columna, malas posturas al caminar y otros trastornos del sistema músculo-esquelético.

Agregó que los síntomas podrían no manifestarse de inmediato y aparecer años después e incluso hacerlos propensos a lesiones en la columna, cadera o rodillas que de no detectarse a tiempo podrían tener consecuencias irreversibles.

Por ello recomendó que las mochilas tengan correas anchas y acojinadas, proporcionales a la talla de los pequeños, para que no les queden holgadas, de forma que al ajustarse a su espalda queden cinco centímetros arriba de la cintura.

También sugirió que la carguen con las dos correas para distribuir el peso en ambos hombros, y que eviten llevar artículos innecesarios; incluso recomendó el uso de mochilas con ruedas.

La pediatra Carla Angulo explicó que la columna vertebral está compuesta por 33 huesos denominados vértebras y entre vértebras adyacentes hay discos que actúan como amortiguadores naturales, por lo que una mochila con correas o tiras estrechas y ajustadas se clava en los hombros del menor evitando una correcta circulación de algunos nervios.

Además, el uso incorrecto de la mochila hará que el niño o el adolescente desarrolle dolor de hombros, cuello, espalda, pérdida de sensibilidad y debilidad en brazos y manos, incluso puede modificar la forma de caminar de los niños e incrementar el riesgo de caídas, indicó la pediatra Angulo. Los especialistas coincidieron en que la distribución del peso es esencial: se debe ordenar de más grande a más chico dentro de la mochila y los textos de mayor tamaño deben ir pegados a la espalda. (I)