Indonesia, zona de desastres por los 129 volcanes activos

Las autoridades de Indonesia están vigilantes por el aumento de actividad del volcán Anak Krakatau que el sábado pasado provocó un tsunami, lo que causó 430 muertos y 159 desaparecidos en torno al estrecho de Sonda.

El tsunami que arrasó gran parte de la costa oeste de Indonesia es la última de una serie de tragedias que azota el país, asentado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, y que costó la vida a 250.000 personas en los últimos 14 años.

El Cinturón de Fuego abarca 40.000 kilómetros de longitud, una “herradura” que resulta de unir Chile con Nueva Zelanda, sigue la costa, con una línea imaginaria.

Allí ocurren el 90% de los seísmos del mundo y el 80% de los terremotos más grandes, explica a BBC Herando Taveras, del Instituto Geofísico de Perú (IGP).

El lecho del océano Pacífico reposa sobre varias placas tectónicas y “el hecho de que la actividad sísmica sea intensa se debe a la convergencia de estas y su fricción, lo que hace es acumular tensión por liberar”, señala Taveras.

Indonesia es considerado uno de los países con mayor actividad sísmica por ubicarse en el Cinturón de Fuego. Es una zona de subducción, en su territorio una placa tectónica se hunde bajo otra, por ello el riesgo de que suceda una catástrofe es mayor.

Además, tiene 400 volcanes en sus 17.000 islas, de los que 129 están activos y 65 son peligrosos, dice Gabriel Gutiérrez, experto en Geología dela Universidad de Salamanca.

Dos de los 129 volcanes indonesios provocaron las dos mayores erupciones en la historia del planeta.

La primera fue por el volcán Tambora localizado en la isla de Sumbawa en 1815, la mayor de todas. El evento volcánico generó una nube de ceniza que llegó a la atmósfera terrestre y ocasionó que los rayos del Sol dejaran de penetrar la Tierra.

En consecuencia las temperaturas descendieron y el año próximo (1816) transcurrió sin verano.

Solo 67 años después el volcán Krakatau entró en erupción y, en 1883, causó un estruendo con una potencia jamás registrada y considerada hasta ahora el más fuerte que se haya escuchado en la Tierra y en varios países.

El retumbe del Krakatau ese año recorrió una distancia de 4.500 kilómetros y sus columnas de ceniza se alzaron por lo menos a 80 kilómetros de altura, lo cual provocó que varias regiones se oscurecieran durante días. Se estima que después del tsunami que originó hubo 36.000 muertos.

El volcán Anak Krakatau, que significa “hijo del Krakatoa”, se formó después de la erupción de 1883, y ahora es un foco de riesgo para las poblaciones de Indonesia, estiman los expertos.

El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo, indicó que la alerta pasó del nivel 2 al 3 en una escala de 4 y que el radio de exclusión alrededor del volcán fue extendido de 2 a 5 kilómetros.

El volcán registró una erupción el 22 de diciembre, que causó el derrumbe de su vertiente suroeste, que al caer al mar originó el tsunami que golpeó la costa oeste de Java y del sur de Sumatra. (I)