Hinchar de más las ruedas

Hinchar de más las ruedas

Hinchar de más las ruedas. Las ruedas son la única superficie de contacto entre el coche y la carretera, por lo que deben estar siempre en un estado óptimo, comenzando por la correcta presión del neumático. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha hecho conocida una técnica que hace porque inflarlas de más pueda repercudir favorablemente al consumo de combustible. Pero sí, conlleva riesgos importantes. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram  ingresa al siguiente enlace.

El ahorro no sale nada rentable

Como sabes, las ruedas son una parte indispensable de todos los coches, ya que, siendo la única parte que toca con el suelo, proporciona al vehículo adherencia, estabilidad y confort, y por supuesto sin este elemento no podría desplazarse. Y es que el neumático es uno de los responsables de que la rueda pueda cumplir con sus funciones principales: tracción, dirección, amortiguación…

Para que todo esto sea posible, el neumático debe de estar en buenas condiciones y su presión de inflado debe ser correcta. No obstante, y aunque siempre se recomienda que su presión sea la adecuada (ni de más ni de menos), algunos conductores han movido una técnica que influye favorablemente en la reducción del consumo de combustible.
Lo cierto es que sí, funciona, pero el ahorro no sale nada rentable si se tiene en cuenta que las probabilidades de sufrir un accidente aumentan. O lo que es lo mismo; podemos ganar una ventaja haciendo unos kilómetros de más por un lado, pero el riesgo también estará ahí.

Qué debemos saber

En ello, es importante saber que tanto si has tenido tu coche parado un tiempo como si lo conduces con frecuencia, conviene revisar el estado de las ruedas. Y eso no incluye sólo su aspecto exterior: debes prestar atención a lo que hay dentro. Porque llevar más o menos aire del adecuado compromete la conducción, la eficiencia energética y la seguridad

Es verdad que no existe una medida común y exacta de presión de los neumáticos para todos los coches. Cada modelo requiere una carga de aire distinta marcada por el propio fabricante, que además puede variar dependiendo de las circunstancias de la conducción.

Para conocer qué presión de aire necesitan nuestros neumáticos debemos recurrir tres lugares donde suele indicarse: en el marco de la puerta del conductor, en la tapa del depósito de combustible y, finalmente, en el manual de usuario. Ello ha llevado porque entre los automovilistas se haya hecho eco el truco de que para reducir el consumo se deba aumentar la presión de los neumáticos. Y, aunque sea uno de los más escuchados (y no es que sea falso) sí que es del todo contraproducente.

Una presión excesiva a las ruedas provoca un comportamiento inestable

La causa es simple; al aumentar la presión, el neumático se deforma y presenta una menor banda de rodadura, menos superficie de contacto, por lo que el rozamiento con el asfalto disminuye y el gasto de combustible baja. De hecho, los fabricantes de neumáticos recuerdan de forma insistente a los usuarios la importancia de conducir con las presiones adecuadas por varios motivos, entre los que figura éste: si la cubierta rueda baja tendrá más contacto con el firme, más rozamiento y, por tanto, más consumo.

En el sentido opuesto, una presión excesiva provoca un comportamiento inestable del vehículo, razón por la que tampoco es conveniente y no se admite bajo ninguna circunstancia, incluso siendo sabido que la eficiencia podría ser mayor.

En este sentido, también, es importante que cuanto más utilicemos el coche, más tiende a disminuir la presión. Por eso es aconsejable controlar la presión de las ruedas cada dos o tres meses. Un instrumento fundamental para hinchar los neumáticos con la presión correcta es el manómetro. Si estás pensando en ir a una gasolinera para hinchar las ruedas de tu coche, encontrarás el manómetro enganchado en la pistola neumática del compresor.

Por último, existen versiones más ecológicas de ciertos coches que utilizan neumáticos de bajo rozamiento para conseguir los objetivos de emisiones que se marcan. Ahora bien; hacerlo a conciencia para alterar las presiones para conseguir este mismo efecto no es aceptable para nadie.